El Gobierno de Colombia y el ELN retoman conversaciones de paz en Caracas

El Gobierno de Colombia y una delegaci¨®n del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN), la organizaci¨®n guerrillera en activo m¨¢s grande del pa¨ªs, reanudaron el cuarto ciclo de conversaciones de paz en Caracas bajo la mediaci¨®n de la Administraci¨®n de Nicol¨¢s Maduro. El nuevo encuentro tuvo lugar este lunes en la Residencia Presidencial La Casona, al este de la ciudad, y cont¨® con la presencia de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodr¨ªguez. Pablo Beltr¨¢n, jefe de la delegaci¨®n de ELN ¨Cgrupo insurgente de inspiraci¨®n marxista con m¨¢s de 60 a?os de actividad militar- , reconoci¨® que la paz tiene ¡°enemigos ocultos¡± que se conjuran para que ¨¦sta no se concrete, y que aunque todav¨ªa existen, afortunadamente ¡°son menos.¡± Beltr¨¢n dijo que la organizaci¨®n que representa, si bien ¡°no aspira a ser monedita de oro¡± ven¨ªa dispuesta a ¡°firmar y cumplir los acuerdos¡± bajo el par¨¢metro de ¡°una soluci¨®n pol¨ªtica¡± con el gobierno progresista de Gustavo Petro.

Otty Pati?o, escritor y exguerrillero del desaparecido Movimiento-19, hablando a nombre del Ejecutivo colombiano, afirm¨® que la consolidaci¨®n de la paz en Colombia ¡°es una pol¨ªtica de Estado y da continuidad a esfuerzos anteriores, el cese de las armas para dirimir los conflictos¡±. Pati?o propuso a su contraparte ¡°incluir a la gente¡± en estas conversaciones que se debate en esta ocasi¨®n, ¡°lo que causa la violencia, que los jefes de los frentes del ELN escuchen a las comunidades de esos territorios, a las v¨ªctimas¡±.

El grupo de pa¨ªses garantes y acompa?antes del proceso de paz ¨CBrasil, Chile, Cuba, M¨¦xico, Noruega y Venezuela-, junto a un Representante Especial de Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal de Colombia, ponderaron los ¡°importantes avances¡± de las sesiones anteriores, agradecieron el papel cumplido por Venezuela en este contexto, y reiteraron su compromiso por darle continuidad y fortalecer los acuerdos.

La presencia de Petro en el poder ha facilitado los canales de conversaci¨®n con la guerrilla del ELN y ha hecho posible la continuidad de las sesiones de trabajo luego de haber estado congeladas en los tiempos de Iv¨¢n Duque, aunque persistan importantes obst¨¢culos. El Palacio de Miraflores, que tiene su propio portafolio de adversidades y afronta un grave costo de reputaci¨®n en el exterior, se encuentra en este contexto ante una realidad inusualmente grata para sus propios intereses, y, teniendo relaciones buenas con ambas partes, funge de perfecto interlocutor pol¨ªtico.

En la agenda queda pendiente darle continuidad y seguimiento al acuerdo de alto al fuego de 180 d¨ªas, pactado en junio pasado en La Habana, y que empez¨® a regir este 14 de agosto. Algunos pasos fundamentales de car¨¢cter previo en las conversaciones entre el Gobierno de Colombia y el ELN se concretaron en las conversaciones celebradas en Cuba, M¨¦xico y Venezuela.

La Canciller¨ªa venezolana emiti¨® a su vez otro comunicado en el cual reafirma su compromiso con ¡°la paz total en Colombia¡±. Miraflores recupera a su vez algo de peso diplom¨¢tico. ¡°En este cuarto ciclo queremos resaltar el hecho de que sea posible que se pueden adelantar r¨¢pidamente medias de alivio para las comunidades afectadas, impactadas por el conflicto armado. Es un objetivo humanitario e inaplazable¡±, afirm¨® la vicepresidenta Rodr¨ªguez.

Aunque no es nada frecuente que hagan operaciones militares abiertas, las guerrillas del ELN presentes en Venezuela ¨Cuna organizaci¨®n acusada de promover el terrorismo por los Gobiernos de Estados Unidos, Canad¨¢ y la Uni¨®n Europea, entre otros- , ha operado durante a?os con comodidad en territorios como el Estado T¨¢chira y amplios sectores remotos del pa¨ªs, en el Alto Apure, el sur del Amazonas y sur del estado Bol¨ªvar, sobre todo en zonas fronterizas con Colombia. Su incumbencia se ha incrementado en los tiempos de Nicol¨¢s Maduro. Ocasionalmente son repelidos por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Instalan sus campamentos, se desplazan por los r¨ªos locales identificados, hacen trabajo pol¨ªtico con las comunidades, reclutan personal para sus operaciones, colocan estaciones de radio para difundir sus mensajes, y a veces, incluso, se convierte en la autoridad en las zonas m¨¢s alejadas e indefensas. Cobran un impuesto al comercio y la ganader¨ªa y se han involucrado activamente en la producci¨®n y el tr¨¢fico de oro en las zonas mineras del pa¨ªs.

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