Suicidios o feminicidios: tres muertes de mujeres que dejan dudas
Los casos de Gladys Rodr¨ªguez, Carolina Paz y Laura Juliana P¨¦rez avanzan en la justicia
Una mujer se lanza de un balc¨®n. La escena inicialmente no parece tener mayor complejidad: se quer¨ªa quitar la vida. Pero, para su hijo, Luis Andr¨¦s Torres, era menos sencillo. Para ¨¦l, Gladys Rodr¨ªguez, su madre de 53 a?os, fue lanzada a prop¨®sito y por eso desde 2018 se ha dedicado a demostrar que fue un feminicidio. Acusa a Jorge Enrique Pulido, quien fue la pareja de la mujer por m¨¢s de 20 a?os. El pasado 2 de julio, tras casi seis a?os, Torres sinti¨® que su lucha por la verdad daba un primer fruto: la Fiscal¨ªa colombiana le imput¨® a Pulido el delito de feminicidio agravado por la muerte de Gladys. El hombre enfrentar¨¢ el juicio en prisi¨®n. Casos como este, muertes que las autoridades valoran como suicidios, pero que las familias creen que son feminicidios, parecen ser cada vez m¨¢s visibles.
Torres vive en Buenos Aires, Argentina, desde hace 17 a?os. Ha hecho un hogar y una familia. All¨ª, muy lejos de su tierra natal, se enter¨® de la muerte de su mam¨¢. Decidi¨® seguir viviendo en otro pa¨ªs, pero con la clara intenci¨®n de buscar justicia para Gladys, as¨ª le costara el doble. Cuenta que ni la distancia ni los obst¨¢culos del aparato de justicia, ni siquiera la posibilidad de perder el contacto con su medio hermano, hijo del presunto feminicida, le han impedido escudri?ar a fondo qu¨¦ ocurri¨® esa noche de octubre de 2018 en la que su madre, una profesora conocida por ser fundadora del Liceo Pedag¨®gico Cundinamarca en el empobrecido municipio de Soacha, cay¨® desde el apartamento vacacional que ten¨ªa en la caribe?a Santa Marta. Seg¨²n la versi¨®n de Jorge Enrique Pulido, la ¨²nica persona que estaba con ella en ese piso 17, Gladys estaba ebria. En medio de una discusi¨®n, ha dicho el viudo, corri¨® por el apartamento y se lanz¨® al vac¨ªo. Las autoridades inicialmente asumieron ese relato como cierto, pero empezaron a dudar varios meses despu¨¦s. Gracias a la insistencia de Torres, hicieron un examen toxicol¨®gico al cuerpo de la mujer, y el resultado fue que no estaba ebria al momento. Adem¨¢s, la autopsia psicol¨®gica determin¨® que Gladys no ten¨ªa una personalidad de tipo suicida, como hab¨ªa indicado Pulido, quien era socio de su esposa en el Liceo.
Una historia similar rodea la muerte de Laura Juliana P¨¦rez, una abogada que en junio de 2023 cay¨® del s¨¦ptimo piso del edificio donde viv¨ªa en Sogamoso, Boyac¨¢. Para sus familiares, el responsable de la muerte es V¨ªctor Vianch¨¢, pareja de P¨¦rez. Testimonios de amigos de la v¨ªctima indican que la mujer pensaba en terminar la relaci¨®n sentimental en ese momento. El diario El Tiempo ha rese?ado que, el d¨ªa de la muerte, vecinos de la pareja escucharon gritos y lo que parec¨ªan ser malos tratos contra ella de parte de Vianch¨¢. En una carta que public¨® el mismo medio, P¨¦rez le escrib¨ªa: ¡°No me atrevo a hablarte de frente porque tu reacci¨®n siempre es muy fuerte¡±.
En conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S desde Buenos Aires, Torres cuenta que nunca supo que Pulido golpeara a su madre, pero aclara que s¨ª fue testigo de otros tipos de violencia, como la patrimonial o la psicol¨®gica. Recuerda que Pulido busc¨® muchas veces aislar a Gladys de ¨¦l, su hijo mayor y una parte clave en su red de apoyo m¨¢s cercana. Por eso, hace ¨¦nfasis en que los patrones de violencia de g¨¦nero pueden ir mucho m¨¢s all¨¢ de la f¨ªsica. Yamile Roncancio, fundadora de la Fundaci¨®n Justicia Para Todas, que litiga en varios supuestos suicidios que tienen caracter¨ªsticas de feminicidios, rememora especialmente el caso de Carolina Paz Qui?ones, una economista bumanguesa que muri¨® por intoxicaci¨®n en 2020. Al principio, los medios de comunicaci¨®n y la defensa del acusado de feminicidio apuntaron a que se habr¨ªa tratado de un ¡°suicidio rom¨¢ntico¡±: una decisi¨®n consensuada entre Carolina y su expareja, Jos¨¦ Luis Ortiz Santos, para beber cianuro y morir juntos. Sin embargo, Roncancio detalla que los ex¨¢menes de Medicina Legal evidencian que el hombre no ten¨ªa rastros del veneno en su cuerpo. Pese a que su defensa previamente hab¨ªa dicho que Ortiz hab¨ªa sobrevivido ¡°milagrosamente¡±. Adem¨¢s, la abogada afirma que el sujeto acosaba a su expareja, que le intervino ilegalmente el tel¨¦fono celular y que la asedi¨®, ejerciendo una violencia psicol¨®gica permanente.
