Un doble asesinato en la Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨® despierta el fantasma del paramilitarismo

La Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨®, en el Urab¨¢ antioque?o y cerca de la frontera de Colombia con Panam¨¢, se declar¨® hace 26 a?os neutral en el conflicto armado que azotaba al pa¨ªs. En intento de parar la violencia descontrolada, crearon un autogobierno, alejado del Estado, de los paramilitares y de las guerrillas que, seg¨²n ellos, no los representaban. Una vocera de la comunidad explic¨® hace a?os la decisi¨®n ante la Comisi¨®n de la Verdad: ¡°En medio del paramilitarismo, con la complicidad del Estado y sectores empresariales, nos prepar¨¢bamos para vivir en medio de la guerra sin hacer parte de ella. En medio de las masacres, el 23 de marzo del 97 tomamos la decisi¨®n de firmar la declaraci¨®n p¨²blica de la Comunidad de Paz¡±. El pueblo de unos 2.800 habitantes, mayoritariamente campesinos, arrastra una larga historia de tragedias. Este martes ocurri¨® otra.

Dos personas, Nallely Sep¨²lveda y Edison David, la esposa y el hermano de 14 a?os del coordinador humanitario de la comunidad, fueron asesinadas a bala en su casa en la vereda La Esperanza, seg¨²n confirm¨® la comunidad por X. En otro trino, agreg¨® que hab¨ªan denunciado a los responsables, presuntamente miembros de grupos armados ilegales.

El hallazgo lo hicieron tres menores de edad al regresar del colegio. Entre ellos estaba uno de los tres hijos de Sep¨²lveda, quien relat¨® el momento en un video al que tuvo acceso El Tiempo. ¡°Me fui para la casa despu¨¦s de estudiar. Encontr¨¦ las puertas abiertas (¡­) adentro hab¨ªa un rastro de sangre que iba hasta la pieza. Fui siguiendo el rastro de sangre y ah¨ª estaba el cuerpo de mam¨¢ y en la otra pieza estaba el t¨ªo m¨ªo tirado en el suelo¡±, cont¨®. En el mismo video, los vecinos explicaron que, luego de los asesinatos, hab¨ªan alertado a las autoridades que las vidas de los tres hijos de Sep¨²lveda estaban en peligro. Cuando ocurrieron los cr¨ªmenes, el coordinador humanitario acompa?aba a su padre al hospital municipal de Apartad¨®.

La ma?ana de este mi¨¦rcoles, m¨¢s de 17 horas despu¨¦s del hallazgo, la comunidad denunci¨® que el Estado todav¨ªa no hab¨ªa hecho el levantamiento de los cad¨¢veres. ¡°A esta hora contin¨²an los cuerpos sin vida de nuestros compa?eros miembros de nuestra Comunidad de Paz en el lugar de los hechos (¡­) que inutilidad. ?Por qu¨¦ no llegan?¡±, declar¨® en X. Agreg¨®, adem¨¢s, que hab¨ªa autorizado a las autoridades el ingreso al sitio, un permiso que da la comunidad por su condici¨®n de autogobierno y que las autoridades no necesitan legalmente para llegar. ¡°La comunidad se ver¨¢ en la obligaci¨®n de levantar los cuerpos como en otras ocasiones por la inutilidad del Gobierno¡±, se quej¨® en otro trino.

Minutos antes de que se publicara esa denuncia, el presidente Gustavo Petro, que este lunes visit¨® Apartad¨®, una ciudad de m¨¢s de 200.000 habitantes, lament¨® el asesinato y se refiri¨® al pasado ¨Dy presente¨D de la iniciativa humanitaria. ¡°Fueron asesinados 400 miembros de la Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨® [a lo largo del conflicto armado]. Hace dos d¨ªas, todo el gobierno estuvo all¨ª en Apartad¨® y nos reunimos con miembros de la comunidad en la Asamblea Popular. A nuestro regreso asesinaron dos miembros m¨¢s de la comunidad. Fuerzas oscuras quieren reeditar el paramilitarismo en el noroeste del pa¨ªs¡±, declar¨®.

