Luz Janeth Forero: el reto de acelerar la b¨²squeda de 104.000 desaparecidos

La nueva directora de la Unidad de B¨²squeda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Janeth Forero, es m¨¦dica epidemi¨®loga. Viene del mundo de los datos, pero dice en conversaci¨®n con EL PA?S que no quiere que la abrumadora cifra de 104.602 desaparecidos de Colombia se convierta en un n¨²mero fr¨ªo. Las cifras, sin embargo, van a ser una medida de su gesti¨®n. En los ¨²ltimos cinco a?os fueron recuperados y enviados a los forenses 766 cuerpos y se hicieron 184 entregas dignas, como se llama a dar los restos a las familias. Muy pocos ante la magnitud del drama eternizado que supone la desaparici¨®n.

Forero se posesion¨® hace pocos d¨ªas, despu¨¦s de siete semanas de espera desde su designaci¨®n. En ese lapso ha recibido cr¨ªticas por haber trabajado en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) entre los a?os 2004 y 2007. Asegura que su rol fue administrativo, en la oficina de planeaci¨®n, y que all¨ª apoy¨® la reestructuraci¨®n de ese organismo de inteligencia.

La Unidad de B¨²squeda es una de las instituciones creadas en el Acuerdos de paz con las extintas FARC y tiene car¨¢cter extrajudicial y humanitario. En los pasillos de la instituci¨®n cuentan que la ven como una reformista y que est¨¢n a la expectativa del impulso que le pueda dar, mientras la v¨ªctimas esperan mayor celeridad.

Pregunta. En su entrevista para aspirar al cargo dijo que har¨ªa un diagn¨®stico respetuoso de la Unidad. ?Qu¨¦ encontr¨®?

Respuesta. Estoy sorprendida de lo que se hizo en menos de cinco a?os. Es una instituci¨®n bien estructurada, con muchos procesos andando, un talento humano muy comprometido, direccionado. Construir institucionalidad, arrancar de cero, no es f¨¢cil. Y en un pa¨ªs tan sui g¨¦neris como el nuestro, donde la institucionalidad es muy fuerte pero a la vez muy burocratizada, romper todas las barreras para tener una entidad con sistemas de informaci¨®n y claridad procedimental es muy positivo. Obviamente en otras cosas falta seguir avanzando.

P. ?En qu¨¦? La Unidad ha tenido cr¨ªticas de que privilegi¨® la planeaci¨®n y no la b¨²squeda.

R. Creo que hay que fortalecer mucho lo territorial. Esta instituci¨®n se debe a los lugares donde se han desaparecido las personas, que es en su mayor¨ªa por fuera de las grandes ciudades. Insisto en adelgazar el centro (administrativamente) para fortalecer la periferia. Hay cosas en las que siento que, por el af¨¢n de estructurar una entidad muy bien, se le puede ir a uno la manito y poner demasiados controles para un organismo humanitario que tiene que ser flexible, r¨¢pido.

P. ?Qu¨¦ plan tiene para hacerlo m¨¢s ¨¢gil?

R. Hay que apostarle mucho a tener herramientas de procesamiento de la informaci¨®n, porque son un poco manuales. Eso no facilita (la b¨²squeda) ni la premura que tenemos. Necesitamos resultados. Hay que hacer una buena inversi¨®n en trabajo y recursos en tecnolog¨ªa forense.

P. ?Y en la relaci¨®n con las v¨ªctimas, que piden celeridad?

R. Algo que rescato es que la instituci¨®n acoge mucho el aprendizaje de las organizaciones, sus metodolog¨ªas. Finalmente, es un tributo a la lucha hist¨®rica de las v¨ªctimas para que se visibilizara la desaparici¨®n. Yo quiero poner todo el empe?o en hacer pedagog¨ªa sobre la desaparici¨®n. Que aparezca, porque hablar de desaparici¨®n en este pa¨ªs sigue siendo un tab¨², tiene un estigma. Si queremos que todo se alinee alrededor del proceso de b¨²squeda tenemos que empezar por reconocerla, que cada colombiano y colombiana entienda que ocurri¨® y que sigue pasando.

