Luis Fernando Velasco: ¡°La derecha no se va a acabar, y tiene propuestas y realizaciones¡±
El ministro del Interior de Colombia propone un acuerdo nacional de m¨ªnimos, pero con un sue?o colectivo detr¨¢s
El ministro del Interior de Colombia, Luis Fernando Velasco (Popay¨¢n, 58 a?os), tiene sobre sus hombros varios retos mayores: reconstruir la gobernabilidad legislativa de un Gobierno que dinamit¨® su coalici¨®n legislativa hace seis meses, construir una relaci¨®n menos r¨ªspida con los alcaldes y gobernadores que ser¨¢n elegidos el 29 de octubre, reducir los recientes problemas de seguridad en todo el pa¨ªs... Atiende a EL PA?S en una fr¨ªa y cl¨¢sica oficina en la sede La Giralda, una casona de fines del siglo XIX en el centro de Bogot¨¢, a pocos pasos del Palacio de Nari?o y del Capitolio, minutos antes de ir justamente al Congreso a presentar el proyecto de ley que aterrizar¨¢ uno de los pocos logros legislativos de sus cinco meses en el cargo: la reforma constitucional que crea la jurisdicci¨®n agraria, aprobada con el apoyo de la oposici¨®n.
Velasco, un curtido pol¨ªtico caucano que representa el puente entre el primer Gobierno de izquierda de la Colombia contempor¨¢nea y parte de la clase pol¨ªtica tradicional, la de origen liberal, se muestra esperanzado. ¡°Colombia necesita tener un sue?o colectivo¡±, dice, y da un ejemplo: ¡°En La Guajira veo la esquina m¨¢s rica de Am¨¦rica Latina¡±.
Pregunta. ?C¨®mo ve a Colombia en este momento?
Respuesta: Estamos en un punto de quiebre. Si somos capaces de juntarnos para superar nuestros retos y mirar con claridad el futuro, tenemos unas posibilidades monstruosamente grandes. Las explico con dos an¨¦cdotas.
Estuve recientemente en La Guajira, en una esquina remota de Uribia. No hay agua, es un semidesierto, por lo que cualquiera podr¨ªa ver la zona m¨¢s pobre de Colombia. Yo, en cambio, vi la esquina m¨¢s rica de Am¨¦rica Latina. Ya hay molinos de viento generando energ¨ªa, la forma de generaci¨®n m¨¢s barata, y en el Ministerio de Minas me contaron que esa zona podr¨ªa generar 25 gigavatios, cuando hoy toda Colombia genera 18. Tambi¨¦n vi puertos naturales que no necesitan el dragado y est¨¢n cerca de rutas internacionales de tr¨¢fico mar¨ªtimo, y playas hermosas para el turismo. Me imagino una Riviera Wayuu a menos de 150 millas de Aruba, a donde llegan turistas de todo el mundo.
Otro ejemplo. Hace menos de diez d¨ªas fui invitado por las comunidades ind¨ªgenas al resguardo de Huila, en las estribaciones del volc¨¢n Nevado del Huila, en Cauca. All¨¢ me entregaron un kilo de abono complementado con hoja de coca. Las comunidades ind¨ªgenas, con cooperaci¨®n holandesa y canadiense, han logrado sintetizar un ¨¢rbol de coca que no tiene alcaloide pero es tan ¨²til que me dicen que por sus hojas pueden pagar el doble de lo que pagan los narcos por las de los ¨¢rboles usuales. Me dieron una bebida energizante hecha de esa coca, espectacular, y un whisky de coca de verdad bueno.
P. ?Cu¨¢l es su conclusi¨®n?
R. Que Colombia que tiene potencialidades por todos lados. Nos hemos detenido mucho en la lucha visceral por el poder, y cuando tenemos el poder no sabemos qu¨¦ hacer.
P. ?Y qu¨¦ est¨¢ haciendo el Gobierno con el poder?
R. Nos enfocamos en el modelo econ¨®mico, que ha hecho que se estanque el pa¨ªs. Hace 30 a?os le quitamos la energ¨ªa al sector industrial y decidimos que lo importante es conseguir una camisa barata, no importa que se haga en un para¨ªso laboral donde explotan la gente, o traer el ma¨ªz de donde sea. En esa apertura indiscriminada no preparamos nuestro sector productivo y ahora, si se dispara el d¨®lar o los costos de fertilizantes por un conflicto, se nos encarece la vida.
