¡°A¨²n hay mierda que no funciona por eso¡±: cuando Elon Musk desenchuf¨® los servidores de Twitter con una navaja
El c¨¦lebre periodista Walter Isaacson ha tenido acceso al magnate durante cientos de horas y personas de su entorno, para relatar en una biograf¨ªa sus logros, pero tambi¨¦n sus problemas mentales y familiares, sobre todo con una de sus 10 hijos: trans por culpa del ¡°virus woke¡±

Elon Musk tiene una biograf¨ªa definitiva con 52 a?os. Walter Isaacson, c¨¦lebre bi¨®grafo de genios como Steve Jobs, Albert Einstein o Leonardo da Vinci, ha publicado este martes su nuevo libro, titulado Elon Musk (disponible el 14 en Espa?a, editado por Debate). El magnate es hoy la persona m¨¢s rica del mundo, dirige simult¨¢neamente seis empresas que llenan titulares y tiene 10 hijos de tres mujeres. Adem¨¢s, tiene una influencia social enorme: su cuenta de X, antes Twitter, es la m¨¢s seguida de la red social, de la que es propietario, y su peso es innegable en acontecimientos dispares como la guerra de Ucrania, la exploraci¨®n espacial o la batalla por la libertad de expresi¨®n.
Musk dice que todav¨ªa no ha le¨ªdo el libro. El estilo de Isaacson es poco combativo: deja que Musk se explique aunque muestra docenas de dramas y peleas de su personaje. Cuando Musk pregunt¨® a Isaacson si quer¨ªa escribirlo, el periodista le pidi¨® a cambio horas de acceso directo a reuniones y momentos privados, y mantuvieron ¡°docenas de entrevistas y charlas de madrugada¡±. Adem¨¢s, conversaciones con m¨¢s de 100 personas que le rodean, entre ellas familiares, exmujeres y ejecutivos de sus empresas. El libro revela incontables nuevos detalles y pliegues de un personaje ya bien conocido y cuyo legado est¨¢ aun por definir. En 2015 sali¨® su primera biograf¨ªa, pero m¨¢s de la mitad de las 700 p¨¢ginas del libro de Isaacson son sobre los ¨²ltimos ocho a?os.
Estos son algunos de los fragmentos m¨¢s reveladores de la nueva biograf¨ªa de este ¡°hombre-ni?o¡±, como lo define Isaacson.
1. Formaci¨®n a pu?etazos
Elon Musk naci¨® y creci¨® en Sud¨¢frica, de padres de origen brit¨¢nico y canadiense. Isaacson cuenta una infancia y adolescencia donde cada an¨¦cdota es una variante de violencia distinta. Siendo peque?o, un pastor alem¨¢n le mordi¨® la espalda y Musk pidi¨® que no mataran al perro, pero luego se enter¨® de que le pegaron un tiro. En otra ocasi¨®n, fue a un concierto con su hermano, Kimbal, vieron a un muerto con un cuchillo en el cerebro y pisaron su charco de sangre, que se les peg¨® en las zapatillas. Se narran campamentos de verano donde las peleas eran promovidas; una paliza en el colegio de la que a¨²n se resiente d¨¦cadas despu¨¦s o viajes al Reino Unido o Hong Kong, donde a los hermanos Musk preadolescentes les dejaban deambular solos por las calles.
¡°Ten¨ªa problemas para captar normas sociales¡±, escribe Isaacson. ¡°La empat¨ªa no era algo natural y no ten¨ªa ni el deseo ni el instinto de ser conciliador. Como resultado, los matones se burlaban de ¨¦l con regularidad, se le acercaban y le daban pu?etazos. ¡®Si nunca te han dado un pu?etazo en la nariz, no tienes idea de c¨®mo te afectar¨¢ el resto de tu vida¡¯, afirma [Musk]¡±.
Todas esas cicatrices reales son ¡°menores¡±, a?ade Isaacson, comparadas con las que le infligi¨® su padre, Errol. Al salir del hospital por la paliza que le dio un compa?ero, su padre a¨²n le abronc¨® durante una hora. Kimbal, hermano de Elon, dice que es ¡°el peor recuerdo¡± de su vida.
