Mancuso aterriza en Colombia a enfrentar la justicia
El exjefe paramilitar, extraditado a Estados Unidos en 2008, regresa Colombia este martes con la promesa de contribuir con la verdad a sus varios procesos judiciales en los tribunales ordinarios y especiales que lo investigan
Salvatore Mancuso, un temido excomandante paramilitar que el presidente Gustavo Petro ha designado como gestor de paz, ha aterrizado este martes en Colombia despu¨¦s de 15 a?os en Estados Unidos, donde cumpli¨® una condena por tr¨¢fico de drogas. Regresa a su pa¨ªs de origen para enfrentar tambi¨¦n a las justicias ordinaria y transicional, en las que ha sido se?alado por mucho m¨¢s que narcotr¨¢fico: actos de terrorismo, concierto para delinquir, homicidios, torturas, se...
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Salvatore Mancuso, un temido excomandante paramilitar que el presidente Gustavo Petro ha designado como gestor de paz, ha aterrizado este martes en Colombia despu¨¦s de 15 a?os en Estados Unidos, donde cumpli¨® una condena por tr¨¢fico de drogas. Regresa a su pa¨ªs de origen para enfrentar tambi¨¦n a las justicias ordinaria y transicional, en las que ha sido se?alado por mucho m¨¢s que narcotr¨¢fico: actos de terrorismo, concierto para delinquir, homicidios, torturas, secuestros, masacres, desplazamientos forzados, desapariciones, amenazas, extorsi¨®n, lavado de activos, entre muchos cr¨ªmenes. Su libertad en territorio colombiano depender¨¢ no solo de su voluntad para contribuir a la verdad del conflicto armado, en los tribunales y ante la sociedad, sino de c¨®mo se resuelvan muchos retos jur¨ªdicos. Su defensa dice que Mancuso ya ha cumplido sus condenas y deber¨ªa moverse en libertad mientras se resuelven otros procesos judiciales. Los tribunales, por su lado, tendr¨¢n que ponerse de acuerdo sobre c¨®mo resolver los miles de hechos delictivos, a¨²n no investigados, que se?alan a Mancuso. El excomandante paramilitar ha aterrizado sobre todo en un laberinto judicial. Por ahora estar¨¢ en la c¨¢rcel La Picota, en la capital del pa¨ªs.
¡°Soy consciente que mi retorno es un desaf¨ªo para los mecanismos transicionales de juzgamiento y cooperaci¨®n interjurisdiccional¡±, dice Mancuso en una carta publicada despu¨¦s de su aterrizaje en Bogot¨¢. Pero, a?ade, a pesar de que estar¨¢ siendo investigado por distintas jurisdicciones, ¡°creo que los modelos de justicia transicional que empezaron a operar en Colombia (...) son mecanismos ciertos y leg¨ªtimos para el cierre judicial definitivo del conflicto armado interno¡±.
Mancuso entr¨® a los grupos paramilitares en los a?os noventa y se desmoviliz¨® en 2004 con cientos de sus compa?eros para acogerse a un proceso de justicia especial impulsado por el Gobierno de ?lvaro Uribe. El expresidente logr¨® aprobar, en 2005, la llamada Ley de Justicia y Paz, en la que los paramilitares recib¨ªan penas m¨¢s bajas a cambio de la verdad que ofrecieran a las v¨ªctimas. Mancuso se acogi¨® a ese sistema de justicia transicional en 2006. Pero cuando empezaron las versiones libres de los paramilitares para revelar la verdad de la guerra, el excomandante empez¨® a ser una figura inc¨®moda para Uribe y otros poderosos: se?al¨® al expresidente de estar implicado en un asesinato y una masacre, a los militares de darle listados para matar civiles, a varias empresas de financiar el ej¨¦rcito sanguinario que fueron los paramilitares.
