Entre el agua y la indiferencia: 450 personas deben dejar su hogar en Medell¨ªn sin tener a d¨®nde ir

Apenas eran las cinco de la tarde, pero Luz Daza ya conciliaba el sue?o. Estaba exhausta. Estuvo d¨ªas enteros recogiendo y limpiando los escombros que una semana antes hab¨ªa dejado la creciente de la quebrada La Iguan¨¢ ¡ªla m¨¢s grande del occidente de la ciudad¡ª que pasa al lado de su casa. En ese momento la llamaron los vecinos para avisarle que, de nuevo, el agua bajaba con fuerza, que lo mejor era que saliera corriendo junto a su nieta, a quien cuida. Cuatro familias m¨¢s salieron de emergencia de sus viviendas, que en cuesti¨®n de minutos quedaron en ruinas.

De ese hecho tr¨¢gico se cumple un a?o este martes. Un tiempo que Daza recuerda con tristeza y rabia. Hablar de las penurias que ha tenido que vivir le quiebran la voz. Lo poco que logr¨® salvar lo llev¨® a un apartamento en el que paga arriendo. Desde all¨ª vigila su terreno, que varias veces han querido ocupar los expendedores de drogas del barrio, a los que se ha enfrentado. ¡°Por mi casa yo me hago matar¡±, dice con vehemencia. Tambi¨¦n ha seguido pagando el predial y los servicios de la que era su residencia, que qued¨® inhabitable.

A ella y a 110 familias m¨¢s el pasado mes de febrero la Secretar¨ªa de Seguridad y Convivencia de Medell¨ªn les notific¨® que deb¨ªan evacuar sus casas de manera definitiva. Les dieron seis meses para hacerlo y ninguna alternativa. La mayor¨ªa de las familias lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas viviendo en el barrio, son pobres y no tienen a d¨®nde ir. Muchos son conscientes del riesgo al que se enfrentan en El Pesebre, pero se niegan a abandonar el fruto de esfuerzos de a?os. Hasta el momento, el Distrito solo les ha ofrecido irse a albergues temporales que deben compartir con habitantes de calle y en los cuales, por culpa de disputas territoriales entre bandas barriales, se les amenaza por provenir de El Pesebre.

Antes de que el desalojo fuera una decisi¨®n, aunque ya era claro que las autoridades lo ordenar¨ªan, Rosalba Piedrahita y Miguel Barrientos pusieron un bafle en la mitad del barrio para que los 400 habitantes firmaran una acci¨®n popular con la que exig¨ªan al Estado reubicarlos en sitios seguros y c¨®modos o crearles las garant¨ªas para quedarse en sus viviendas, tras reorganizar el cauce de La Iguan¨¢ y sus afluentes.

Una ciudad en riesgo

En El Pesebre, perteneciente a la comuna 13 de Medell¨ªn, no son nuevas las tragedias por inundaciones, derrumbes y deslizamientos. Desde el 2010 las quebradas La Iguan¨¢ y la Corcovada se han ido acercando, producto de la desviaci¨®n de su cauce por la construcci¨®n de varias v¨ªas. Adem¨¢s, los vecinos afirman que alrededor de su barrio se edifican grandes proyectos inmobiliarios, por lo que a su juicio hay importantes intereses econ¨®micos en el sector. ¡°Me pregunto por qu¨¦ aqu¨ª [a El Pesebre] no traen a los extranjeros o por qu¨¦ no es un punto tur¨ªstico, siendo una zona c¨¦ntrica. Ser¨¢ porque nosotros somos los feos y los pobres, por eso nos quieren sacar¡±, dice Piedrahita.

El Pesebre es uno de los puntos de Medell¨ªn con altos niveles de vulnerabilidad clim¨¢tica, como otros en las comunas 3 (Manrique), 7 (Robledo) y 8 (Villa Hermosa). En esta ¨²ltima, como en El Pesebre, la comunidad se ha organizado y as¨ª ha logrado mitigar ¡ªdentro de lo posible¡ª algunos riesgos. Carlos Vel¨¢squez, integrante del movimiento Laderas, que agrupa procesos organizativos y sociales que reivindican las luchas por el derecho a la ciudad en el Valle de Aburr¨¢, lo cuenta as¨ª: ¡°En la Escuela Popular para la Autonom¨ªa Energ¨¦tica en el barrio El Pac¨ªfico hemos venido trabajando en varias iniciativas, entre ellas un piloto con una rueda de energ¨ªa para la sede comunitaria. Incluso estamos construyendo una obra de vegetalizaci¨®n con agromanto y cunetas de infiltraci¨®n para mitigar los deslizamientos¡±.

