En medio de la batalla Petro - Barbosa, la Corte Suprema tiene la palabra

El proceso de elecci¨®n de la nueva fiscal pone en evidencia la gran politizaci¨®n que tiene la justicia y la magnitud de la crisis institucional que se vive por cuenta del enfrentamiento entre el presidente Gustavo Petro y el fiscal Francisco Barbosa. La Corte Suprema de Justicia debe elegir de la terna enviada por el presidente y, si lo hace como corresponde sin dilatar el proceso, puede ayudar a superar en parte una situaci¨®n de tensi¨®n que no le conviene al pa¨ªs.

El hecho de que la Corte no haya elegido en las primeras rondas de votaci¨®n ha generado especulaciones en torno a la posibilidad de que se prolongue por meses una interinidad en uno de los cargos m¨¢s importantes del pa¨ªs. La hip¨®tesis se alimenta por el evidente inter¨¦s que ha mostrado el fiscal Francisco Barbosa para que, terminado su per¨ªodo, quede encargada la vicefiscal Martha Mancera si la Corte se demora en elegir.

En declaraciones desde Washington, tras una reuni¨®n con funcionarios del departamento de Justicia, seg¨²n publicaron varios medios, el fiscal dijo que hay ¡°respaldo total de los Estados Unidos y del Departamento de Justicia a la vicefiscal. Est¨¢n totalmente tranquilos en caso de que la Corte se tome el tiempo adicional.¡± En el mismo escenario, ante medios de comunicaci¨®n, la vicefiscal Mancera se pronunci¨® como si fuera un hecho el encargo y se refiri¨® a las pol¨ªticas que mantendr¨ªa ¡°por el tiempo que tenga la responsabilidad de asumir el liderazgo de la Fiscal¨ªa General de la Naci¨®n¡±.

Posteriormente, en entrevista con Blu Radio, el fiscal Barbosa intent¨® bajarle el tono a la declaraci¨®n diciendo que hab¨ªa sido un apoyo institucional y general a la entidad. Sin embargo, es evidente el inter¨¦s de los dos funcionarios en que la vicefiscal quede encargada. La pregunta es si esas declaraciones se dan porque tienen informaci¨®n sobre lo que pasa en las deliberaciones de la Corte o si quieren ejercer alg¨²n tipo de presi¨®n para que se demore la decisi¨®n. Tambi¨¦n se han conocido las denuncias de los magistrados que tienen familiares nombrados en la Fiscal¨ªa lo que genera preguntas sobre si esto podr¨ªa ser indicio de un intercambio de favores. Es mejor pensar que no es as¨ª y confiar en que la Corte haga su tarea sin presiones de ning¨²n lado, pero hay razones para las suspicacias.

Ninguna interinidad es buena porque genera inestabilidad. Adem¨¢s, en este caso sobre la vicefiscal Martha Mancera pesan denuncias por supuesto beneficio a estructuras criminales. La Fiscal¨ªa inform¨® en un comunicado que la investigaci¨®n sobre el asunto fue cerrada. Sin embargo, las dudas se mantienen porque las declaraciones de dos funcionarios del CTI que pasaron de denunciar hechos irregulares en Buenaventura a ser investigados generan muchas preguntas. El archivo de la investigaci¨®n sin el tiempo suficiente para cotejar pruebas e indicios lejos de cerrar el episodio lo llena de m¨¢s oscuridad.

Martha Mancera no genera en todos los sectores la tranquilidad y el respeto requeridos para el cargo y por eso convendr¨ªa que la Corte Suprema de Justicia tenga suma diligencia en la elecci¨®n para evitar que ella quede a cargo de la Fiscal¨ªa y de paso se prolongue, por esa v¨ªa, la gesti¨®n de Francisco Barbosa quien ha dejado mucho que desear en su desempe?o por el evidente sesgo pol¨ªtico en todo su per¨ªodo y por los esc¨¢ndalos que lo han rodeado por denuncias de abuso de poder y uso indebido de recursos de la entidad.

El ambiente se calienta m¨¢s cuando el presidente Gustavo Petro asegura que el fiscal ¡°est¨¢ ejerciendo una sedici¨®n¡±. Vale recordar que la sedici¨®n es un delito y ser¨ªa bueno que, si el presidente tiene indicios o pruebas de ese delito, lo lleve a la instancia competente para investigar. Que Barbosa haya ejercido el papel de l¨ªder de la oposici¨®n, excediendo sus competencias como lo ha hecho hasta ahora, no significa que el presidente pueda acusarlo de un delito sin presentar las pruebas o sin seguir el debido proceso. Y, como si fuera poco, el fiscal Barbosa sali¨® a decir que, en conversaci¨®n privada, el presidente Gustavo Petro le pidi¨® cambiar a la vicefiscal Mancera porque, seg¨²n Barbosa, el presidente le tiene miedo. La batalla es total.

Tiene la Corte Suprema de Justicia la oportunidad de aliviar la tensi¨®n haciendo lo que le corresponde: elegir de la terna a la mejor candidata para el cargo y hacerlo pronto para evitar m¨¢s desgaste de las instituciones ya golpeadas por esta pelea de gallos. Hasta el momento no se conocen cuestionamientos a las juristas y muchos de sus colegas han dado positivas referencias sobre su desempe?o. Parece ser que hay de d¨®nde escoger. Aun as¨ª, la Corte puede seguir votando sin elegir de manera indefinida.

No es descabellado pensar, no para este episodio sino para el futuro de tal manera que no se convierta en presi¨®n para los magistrados, en reglamentar de alguna manera este proceso de elecci¨®n para establecer t¨¦rminos y procedimientos. ?Qu¨¦ pasa si la Corte no llega a un acuerdo? ?Qu¨¦ pasa si una terna no es id¨®nea? Ya tuvimos un antecedente de una larga interinidad de casi un a?o y medio en el cargo con Guillermo Mendoza Diago. Convendr¨ªa mayor precisi¨®n en el procedimiento para que las batallas personales de quienes encarnan las instituciones no terminen afectando decisiones tan importantes.

Colombia ha tenido hist¨®ricamente unas instituciones que muestran su fortaleza en momentos cr¨ªticos. Aunque a veces, como ahora, es dif¨ªcil apostar por esa fortaleza, hay que renovar la confianza en esa tradici¨®n para que la Corte cumpla con lo que le corresponde y decida sin dilaci¨®n quien ser¨¢ la sucesora de Francisco Barbosa. Martha Mancera no est¨¢ en la terna, pero si la Corte dilata la elecci¨®n podr¨ªa inclinarse por ella a pesar de todos los interrogantes que rodean este episodio. La Corte Suprema tiene la palabra.

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