Ayuntamientos en primera l¨ªnea de la defensa de los derechos humanos
La Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨®, en Colombia, lleva 25 a?os resistiendo a m¨²ltiples horrores, asesinatos, quema de cultivos, violencia sexual o usurpaci¨®n de tierras. La solidaridad de casi un centenar de alcald¨ªas de municipios europeos y espa?oles, desde Burgos a Rivas o Barcelona, ha sido un apoyo clave

A punto de cumplir 25 a?os de vida, el pr¨®ximo 23 de marzo, la historia de la Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨® en Colombia est¨¢ llena de horrores que cuesta imaginar siquiera; m¨¢s de 300 asesinatos, amenazas, destrucci¨®n de viviendas, quema de cultivos, desplazamientos masivos, violencia sexual y usurpaci¨®n de tierras por parte de actores armados, sobre todo fuerzas del Estado y paramilitares. Sin embargo, gracias a la persistencia del millar de campesinos de esta comunidad del noroeste colombiano, en la zona del Urab¨¢, de la regi¨®n de Antioquia, pudieron permanecer en sus tierras, conscientes que no lo hubieran logrado sin la solidaridad internacional. ¡°Sobrevivimos gracias a todos ustedes, acompa?antes del mundo. Lo importante ha sido el apoyo pol¨ªtico, moral y espiritual que nos han brindado personas amigas, organizaciones y alcald¨ªas que han cre¨ªdo en nuestro proceso¡±, dice v¨ªa WhatsApp Jos¨¦ Roviro, integrante del colectivo de campesinos.
Es dif¨ªcil encontrar en el mundo una experiencia de resistencia civil contra la guerra que atesore tantos apoyos, entre ellos el de casi un centenar de alcald¨ªas de ciudades europeas. Una de ellas es la de Westerlo, una peque?a ciudad de la regi¨®n belga de Amberes. ¡°Un municipio de tama?o medio puede y debe tambi¨¦n desempe?ar un papel internacional y asumir su responsabilidad, m¨¢s all¨¢ de sus l¨ªmites municipales. Para la comunidad somos un pilar de apoyo y es la interacci¨®n de todos los actores internacionales lo que asegura el efecto. La incidencia ha sido importante. Para las autoridades colombianas somos una piedrita en el zapato¡±, afirma su alcalde Guy Van Hirtum por correo electr¨®nico.
Sobrevivimos gracias a todos ustedes, acompa?antes del mundo. Lo importante ha sido el apoyo pol¨ªtico, moral y espiritual que nos han brindado personas amigas, organizaciones y alcald¨ªas que han cre¨ªdo en nuestro procesoJos¨¦ Roviro, integrante de la Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨® (Colombia)
Detr¨¢s de la alcald¨ªa de Westerlo est¨¢ la Red Flamenca de Solidaridad con la Comunidad de Paz, una federaci¨®n de 14 parroquias cat¨®licas que saben de la importancia de empujar ejerciendo diplomacia ciudadana. Para su presidente, Sus Van Olmen, lo m¨¢s importante es denunciar las violaciones de derechos humanos que sufre la poblaci¨®n civil y l¨ªderes de la comunidad. A lo largo de los a?os, junto con la alcald¨ªa, han escrito decenas de cartas urgentes a las autoridades colombianas, belgas e internacionales. ¡°Aprendimos que presionamos m¨¢s al Gobierno colombiano dirigi¨¦ndolas directamente a organismos internacionales como la Corte Penal Internacional o la Comisi¨®n Interamericana de DDHH. Y hemos participado en diferentes delegaciones internacionales haciendo incidencia con las autoridades pol¨ªticas, militares y eclesi¨¢sticas de Colombia. Incluso pudimos convencer a nuestra embajada de B¨¦lgica en Bogot¨¢ para que estuviera pendiente de ellos¡±, explica por mail.

La Comunidad de Paz de San Jos¨¦ de Apartad¨® ha conseguido tambi¨¦n estar muy presente en el esp¨ªritu de varias ciudades italianas como Padua, Narni y Fidenza. Estas dos ¨²ltimas le concedieron la ciudadan¨ªa honoraria. ¡°En Italia, las ciudadan¨ªas honorarias no son para nada simb¨®licas ni un papel mojado. No importa que el alcalde actual sea de centro derecha porque el compromiso se debe mantener y cada vez que sucede alguna amenaza, Fidenza reacciona y toma posici¨®n. Nuestro alcalde escribe a la Embajada italiana en Colombia, al Ministerio de Exteriores italiano, al propio presidente de Colombia o a quienes sugiera la propia Comunidad. Queremos ser su altavoz en Italia, dar a conocer su lucha por la vida y la paz¡±, dice v¨ªa WhatsApp Nelly Bocchi, responsable de Amnist¨ªa Internacional en Fidenza, un municipio de 30.000 habitantes de la regi¨®n de Emilia Romanga, e integrante de la Red Italiana de Solidaridad con Colombia que apoya ahora un proyecto de comercio justo de cacao producido por ellos.