P. Las cifras son variables, pero se habla de 100.000 desaparecidos, una cifra abrumadora¡­

R. He trabajado durante toda mi vida con datos y cifras. Pero a veces cuando uno se remite al dato, en lugar de maximizar las problem¨¢ticas, las minimiza. Se puede volver una cifra fr¨ªa. En violencia un caso es mucho, es demasiado. El universo con el que contamos es alrededor de 104.602 casos, pero lo tenemos que seguir construyendo porque con toda seguridad est¨¢ subregistrado. La Comisi¨®n para el Esclarecimiento de la Verdad habl¨® inclusive de 120.000 y con un modelo matem¨¢tico podr¨ªamos hablar de casi 200.000. En la desaparici¨®n, en particular, el ocultamiento es la regla.

P. Una de las mayores cr¨ªticas ha sido las escasas entregas dignas. ?Qu¨¦ va a hacer para aumentar los hallazgos concretos?

R. El subregistro hace a¨²n m¨¢s compleja la b¨²squeda. Entonces puedes encontrar, identificar cinco, pero ?C¨®mo impactan en un universo tan gigantesco? Lo otro es que la geograf¨ªa agreste termina siendo una barrera para que tengamos el ¨¦xito que queremos muy r¨¢pido. Tambi¨¦n est¨¢ la capacidad humana f¨ªsica, financiera, tecnol¨®gica para abordar esa magnitud. Ning¨²n pa¨ªs en conflicto en el mundo tiene las cifras que tenemos.

P. ?Cu¨¢l es su plan para acelerar la b¨²squeda?

R. Tenemos que instalar la capacidad para hacerle frente a la b¨²squeda en los territorios. De otro lado, somos la parte operativa del proceso de b¨²squeda, pero la parte t¨¦cnica y forense, el eslab¨®n que sigue en la cadena, que es Medicina Legal, tiene que ser fortalecida. Si eso no ocurre, tendremos rezagos en la identificaci¨®n. He conversado con el director de Medicina Legal para ver qu¨¦ hacemos en conjunto, c¨®mo podemos gestionar recursos para fortalecer los equipos forenses, hacer ajustes administrativos y generar capacidades. Pensar tambi¨¦n c¨®mo otros laboratorios de identificaci¨®n del pa¨ªs se suman a esta causa.

P. ?Le apuesta a montar un laboratorio forense propio?

R. No le he apuesto mucho. Montar un laboratorio no es ir, comprar equipos y ya. No s¨®lo puede costar mucho dinero que podr¨ªamos emplear en la b¨²squeda y en el fortalecimiento de los equipos territoriales, sino tambi¨¦n mucho tiempo. Prefiero el ejercicio arm¨®nico con las instituciones del Estado.

P. Muchas de las b¨²squedas que se han hecho en estos a?os son por medidas cautelares de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP) ?C¨®mo va a trabajar en llave con la JEP?

R. Ya hicimos el primer acercamiento. Las relaciones deben ser arm¨®nicas, teniendo en cuenta las diferentes competencias y alcances institucionales, muy fluidas y ¨¢giles. Eso se resuelve con una conversaci¨®n muy asertiva desde los niveles estrat¨¦gicos, pero que aterrice en niveles t¨¢cticos y operativos. Ha habido un poquito de preocupaci¨®n y se han generado dilaciones que no benefician a las instituciones y menos a las v¨ªctimas, que son las que est¨¢n esperando.

P. ?A qu¨¦ dilaciones se refiere?

R. En lo p¨²blico pasa mucho que quienes tenemos cargos de decisi¨®n queremos estar muy blindados, porque siempre est¨¢ la amenaza de la investigaci¨®n disciplinaria. Eso termina pesando en la cotidianidad. Entonces, hasta que no se comprendi¨® el alcance de la Unidad se prefiri¨® la cautela, pero yo prefiero que me juzguen por hacer que por no hacer.

