Sin Venezuela no hay paz

Todos los esfuerzos que se hagan por la normalizaci¨®n del sistema democr¨¢tico en Venezuela est¨¢n plenamente justificados. Colombia y Venezuela han vivido una historia atormentada, repleta de episodios en los que la negociaci¨®n diplom¨¢tica ha sido la protagonista de primera fila y as¨ª sanar heridas originadas por la delimitaci¨®n fronteriza. Hoy todav¨ªa seguimos sin definir las ¨¢reas marinas y submarinas. Este diferendo ha planteado para Colombia el peligro de graves incidentes navales y una tensa situaci¨®n a lo largo de la frontera terrestre.

Tampoco podemos desconocer que Venezuela ha sido territorio para que la insurgencia colombiana se afinque en el vecino pa¨ªs para defenderse de la acci¨®n leg¨ªtima de las fuerzas armadas colombianas. Conflictos muy delicados de todos los pelambres afrontamos desde que Hugo Ch¨¢vez result¨® elegido presidente en 1999. El ambiente se fue deteriorando poco a poco. Despu¨¦s vino el r¨¦gimen de Nicol¨¢s Maduro en 2013, y la situaci¨®n se complic¨® por la violaci¨®n de los derechos humanos; se rompieron las relaciones diplom¨¢ticas y los millones de colombianos establecidos en Venezuela quedaron hu¨¦rfanos. Las consecuencias de ese rompimiento se tradujeron en un fortalecimiento de la guerrilla y de las organizaciones criminales que se apoderaron de la frontera.

Una cosa es la guerrilla en Venezuela con un gobierno respetuoso de las formas de la diplomacia, de las normas del derecho internacional, y otra cosa es un pa¨ªs con presos pol¨ªticos y desconocimiento de los derechos humanos. La Paz es un bien superior. ¡°No puede haber paz mientras a nuestro alrededor hay quienes asesinan, secuestran o hacen desaparecer¡± dijo la Corte Constitucional en una sentencia del gran jurista que fue Carlos Gaviria D¨ªaz. La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, reza la Constituci¨®n. El proceso de paz que Colombia logr¨® con la guerrilla m¨¢s antigua del mundo - las FARC - no se habr¨ªa podido perfeccionar sin la colaboraci¨®n y el apoyo de Venezuela.

La cumbre por Venezuela realizada en Bogot¨¢ el pasado martes con delegados de 19 pa¨ªses y de la Uni¨®n Europea, invitados por el gobierno del presidente Gustavo Petro, fue un buen intento en la b¨²squeda de f¨®rmulas que conduzcan al restablecimiento de la plena democracia en el pa¨ªs bolivariano mediante la definici¨®n de un cronograma para elecciones libres y un levantamiento de sanciones. Es un camino largo pero indispensable para que el proyecto de paz total en el que se ha empe?ado el r¨¦gimen de Petro culmine con el ¨¦xito deseado.

Se infiere que sin democracia en Venezuela no hay paz en Colombia, y para ello se requiere destrabar las negociaciones entre la oposici¨®n y Nicol¨¢s Maduro en M¨¦xico. El peri¨®dico El Espectador advirti¨® que el lunes dos elementos amenazaron con sacudir la cumbre: la desconexi¨®n con la oposici¨®n y la aparente falta de voluntad de Maduro para negociar. Lo primero se refiere al caso del l¨ªder opositor Juan Guaid¨®, quien luego de llegar sorpresivamente a Colombia el lunes a la madrugada, atravesando la frontera de manera irregular, sali¨® a Miami en la noche.

El cap¨ªtulo Guaid¨®, con el tratamiento que las autoridades de inmigraci¨®n y el propio Canciller le dieron al caso, opac¨® la conferencia porque las protestas no se hicieron esperar y sirvieron para que los cr¨ªticos del Gobierno desacreditaran la conferencia internacional. El otro aspecto negativo fue la lista de condiciones del ¡°gobierno chavista¡± en la v¨ªspera de la reuni¨®n de Bogot¨¢ que no solo inclu¨ªa el levantamiento de las sanciones, sino tambi¨¦n a los fondos congelados, la liberaci¨®n de Alex Saab y el cese de investigaciones en tribunales de Estados Unidos y los de la Corte Penal Internacional. Colombia no se puede bajar del bus de la paz y la gasolina la pone Venezuela.

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