Vivir en paz
Los argumentos, cuando no los asfixia el prejuicio o el odio, resuelven las guerras. Aqu¨ª, unos cuantos alrededor del conflicto que vive Oriente Pr¨®ximo
Premisa fundamental: tristeza, dolor y rechazo al atropello, vejamen y asesinato de la poblaci¨®n civil, sea de Israel o de Palestina. Toda guerra es una tragedia y nadie puede querer avivarla o pensar que es el camino expedito para resolver diferencias.
Israel tiene derecho a existir. El t¨¦rmino ¡°sionista¡± no puede esgrimirse como una suerte de ofensa cuando no es otra cosa que el es...
Premisa fundamental: tristeza, dolor y rechazo al atropello, vejamen y asesinato de la poblaci¨®n civil, sea de Israel o de Palestina. Toda guerra es una tragedia y nadie puede querer avivarla o pensar que es el camino expedito para resolver diferencias.
Israel tiene derecho a existir. El t¨¦rmino ¡°sionista¡± no puede esgrimirse como una suerte de ofensa cuando no es otra cosa que el esfuerzo de un pueblo en la di¨¢spora por regresar a la tierra de sus ancestros.
Los jud¨ªos no ¡°aparecieron¡± en Palestina en los mil ochocientos y tantos. Esa es la ¨¦poca en que muchos llegan al escenario donde hist¨®ricamente se asentaron durante siglos sus antepasados. Los mismos que soportaron el yugo de babilonios, griegos, persas, asirios, sel¨¦ucidas, romanos, mamelucos, otomanos, de Bizancio y el Islam.
Una cosa es el Estado de Israel y otra los gobiernos de turno, a los que en 75 a?os se ha podido cuestionar en ejercicio de lo que es una democracia funcional.
Israel es una democracia: hay libertad de empresa, de expresi¨®n y de culto; separaci¨®n de poderes; independencia del poder judicial; respeto a los derechos de las minor¨ªas; elecciones; plena igualdad de g¨¦nero; desarrollo cient¨ªfico y tecnol¨®gico; espacio para el disenso y hasta c¨¢rcel para sus altos dignatarios, presidentes incluidos, cuando delinquen.
En estricto sentido, los jud¨ªos podr¨ªan ser considerados hist¨®ricamente palestinos. El nombre de Palestina (Siria Palestina) nace de la ira del emperador romano Adriano, tras la rebeli¨®n jud¨ªa de Sim¨®n bar Kojba. La idea era ¡°liquidarlos¡±, partiendo de la negaci¨®n del nombre de su tierra, ¡°tierra de Israel¡±.
Como todo Estado, Israel puede tener fuerzas armadas y activarlas cuando su poblaci¨®n sea atacada, vulnerada o secuestrada. Las Fuerzas de Defensa de Israel no est¨¢n exentas del cumplimiento de las leyes internacionales y del respeto a los derechos humanos. Y nadie, excepto el terrorismo, quiere que la poblaci¨®n civil, israel¨ª o palestina, sufra o muera.
Ham¨¢s es un grupo terrorista cuya carta fundacional contempla la expulsi¨®n, erradicaci¨®n y asesinato de los jud¨ªos, y la destrucci¨®n de su Estado. Los palestinos no se sienten representados por Ham¨¢s; la inmensa mayor¨ªa los teme y sabe que su accionar es uno de los factores determinantes de no poder vivir en tranquilidad. Ir¨¢n ha financiado actividades terroristas de Ham¨¢s y Hezbollah, y ha apoyado a Al-Qaeda, al Estado Isl¨¢mico y a los talibanes.
Todo crimen de guerra o exceso, de parte y parte, debe ser condenado y sancionado. Los l¨ªderes democr¨¢ticos del mundo est¨¢n en el deber de rechazar los actos terroristas de Ham¨¢s, m¨¢s recientemente el de la matanza de civiles del 7 de octubre, con el secuestro de mujeres, ni?os y ancianos. As¨ª mismo, debe verificarse que los soldados de Israel act¨²en sin cruzar las l¨ªneas rojas de los derechos humanos.
Los jud¨ªos colombianos son eso: colombianos, as¨ª muchos insistan en verlos como ¡°extranjeros¡±. El presidente Gustavo Petro no conden¨® el acto terrorista de Ham¨¢s y tampoco lament¨® el asesinato de dos colombianos en los tr¨¢gicos hechos de ese d¨ªa. La inteligencia de Israel no cre¨® a Ham¨¢s ni ha animado de manera alguna su accionar o el de otros grupos terroristas. No hay terrorismo ¡°bueno¡±. El terrorismo es terrorismo.
Israel quiere existir en paz con todos sus vecinos y ha hecho esfuerzos diplom¨¢ticos durante siete d¨¦cadas para lograr pleno reconocimiento y convivencia arm¨®nica. Sellar¨¢ la paz con cualquiera que est¨¦ en disposici¨®n de hacerlo.
Los Protocolos de los Sabios de Sion, nuevamente desempolvados por estos d¨ªas, son falsos. Los cre¨® la polic¨ªa secreta de la Rusia zarista para justificar los pogromos. En el documento, que circula desde hace m¨¢s de un siglo, se les atribuye a eruditos jud¨ªos una conspiraci¨®n para dominar el mundo mediante la manipulaci¨®n de la econom¨ªa, el uso de los medios de comunicaci¨®n y el apoyo a los conflictos religiosos. El antisemitismo existe y goza de muy buena salud.
Gaza no es un campo de concentraci¨®n. Quien lo diga, o compare a Israel con el r¨¦gimen Nazi, comete una injusticia monumental, anclada en la ignorancia. Gaza y Cisjordania han contado con recursos y oportunidades para fortalecerse y progresar. Gaza es lo que es porque Ham¨¢s expuls¨® al gobierno leg¨ªtimo de la Autoridad Palestina y convirti¨® a la franja en un trampol¨ªn para atacar a Israel. Las autoridades palestinas no controlan sus propias fronteras.
El v¨ªnculo jud¨ªo con su tierra ancestral, as¨ª como el derecho nacional del pueblo jud¨ªo, fueron en su momento reconocidos en el derecho internacional por la Liga de las Naciones.
Veinte por ciento de la poblaci¨®n de Israel (casi dos millones) es de origen ¨¢rabe, profesa la religi¨®n musulmana y goza de los derechos de todo ciudadano, incluso el de servir en las fuerzas armadas.
El pueblo palestino tiene derecho a la creaci¨®n de un Estado, como lo propuso en 1947 el plan para la partici¨®n de Palestina: un Estado palestino ¨¢rabe y un Estado jud¨ªo, ambos con vocaci¨®n de existir, reconoci¨¦ndose en mutua convivencia. Hasta el momento, los l¨ªderes ¨¢rabes lo han rechazado de plano. Llegar¨¢ el d¨ªa.
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