Isaacson logra hablar varias veces con Errol, que trata de justificarse con poco ¨¦xito: aplic¨®, admite, una ¡°dictadura callejera extremadamente severa con sus hijos¡±. Los padres de Musk se divorciaron cuando ¨¦l ten¨ªa 8 a?os, pero Elon pas¨® la adolescencia con su padre. Uno de los rumores m¨¢s persistentes de esa etapa es que Errol tuvo participaciones en una mina de esmeraldas ilegal. Errol admite a Isaacson que trafic¨® clandestinamente una temporada con piedras preciosas, pero nunca tuvo parte de una mina.
2. Aversi¨®n a la satisfacci¨®n
Musk ha tenido ¨¦xito. No solo tiene m¨¢s dinero que nadie, sino que ha logrado revolucionar sectores como el coche el¨¦ctrico o la exploraci¨®n espacial. Sin embargo, al contrario que otros en una situaci¨®n similar como Bill Gates, Larry Page o Jeff Bezos, que han dado un paso al lado, Musk se l¨ªa en nuevos retos.
¡°El trastorno de estr¨¦s postraum¨¢tico de su infancia tambi¨¦n le inculc¨® una aversi¨®n a la satisfacci¨®n¡±, escribe Isaacson. ¡±¡¯No creo que sepa c¨®mo saborear el ¨¦xito y oler las flores¡¯, dice Claire Boucher, artista conocida como Grimes, madre de tres de sus [10] hijos. ¡®Creo que en la infancia le condicionaron a que la vida es dolor¡¯. Musk est¨¢ de acuerdo. ¡®La adversidad me marc¨®¡¯, dice. ¡®Mi umbral del dolor se volvi¨® muy alto¡±.
Musk no tuvo una infancia econ¨®micamente dif¨ªcil, pero tampoco fue pl¨¢cida. ¡°Desarroll¨® una mentalidad de asedio que inclu¨ªa la atracci¨®n, a veces el anhelo, por el drama, tanto en el trabajo como en las relaciones rom¨¢nticas¡±, escribe Isaacson. ¡°Cuando se enfrentaba a retos tortuosos, la tensi¨®n a menudo lo manten¨ªa despierto por la noche y le hac¨ªa vomitar. Pero tambi¨¦n le dio energ¨ªa. ¡®Es un im¨¢n para el drama¡¯, dice [su hermano] Kimbal¡±.
En 2022, Musk viv¨ªa uno de los mejores momentos de su vida. Tesla y SpaceX crec¨ªan sin parar. Sus beneficios y fortuna, tambi¨¦n. Pero no supo conformarse: ¡°Necesito cambiar mi forma de pensar y dejar de estar en el modo crisis en el que he estado durante 14 a?os, o posiblemente la mayor parte de mi vida¡±, reconoce Musk a Isaacson.
¡°Mi salud mental va por rachas¡±, admite Musk a Isaacson en septiembre de 2022. ¡°Es malo cuando existe una presi¨®n extrema. Pero si muchas cosas empiezan a marchar bien, tampoco es demasiado bueno para mi salud mental¡±. Apenas un mes despu¨¦s de esas palabras, Musk ejecut¨® su oferta para la compra de Twitter. Era un nuevo y enorme foll¨®n.
Seg¨²n los c¨¢lculos de Isaacson, Musk dirige ahora seis compa?¨ªas: ¡°Tesla, SpaceX con su unidad [de sat¨¦lites] Starlink, Twitter [ahora X], la Boring Company, Neuralink y xAI [la nueva competencia de OpenAI y DeepMind]¡±.
3. Twitter, el ¡®virus woke¡¯ y la hija trans
Musk fue en abril de 2022 unos d¨ªas a descansar a Haw¨¢i, en una isla propiedad de Larry Ellison, fundador de Oracle. Musk iba con una novia con quien se ve a menudo, la actriz australiana Natasha Bassett. En lugar de desconectar estuvo cuatro d¨ªas elucubrando si deb¨ªa comprar Twitter.
