Petro se apunta su mayor victoria cerca del ecuador de su mandato

Al Gobierno de Gustavo Petro todo le ha costado mucho trabajo, como si llevase atado un fardo a la espalda. Cada paso que ha dado ha encontrado resistencias externas y a menudo tambi¨¦n internas. Por eso ha sorprendido tanto que haya logrado aprobar la reforma de las pensiones con tanta facilidad, sin debate ni modificaciones en el Congreso. Adem¨¢s, no es que se trate de un asunto menor: supone cambiarlo casi por completo y as¨ª incidir de manera directa en el futuro de todos los ciudadanos, sobre todo los m¨¢s pobres. Este ha sido uno de los grandes empe?os de Petro, que en muchos de sus discursos, en campa?a y despu¨¦s como presidente, se ha referido a ¡°los viejos y las viejas¡± que no contaban con una asignaci¨®n mensual por haberse dedicado al trabajo informal. El caso es que ha tocado algo que era necesario y urgente: la OCDE destacaba que Colombia era el ¨²nico pa¨ªs de Am¨¦rica Latina cuyo sistema de pensiones incrementaba la desigualdad.

De paso, ha dejado sin argumentos a algunos de sus cr¨ªticos. Parec¨ªa que el presidente hab¨ªa decidido dejar de entablar acuerdos con el resto de partidos en el Congreso y ejecutar los cambios por la fuerza de los hechos, como ha actuado con la reforma a la Salud, que se la rechazaron en la C¨¢mara. Pero la verdad es que ha seguido tratando de aglutinar mayor¨ªas legislativas. La gente que lo rodea ha estado estas semanas tejiendo estos pactos. Cuando suena un tel¨¦fono en el Congreso y alguien lo descuelga, a menudo al otro lado de la l¨ªnea se encuentra Laura Sarabia, la n¨²mero dos de Petro. La Casa de Nari?o, la residencia presidencial, no est¨¢ tan aislada y encerrada en s¨ª misma como muchos quieren hacer ver.

No ha sido el ¨²nico proyecto que el Gobierno ha tratado de sacar adelante. En los ¨²ltimos 10 d¨ªas de periodo legislativo apret¨® el acelerador para aprobar las reformas educativa y laboral, pero a¨²n no ha logrado los consensos suficientes. De aprobar la educativa en los pr¨®ximos d¨ªas y avanzar con la laboral, el Ejecutivo cumplir¨¢ dos a?os con resultados destacables. La pensional no es poca cosa, pero resulta insuficiente si se tiene en cuenta todos los frentes que abri¨® Petro desde que lleg¨® al Gobierno. Esta conclusi¨®n no asusta nadie. El propio presidente ha dicho m¨¢s de una vez que todo va m¨¢s lento de lo que a ¨¦l le gustar¨ªa y a menudo ha azuzado a sus ministros, siente que no son todo lo eficientes que podr¨ªan ser. Por eso, a pesar de que en el Congreso pueda conseguir algunas victorias importantes, no se le quita de la cabeza un proceso constituyente con el que hacer un cambio total, radical, la clase de pa¨ªs que lleva en la cabeza.

Esta victoria que se ha apuntado con las pensiones no tapa que otros asuntos en los que ha puesto Petro mucho empe?o se le resisten. El proceso de paz con el ELN se ha vuelto tan enrevesado y camina tan despacio que ha perdido el inter¨¦s. El presidente se desespera con los jefes guerrilleros y les insta a que den muestras de querer alcanzar la paz, pero ellos siguen enfrascados en un discurso setentero que obvia que al otro lado de la mesa tienen a un presidente de izquierdas que incluso integr¨® de joven un grupo armado. Querer transformar las institucionalidad colombiana desde la selva, con un fusil en el hombro, resulta anacr¨®nico. El caso es que dif¨ªcilmente se les presentar¨¢ otra oportunidad parecida. A d¨ªa de hoy, no hay mucha esperanza de que se llegue a un acuerdo en el corto plazo. Se tiene la sensaci¨®n de que los dos a?os que quedan de Gobierno, hasta el 2026, no ser¨¢n suficientes para dar por finiquitada la ¨²ltima guerrilla de Am¨¦rica Latina.

Otros retos quedan en el aire: la transici¨®n energ¨¦tica, la reforma agraria, la modificaci¨®n del sistema de salud. Cada uno de ellos presenta sus propia dificultad. Parad¨®jicamente, el ¨²ltimo buen resultado en el Congreso contradice al Petro que se queja del bloqueo institucional y asegura que todo est¨¢ montado para que nada cambie, para que el sistema ¡°ultraliberal¡± que cree que impera en Colombia se perpet¨²e por los siglos de los siglos. Cuando ha llegado a mayor¨ªas, sus reformas han pasado. A¨²n as¨ª, cree que no es suficiente y que todo el sistema necesita un gran empuj¨®n. Le quedan dos a?os para tratar de mover esa pesada roca.

Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y aqu¨ª al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.