El Clan del Golfo

Durante su visita, el presidente estuvo en la Instituci¨®n Educativa San Pedro Claver, a 20 minutos del poblado de San Jos¨¦, sede principal de la Comunidad de Paz. Acompa?ado por la vicepresidente Francia M¨¢rquez, el gobernador Andr¨¦s Juli¨¢n Rend¨®n y varios ministros, habl¨® de la violencia que sufre la regi¨®n a manos del Clan del Golfo, la mayor banda de narcotr¨¢fico del pa¨ªs y heredera de los paramilitares que por a?os dominaron a sangre y fuego el Urab¨¢.

El Clan surgi¨® tras la desmovilizaci¨®n de los grupos paramilitares afiliados a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en el Gobierno de ?lvaro Uribe (2002-2010). El grupo, que se hace llamar Ej¨¦rcito Gaitanista de Colombia, se ha ido instalando en zonas rurales de varias regiones del norte del pa¨ªs, incluyendo el Urab¨¢. Justamente, este martes acept¨® la invitaci¨®n del Gobierno para sentarse a negociar en el marco de la pol¨ªtica de la paz total, aunque con la condici¨®n de que sea un proceso pol¨ªtico, no de sometimiento a la justicia.

Ni las autoridades ni los miembros de la comunidad han acusado a un grupo armado ilegal en espec¨ªfico por los asesinatos de este martes. Sin embargo, un comunicado previamente publicado en la p¨¢gina web de la comunidad se?ala que ¡°en las veredas de San Jos¨¦ de Apartad¨®, hay una alta presencia de paramilitares que transitan abiertamente con vestidos camuflados e insignias AGC [por otro nombre del grupo, Autodefensas Gaitanistas de Colombia], fuertemente armados¡±.

El paramilitarismo en San Jos¨¦ de Apartad¨®

La presencia del Clan despierta fantasmas en una poblaci¨®n que sufri¨® la violencia en todas las formas imaginables: centenares de asesinatos, violencia sexual, desplazamientos masivos, destrucci¨®n de viviendas, usurpaci¨®n de tierras, quema de cultivos. En febrero de 2005, siete a?os despu¨¦s de que San Jos¨¦ de Apartad¨® se declarara como comunidad de paz, ocurri¨® uno de los hechos m¨¢s atroces en la historia del corregimiento: un grupo de al menos 60 paramilitares del Bloque H¨¦roes de Tolov¨¢, al mando de alias Don Berna, secuestr¨®, tortur¨® y asesin¨® a tres ni?os y cinco adultos. Los menores ten¨ªan 18 meses y 5 y 11 a?os.

En ese entonces, el Gobierno de ?lvaro Uribe responsabiliz¨®, falsamente, a la extinta guerrilla de las FARC de los asesinatos y critic¨® fuertemente a la comunidad. Un mes despu¨¦s de la masacre, Uribe dio unas declaraciones que m¨¢s adelante la Corte Constitucional se?al¨® que era una estigmatizaci¨®n que pon¨ªa en riesgo la vida de los campesinos: ¡°En esta comunidad de San Jos¨¦ de Apartad¨® hay gente buena, pero algunos de sus l¨ªderes, patrocinadores y defensores est¨¢n seriamente se?alados por personas que han residido all¨ª, de auxiliar a las Farc y de querer utilizar a la comunidad para proteger a esta organizaci¨®n terrorista¡±.

Cinco a?os m¨¢s tarde, Don Berna confes¨® ante Justicia y Paz, el sistema de justicia transicional para las antiguas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que los paramilitares hab¨ªan realizado la masacre con la ayuda del Ej¨¦rcito Nacional. En 2013, el Gobierno de Juan Manuel Santos se retract¨® y pidi¨® excusas por las declaraciones de Uribe; en 2019, el Ej¨¦rcito pidi¨® perd¨®n ante la comunidad por el crimen.

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