Una victoria hist¨®rica y dos derrotas marcan el segundo a?o de Petro en el Congreso

El presidente Gustavo Petro lleg¨® al poder con cuatro grandes promesas de campa?a: cambiar de ra¨ªz el sistema de salud, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, lograr que la educaci¨®n sea un derecho fundamental para todos los ciudadanos y garantizar una pensi¨®n b¨¢sica para millones de adultos mayores pobres. Hoy, cuando se cumple el segundo de los cuatro a?os legislativos de su mandato, el balance de su cumplimiento es agridulce. El presidente ha conseguido una victoria hist¨®rica, pero ha sufrido dos derrotas y un empate. El Congreso de la Rep¨²blica aprob¨® su reforma pensional, pero hundi¨® las de salud y educaci¨®n. La reforma laboral se salv¨® a ¨²ltima hora, y a¨²n debe superar tres debates antes de convertirse en ley.

Los ¨²ltimos meses de las sesiones, el ambiente se enrareci¨® por el gran esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en la Unidad Nacional para la Gesti¨®n del Riesgo de Desastres (UNGRD), en el que los exdirectivos Sneyder Pinilla y Olmedo L¨®pez han acusado a los presidentes del Senado, Iv¨¢n Name, y la C¨¢mara de Representantes, Andr¨¦s Calle, de recibir multimillonarios sobornos para acelerar el tr¨¢mite de las reformas.Tras una par¨¢lisis de varias semanas, la ausencia de pruebas contundentes contra los congresistas permiti¨® que las reformas siguieran su curso.

La aprobaci¨®n de la reforma pensional por la plenaria de la C¨¢mara de Representantes el viernes anterior es el mayor cambio que se ha hecho en los ¨²ltimos 30 a?os al sistema de seguridad social colombiano. Esa victoria del Gobierno aleja la acusaci¨®n del presidente y varios de sus cercanos que insist¨ªan en que el Congreso se opon¨ªa de plano a cualquier transformaci¨®n y que realizaba un bloqueo institucional. El presidente Petro lo reconoci¨® desde Suecia, tras conocer el resultado de la votaci¨®n en la C¨¢mara: ¡°Esta es la principal conquista social del pueblo trabajador de Colombia en mucho tiempo. Dos millones de personas que dieron su vida trabajando recibir¨¢n un bono pensional digno en su tercera edad. Es un hecho hist¨®rico y se hizo con el Congreso de la Rep¨²blica. La posibilidad de un gran acuerdo nacional revive¡±, escribi¨® en su cuenta de X el primer mandatario de izquierdas en la historia moderna de Colombia. El proyecto, que busca fortalecer el fondo p¨²blico de pensiones y aumentar las personas en edad de pensi¨®n que tienen una jubilaci¨®n, de alrededor del 25% a un 75%, entrar¨¢ en vigencia en julio de 2025.

El tr¨¢mite de esta reforma, liderado por la ministra de Trabajo, Gloria In¨¦s Ram¨ªrez, muestra que los acuerdos son claves para que las reformas avancen en un Congreso sin mayor¨ªas claras ni del oficialismo ni de la oposici¨®n. Ram¨ªrez y los congresistas ponentes del Pacto Hist¨®rico, la coalici¨®n del presidente, priorizaron los pactos con las bancadas independientes, incluso por encima de los deseos del presidente. La reforma logr¨® el apoyo de las mayor¨ªas de congresistas de los partidos Liberal, La U y Conservador, al mantener el umbral hasta el cual los ciudadanos deber¨¢n contribuir al fondo p¨²blico Colpensiones en 2,3 salarios m¨ªnimos. El presidente prometi¨® en campa?a, e insisti¨® durante el tr¨¢mite en el Congreso, en que deber¨ªa ser de 4 salarios m¨ªnimos. El Gobierno tambi¨¦n cedi¨® en la petici¨®n de los partidos tradicionales e independiente para que el dinero ahorrado para las pensiones no fuera administrado por Colpensiones, una entidad cuya cabeza define el Ejecutivo, sino una junta directiva conformada por los ministros de Hacienda y Trabajo, el director de Planeaci¨®n Nacional y cuatro expertos seleccionados por el Banco de la Rep¨²blica, una entidad independiente.

