Las cr¨ªticas por la fijaci¨®n de las universidades colombianas por escalar en los rankings
Las grandes instituciones se esfuerzan a?o tras a?o por subir posiciones en las calificaciones internacionales. Sin embargo, cada vez surgen m¨¢s dudas alrededor de esta estrategia
Los rankings internacionales de educaci¨®n superior publican todos los a?os los resultados sobre las mejores universidades del mundo. Estas listas generan expectativa en el ambiente acad¨¦mico, desde directivos y profesores de universidades hasta estudiantes, exalumnos y j¨®venes que est¨¢n buscando tomar la mejor decisi¨®n sobre d¨®nde estudiar.
En Colombia, algunas universidades suelen aparecer en los rankings internacionales m¨¢s conocidos y muchas ve...
Los rankings internacionales de educaci¨®n superior publican todos los a?os los resultados sobre las mejores universidades del mundo. Estas listas generan expectativa en el ambiente acad¨¦mico, desde directivos y profesores de universidades hasta estudiantes, exalumnos y j¨®venes que est¨¢n buscando tomar la mejor decisi¨®n sobre d¨®nde estudiar.
En Colombia, algunas universidades suelen aparecer en los rankings internacionales m¨¢s conocidos y muchas veces logran escalar posiciones. En el QS ranking de 2023, por ejemplo, que tiene en cuenta la empleabilidad, la proporci¨®n de profesores por estudiante y la internacionalizaci¨®n de la experiencia estudiantil, entre otros indicadores, la Universidad de los Andes subi¨® 22 puestos con respecto al 2022, alcanzando la posici¨®n n¨²mero 198 (desde 2010 ha subido m¨¢s de 360 puestos.) La Universidad Nacional ocupa el puesto 226 de ese ranking y detr¨¢s vienen las universidades Javeriana e Icesi.
El Times Higher Education Ranking Latin America incluye esas mismas universidades en los primeros 30 puestos, y suma a la Universidad de Antioquia y a la del Rosario. La clasificaci¨®n de la Universidad de Shanghai, que se concentra en el impacto de las investigaciones, solo incluy¨® este a?o a una universidad colombiana, la Nacional, entre el puesto 901 y el 999.
Para estar entre lo m¨¢s exclusivo de la educaci¨®n superior, las universidades tienen que hacer millonarias inversiones en investigaci¨®n, colaboraci¨®n internacional, infraestructura y estudios para los profesores, entre otras cosas. Pero hay cada vez m¨¢s cr¨ªticos de darle prioridad a esos listados, argumentando que las clasificaciones se basan en datos que no son confiables y que pueden crear incentivos perversos que modifican la misi¨®n educativa e investigativa de las universidades.
Moises Wasserman, exrector de la Universidad Nacional, dice que por ese af¨¢n de subir posiciones en los rankings algunas instituciones pueden llegar a inflar sus n¨²meros. ¡°Hay una cierta tendencia, muy humana, pero muy negativa, de tratar de complacer al ranking tratando de mejorar los informes y eso desv¨ªa del prop¨®sito fundamental de la instituci¨®n que es su proyecto educativo¡±, dice el bioqu¨ªmico, autor del libro La educaci¨®n en Colombia.
Es un fen¨®meno que ya se ha visto en Estados Unidos. El a?o pasado, la Universidad de Columbia cay¨® al puesto 18 de la clasificaci¨®n de U.S. News & World Report, que clasifica universidades en Estados Unidos desde 1983, tras admitir que hab¨ªa enviado datos incorrectos a la publicaci¨®n. La Facultad de Educaci¨®n Rossier de la Universidad del Sur de California declar¨® que hab¨ªa enviado datos ¡°inexactos¡± a U.S. News sobre la selectividad de sus programas de doctorado durante varios a?os.
Estos hechos han suscitado dudas sobre los procesos de verificaci¨®n de la informaci¨®n que presentan las universidades a quienes hacen las clasificaciones, y sobre los r¨¢nkings mismos. Como explica V¨ªctor Saavedra, quien fue viceministro de Educaci¨®n, algunas empresas que elaboran los rankings tambi¨¦n prestan servicios de consultor¨ªa a las universidades, por lo que se pueden presentar conflictos de intereses que distorsionen las clasificaciones. Las dudas son tantas que m¨¢s de una docena de facultades de Medicina y m¨¢s de 40 escuelas de Derecho han dejado de mandar informaci¨®n a U.S. News & World Report.
Algunas de estas, incluyendo nombres tan reconocidos como Harvard y Yale, han dicho que las f¨®rmulas de esa clasificaci¨®n son un desincentivo para admitir en programas de postgrado a estudiantes de universidades menos prestigiosas, y que adem¨¢s son penalizados en los rankings cuando sus graduados eligen carreras poco lucrativas en lo monetario, as¨ª sean fundamentales para la sociedad.
En Colombia no ha ocurrido nada similar hasta ahora, pero los conocedores del sector s¨ª se han mostrado preocupados porque en la carrera por llegar a la cima de los rankings, las universidades est¨¢n dejando atr¨¢s a los estudiantes. Ignacio Mantilla, exrector de la Universidad Nacional, ha advertido sobre el peligro de permitir que los rankings se conviertan en el principal motor de decisiones en las instituciones de educaci¨®n superior. ¡°Muchas instituciones se preocupan m¨¢s por los rankings, pero no tanto en la calidad de la formaci¨®n que brindan¡±, dijo en entrevista con el peri¨®dico La Patria, de Manizales, el a?o pasado.
Las universidades necesitan dinero para hacer las inversiones en los ¨ªtems que impactan un ranking, lo que inevitablemente aumenta los costos de las matr¨ªculas de algunas de las mejores universidades privadas del pa¨ªs. Un a?o de matr¨ªcula en algunas de estas universidades privadas, como Los Andes, ha llegado a incrementar, en promedio, 1.3 veces la inflaci¨®n.
Sin embargo, los expertos defienden un uso sensato de los r¨¢nkings. Para Wasserman, aunque no hay que trabajar para ellos hasta el punto de ¡°desfigurar¡± la actividad universitaria, pueden ser muy ¨²tiles porque ¡°ayudan a la universidad a saber si no est¨¢ produciendo conocimiento relevante y tratar de corregir. Hay que usarlos como buenos indicios para resolver problemas, sin tratar de complacerlos en todo¡±.
Algo similar opina Saavedra. ¡°No creo que estemos llegando a un nivel en el que los rankings sean tan importantes que est¨¦n llevando a que se deje de pensar en el bienestar de los estudiantes. Los indicadores modifican la estrategia, por supuesto, pero creo que coinciden con cosas que son importantes para los estudiantes.¡±
Saavedra, editor de Los 10 pasos para hacer de Colombia la mejor educada de Am¨¦rica Latina?, recuerda que las clasificaciones tienen otro impacto: muchos j¨®venes los consultan para elegir d¨®nde estudiar. Para el experto, no deber¨ªan ser la ¨²nica fuente para tomar esa decisi¨®n. Aunque se?ala que estudiar en las universidades mejor rankeadas puede ayudar a alcanzar buenos salarios y m¨¢s oportunidades laborales, recuerda que se debe procurar que el estudio sea una experiencia inspiradora.
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