P. ?A qu¨¦ se piensa arriesgar?

R. El que no quiere ser disruptivo no logra nada, por el contexto cambiante. Le pido a mi equipo mente abierta, que entendamos que nuestro proceso se va a nutrir de dialogar con un actor, con el otro, de recibir informaci¨®n de ac¨¢ y de all¨¢. Al final de mi gesti¨®n (en 2028) espero dejar resultados importantes en entregas para que las familias descansen, y una instituci¨®n muy fortalecida t¨¦cnicamente, una especie de NASA de la b¨²squeda. Tenemos que ser innovadores y abrir camino.

P. Todo eso implica dinero. ?C¨®mo lo va a conseguir?

R. Los recursos se buscan con resultados. La l¨®gica muchas veces es ¡±pido para hacer¡±; la m¨ªa es ¡°hago para pedir¡±. La desaparici¨®n es un tema de la agenda global, entonces la cooperaci¨®n internacional es un aliado indiscutible, pero creo que hay escenarios de movilizaci¨®n de recursos que no han sido explorados. Por ejemplo, la empresa privada deber¨ªa hacer inversiones en los procesos de b¨²squeda, a¨²n m¨¢s las grandes compa?¨ªas que trabajan en territorios que fueron afectados por la desaparici¨®n.

P. Movimientos de v¨ªctimas como el Movice han criticado su elecci¨®n por no venir del mundo de la defensa de derechos humanos, y critican su paso por el DAS.

R. Toda la vida me he autodefinido como una defensora de derechos humanos. Creo que ellos se defienden desde muchos lugares, empezando por el reconocimiento de la dignidad humana. Ese ha sido mi proyecto de vida. Yo me fui al DAS en un momento dif¨ªcil de mi vida profesional, cuando no me sent¨ªa c¨®moda en Medicina Legal y una persona que lo sab¨ªa me dijo que se iba a la oficina de planeaci¨®n del DAS y que, por mi experiencia en sistemas de informaci¨®n, la podr¨ªa acompa?ar. Fue algo circunstancial y lo vi como una oportunidad de trabajar en derechos humanos. Ah¨ª ayudamos a replantear el DAS y a entender por qu¨¦ le fue tan f¨¢cil cometer los horrores y las atrocidades que pudo haber cometido. Luego regres¨¦ a Medicina Legal.

P. Tambi¨¦n les preocupa que usted viene de un enfoque de seguridad y de investigaci¨®n criminal. ?C¨®mo podr¨¢ dar tranquilidad a las v¨ªctimas?

R. Yo tengo un pensamiento convergente. No creo en generar compartimentos o estancos, para decirlo de alguna manera. Me pregunto, ?la seguridad no es un derecho humano fundamental? Lo primero que t¨² tienes que resolver son tus necesidades b¨¢sicas y luego tu necesidad de seguridad. Por eso la seguridad es transversal en mi vida. Eso hacemos los epidemi¨®logos, pensarnos la seguridad integral.

P. Pero justamente por cr¨ªmenes como los del DAS esa palabra tiene una connotaci¨®n que para las v¨ªctimas compleja. ?C¨®mo va a trabajar con ellas?

R. S¨ª, es totalmente comprensible. Ya he tenido muchos encuentros con ellos y han sido amorosos, se han derrumbado muchas prevenciones. Voy a trabajar con ellos desde el reconocimiento y respeto. Con las v¨ªctimas no organizadas haremos un enorme trabajo de comunicaci¨®n y pedagog¨ªa. Quiero hacer un despliegue para llegar a las veredas. Creo que las v¨ªctimas no tienen que buscar las instituciones, sino que las instituciones las tienen que encontrar.

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