Colombia y la marihuana
Una buena idea para contrarrestar la resistencia en sectores conservadores a la legalizaci¨®n, ser¨ªa presentar la propuesta de pol¨ªtica del Gobierno para el manejo del mercado de un cannabis regulado
Han pasado 44 a?os y 4 meses desde que la revista TIME puso en portada a una verde y gigantesca hoja de marihuana atravesada por un avi¨®n a h¨¦lice abrazados por el sugestivo y muy cinematogr¨¢fico t¨ªtulo: The Colombian Connection. El reportaje, firmado por el corresponsal Donald Neff, en los primeros p¨¢rrafos evidenci¨® una realidad que hoy podr¨ªa aplicar a otros estupefacientes vistos con peores ojos que la, hoy para muchos, inofensiva mata de cannabis.
Las frases son lac¨®nicas y nos hablan de un pasado que parece presente: la hierba ¡°est¨¢ destinada en su mayor¨ªa a los Estados Unidos, donde 42 millones de personas que fuman marihuana la convierten en el consumo ilegal m¨¢s admitido desde el alcohol en tiempos de la prohibici¨®n¡±. ¡°La ¡®Colombian Connection¡¯ es una red de agricultores, traficantes, compradores a gran escala y j¨ªbaros que se extiende a m¨¢s de 5.000 millas de Bogot¨¢ hacia mercados en Nueva York, Chicago y Los ?ngeles (¡) y a donde quiera que llegue esa ¡®Colombia Connection¡¯ se extiende la violencia y corrupci¨®n¡±.
Han pasado 44 a?os y 4 meses. La marihuana es legal es m¨¢s de una decena de estados de la uni¨®n americana y un negocio floreciente en muchos lugares del mundo donde no s¨®lo se le trata como una planta medicinal, sino como un producto recreativo al igual que el alcohol. En locales pulqu¨¦rrimos cual farmacias se pueden comprar las flores para trillar, los cigarros para fumar, las galletas o gomitas para comer y hasta las bebidas para saciar la sed y desconectarse un poco de la realidad. Lo mismo que ocurre en bares y licoreras. De hecho, las tres ciudades que mencionan en el viejo art¨ªculo de TIME hoy consideran legal la producci¨®n, comercializaci¨®n, y consumo del cannabis. Los tiempos cambian.
Entretanto, en Colombia, lugar desde donde llegaba el aprovisionamiento para aquellas metr¨®polis del norte, todo parece congelado en aquel 1979. Los esfuerzos por crear una industria del cannabis no recreativo fueron ahogadas por el gobierno ultraconservador de Iv¨¢n Duque, quien, a pesar de decirse promotor de la inversi¨®n extranjera, conden¨® a la quiebra a muchos que vieron en nuestro suelo el mejor lugar para impulsar la industria de la marihuana medicinal. En lugar de aprovechar lo que hubiese sido una bonanza, hizo todo lo posible por hacer imposible el negocio, al punto que los gringos en su propio pa¨ªs se hicieron productores en vez de comprar aqu¨ª barato. La oportunidad pas¨®.
Ahora en el Congreso avanza el proyecto para legalizar la marihuana de uso adulto. Poco a poco se han ido superando los debates, ?pero llegar¨¢ a ser aprobado?
Investigadores de la Universidad de los Andes ya presentaron su propuesta de pol¨ªtica p¨²blica en caso de que la legalizaci¨®n se d¨¦. Se basan en varios principios: salud p¨²blica, mejorar las condiciones de seguridad y construir un mercado que garantice participaci¨®n a los actuales actores del mercado. ?Sabremos dar el paso?
Una buena idea para contrarrestar la resistencia en sectores conservadores ser¨ªa presentar la propuesta de pol¨ªtica p¨²blica del gobierno para el manejo del mercado de un cannabis regulado. Ministerios de Justicia, Salud y Agricultura podr¨ªan anticiparse a lo que podr¨ªa ser un gran negocio. Basta con ponerse a trabajar.
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