De Haw¨¢i vol¨® a Vancouver (Canad¨¢), donde su entonces mujer Grimes le quer¨ªa llevar a conocer a sus abuelos. Pero Musk estaba en ¡°modo estr¨¦s¡± y le dej¨® en el hotel. Desde all¨ª, mand¨® la oferta que acab¨® llevando a la compra de Twitter en octubre.
El cruce entre vida familiar o privada y grandes decisiones se repite otras veces. Musk tiene 10 hijos de tres mujeres: los gemelos Griffin y Xavier, los trillizos Kai, Saxon, Damian, con su primera mujer, Justine. Luego X, Y y Techno Mechanicus (que revela el libro por primera vez) con Grimes y los gemelos Strider Sekhar Sirius y Azure Astra Alice, que tuvo in vitro en 2021 con una ejecutiva de una de sus empresas, Shivon Zilis, que adem¨¢s es amiga de Grimes. Aunque parezca todo incomprensible, la lectura del libro hace pasar todo este jaleo de nombres y parejas como peque?os saltos en una incre¨ªblemente ajetreada vida, sin vacaciones seguidas desde 2001, cuando adem¨¢s cogi¨® una malaria que casi le mata.
Su hijo Kai anunci¨® a los 8 a?os que era vegetariano: ¡°Para reducir mi huella de carbono¡±. El hijo que m¨¢s se ha alejado de Musk es Xavier, cuyo nombre original ven¨ªa de su personaje favorito de los X-Men. ¡°Xavier ten¨ªa una voluntad fuerte y desarroll¨® un profundo aborrecimiento por el capitalismo y la riqueza¡±, escribe Isaacson. ¡°Manten¨ªan largas y amargas conversaciones, en persona y por mensajes de texto, en las que Xavier le expresaba repetidamente: ¡®Te odio a ti y odio todo lo que representas¡¯. Fue uno de los factores que hizo que Musk decidiera vender sus casas y vivir con menos lujo, pero, en su relaci¨®n, tuvo poco efecto¡±.
Pero Xavierprovoc¨® otras reacciones en su padre. A sus 16 a?os decidi¨® transicionar a mujer y cambiarse el nombre, Jenna, y el apellido. Musk se enter¨® por un miembro de su seguridad. Este distanciamiento, escribe Isaacson, le ha provocado m¨¢s dolor que ¡°ninguna otra cosa en su vida desde que muriera su primer hijo, Nevada¡±, cuando era un beb¨¦, de muerte s¨²bita. Musk achac¨® al ¡°virus woke¡± los cambios de Jenna. ¡°Culp¨® en parte a la ideolog¨ªa que Jenna absorb¨ªa en Crossroads, la escuela privada progresista a la que iba en Los ?ngeles. En su opini¨®n, Twitter se hab¨ªa infectado con una mentalidad similar que suprim¨ªa las voces de derecha y antisistema¡±, dice Isaacson. La compra de Twitter era un modo de frenar la ¡°infecci¨®n woke¡±.
4. El ¡°modo demonio¡±
¡°Musk est¨¢ loco a veces¡±, dice Isaacson. Musk puede ser alguien encantador y gracioso. Tambi¨¦n odioso y terrible. Son conocidos sus cap¨ªtulos de gritos e insultos contra empleados. El libro est¨¢ repleto de ejemplos donde Musk trata a la gente que le rodea como objetos. ¡°El feedback que doy a la gente es hardcore [una de sus palabras favoritas] y en su mayor¨ªa preciso, e intento no hacerlo de una manera ad hominem. Todos cometemos errores. A la f¨ªsica no le importan los sentimientos. Le importa si has construido el cohete correctamente¡±.
