El Gobierno de Petro y la Federaci¨®n de Cafeteros se se?alan por una creciente deuda de 180 millones de d¨®lares

La Federaci¨®n Nacional de Cafeteros (FNC) tiene una deuda millonaria que podr¨ªa dejar profundas cicatrices internas. Se trata de los denominados contratos a futuro. Una f¨®rmula de negociaci¨®n utilizada en los mercados burs¨¢tiles para fijar un precio durante un n¨²mero determinado de a?os. Una forma de blindar las transacciones de materias primas ante los bruscos cambios en la oferta y la demanda. El l¨ªo es que un pu?ado de cooperativas campesinas colombianas adquirieron desde 2021, cuando la incertidumbre comercial asolaba el mundo, una serie de compromisos para vender millones de kilos del grano. En ese entonces, la libra del tipo ar¨¢biga se negoci¨® a un promedio de 1,10 d¨®lares. Un a?o m¨¢s tarde, el incremento mete¨®rico en la cotizaci¨®n internacional llev¨® a cientos de caficultores a ver con asombro las enormes grietas de una mara?a de pactos sellados, en buena parte, a trav¨¦s de mensajes de WhatsApp.

El panorama, desde entonces, no ha sido halag¨¹e?o. Lo que est¨¢ en vilo es, sobre todo, el impacto al patrimonio del Fondo Nacional del Caf¨¦, una cuenta que maneja dinero p¨²blico, pero que administra, desde hace casi un siglo, un gremio privado como lo es la FNC. La c¨²pula gremial ha estado al frente del programa de ventas futuras, como encargada de recibir la producci¨®n de los caficultores y ponerla en mano de los compradores internacionales. Pero, con el cambio de precios, muchos caficultores prefirieron incumplirle y venderle por otra v¨ªa a compradores con mejores ofertas. Otros tantos aguardaron a que el precio internacional bajara para cumplir con sus obligaciones. Y, as¨ª, el hueco del Fondo hoy asciende a unos 180 millones de d¨®lares, medido por el Gobierno como el diferencial entre el precio pactado en 2021 y el actual. Se trata de m¨¢s de 700.000 millones de pesos represados en 33 millones de kilos de caf¨¦ que se pact¨® vender y no se han entregado.

Las cosas no han hecho m¨¢s que agudizarse. La cotizaci¨®n del caf¨¦ en la Bolsa de Nueva York ha alcanzado en semanas recientes sus m¨¢ximos en varias d¨¦cadas y este enero la libra alcanz¨® los 3,3 d¨®lares. Un motivo de celebraci¨®n de las 522.000 familias que viven del cultivo, pero tambi¨¦n uno de tensiones entre el gremio y el Gobierno.

El presidente, Gustavo Petro, asegur¨® el pasado 19 de diciembre en un discurso en el departamento de tradici¨®n cafetera de Caldas: ¡°El alza del precio del caf¨¦ es una oportunidad para industrializar. Si se pasa, no volver¨¢. Pero tiene un ingrediente negativo. Y hay que dejarlo y consignarlo aqu¨ª (¡­). La Federaci¨®n Nacional de Cafeteros, hace unos a?os, dos o tres para ac¨¢, decidi¨® apostarle a un sistema que se llama contrato de agricultura a futuro, con un precio que se pacta y se tiene que sostener (¡­). Y ha coincidido, en que se pact¨® esos contratos a bajo precio, a muy bajo precio, y lo que tenemos hoy son de los m¨¢s altos precios de la historia reciente cafetera¡±. Seg¨²n un comunicado de prensa del Gobierno, fechado el pasado 7 de enero, durante el ¨²ltimo comit¨¦ nacional del gremio se baraj¨® un ¡°plan de choque que salvaguarde el sistema cooperativo cafetero, la garant¨ªa de compra y la salud financiera del Fondo Nacional del Caf¨¦¡±.

La crisis, seg¨²n fuentes del sector, ha tratado de manejarse en voz baja. Y es que los casi 180 millones de d¨®lares a los que ascender¨ªa la deuda suman una parte importante del patrimonio total del Fondo Nacional del Caf¨¦. Una situaci¨®n que dejar¨ªa la caja de la cuenta p¨²blica, nutrida en gran parte por una cuota fija que pagan los caficultores, en alerta roja. Las mismas fuentes aseguran que la ra¨ªz del problema se concentra en las enormes falencias de los contratos que se fijaron hace cuatro a?os, sin garant¨ªas ni salvaguardas s¨®lidas. Por eso, el presidente Petro habl¨® en su discurso de un ¡°nuevo pacto del caf¨¦¡±. Ahora el asunto salta a las primeras planas tras casi dos a?os y medio de una relaci¨®n tortuosa entre el gerente de la FNC, Germ¨¢n Baham¨®n, y el Ejecutivo.

El presidente descree abiertamente de la gesti¨®n de un directivo gremial que fue elegido por los caficultores en abril de 2023 con credenciales pol¨ªticas ligadas al opositor Centro Radical. Baham¨®n ha capeado las confrontaciones y ha repetido que ni el patrimonio del Fondo ni el sistema est¨¢n en riesgo: ¡°La Federaci¨®n har¨¢ uso de herramientas para ejercer el cumplimiento de los acuerdos de las entregas de caf¨¦ a futuro¡±, asegur¨® en diciembre pasado durante el congreso gremial. ¡°La pregunta tambi¨¦n va a ser para la Contralor¨ªa, porque ya se ha perdido plata¡±, zanja el analista y columnista del diario La Rep¨²blica, Guillermo Trujillo. Este diario contact¨® al gerente de la FNC, pero no obtuvo respuesta

Todo esto ha generado una desconfianza que se agudiza ante la imposibilidad de alumbrar sobre las cifras concretas del agujero. O las medidas claras que se han tomado a lo largo de estos dos a?os desde la federaci¨®n para esclarecer la situaci¨®n. En esta historia, adem¨¢s, se entrecruzan las pol¨ªticas internas de un gremio privado con el manejo de una cuenta de dinero p¨²blico.

Se sabe que el gremio negoci¨® hace unos a?os con la treintena de cooperativas regadas por el pa¨ªs para que, bajo una f¨®rmula que se hab¨ªa implementado antes, aplazaran las entregas de los sacos de caf¨¦ a fin de evitar p¨¦rdidas devastadoras. Es una herramienta corriente dentro del formato de futuros. As¨ª mismo, en 2022 trascendi¨® que el banco japon¨¦s Sumitomo Banking Corporation aprob¨® un pr¨¦stamo a la FNC por 40 millones de d¨®lares a tres a?os.

La Federaci¨®n se?al¨® por entonces, en un comunicado de prensa, que el Fondo era codeudor de ese cr¨¦dito. En esta situaci¨®n de suspenso se hallan cientos de agricultores y una bolsa millonaria de dinero p¨²blico. Un l¨ªo que, no sobra recordar, empez¨® durante la administraci¨®n del predecesor de Baham¨®n, el pereirano Roberto V¨¦lez. El presidente Petro retoma el asunto, justo en un momento en que la deuda empezaba a hervir con fuerza, para ofrecer una soluci¨®n. Una movida en la que el mandatario ha jugado sus cartas a fin de influir m¨¢s en un gremio privado que hasta el momento ha resultado refractario a sus propuestas.