La diplomacia del presidente Petro
Reacciones apresuradas ante la primera vuelta presidencial argentina, frente a la guerra en Israel y la franja de Gaza o ante la derrota en las urnas de la nueva Constituci¨®n en Chile son algunos ejemplos de la falta de tino del presidente
La diplomacia existe para poder convivir entre distintos. El presidente Gustavo Petro parece entenderlo de otra manera porque son tantos y tan frecuentes sus errores en la materia que ideas y propuestas que merecen ser entendidas y discutidas en su real dimensi¨®n, quedan sepultadas bajo monta?as de palabras destempladas. Ha fallado la diplomacia frente a la guerra en Israel y la franja de Gaza y vuelve a fallar al reaccionar ante el resultado de las elecciones en Argentina. Que un presidente no entienda lo que significan las relaciones internacionales es inaceptable aunque estemos en la era de los liderazgos sin filtros ni formas.
Ante los resultados de la primera vuelta en Argentina el presidente Petro se apresur¨® a celebrar el triunfo en primera vuelta del peronismo y despreciar, sin mencionarlo, a un candidato controvertido que genera, con raz¨®n, gran preocupaci¨®n en muchos sectores porque refleja posiciones extremas. Apenas conocidos los resultados el presidente envi¨® su mensaje en caliente: ¡°Argentina derrot¨® la barbarie. Es la hora de la esperanza. Se elije (sic) entre la barbarie y la esperanza. Felicitaciones al pueblo argentino¡±. Pasaron a segunda vuelta el peronista Sergio Massa y Javier Milei, considerado de derecha radical.
Como la elecci¨®n sigue abierta, el representante de ¡°la barbarie¡± (Milei) puede llegar a ser el presidente y con ¨¦l tendr¨ªa que tener relaciones el Gobierno de Colombia. A menos, claro, que el presidente Petro decida cometer el mismo error que cometi¨® Iv¨¢n Duque cuando cort¨® toda relaci¨®n con Venezuela y dej¨® a miles de colombianos en el limbo. Con los vecinos se tiene que convivir en medio de las diferencias buscando lo mejor para el pa¨ªs.
Son muchos los interrogantes que generan en unos sectores o en otros los candidatos que llegaron a segunda vuelta en Argentina y har¨ªa bien el presidente en dejar los comentarios a los periodistas, analistas y dem¨¢s ciudadanos. Se le olvida que la presidencia est¨¢ para otros asuntos. Lo traicionan tantos a?os de oposici¨®n y no acaba de entender que ahora est¨¢ en el Gobierno y es jefe de Estado, un cargo que va m¨¢s all¨¢ de sus ideas, sus ambiciones personales y sus prejuicios.
En las reacciones frente a la guerra en Israel y la franja de Gaza, el presidente Petro se equivoc¨® tanto que su mensaje necesario para hacer visible la tragedia humanitaria de los palestinos qued¨® perdido por el exceso de verborrea y por la falta de empat¨ªa para condenar con igual contundencia el asesinato y el secuestro de civiles israel¨ªes en el ataque de Ham¨¢s. El presidente, que dice defender la vida por encima de todo, parece no valorar las vidas de los civiles de uno y otro lado de la misma manera. En esta guerra el ataque terrorista de Ham¨¢s fue atroz y la respuesta desmedida de Israel tambi¨¦n.
El presidente Petro ha recordado una y otra vez en sus redes sociales que en su discurso en Naciones Unidas pidi¨® una conferencia de paz para solucionar la crisis en Palestina, como la pidi¨® para Ucrania. Lo sorprendente es que quiera ser pacificador en el mundo mientras lanza bolas de fuego en sus publicaciones en una red social que se ha convertido en una trampa, as¨ª sus seguidores aplaudan cada trino. Alguien con vocaci¨®n de mediador no agrede, no insulta, no hace comparaciones que ofenden al otro como lo hizo al usar t¨¦rminos del holocausto para criticar la reacci¨®n de Israel ante el ataque de Ham¨¢s. Se puede, y se debe, sentar posici¨®n clara y de principio sin ofender, sin confundir, sin poner en riesgo relaciones importantes para el pa¨ªs.
Colombia tiene relaciones diplom¨¢ticas con Palestina y con Israel y en todo sentido es positivo que eso siga as¨ª. En buena hora el Gobierno intent¨® enmendar la plana con las reuniones por separado con los dos embajadores. Y si de verdad el presidente Petro quiere jugar en el plano internacional en la b¨²squeda de soluciones negociadas har¨ªa bien en entender lo que significa la palabra diplomacia. Si se quiere buscar paz hay que encontrar ese peque?o espacio que debe protegerse en todos los conflictos para que el humanismo nos ayude a ver la guerra como la tragedia colectiva que es. La muerte violenta de cualquier persona, m¨¢s si se trata de un civil, nos debe interpelar a todos. El terror hacia los civiles venga de donde venga es condenable.
No son los ¨²nicos episodios internacionales en los cuales ha brillado la falta de tino del presidente. Cuando se pronunci¨® ante la derrota en las urnas de la nueva Constituci¨®n en Chile el presidente dijo: ¡°Revivi¨® Pinochet¡±. Se pronunci¨® primero que el presidente Gabriel Boric, quien luego recibi¨® la derrota con humildad. Petro llevaba pocos d¨ªas en el cargo y con eso dej¨® claro cu¨¢l ser¨ªa el tono de una diplomacia que suele girar mucho en torno a ¨¦l: se ve a s¨ª mismo como un l¨ªder internacional a quien el pa¨ªs parece quedarle peque?o. Si bien es cierto que muchas de sus propuestas pol¨ªticas est¨¢n conectadas con los grandes debates de hoy en el mundo, la falta de claridad, prudencia y rigor lo ponen del lado de los l¨ªderes que no dan certezas a los ciudadanos en tiempos de incertidumbre.
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