Petro, aprenda a perder

Este fin de semana, dos hechos me trajeron a la memoria una expresi¨®n que se usaba coloquialmente en Bogot¨¢ hace unos 20 o 30 a?os para se?alarle a una persona que era hora de reconocer una derrota: aprenda a perder. Claramente esta no era una frase de uso corriente entre pol¨ªticos, empresarios o intelectuales, sino m¨¢s bien una oraci¨®n con tono sarc¨¢stico o humor¨ªstico propio de personas j¨®venes menos atildadas. ¡°Aprenda a perder¡± era una forma un poco cruel de decirle al otro que no hab¨ªa necesidad de seguir con un empe?o que a todas luces resultaba imposible. ¡°Aprenda a perder¡± aunque pod¨ªa sonar odioso, en realidad era una expresi¨®n que solo buscaba sacar a relucir una cruel verdad cuya v¨ªctima se negaba a aceptar.

El s¨¢bado, en un acto que ojal¨¢ sea sincero, el presidente Petro pidi¨® disculpas al pa¨ªs por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n en la Unidad de Gesti¨®n del Riesgo (UNGRD), dedic¨¢ndole a este asunto unas cuantas l¨ªneas de su discurso de instalaci¨®n del Congreso. Repito: ojal¨¢ haya sido sincero ese mensaje, pues algo que no podr¨¢ negar el presidente y sus ac¨®litos es que en un primer momento ellos defendieron a Olmedo L¨®pez, se?alando a los medios que denunciaron esos hechos como golpeblandistas. Y m¨¢s adelante (hasta el viernes pasado), el propio presidente insisti¨® en enmarcar todo el asunto en Olmedo y compa?¨ªa, como si para agasajar pol¨ªticos no se necesitara de un Gobierno coordinado en muchos niveles.

Llegan tarde las disculpas del presidente. Llegan tarde y edulcoradas, han pasado seis meses desde que se conocieron los primeros hechos corruptos de su entonces defendido Olmedo y adem¨¢s guarda silencio sobre el trasfondo m¨¢s delicado de este asunto: la presunta compra de votos de congresistas a cambio de proyectos en sus regiones.

Petro debe aprender a perder. Debe darse cuenta que aquella bandera que lo subi¨® al curubito, esa de la lucha contra la corrupci¨®n, se desinfl¨® cuando se hizo presidente porque empez¨® a jugar el mismo juego que antes criticaba. En vez de dejar en evidencia a los congresistas que buscaban su cuotica para aprobarle una ley, decidi¨® pagarles lo que ellos ped¨ªan para viabilizar ¡°el cambio¡±. ?De verdad crey¨® el presidente que iba a construir un nuevo pa¨ªs haciendo la pol¨ªtica de siempre? ?Va a seguir neg¨¢ndose la o que es evidente y va a seguir protegiendo al ministro de Hacienda y al director de inteligencia, ambos involucrados en el desastre?

Tal vez los medios que tanto critica Petro (claro, no hablo de todos) no est¨¢n tan equivocados y es Petro quien prefiere no aprender a perder. Seguirse dando topes con las paredes creyendo que es un innovador, cuando la realidad es que sus buenas ideas terminan opacadas por los desaciertos.

Tal vez Petro deber¨ªa aprender a perder como lo hizo este domingo Joe Biden, quien luego de casi tres semanas de testarudez finalmente decidi¨® hacer lo mejor por su partido y tal vez por los EEUU: renunciar a la reelecci¨®n y reconocer que alguien puede hacerlo mejor. En el caso de Petro, aprender a perder ser¨ªa enderezar el camino y aprovechar los dos a?os que quedan para construir una Colombia igualitaria y equitativa, sin corrupci¨®n y sin ponernos a pelear unos con otros. ?Aprenda a perder!

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