El Gobierno de Uribe decidi¨® extraditarlo en 2008 a Estados Unidos, junto a otros exl¨ªderes paramilitares, argumentando que desde la c¨¢rcel segu¨ªan delinquiendo. Para muchos defensores de derechos humanos era m¨¢s bien un esfuerzo del Gobierno para callarlos. Mancuso vivi¨® la que fuera la pesadilla de Pablo Escobar, una c¨¢rcel en Estados Unidos, y fue condenado a 15 a?os en prisi¨®n por narcotr¨¢fico. La Fiscal¨ªa norteamericana dijo que el jefe paramilitar ¡°dirigi¨® la fabricaci¨®n y env¨ªo de m¨¢s de 100.000 kilogramos de coca¨ªna a Estados Unidos y otros lugares¡±.
A distancia, Justicia y Paz sigui¨® trabajando, y Mancuso sigui¨® dando sus versiones libres. En 2014 fue condenado en dos instancias en Colombia, por tribunales de Justicia y Paz, por m¨¢s de 2.000 hechos delictivos cometidos en ocho departamentos del pa¨ªs. Una sentencia que en la justicia ordinaria hubiera sido de 40 a?os en prisi¨®n, result¨® de solo ocho en ese r¨¦gimen especial. Y esos ocho a?os, que jur¨ªdicamente empezaron a correr en 2006, cuando se acogi¨® a Justicia y Paz, los pas¨® en las c¨¢rceles de Estados Unidos.
Desde 2014, el ganadero convertido en paramilitar tiene abierto otro proceso en la justicia ordinaria, por lavado de activos, que la Fiscal¨ªa dice que cometi¨® tras su desmovilizaci¨®n en 2004. Incluso, si quedara absuelto en este proceso, es en Justicia y Paz donde tiene m¨¢s pendientes: ha sido acusado de m¨¢s de 60.000 hechos criminales. En esa justicia transicional los paramilitares no solo responden por los cr¨ªmenes que cometieron directamente, sino por los que ser¨ªan responsables por l¨ªnea de mando. Las dos condenas de 2014 solo cubren unos 2.500 de esos cr¨ªmenes. Es decir, le falta enfrentar el 96% de los hechos.
Adem¨¢s de la justicia ordinaria y la justicia especial para los paramilitares, la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal especial que naci¨® en 2016 de los acuerdos de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC, tambi¨¦n tiene espacio para Mancuso. En noviembre del a?o pasado acept¨® acogerlo en su jurisdicci¨®n, argumentando que el jefe paramilitar fue una ¡°bisagra¡± entre los paramilitares y los altos mandos de la fuerza p¨²blica. Mancuso se comprometi¨® a entregar a la JEP toda la verdad ante sobre c¨®mo oper¨® la fuerza p¨²blica con ayuda de los grupos paramilitares, a cambio de tener beneficios jur¨ªdicos.
La JEP acept¨® su postulaci¨®n despu¨¦s de cuatro d¨ªas en los que Mancuso habl¨® ante ese tribunal, desde Estados Unidos, sobre sus alianzas con militares, empresarios o pol¨ªticos. Los magistrados consideraron que est¨¢ ¡°dispuesto a dignificar a las v¨ªctimas¡±. Pero, al tanto del l¨ªo jur¨ªdico que esto representa, la JEP resolvi¨® que se necesitar¨¢ una mesa t¨¦cnica interjurisdiccional entre esa jurisdicci¨®n y la de Justicia y Paz, para que act¨²en como sistemas de justicia complementarios, con presencia de la Corte Suprema de Justicia y la Procuradur¨ªa. Lo primero que la Justicia deber¨¢ resolver es si Mancuso puede estar en libertad: el exparamilitar ha argumentado que ya cumpli¨® con los ocho a?os de condena que le profiri¨® Justicia y Paz, cuando estaba encerrado en Estados Unidos, y que puede enfrentar los otros procesos en libertad.
El futuro jur¨ªdico de Salvatore Mancuso parece un laberinto sin fin, lo que no deber¨ªa sorprender si se considera que fue uno de los jefes paramilitares m¨¢s sanguinarios durante una d¨¦cada y media. Pero vuelve a Colombia con un gran punto a su favor: el presidente Gustavo Petro, quien considera que el confeso delincuente es fundamental para conocer toda la verdad sobre los paramilitares. Mancuso tendr¨¢ que demostrar que no solo tiene mucho que decir, sino tambi¨¦n c¨®mo comprobarlo.
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