Ni Petro est¨¢ derrotado ni la derecha ya gan¨® el 2026

En un pa¨ªs cada d¨ªa m¨¢s polarizado, los resultados de las elecciones territoriales del pasado 29 de octubre han tenido todo tipo de an¨¢lisis que van desde el triunfalismo de la derecha, que promueve el aniquilamiento pol¨ªtico de la izquierda y busca apropiarse de la victoria del centro en Bogot¨¢ y Cali, hasta la lectura de la izquierda, que se niega a reconocer el evidente rechazo ciudadano a sus pol¨ªticas en gran parte de la geograf¨ªa, excepto en cuatro departamentos ¡ªAmazonas, Cauca, Nari?o, Magdalena¡ª, donde su triunfo fue contundente.

El presidente Petro ha pasado por todas las emociones con esos resultados. Desde una alocuci¨®n lac¨®nica en la noche de las elecciones hasta el triunfalismo de sus ¨²ltimos post en la plataforma X. ¡°Como dirigente de una fuerza pol¨ªtica ahora gobernamos en nueve departamentos del pa¨ªs¡±, dijo un d¨ªa despu¨¦s de la jornada democr¨¢tica, para aumentar el mi¨¦rcoles la cifra a 12 gobernaciones. ¡°Ay Blu!, la coalici¨®n pol¨ªtica que gan¨® la primera vuelta presidencial ya lleva 12 gobernaciones ganadas, m¨¢s de 1.000 concejales y se acerca a 100 diputados¡±.

Es decir, que la victoria que se abroga el presidente no responde a su organizaci¨®n, el Pacto Hist¨®rico, que amenaza con disolverse por una profunda crisis interna, sino a la coalici¨®n que lo llev¨® al poder en 2022, una amalgama de partidos que usan la puerta giratoria, entrando y saliendo del Gobierno dependiendo de la cuota burocr¨¢tica. No es claro que esas colectividades escuchen el llamado a un acuerdo nacional para impulsar la agenda de reformas en el Congreso, dado el alto costo pol¨ªtico que ellas conllevan.

Por lo pronto, para recomponer el norte, el presidente ya anunci¨® su estrategia: ¡°Reuniremos antes que nada los gobernadores y alcaldes elegidos que provienen de la campa?a victoriosa a la presidencia y convocaremos este gran Frente Amplio del Cambio, para juntar esfuerzos y construir la potencia de la vida¡±, indic¨® en X, el pasado 2 de noviembre.

Hay que recordar que el Pacto Hist¨®rico solo aval¨® candidatos en 14 departamentos. Los resultados muestran, adem¨¢s, que la mayor¨ªa de gobernadores elegidos, al igual que en las elecciones de 2019, pertenecen a coaliciones, muchas de ellas ancladas en un partido mayoritario al que se suman otras organizaciones, algunas minoritarias y reci¨¦n aprobadas por el Consejo Nacional Electoral.

M¨¢s all¨¢ del exceso de triunfalismo de la derecha, la aplanadora propagand¨ªstica anti-Petro que se promueve en las redes sociales y el pesimismo de la izquierda, lo evidente es que ni Petro est¨¢ derrotado e inmovilizado ni la derecha tiene despejado el camino para la presidencia en 2026. Todav¨ªa hay mucho trecho por recorrer.

No estamos en la antesala del retorno, en 2026, de Uribe y sus buenos muchachos, ni tiene solidez la teor¨ªa de que el presidente va a eternizarse y tocar¨¢ sacarlo con camisa de fuerza de la Casa de Nari?o. Contrario al argumento de muchos, en el actual Gobierno la democracia sali¨® fortalecida de la prueba electoral, sin que se cumplieran las profec¨ªas fatalistas.

El resultado del 29 de octubre marca el inicio de la campa?a presidencial. El p¨¦ndulo est¨¢ hoy en el centro del espectro pol¨ªtico, pero falt¨¢ndole a Petro m¨¢s de dos a?os y medio de mandato, con una sociedad en permanente ebullici¨®n social, nubarrones econ¨®micos, reformas aplazadas y actores armados ilegales dominando amplias extensiones del territorio, sumado a un mundo en guerra en el que las superpotencias se reacomodan y cualquier cosa puede pasar, es imposible anticipar qu¨¦ pa¨ªs dejar¨¢ Petro y por qu¨¦ mensaje votar¨¢ Colombia en 2026.

A pesar del regreso al poder territorial de las renovadas maquinarias electorales, lo acontecido en Bogot¨¢ y Cali muestra un norte. Las mayor¨ªas urbanas no quieren saltar al pasado de la tierra arrasada y el conteo de cuerpos, ni apostar por el mesianismo de populistas salvadores, de izquierda o derecha, que, aunque ganaron en algunos territorios, como el electo alcalde de Bucaramanga, no se ven, a corto plazo, como jugadores de peso en el escenario nacional. Es muy fresco el fracaso y enorme la decepci¨®n con Rodolfo Hern¨¢ndez.

Hoy el mandato ciudadano en los grandes centros urbanos es claro: un llamado al jefe de Estado para que respete la autonom¨ªa territorial y la descentralizaci¨®n, y no se entrometa en los asuntos propios de alcaldes y gobernadores. Lo que suceda en Bogot¨¢ con el futuro del Metro mostrar¨¢ hasta d¨®nde el presidente ha escuchado el mandato de un mill¨®n y medio de bogotanos. Gal¨¢n, el alcalde electo, tiene ah¨ª su primer gran reto.

Colombia es un pa¨ªs impredecible y a Petro le quedan casi tres a?os de mandato. Acostumbrado a convertir sus derrotas en victorias, como lo demostr¨® en su periplo hasta llegar a la Casa de Nari?o, habr¨¢ que esperar qu¨¦ cartas jugar¨¢ para patear la mesa y lograr la gobernabilidad que necesita, pasar sus ambiciosas reformas en el Congreso, sacar adelante su difusa pol¨ªtica de paz total, reinventar el Pacto Hist¨®rico y continuar cabalgando sobre el poder sin caerse del caballo.

La redenci¨®n de Petro, para revertir los n¨²meros en rojo de su popularidad, pasa por acelerar, con realismo pol¨ªtico, la consolidaci¨®n de lo que ha llamado un Frente Amplio del Cambio y la realizaci¨®n de un gran acuerdo nacional que desactive la polarizaci¨®n, impulse la modernizaci¨®n del pa¨ªs y d¨¦ certezas de un mejor futuro sin caer en aventuras constituyentes. El pasado domingo el pueblo baraj¨® de nuevo y aunque Petro perdi¨® en las grandes urbes y la mayor¨ªa de los departamentos, es un tah¨²r experto en t¨¢ctica y estrategia. El juego contin¨²a. De la manera como maneje las relaciones con las autoridades territoriales depender¨¢ en mucho el futuro de su mandato.

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