Esta actitud de conciliaci¨®n se repiti¨® con ¨¦xito en la salvaci¨®n a ¨²ltima hora de la reforma laboral, que logr¨® las mayor¨ªas en la Comisi¨®n S¨¦ptima de la C¨¢mara de Representantes en la ¨²ltima semana de legislatura. La bancada de Gobierno logr¨® que se aprobaran art¨ªculos importantes para recuperar los derechos individuales de los trabajadores formales, a costa de hundir los derechos sindicales y colectivos que inclu¨ªa la reforma original. Esta decisi¨®n, ceder en una de las columnas vertebrales del proyecto, permiti¨® que los congresistas de partidos independientes apoyaran el proyecto. Aunque a¨²n le faltan tres debates para ser ley, el hecho de que no se haya hundido evita una derrota de Petro. Entre los principales puntos aprobados est¨¢n el aumento de dos horas de la jornada nocturna, que con la reforma empezar¨¢ a las 7pm en lugar de las 9pm actuales; el pago del 100% por el trabajo en el d¨ªa de descanso obligatorio, que hoy es del 75%; y el pago del 100% del salario m¨ªnimo a los y las aprendices del SENA. La reforma, adem¨¢s, establece el contrato a t¨¦rmino indefinido como regla en la contrataci¨®n laboral, por encima de la prestaci¨®n de servicios y la tercerizaci¨®n; aumenta la licencia de paternidad de dos a seis semanas; y garantiza un contrato y un jornal agropecuario, un beneficio para m¨¢s de un mill¨®n de campesinos que hoy en d¨ªa est¨¢n en la informalidad.

Ese triunfo hist¨®rico y el empate en la laboral, contrastan con la profunda derrota que sufri¨® el Ejecutivo en la mitad del periodo legislativo, cuando la Comisi¨®n S¨¦ptima del Senado hundi¨® por mayor¨ªa absoluta su reforma a la salud, la que el mismo presidente hab¨ªa priorizado. Esa ca¨ªda ha sido el fracaso pol¨ªtico m¨¢s duro que ha sufrido Petro en lo que va de su Gobierno, pues la fallida reforma fue durante varios meses su obsesi¨®n. La insistencia en cambiar de ra¨ªz un sistema sanitario con problemas y logros le gener¨® la primera gran crisis en el gabinete, que devino en la salida de los ministros m¨¢s moderados: Alejandro Gaviria de Educaci¨®n, Cecilia L¨®pez de Agricultura y Jos¨¦ Antonio Ocampo de hacienda, y en la decisi¨®n del presidente de romper una coalici¨®n legislativa mayoritaria que le aprob¨® una ambiciosa reforma tributaria. La reforma a la salud que pretend¨ªa, entre otras cosas, eliminar la intermediaci¨®n de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) para que el dinero pasara directamente del Estado a las cl¨ªnicas y hospitales, se hundi¨® en parte por la intransigencia del Gobierno y por la actitud de confrontaci¨®n de los ministros de Salud, primero Carolina Corcho y en su recta final Guillermo Alfonso Jaramillo.

La ca¨ªda de la reforma a la educaci¨®n fue otro golpe duro para el presidente, sobre todo porque hasta hace pocas semanas era el proyecto que parec¨ªa tener m¨¢s apoyos. Incluso, en el tercer debate en el Senado, logr¨® un acuerdo sin precedentes con la oposici¨®n para que el proyecto pasara por unanimidad. Sin embargo, ese logro fue el germen de su naufragio. Los cambios incorporados por el pacto con el uribista Centro Democr¨¢tico y el centroderechista Cambio Radical generaron el rechazo inmediato del sindicato de maestros, Fecode. ¡°Fue a espaldas de nosotros, a puerta cerrada y por asalto¡±, dijo en su momento Martha Roc¨ªo Alfonso, secretaria de Relaciones Internacionales y portavoz de una de las bases de poder del presidente y de la izquierda en general. Para los maestros, algunas cosas eran innegociables: menciones al sector privado y un ¡°sistema mixto¡±, evaluaciones de docentes con base en el desempe?o de los estudiantes, definiciones de la educaci¨®n como un ¡°servicio p¨²blico esencial¡± y la inclusi¨®n de la ¡°educaci¨®n terciaria¡±. Al final, el proyecto que buscaba garantizar la educaci¨®n como un derecho fundamental para todos los ciudadanos se hundi¨® en el Congreso.

El presidente enfrenta el reto, en la pr¨®xima legislatura, de sacar adelante las dos reformas que se hundieron y una al sistema de justicia. El panorama, sin embargo, no es alentador. En el tercer a?o de mandato siempre es dif¨ªcil que los Gobiernos logren aprobar sus proyectos de ley, pues se acercan las elecciones siguientes. En este caso, habr¨¢ un escollo adicional: el Partido Conservador ya anunci¨® oficialmente que el pr¨®ximo presidente del senado ser¨¢ Efra¨ªn Cepeda, uno de los mayores opositores que tiene el Gobierno en la tradicional formaci¨®n de derecha. Adem¨¢s, es probable, que la vicepresidente de esa corporaci¨®n sea la uribista Paloma Valencia. Con esa mesa directiva, m¨¢s la puja en la C¨¢mara entre varios congresistas de la bancada verde, las reformas que a¨²n no se han aprobado enfrentan un panorama complejo.

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