Grimes es quien da m¨¢s detalles sobre las distintas caras de Musk: ¡°Tiene numerosas mentes y muchas personalidades bastante distintas. Y se mueve entre ellas con mucha rapidez. De un momento a otro, sientes que el aire de la sala cambia y, de pronto, toda la situaci¨®n se ha desplazado hacia otro de sus estados¡±, dice. ¡°Mi versi¨®n favorita de E [Elon] es la que se apunta al Burning Man y es capaz de dormir en un sof¨¢ y comer sopa de sobre tan tranquilo¡±. El modo contrario es el ¡°demonio¡±: ¡°Es cuando se pone todo oscuro y se mete en el centro de su tormenta mental¡±. Su asperger y la terrible influencia de su padre son dos de los motivos apuntados para estos cambios.
5. La nueva peor ¨¦poca de su vida
En 2008, SpaceX se jug¨® su futuro en un cuarto lanzamiento de un cohete tras tres fracasos. En Tesla no hab¨ªa dinero para pagar los sueldos por la crisis global y problemas de costes internos. Ese a?o hab¨ªa sido descrito como el peor a?o de la vida de Musk.
Musk dice a Isaacson que 2018 fue a¨²n peor. ¡°Fue la ¨¦poca de mayor concentraci¨®n de dolor que he tenido nunca. 18 meses de locura incesante [empez¨® en verano 2017]. Un sufrimiento aturdidor¡±.
En esos meses se juntan los problemas para producir suficientes coches en sus plantas, sus tuits falsos sobre un buceador ped¨®filo en un rescate de Tailandia, las dudas de los inversores sobre su fiabilidad como jefe de sus empresas y su foto fumando marihuana en el podcast de Joe Rogan. Tomaba decisiones sobre la marcha, cuenta Isaacson. ¡°Al menos un 20% de ellas van a ser err¨®neas y despu¨¦s vamos a tener que alterarlas. Pero si no tomo decisiones, morimos¡±, reconoce el magnate.
6. No quer¨ªa meterse en guerras
Cuando estall¨® la guerra de Ucrania, Rusia cort¨® las telecomunicaciones de Ucrania. Musk se ofreci¨® a ayudar con Starlink, su empresa de sat¨¦lites. Mand¨® miles de receptores a Ucrania. Su intenci¨®n era la ayuda humanitaria. El libro de Isaacson revela por primera vez c¨®mo Musk se neg¨® a ampliar la cobertura de sus sat¨¦lites para que Ucrania hiciera un ataque con drones contra la flota rusa en Crimea.
Este fragmento apareci¨® antes de la publicaci¨®n del libro y le llovieron las acusaciones a Musk de colaborar con Putin. Esta es su respuesta en el libro: ¡°?C¨®mo he acabado yo en esta guerra? Starlink no estaba destinado a implicarse en guerras. Era para que la gente pudiera ver Netflix y relajarse y conectarse online para hacer los deberes y cosas buenas y pac¨ªficas, no ataques con drones¡±. Starlink acab¨® por crear una unidad militar que pudiera firmar contratos con el Pent¨¢gono.
7 ?Y si cortamos este cable?
Otra expresi¨®n repetida de Musk es ¡°zafarrancho¡±. Consiste en crear la sensaci¨®n de urgencia extraordinaria poniendo plazos y objetivos imposibles. Hay varios pasajes en el libro donde se irrita al ver que casi nadie trabaja por la noche en algunas de sus plantas.
Isaacson describe una as¨ª: ¡°Yo ya hab¨ªa visto a Musk sumirse en ese humor demoniaco antes, as¨ª que pude intuir lo que presagiaba. Como sucede con frecuencia ¡ªal menos dos o tres veces al a?o¡ª estaba creciendo en su interior la compulsi¨®n de dar orden de zafarrancho, una erupci¨®n de actividad sostenida las 24 horas del d¨ªa. El objetivo era darles un meneo a las cosas y ¡®purgar la mierda del interior del sistema¡¯, como dice ¨¦l¡±.
