El enroque empresarial del GEA: ?su muralla contra los Gilinski y su flanco m¨¢s d¨¦bil?

Si hoy la batalla corporativa por el control del denominado Grupo Empresarial Antioque?o (GEA), acaso el m¨¢s poderoso del pa¨ªs con 125 empresas, se libra de forma p¨²blica en los despachos judiciales y de los ¨®rganos de control, otra por lo menos igualmente decisiva avanza sin mayor visibilidad en la Superintendencia de Sociedades, que vela por la libre competencia en Colombia. La entidad ha abierto, de oficio, un expediente para esclarecer si el Grupo Sura, el Grupo Nutresa y el Grupo Argos, las tres grandes matrices del GEA, han actuado como un bloque econ¨®mico conjunto sin haberse declarado ante las autoridades como tal, con la categor¨ªa de grupo econ¨®mico.

¡°Resulta fundamental esclarecer¡±, se lee en una carta dirigida en septiembre pasado desde la Supersociedades a la Superfinanciera, ¡°si las compa?¨ªas matrices pertenecen a una misma estructura de control o grupo empresarial (¡­)¡±. La investigaci¨®n resulta in¨¦dita. Nadie hab¨ªa puesto en cuesti¨®n, en m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de existencia del GEA, la estructura de un grupo que tambi¨¦n ha sido conocido como Sindicato Antioque?o y que naci¨® a finales de los a?os setenta como un entretejido de accionariados cruzados que no cuenta con un accionista mayoritario, no tiene una compa?¨ªa que controle a todas las dem¨¢s ni cuenta con personer¨ªa jur¨ªdica.

Esa estructura, creada para evitar tomas hostiles, ha sido etiquetada como un ¡°enroque¡±. Son cientos de familias accionistas, especialmente antioque?as, que han hecho las veces de muralla infranqueable para repeler, en buena medida, las ocho ofertas p¨²blicas de adquisici¨®n (OPA) hostiles desplegadas a lo largo del ¨²ltimo a?o y medio por la familia de banqueros Gilinski, una de las m¨¢s ricas de Colombia. Ataques de adquisici¨®n que han servido, por lo pronto, para que el clan familiar se haga con el 38% de Sura y el 31% de Nutresa.

Ramiro Bejarano, asesor jur¨ªdico de Sura y columnista del diario El Espectador, asegura que en caso de que los ¨®rganos de control decretaran que el GEA constituye un grupo empresarial, se generar¨ªa un ¡°tsunami econ¨®mico y financiero gigantesco. Los se?ores Gilinski lograr¨ªan multiplicar su participaci¨®n en estas sociedades, que es lo que est¨¢n buscando. Pero ellos saben desde que entraron a las juntas directivas que se trata de entidades aut¨®nomas¡±. Es un debate jur¨ªdico al cual los expertos consultados, sin embargo, no le auguran una f¨¢cil ni pronta soluci¨®n.

En septiembre pasado, el entonces superintendente financiero Jorge Casta?o arroj¨® algunas pistas. Durante un foro en Medell¨ªn asegur¨® que, en el caso concreto de Grupo Sura y su filial Bancolombia, el banco m¨¢s grande del pa¨ªs y probablemente el objetivo ¨²ltimo de los Gilinski, ya se hab¨ªa establecido que en efecto configuran un conglomerado financiero.

A pesar de la actual investigaci¨®n abierta, que est¨¢ amparada bajo reserva del sumario, Casta?o aclar¨® que frente a Grupo Argos y Grupo Nutresa no se ha probado la existencia de un ¡°grupo empresarial¡± ni que haya ¡°situaci¨®n de control entre ellas¡±. Un asunto vidrioso si se tienen en cuenta las declaraciones del Grupo Sura en los documentos p¨²blicos que aport¨® para la emisi¨®n de bonos internacionales, bajo la Regla 144/Regulaci¨®n S del Estado de Nueva York, donde se presenta frente a las autoridades estadounidenses como un solo gran conglomerado junto con Argos y Nutresa.

El portal econ¨®mico Dinero, del grupo Semana, propiedad de los Gilinski y por tanto se?alado de tener un cubrimiento instrumental a los prop¨®sitos de sus due?os, se preguntaba en un art¨ªculo de octubre: ¡°A los inversionistas extranjeros les dicen que son un grupo y a las autoridades colombianas que no. ?A qui¨¦n le est¨¢n diciendo la verdad?¡±. Ramiro Bejarano, por su parte, responde enf¨¢tico: ¡°Un grupo solo se constituye cuando hay una imbricaci¨®n en los estamentos de administraci¨®n. Estas son entidades con ¨®rganos administrativos diferentes, representantes legales diferentes y cada una tiene su propia forma de actuar¡±.

Para el economista antioque?o Javier Mej¨ªa, profesor de la Universidad de Stanford, la investigaci¨®n puede tener sustento real, aunque no necesariamente legal: ¡°Creo que, en t¨¦rminos pr¨¢cticos, el GEA s¨ª se comporta como lo que la mayor¨ªa de personas llamar¨ªa un conglomerado. Es decir, una serie de organizaciones que evidencian cierta coordinaci¨®n subyacente. Pero eso no quiere decir que legalmente sean un conglomerado. La coordinaci¨®n que uno ve entre las organizaciones es, en buena medida, producto de la cultura com¨²n de los directivos, las redes sociales entre ellos, incluso sus similitudes morales, y eso creo yo que escapa a la definici¨®n legal¡±.

Para comprender la repartici¨®n accionaria entre los tres grandes grupos del GEA habr¨ªa que recordar que Argos, nutrido en especial por su l¨ªnea energ¨¦tica y cementera, es due?o del 27% del Grupo Sura y de cerca del 10% de Nutresa, una de las mayores multilatinas de alimentos del continente, que, a su vez, es propietaria del 12% de Argos y del 13% de Sura. Esta ¨²ltima, una sociedad financiera con presencia en 11 pa¨ªses, es due?a del 35% en el caso de Nutresa y de Argos, respectivamente.

Para caracterizar esta mara?a de relaciones comerciales horizontales se ha llegado a utilizar como ejemplo desde la ancestral defensa siciliana en ajedrez, hasta una estructura empresarial japonesa conocida como keiretsu: una asociaci¨®n vertical y horizontal de compa?¨ªas con participaciones cruzadas entre s¨ª.

Ahora, con la llegada del economista C¨¦sar Ferrari, muy cercano al presidente Gustavo Petro, a la cabeza de la Superintendencia Financiera, se suma un nuevo factor en el seguimiento de la batalla empresarial m¨¢s intensa y con m¨¢s impacto por tratarse de un bloque econ¨®mico que genera el 6,7% del producto interno bruto del pa¨ªs. Una coyuntura que da pie para que el abogado Ramiro Bejarano traiga a colaci¨®n la protesta masiva de los abogados de Sura tras el sorpresivo registro ejecutado en abril por el ente regulador a las oficinas del grupo: ¡°Se llevaron todos los computadores de los funcionarios, pese a que estaban advertidos de que hab¨ªa informaci¨®n reservada y la correspondencia con los abogados. Eso es un atropello contra la ley 74 que protege el secreto profesional¡±.

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