La tormenta en la Fiscal¨ªa y el otro presidente

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Buenos d¨ªas, lectores,

Nos gustar¨ªa que cada semana en estas l¨ªneas se hablara de cosas distintas, pero a veces el tema es ineludible y no hay m¨¢s remedio que repetir. Entre el mi¨¦rcoles pasado y hoy, el pulso que contamos en la entrega anterior de este bolet¨ªn solo se ha intensificado. Durante el fin de semana, el Presidente Gustavo Petro se volc¨® a su canal de comunicaci¨®n preferido, X, ex-Twitter, para poner en alerta al mundo con un mensaje publicado en varios idiomas -¨¢rabe incluido-, de un supuesto plan organizado por la Fiscal¨ªa para sacarlo del poder.

Y todav¨ªa falta el cl¨ªmax: el jueves la Corte Suprema de Justicia se reunir¨¢ para elegir al sucesor del actual fiscal general, Francisco Barbosa, quien finaliza el pr¨®ximo lunes su mandato; aunque es probable que no lleguen a una decisi¨®n final en esa votaci¨®n, por lo que el sindicato de profesores, Fecode, ha convocado una marcha, con el respaldo del presidente, frente a la sede de la Corte en Bogot¨¢ como una aparentemente clara forma de presi¨®n. Petro ha buscado rebajar la tensi¨®n con ese tribunal este martes, al reunirse con sus cabezas y aclarar en un trino: ¡°Un gobierno progresista no atacar¨¢ la justicia pero s¨ª a la impunidad. El progresismo es b¨¢sicamente justicia, ciencia y poder popular. Por eso la situaci¨®n actual no debe dirigirse como una presi¨®n a las cortes¡±. Los d¨ªas que vienen prometen nuevos giros, habr¨¢ que estar muy atentos.

Pero hoy vamos a enfocarnos en una arista escondida entre los nubarrones de la confrontaci¨®n y de la incertidumbre alrededor del futuro del ente acusador. El caso de presunto soborno a testigos y fraude procesal por parte del expresidente ?lvaro Uribe pende, previsiblemente, en gran parte de qui¨¦n qued¨¦ como nueva cabeza de la Fiscal¨ªa y en cu¨¢nto tiempo se define.

Por si acaso, primero hagamos un poco de memoria sobre el proceso. Se remonta a 2012, cuando Uribe present¨® una denuncia contra el senador Iv¨¢n Cepeda ante la Corte Suprema por un supuesto complot, con falsos testigos en c¨¢rceles, para involucrarlo en la fundaci¨®n de grupos paramilitares. Luego, en 2018, el alto tribunal le dio un giro inesperado al caso: archiv¨® el proceso contra Cepeda y, en cambio, pidi¨® investigar al expresidente bajo la sospecha de que fueron ¨¦l y sus abogados quienes manipularon testigos para que se retractaran de los se?alamientos en su contra y acusaran a Cepeda de ser quien los presion¨® para enlodar a Uribe. Espero que entre los vaivenes de acusaciones haya quedado m¨¢s o menos claro.

Desde entonces, el proceso contra Uribe ha batallado contra una sucesi¨®n de trabas dif¨ªciles de maquillar. En primer lugar, el expresidente renunci¨® a su curul en el Senado para que la investigaci¨®n, que le correspond¨ªa a la Corte Suprema en ese momento por su puesto como legislador, pasara a manos de la Fiscal¨ªa, que estaba bajo el mando de N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez, mucho m¨¢s de la simpat¨ªa de Uribe.

Una vez en la Fiscal¨ªa, la investigaci¨®n ha pasado por las manos de cinco fiscales distintos, que se podr¨ªa decir han arrastrado los pies con el caso. Dos de ellos solicitaron la preclusi¨®n de la investigaci¨®n, alegando falta de pruebas, pero cada vez fue negada por los jueces, que dicen que efectivamente falta evidencia, pero que es informaci¨®n que la Fiscal¨ªa deber¨ªa recabar para poder esclarecer el caso; en otras palabras, que la Fiscal¨ªa ha actuado de manera negligente y no ha querido investigar adecuadamente los indicios graves que hay en el expediente.