De acuerdo con Dany Alexander Granda, profesor de Derecho Urbano en las universidades de Antioquia y EAFIT, la situaci¨®n de barrios como El Pesebre es muy compleja. Explica que aunque la orden de desalojo est¨¢ bien fundamentada en lo jur¨ªdico, su cumplimiento amerita una mejor articulaci¨®n de los organismos municipales para ¡°mitigar sus impactos sociales y econ¨®micos en la familia. Por ejemplo, en materia de servicios p¨²blicos, impuesto predial y manejo de la demolici¨®n por cuenta de los poseedores¡±.

Justamente para resolver los problemas f¨ªsicos de ese tipo de barrios, el movimiento Laderas y el partido feminista Estamos Listas lograron que en noviembre de 2022, despu¨¦s de a?os de incidencia, el alcalde de Medell¨ªn, Daniel Quintero declarara la emergencia clim¨¢tica. El mandatario asegur¨® que en la ciudad hay ¡°m¨¢s de 42.000 viviendas en riesgo de afectaci¨®n por los efectos del cambio clim¨¢tico, tenemos m¨¢s de 170 quebradas en alerta roja y m¨¢s de 300 en alerta naranja¡±. Con ella, orden¨® crear un sistema integral de alertas tempranas para monitorear el cauce de las quebradas en las reservas ecol¨®gicas, intervenir y limpiar los cauces de las quebradas, dise?ar e implementar un modelo de megaproyectos para la atenci¨®n integral de las zonas cr¨ªticas con soluciones definitivas a las condiciones de riesgo, entre otras medidas claves.

Sin embargo, han pasado seis meses y no se han implementado. ¡°No vemos ning¨²n avance en la ejecuci¨®n de las l¨ªneas, programas y proyectos que se consignaron all¨ª, es decir, es un plan de acci¨®n muerto¡±, cuenta Vel¨¢squez. El martes pasado, ante el Concejo de Medell¨ªn, un vocero de la administraci¨®n de Quintero afirm¨® que ¡°no hay recursos para atender la emergencia clim¨¢tica de Medell¨ªn¡±. Lo m¨¢s preocupante es que la declaratoria va hasta el pr¨®ximo 31 de diciembre, fecha en la que termina el mandato del actual alcalde.

Con la acci¨®n popular ocurri¨® algo similar, una victoria seguida de lentitud en su puesta en marcha. Los vecinos lograron un fallo a su favor en primera y en segunda instancia, que declar¨® ¡°que el municipio de Medell¨ªn vulnera los derechos colectivos a la seguridad y salubridad p¨²blicas, a la seguridad y prevenci¨®n de desastres previsibles t¨¦cnicamente¡±. La comunidad busc¨® apoyo legal para lograr que se aplicara. Este diario observ¨® una reuni¨®n que sostuvieron varios vecinos con una firma de abogados que les present¨® un plan de acci¨®n para ello. Pero les cobraban 7 millones de pesos (unos 1.500 d¨®lares) a cada familia por su asesor¨ªa. Entre los asistentes estaban Luz Daza y otros damnificados por el derrumbe del 16 de mayo del 2022. Quedaron at¨®nitos. Para gran parte de ellos, pagar tal suma de dinero es un imposible.

Por la gravedad de la situaci¨®n el ambientalista Vel¨¢squez hace un llamado a la administraci¨®n local para atender de forma prioritaria esta emergencia. ¡°Es necesario pensar medidas urgentes y no dejar esto para discusiones posteriores. Los pr¨®ximos gobiernos deben incluir en la agenda pol¨ªtica este tema y destinar los recursos suficientes para atender la emergencia¡±, sostiene.

Mientras la acci¨®n popular avanza y el plazo de la alcald¨ªa se va acabando, Luz y sus vecinos reclaman entre sollozos que les respeten su derecho a una vivienda digna: ¡°Yo recibo una casa de bahareque, pero que sea m¨ªa. Queremos que nos reubiquen dignamente¡±.

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