Burgos y Rivas, lazos entre municipios
Aqu¨ª en Espa?a, tambi¨¦n la alcald¨ªa de Burgos est¨¢ comprometida con la subsistencia de la Comunidad de Paz en virtud de un convenio aprobado en un pleno municipal por unanimidad hace 20 a?os. Desde entonces, la ciudad castellana brinda apoyo econ¨®mico para mejorar sus condiciones de vida y se ha hecho eco de todas las amenazas que siguen recibiendo. Lo hace a trav¨¦s de la plataforma Burgos con Colombia. Luis Escribano es uno de sus responsables pero ha estado tambi¨¦n al otro lado de la barrera como concejal socialista cuando su ciudad dedicaba el 1% a cooperaci¨®n. Es un defensor ac¨¦rrimo del papel que deben jugar los ayuntamientos en la corresponsabilidad con la defensa de los derechos humanos a nivel internacional. ¡°Lo que hizo Burgos significa un salto en la cooperaci¨®n internacional que tiene que ver con la defensa de la vida. Otros municipios han adoptado esta direcci¨®n, pero este movimiento municipalista merecer¨ªa tener mucha m¨¢s fuerza porque la pol¨ªtica internacional en el ¨¢mbito de los Estados esta mediatizada por sus propios intereses y por las relaciones econ¨®micas¡±.
Para Escribano, Colombia es el ejemplo m¨¢s claro de que la cooperaci¨®n que se hace responde en general a unas relaciones de orden pol¨ªtico donde, entre otras cosas, el Estado espa?ol no critica nunca al colombiano. ¡°En esas relaciones entre Estados no se puede esperar m¨¢s que cautelas. Ser¨ªa bueno que esos Estados o las pol¨ªticas internacionales, llenas de equilibrios, empezaran a sentir la presi¨®n de instituciones de menor rango que les expresen esta preocupaci¨®n y que muestren su disgusto cuando ¨¦stos no llegan a casi nada, que no sea tratar de hacer equilibrios y no romperlos¡±.
Con todo, hoy en Burgos es casi imposible sacar adelante cualquier declaraci¨®n institucional o posicionamiento pol¨ªtico en apoyo a San Jos¨¦ de Apartad¨® o al pueblo colombiano. ¡°La presencia de Vox rompe con este tipo de cosas porque cualquier declaraci¨®n que vaya a pleno debe aprobarse por unanimidad. Pero el convenio se mantiene. Es un acuerdo ¨²nico porque se trata de una ciudad de 180.000 habitantes como la nuestra que apoya a una comunidad campesina colombiana situada en un lugar absolutamente inaccesible para la inmensa mayor¨ªa y que supone a su vez un compromiso econ¨®mico¡±, concluye Escribano.
Rivas-Vaciamadrid es otro municipio que lleva muchos a?os acompa?ando activamente a San Jos¨¦ de Apartad¨® con el apoyo expl¨ªcito de su alcald¨ªa y el empuje de la organizaci¨®n local XXI Solidario que trabaja actualmente con ellos en un proyecto de restituci¨®n de tierras. Para A¨ªda Castillejos, portavoz de Gobierno de Rivas, tener los ojos puestos en una comunidad fuertemente amenazada puede salvar vidas. ¡°Te lo dicen en El Salvador, en el Sahara o en Palestina. Ellos lo que buscan es que haya altavoces internacionales que cuenten la realidad de lo que sucede en sus territorios. No es solo que nuestra ciudadan¨ªa nos demande comprometernos, sino que es un deber que tenemos las instituciones. Y por peque?os que seamos, aqu¨ª hay una ciudad de 90.000 habitantes como la nuestra que sabe de la existencia de la Comunidad y que si les sucede algo tienen a Rivas que, con lo poco que podamos hacer, har¨¢ de altavoz de lo que ocurra¡±, explica telef¨®nicamente.

El Ayuntamiento de esta localidad cercana a Madrid tiene claro que hay que posicionarse pol¨ªticamente siempre cuando se trata de defender los derechos humanos. De hecho, fue uno de los primeros municipios en reconocer a la Rep¨²blica ?rabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD) y en declararse ciudad libre de apartheid en el marco de una campa?a internacional de boicot a empresas colaboradoras con el sionismo como medida de presi¨®n para que Israel cumpliera con el derecho internacional humanitario en Palestina.