Solo m¨¢s tarde la Fiscal¨ªa abri¨® una investigaci¨®n contra Ortiz, y lo acus¨® ante un juez por el delito de feminicidio agravado. Su defensa insiste en la idea del envenenamiento conjunto. Tanto as¨ª, que en una audiencia el abogado compar¨® los hechos con la c¨¦lebre Romeo y Julieta. ¡°Cuando se trata de violencia f¨ªsica o sexual, para la gente es obvio que es grave. En cambio, cuando se trata de violencia psicol¨®gica o econ¨®mica, la minimizan, y siempre recaen sospechas sobre la v¨ªctima¡±, subraya la abogada para explicar que esos hechos tienen una relevancia posterior dentro de los procesos. Han pasado tres a?os desde la muerte de Carolina y apenas en septiembre inicia el juicio contra Ortiz. El proceso va contrarreloj, pues ese mismo mes se vencen los t¨¦rminos que mantienen al acusado privado de la libertad.
La muerte de Carolina parece casi calcada en el caso de Diana Mar¨ªa Cardona, que ocurri¨® en 2015 en Medell¨ªn, Antioquia. El dictamen de Medicina Legal describe que la mujer de 33 a?os muri¨® porque bebi¨® una cerveza envenenada, por lo que la Fiscal¨ªa proces¨® a Gustavo Viveros, su expareja y quien la hab¨ªa invitado a esa bebida con el fin de buscar una reconciliaci¨®n. La defensa del hombre se?al¨® que se hab¨ªa tratado de un suicidio, pero la justicia encontr¨® que no fue as¨ª. Viveros fue condenado a m¨¢s de 22 a?os de c¨¢rcel por el Tribunal de Medell¨ªn, decisi¨®n que confirm¨® la Corte Suprema en 2023. Era un feminicida que hab¨ªa buscado se?alar el asesinato de ser un suicidio.
El reto del esclarecimiento
Las sospechas de que la muerte de una mujer no fue un suicidio si no un feminicidio son eso, sospechas. Para comprobarlas, los familiares que las albergan enfrentan un camino que suele estar lleno de escollos. A las complejidades propias de los casos, se le suma un saturado aparato de justicia que no da abasto. La lentitud y la alta probabilidad de que no haya justicia, adem¨¢s de la l¨®gica adversarial del procedimiento penal colombiano, ha derivado en que en algunos casos las familias asuman la carga de adelantar los procesos, con los costos que suponen pagar peritos, abogados u otros expertos.
As¨ª sucedi¨® en el caso de Laura, donde la familia contrat¨® un perito forense particular que pudiese obtener detalles de la ca¨ªda de la mujer desde el balc¨®n. Gastos que no siempre pueden ser costeados, y que empeoran una circunstancia ya dolorosa. ¡°Pareciera que las familias deben convertirse en peritos, en abogados, en investigadores. Hacer de todo¡±, alerta Torres, el hijo de Gladys Rodr¨ªguez.
Justamente por eso, se junt¨® con otros familiares para crear la Red Aviva de familias v¨ªctimas de feminicidio, que presta asesor¨ªa y apoyo. Un respaldo que va m¨¢s all¨¢ de lo judicial, pues es tambi¨¦n emocional. ¡°Me niego a que el caso de mi mam¨¢ se convierta en un n¨²mero. Nosotros, las familias, pasamos por procesos desgarradores en nuestra salud mental y a¨²n no existe ning¨²n organismo que haga acompa?amiento psicosocial o terap¨¦utico¡±, agrega el hombre.
Frente a la violencia contra la mujer, de la que el feminicidio es apenas la punta de un enorme iceberg, Roncancio agrega que existe un largo camino que recorrer. Uno que pasa por ampliar las discusiones y las reflexiones sobre las violencias de g¨¦nero que son menos expl¨ªcitas que las f¨ªsicas, pero que causan igual da?o. Asimismo, sostiene que falta fortalecer la prevenci¨®n, la piedra angular para reducir la violencia contra las mujeres.
Torres, por su parte, ha sorteado su duelo convirti¨¦ndose en vocero de las v¨ªctimas. Sostiene que su disputa contin¨²a y dice esperar una condena ejemplar para Pulido. ¡°Exijo una sentencia fuerte que deje claro que detr¨¢s de estos feminicidios que quieren hacer pasar por suicidios hay acciones conscientes en las que los asesinos se aprovechan de las falencias del aparato de justicia¡±. Pase lo que pase, afirma que no se va a rendir hasta que la verdad salga a la luz. ¡°El silencio es impunidad¡±, concluye.
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