Innovaci¨®n democr¨¢tica
El camino requiere abandonar el miedo y tener mucha apertura mental. Requiere actuar con decisi¨®n. Si nos continuamos aferrando a nuestras victorias de hace dos siglos, en este no tendremos ninguna
¡°Esta no es la democracia de tu abuela¡±, nos interpela una de las te¨®ricas democr¨¢ticas m¨¢s importantes del mundo, Jane Mansbridge. Hasta los partidos pol¨ªticos fueron innovaciones democr¨¢ticas¡ en el siglo XIX. Tambi¨¦n lo fue el voto femenino y la extensi¨®n del sufragio, el ingreso de la sociedad civil en todas sus formas en la mir¨ªada democr¨¢tica, los derechos sindicales y asociados a la protesta, los nuevos sistemas electorales y los mecanismos de democracia directa.
No es una moda ni una palabra m¨¢s.
La innovaci¨®n democr¨¢tica es ya un campo especializado de la ciencia pol¨ªtica; tiene un cuerpo de literatura definido, secciones propias en las asociaciones m¨¢s prestigiosas de la ciencia pol¨ªtica del mundo, autores con mucho reconocimiento y redes acad¨¦micas y practicantes. Hay ya en el mundo nuevas instituciones pol¨ªticas que utilizan la selecci¨®n aleatoria para la composici¨®n de cuerpos pol¨ªticos con mejores credenciales representativas y deliberativas que los parlamentos actuales. Hay nuevos sistemas de votaci¨®n, crecientemente utilizados en los Estado Unidos, incluyendo ciudades como Nueva York, que permiten a las personas expresar sus preferencias; por ejemplo ranqueando candidatos en lugar de tener que elegir al menos malo.
Hay nuevas instituciones para la representaci¨®n pol¨ªtica de nuevos sujetos pol¨ªticos, como los animales, la naturaleza y las generaciones futuras. Hay propuestas m¨¢s ambiciosas para darle la vuelta al sistema. Hay bases de datos como Participedia y Latinno, con miles de experiencias, y redes globales como Democracy R&D, People Powered y KNOCA.
Entre 2020 y 2021, la OECD public¨® cuatro informes sobre lo que denomin¨® la ¡°ola deliberativa¡±: m¨¢s de 300 casos de asambleas ciudadanas en el mundo que usaron el sorteo c¨ªvico para la selecci¨®n de sus miembros. Tambi¨¦n ocho casos de institucionalizaci¨®n de estos nuevos cuerpos pol¨ªticos en ciudades como Toronto, Par¨ªs, Bruselas y Bogot¨¢. Desde hace una d¨¦cada, Irlanda ha realizado seis asambleas ciudadanas sobre reforma constitucional, igualdad de g¨¦nero, Dubl¨ªn, biodiversidad y uso de drogas. Mongolia ha aprobado una ley con el mandato de poner en marcha ¡°encuestas deliberativas¡± ¨Cotro modelo de innovaci¨®n democr¨¢tica creado por el profesor de Stanford James Fishkin¨C antes de una reforma constitucional.
Hay tambi¨¦n cambios en los ideales. Hay nuevas reflexiones acerca de la ¨¦tica de la representaci¨®n, acerca de las ontolog¨ªas democr¨¢ticas, acerca del papel de la deliberaci¨®n y del consenso. Ojal¨¢ la democracia del futuro involucre ideales de la amistad c¨ªvica para equilibrar las instituciones democr¨¢ticas de tipo adversario que predominan en nuestro sistema ¨Clos partidos pol¨ªticos, las reglas mayoritarias, los m¨²ltiples puntos de veto y otras instituciones dise?adas hace siglos para la confrontaci¨®n pol¨ªtica¨C y tambi¨¦n en nuestro espacio com¨²n, desde nuestras ciudades segregadas hasta las redes sociales. Necesitamos en nuestros sistemas instituciones democr¨¢ticas unitarias, como las llam¨® Mansbridge en los ochenta, constituidas espec¨ªficamente para acercar a los ciudadanos en lugar de continuar dividi¨¦ndoles.
La infraestructura social en redes de bibliotecas p¨²blicas, la educaci¨®n y la sanidad p¨²blicas y de calidad, las jefaturas de estado imparciales, la prensa y la burocracia independientes y las asambleas ciudadanas aleatorias son instituciones democr¨¢ticas unitarias.
En este campo tambi¨¦n hay debates encarnizados. Uno es entre quienes atacan las elecciones y quienes las defienden. Hay discrepancias en cuanto a la velocidad del cambio. Tambi¨¦n hay una sentida cr¨ªtica relacionada con lo que se comienza a llamar ¡°colonizaci¨®n democr¨¢tica¡±: la exportaci¨®n de modelos e instituciones sin mayor reflexi¨®n y muchas veces con alg¨²n sentimiento de superioridad cultural por parte del Norte Global. Tambi¨¦n hay quienes piensan que todo es una cortina de humo para impedir el ¡°verdadero¡± cambio.
Aparecer¨¢n los argumentos conservadores de siempre. Hay que escucharlos, porque muchas veces tambi¨¦n dicen cosas ciertas.
Que nos vamos a convertir en el 1984 de Orwell si tomamos medidas, ?pero acaso es normal que ya nuestra esfera p¨²blica est¨¦ dominada por un sujeto como Elon Musk, o que el sistema actual nos haya arrojado a un Trump? ?Acaso no es ya una distop¨ªa? Abundan las falacias de pendiente resbaladiza: ¡°Si capturas a Trump, acabar¨¢s con la libertad de expresi¨®n¡±; ¡°si regulas las redes, ya no podr¨¢s tener ninguna¡±; ¡°si reformas los parlamentos, volver¨¢ la dictadura¡±. La precauci¨®n como principio de acci¨®n, o sea no hacer nada.
Este siglo tendr¨¢ que producir su propia reingenier¨ªa democr¨¢tica. Los caminos de la innovaci¨®n democr¨¢tica requieren abandonar el miedo y mucha apertura mental. Requieren actuar con decisi¨®n. Si nos continuamos aferrando a nuestras victorias de hace dos siglos, en este no tendremos ninguna. Hay que sacudirse el polvo y pensar seriamente c¨®mo el dise?o de nuevas instituciones pol¨ªticas va a hacerle frente a los abusos de las existentes y puede mejorar las cosas.
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