Otro fiscal encargado del caso renunci¨® a la Fiscal¨ªa a principios de enero de este a?o, justo el d¨ªa en que deb¨ªa recomendar otra vez si llevar el caso a juicio o volver a buscar su preclusi¨®n, dej¨¢ndolo en el aire una vez m¨¢s. La Fiscal¨ªa anunci¨® que el caso le ser¨ªa asignado al fiscal V¨ªctor Andr¨¦s Salcedo, pero ¨¦l r¨¢pidamente se declar¨® impedido por haber escrito una columna de opini¨®n a?os atr¨¢s mostrando su sesgo a favor del exmandatario. As¨ª, el caso ha ca¨ªdo sobre el escritorio del fiscal Gilberto Iv¨¢n Villareal, que tiene la apremiante tarea de en 90 d¨ªas volver a recomendar, o bien la preclusi¨®n, o el primer juicio a un expresidente en la historia de Colombia.

Adem¨¢s de esto, est¨¢ una eventualidad mayor: que se agote el tiempo que legalmente tiene la Fiscal¨ªa para acusar al expresidente. La ley colombiana determina un plazo m¨¢ximo para que una persona sea condenada, que se cuenta a partir del momento en el que ocurren los hechos o de cuando la justicia le imputa un delito, si esto ¨²ltimo ocurre. Si llega la fecha, ning¨²n juez puede emitir una sentencia. Aunque diferentes penalistas han calculado fechas distintas para que prescriba el caso contra Uribe, que est¨¢n entre 2025 y 2026, pues las reglas para definir son complejas, el plazo se acerca ominosamente. Y cada aplazamiento o demora de la Fiscal¨ªa hace m¨¢s probable que ese sea el resultado de todo esto, ya que un juicio puede tardar entre 2 y 3 a?os.

Con todo esto flotando por los pasillos de la Fiscal¨ªa, es curioso que tan poco se haya hablado del impacto que puede tener un cambio en la c¨²pula de la instituci¨®n sobre el caso Uribe. Claro, es muy dif¨ªcil decir con cualquier dosis de certeza cu¨¢l va a ser ese impacto, pero nos podemos atrever a especular que si se elige a una de las tres mujeres ternadas por el presidente Petro, es m¨¢s posible que haya alg¨²n avance en el caso, mientras que si queda como interina Martha Mancera, fiel a Barbosa, las cosas apuntan a que la estrategia dilatadora se mantendr¨ªa hasta llegar al vencimiento de t¨¦rminos y la archivaci¨®n de la investigaci¨®n.

Otras historias

Antes de despedirme, les recomiendo estas lecturas para que est¨¦n al d¨ªa de lo mejor que hemos publicado en la ¨²ltima semana:

• En este art¨ªculo, Santiago Torrado hace un recuento de d¨®nde est¨¢ el proceso de paz con el ELN: las delegaciones han sostenido seis ciclos de di¨¢logos en Venezuela, M¨¦xico y Cuba. Las partes prorrogan por otros 180 d¨ªas un cese al fuego que ahora incluye formalmente el secuestro de civiles.
• Seguimos con una entrevista al embajador de Colombia en Venezuela, Milton Rengifo, mientras el acercamiento de los dos pa¨ªses avanza: ¡°Hay que buscar soluciones para Venezuela, pero no desde la imposici¨®n ni la fuerza¡±.
• Por el lado pol¨ªtico, les recomiendo este perfil del senador Jota Pe Hernandez, el youtuber mis¨®gino y ultraconservador que se camufla en el Partido Verde. ?l es uno de los principales opositores del presidente, pese a que su bancada es de Gobierno y las mujeres de su partido han pedido expulsarle por sus declaraciones violentas contra la fallecida Piedad C¨®rdoba.
• Por ¨²ltimo, algo de cultura con esta entrevista a la cantautora manizale?a La Muchacha, que fue una voz muy notoria durante el Estallido Social y est¨¢ pr¨®xima a iniciar una gira por Europa: ¡°Mi arma es cantar¡±.

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