El caso de Rivas no es muy frecuente. Dar el paso a posicionamientos de incidencia pol¨ªtica en la protecci¨®n internacional de los derechos humanos no es un camino f¨¢cil y no se asume en general como una acci¨®n prioritaria municipal. ¡°No es que los ayuntamientos se tengan que volver activistas, es solo asumir que defender los derechos humanos no es una cuesti¨®n adicional al ejercicio pol¨ªtico, debe ser el principio del ejercicio pol¨ªtico. Una declaraci¨®n de Naciones Unidas de hace unos a?os habla precisamente de la obligaci¨®n que tienen los gobiernos locales de adoptar una defensa comprometida de los derechos humanos, no solamente de su ciudadan¨ªa, sino a nivel internacional¡±, explica Natalia Biffi, responsable del ¨¢rea de incidencia de Reds -Red de Solidaridad para la Transformaci¨®n Social, una organizaci¨®n que trabaja, entre otros ¨¢mbitos, en la sensibilizaci¨®n de representantes pol¨ªticos municipales para que desde los ayuntamientos se promuevan nuevas maneras de cooperaci¨®n que vayan en la l¨ªnea de la corresponsabilidad y la incidencia pol¨ªtica.
¡°Tener los ojos puestos en una comunidad fuertemente amenazada puede salvar vidas. Te lo dicen en El Salvador, en el Sahara o en PalestinaA¨ªda Castillejos, A¨ªda Castillejos, portavoz de Gobierno de Rivas-Vaciamadrid
La implicaci¨®n de un ayuntamiento puede llegar hasta donde el marco jur¨ªdico se lo permita, pero el margen es amplio. ¡°Depende de su voluntad pol¨ªtica y de asumir otra manera de hacer cooperaci¨®n internacional. En los ¨²ltimos a?os se habla mucho m¨¢s de personas defensoras, de defender a quienes defienden los derechos humanos. Se ha demostrado que cuando un ayuntamiento tiene una relaci¨®n continua con personas defensoras amenazadas, eso tiene un efecto y unas repercusiones reales en la vida de las comunidades de otras partes del mundo y tambi¨¦n redunda en la sensibilizaci¨®n de la propia sociedad local del municipio¡±, explica Alejandra Dur¨¢n, t¨¦cnica de investigaci¨®n de Reds.
La corresponsabilidad municipal con la defensa de los derechos humanos y los posicionamientos de incidencia pol¨ªtica son m¨¢s factibles cuando se act¨²a en red. As¨ª lo hace la red vasca municipal de protecci¨®n a organizaciones y personas defensoras de los derechos humanos, Herri Babesarea y el proyecto de Ciutats Defensores, iniciativa auspiciada y coordinada por el Fons Catal¨¢ de Cooperaci¨®n donde participan 27 ayuntamientos catalanes junto a otras nueve instituciones y que cada a?o acoge a una decena de personas defensoras de diferentes lugares. El compromiso de Ciutats Defensores es hacer incidencia pol¨ªtica con las denuncias que se le presentan y que esas personas se sientan m¨¢s protegidas y acompa?adas para poder seguir haciendo su labor una vez retornan a sus pa¨ªses.
En Catalu?a, tambi¨¦n el Ayuntamiento de Barcelona abandera una nueva manera de hacer cooperaci¨®n donde la defensa de los derechos humanos y la incidencia pol¨ªtica tienen mucho peso. Y hay otro amplio grupo de ciudades medianas y peque?as como Gav¨¢, Sant Cugat del Vall¨¨s, Lleida, Girona, Tarragona, Sant Adri¨¢ del Bes¨°s o Santa Coloma de Gramenet que tienen ambiciosas pol¨ªticas propias de cooperaci¨®n. Ayuntamientos como Terrassa, por ejemplo, dedican hoy el uno por ciento de sus ingresos a cooperaci¨®n. Sant Boi de Llobregat y Sabadell un 0¡ä8.

Y est¨¢ el Fons Catal¨¢ de Cooperaci¨®, una hist¨®rica asociaci¨®n municipalista de solidaridad internacional integrada por m¨¢s de 300 municipios catalanes que trabaja en reforzar la cooperaci¨®n como competencia municipal. ¡°La agenda de los derechos humanos es un tema cada vez m¨¢s presente. Los ayuntamientos quieren adherirse pero les cuesta mucho concretar¡±, explica su director David Minoves.
Para el Fons falta hacer m¨¢s pedagog¨ªa para que los municipios entiendan que quiz¨¢ no tengan capacidad para realizar un determinado tipo de acciones pero s¨ª pueden hacer incidencia hacia otras Administraciones de car¨¢cter superior, ya sea la auton¨®mica o la del Estado. ¡°El reto de la cooperaci¨®n municipalista es incidir para producir cambios y establecer agendas comunes para trabajar juntos¡±, a?ade Toni Borrell, responsable de la Comisi¨®n de Derechos Humanos del Fons.
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El campesinado heroico
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