Cre¨ªmos que pod¨ªamos vivir de una renta petrolera que es importante pero no tanto, y no desarrollamos el pa¨ªs. Mucha gente quiere vivir del Estado y no entiende que el Estado debe es crear las condiciones para que la capacidad de los ciudadanos se dispare, para que los emprendedores echen para adelante. No fuimos capaces de hacer una reforma agraria seria; por el contrario, en las ¨²ltimas d¨¦cadas vivimos una reacumulaci¨®n de tierra con violencia. Estamos repensando ese modelo.
P. Suena ambicioso...
R. Vamos avanzando. Algunos importadores se sintieron muy molestos cuando sacamos adelante el arancel de 40% a las confecciones tra¨ªdas de pa¨ªses donde no hay TLC ¡ªsomos respetuosos con lo que ha firmado el Estado¨D. Pero el primer semestre el sector de confecciones se mantuvo en medio de la contracci¨®n, y este segundo semestre escucho de los confeccionistas un crecimiento en el empleo y en la demanda. Veo que crece la siembra de ma¨ªz, que volvieron a plantar algod¨®n. Queremos relanzar nuestra industria. La paz va ¨ªntimamente ligada con el crecimiento del turismo. Estamos moviendo el modelo para volver a producir.
P. ?C¨®mo encaja la transici¨®n energ¨¦tica?
R. Ese no es un tema de unos loquitos ecologistas que andan con gorrito y comen mariposas: el mundo tiene que hacer transici¨®n gradual. Para los carros y la industria hay una cosa que ya no es ciencia ficci¨®n: el hidr¨®geno verde, que se obtiene haciendo electr¨®lisis del agua. Cada d¨ªa crece m¨¢s la inversi¨®n en energ¨ªas limpias y ya est¨¢ casi en nivel de la inversi¨®n en energ¨ªa f¨®siles, entonces hay una oportunidad. Tenemos energ¨ªa limpia para hacer ese proceso ambientalmente amigable. Colombia puede convertirse en uno de los primeros productores de hidr¨®geno verde para el mundo, y ser el equivalente a lo que hoy son los pa¨ªses petroleros. Dar¨ªamos un salto inmenso. A eso le estamos apostando y es evidente que se hace mejor si somos capaces de hacer unos acuerdos como naci¨®n.
P. Llegamos al tema del acuerdo nacional.
R. S¨ª. El debate pol¨ªtico es necesario, pero incluso las sociedades m¨¢s polarizadas llegan a acuerdos. Por ejemplo, en Espa?a fue gracias a un acuerdo que desactivaron a ETA. En Colombia hemos hecho acuerdos sobre la violencia, pero vivimos con mucha desconfianza entre todos: la oposici¨®n le tiene desconfianza del Gobierno, y hay sectores del Gobierno y de la izquierda democr¨¢tica que no quieren negociar con la derecha, porque creen que solo quieren evitar cualquier cambio. Entonces estamos en un proceso de ganar confianza.
P. ?C¨®mo incluir al Congreso?
R. Ah¨ª est¨¢ parte de esta construcci¨®n de confianza, pero necesitamos un acuerdo mucho m¨¢s amplio que unas reformas legales. Hay que hablar con la gente. Ahora, yo ser¨ªa m¨¢s amigo de unos acuerdos de m¨ªnimos para arrancar, que de buscar transformar todo el pa¨ªs en un acuerdo.
P. Ya tenemos un acuerdo de pa¨ªs, una Constituci¨®n de origen pluralista...
R. S¨ª, fue un acuerdo muy importante. El que proponemos no es ¡°Venga y votemos todo¡±. Puede haber acuerdos en puntos de las reformas a la salud, a las pensiones, laboral, y en lo dem¨¢s lo resolvemos votando, que es una manera como la democracia define sus diferencias.
P. ?Y cu¨¢l ser¨ªa la metodolog¨ªa para el acuerdo?
R. Yo le present¨¦ presidente unas ideas sobre la metodolog¨ªa; estoy esperando que ¨¦l me diga cu¨¢l es el camino. Pero creo es que no debemos hacer actividades extrainstitucionales. Si necesitamos una ley, la debemos hacer en el Congreso. Eso s¨ª, escuchando a la ciudadan¨ªa. Con el plan de desarrollo hicimos un proceso as¨ª, masivo, con los di¨¢logos regionales vinculantes. Ah¨ª detectamos liderazgos que sirven para esa escucha.