En una variante de estos momentos en Twitter, Musk quiso trasladar servidores entre dos centros de datos para ahorrarse millones de d¨®lares. Sus ingenieros le avisaron de que no era f¨¢cil ni r¨¢pido. Adem¨¢s era Navidad. Musk llam¨® a su gente de confianza y empez¨® a hacer aquello de los jefes obcecados: esto es m¨¢s f¨¢cil de lo que parece. Muchas veces le ha salido razonablemente bien. Su modo de jugar con el riesgo sin red de protecci¨®n es otro de los temas de su vida.
¡°Musk se volvi¨® hacia su guardia de seguridad y le pidi¨® que le prestase su navaja de bolsillo. Con ella, fue capaz de levantar una de las rejillas de ventilaci¨®n del suelo, lo que le permiti¨® forzar la apertura de los paneles. ?l mismo se desliz¨® por debajo del suelo del servidor, utiliz¨® la navaja para abrir un cuadro el¨¦ctrico haciendo palanca, desenchuf¨® el servidor y esper¨® a ver lo que ocurr¨ªa. No explot¨® nada. El servidor estaba listo para su traslado. A esas alturas, Musk estaba totalmente emocionado. Aquello era, exclam¨® con una sonora carcajada, como un remake de Misi¨®n imposible¡±.
En esta ¡°operaci¨®n¡±, est¨¢n los problemas de estabilidad de Twitter meses despu¨¦s, como la desastrosa presentaci¨®n de la candidatura del gobernador Ron DeSantis. Musk admiti¨® a Isaacson que se hab¨ªa equivocado: ¡°A¨²n hay mierda que no funciona por eso¡±, le dijo. Pero, a?ade Isaacson, ¡°la aventura demostr¨® a los empleados de Twitter que Musk iba en serio cuando hablaba de la necesidad de un sentido maniaco de la urgencia¡±.
8. La ¨²ltima gran preocupaci¨®n
Musk ha levantado muchas m¨¢s cosas: Neuralink o los robots humanoides Optimus. Pero su legado est¨¢ por decidir. Cuando a Isaacson se le quejan por los tuits maleducados, carcas o rid¨ªculos de Musk, ¨¦l dice variantes de esta frase: ¡°Puede que no gusten ciertos aspectos de lo que tuitea, pero este a?o [2023] ha enviado hasta ahora m¨¢s masa en ¨®rbita que todos los pa¨ªses y empresas juntos. Ha creado una empresa de coches que vale tanto como las siguientes nueve empresas automovil¨ªsticas juntas¡±. Tambi¨¦n, admite Isaacson, miente al prometer t¨²neles futuristas o sistemas aut¨®nomos de conducci¨®n que nunca parecen llegar.
Parece incre¨ªble, adem¨¢s, que esa misma persona sea descrita luego de este modo: ¡°Sus chistes sol¨ªan estar llenos de referencias petulantes al 69 y diversos actos sexuales, fluidos corporales, hacer caca, tirarse pedos, fumar porros y otros temas que har¨ªan partirse de risa a un colegio mayor de universitarios fumados¡±.
Estos logros y ambig¨¹edad pueden quedar peque?os ante lo que haga con la inteligencia artificial (IA). Al ritmo de Musk, en los pr¨®ximos 20 a?os puede haber cambiado el foco de sus negocios e ideas. ¡°No puedo quedarme sentado sin hacer nada¡±, dijo a Isaacson en una de sus ¨²ltimas conversaciones en Austin (Texas) con uno de sus gemelos en el regazo. ¡°La IA est¨¢ a la vuelta de la esquina, me estoy preguntando si merece la pena dedicar tanto tiempo a pensar en Twitter. Probablemente podr¨ªa convertirlo en la mayor instituci¨®n financiera en el mundo. Pero tengo un n¨²mero limitado de ciclos cerebrales y de horas al d¨ªa¡±.
Isaacson le pregunt¨® entonces por sus prioridades: llegar a Marte, le dijo, y ¡°centrarme en que la IA sea segura¡±. Musk cree que la humanidad est¨¢ en sus manos de genio. La ¨¦pica del superh¨¦roe le encanta. De momento ya tiene su libro.
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