P. Esa conversaci¨®n pasar¨¢ por el creciente problema de seguridad...
R. Colombia hizo algo monumental, el acuerdo de paz con las FARC. Pero nos falt¨® el centavo para el peso: hicimos el acuerdo con los armados, pero no entre los desarmados. Por eso, cuando gan¨® Duque, hubo cuatro a?os de antiimplementaci¨®n y hoy tenemos un rebrote de violencia. La apuesta es lograr la paz antes de que se nos crezca. Esta vez le hemos pedido a la oposici¨®n que est¨¦ en las mesas de conversaciones. Est¨¢n Valencia Cossio, Lafaurie... no queremos hacer nada escondido. Es un proceso del Estado, de naci¨®n, no de partido.
P. ?Esa es una cr¨ªtica al Gobierno de Santos?
R. S¨ª, que hizo una cosa espectacular pero le falt¨® eso. La derecha no se va a acabar, tambi¨¦n vive en este pa¨ªs y tiene ideas, propuestas y realizaciones.
P. ?Cree que para el Gobierno las elecciones ser¨¢n positivas, a pesar de que el Pacto Hist¨®rico tiene pocos candidatos a los cargos principales?
R. S¨ª. Muchos alcaldes y gobernadores actuales hicieron campa?a en otra orilla el a?o pasado. Los que llegan querr¨¢n tener una buena relaci¨®n con el Gobierno con el que convivir¨¢n tres de sus cuatro a?os. Va a haber una relaci¨®n muy fluida. Independientemente de qui¨¦n llegue, nos interesa trabajar juntos.
P. ?Y c¨®mo se arma un acuerdo nacional cuando no hay partidos s¨®lidos que permitan una conversaci¨®n organizada?
R. Si bien no hay partidos, hay un espectro ideol¨®gico definido y as¨ª se puede estructurar. Los tiempos dan para meterle el acelerador al acuerdo nacional a partir de la elecci¨®n, y coger muchas fuerzas en los pr¨®ximos meses. No hay que perder un segundo. Colombia necesita tener un sue?o colectivo, algo que nos identifique m¨¢s all¨¢ de la selecci¨®n de f¨²tbol. La idea es construir y o¨ªrnos.
P. ?Y el Gobierno c¨®mo aporta a eso?
R. Parte de la dificultad es que este no es un Gobierno cualquiera, es uno que rompe esquemas por ser de izquierda. Ese es el punto de partida: este Gobierno quiere hacer unos cambios, fue elegido con esa propuesta, as¨ª que no se puede plantear un acuerdo para no hacer cambios. Ahora, se pueden discutir cu¨¢les cambios, hasta d¨®nde llevarlos, c¨®mo hacerlos. Pero al pa¨ªs le hace muy bien la llegada de una izquierda democr¨¢tica al poder.
P. ?En el sentido de que permite pensar esos cambios?
R. Claro, y permite que quienes siempre han tenido el Gobierno, hagan una reflexi¨®n, noten que falla algo. Algo, no todo, porque como dice Mario Benedetti, ¡°cuando lleguemos tendremos que recordar que el mundo que dejamos ten¨ªa a Par¨ªs, a Claudia Cardinale y al champ¨¢n¡±. Antes tambi¨¦n se hicieron cosas interesantes.
P. De hecho usted, o su partido, fue parte varios de los gobiernos recientes.
R. Mi partido. Yo estuve en el Congreso 24 a?os como liberal, pero casi siempre en oposici¨®n. Era del sector rebelde. Cuando el partido dijo que apoyaba a Duque, yo no. Le hice oposici¨®n a Uribe cuando buena parte de mi bancada lo apoyaba aunque supuestamente est¨¢bamos en oposici¨®n. Yo vot¨¦ por Serpa, no por Pastrana; y no vot¨¦ por Santos en 2010, sino por Mockus, porque Santos era el candidato de Uribe. Luego, con el proceso de paz, comenc¨¦ a ayudarlo. Realmente, como congresista solo una vez gan¨¦ unas elecciones presidenciales: la reelecci¨®n de Santos.
P. ?Y la de Samper en 1994, como candidato liberal?
R. Yo todav¨ªa no era congresista. ?Soy viejo, pero no tanto!
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