Millicom reta el dominio de Claro en un momento de fragilidad para el mercado de las telecomunicaciones

Millicom, el operador regional de telecomunicaciones con sede en Luxemburgo, avanza en sus negociaciones para hacerse con el control de Telef¨®nica, la empresa espa?ola que opera en el pa¨ªs bajo el nombre comercial de Movistar. Y, en paralelo, de las acciones que tiene la ciudad de Medell¨ªn en Tigo UNE, donde ya es socio mayoritario. Las dos ofertas sumar¨ªan 4 billones de pesos (1.000 millones de d¨®lares) y buscar¨ªan consolidar las compa?¨ªas bajo el mismo paraguas, en una avanzada empresarial que ya cuenta con un memorando de entendimiento preliminar. La noticia, en un momento de fragilidad para el negocio de las telecomunicaciones en Colombia, agita de golpe el ajedrez de un mercado dominado a sus anchas por Claro, una de las empresas hijas del consorcio mexicano Am¨¦rica M¨®vil, propiedad del archimillonario ingeniero Carlos Slim.

El auge de las aplicaciones de llamadas y otros servicios digitales, unido a las millonarias inversiones en la instalaci¨®n de antenas y cables de fibra ¨®ptica sin tener asegurado el retorno monetario, han supuesto desde hace varios a?os las dos principales cortapisas para un sector acostumbrado a buenos m¨¢rgenes de rentabilidad. Luego aterriz¨® la pandemia y los sobresaltos en la cotizaci¨®n del d¨®lar, y las empresas acabaron sumidas en un pozo de dudas. Sergio Mart¨ªnez, economista experto en transformaci¨®n digital, considera que solo una ruptura o una reorganizaci¨®n de la competencia como la impulsada por Millicom puede descartar una crisis en un sector donde se respira cierto letargo, a pesar de prestar un servicio esencial.

En caso de no concretarse la fusi¨®n, explica Mart¨ªnez, la concentraci¨®n del mercado en cabeza de Claro ser¨ªa insostenible a mediano plazo, tan perjudicial como la que el experto evidencia en el sector a¨¦reo. Por el contrario, en su opini¨®n, un panorama dividido en dos grandes operadores ayudar¨ªa a reducir los costes de servicio, ampliar¨ªa la cobertura e inyectar¨ªa dinamismo: ¡°En Estados Unidos hay tres gigantes. Por las dificultades en el funcionamiento del mercado, este no es un negocio que abarque un mont¨®n de competidores¡±, remata.

Sus palabras buscan despejar las dudas que genera para muchos la absorci¨®n te¨®rica de Tigo UNE, que en 2023 report¨® perdidas cercanas al bill¨®n de pesos, y Telef¨®nica Colombia, con otros 600.000 millones de pesos en n¨²meros rojos. La operaci¨®n deber¨¢ contar con el benepl¨¢cito de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), la entidad encargada de velar por la libre competencia en Colombia. De momento se conoce que la Comisi¨®n de Regulaci¨®n de Comunicaciones (CRC), ¨®rgano independiente y t¨¦cnico del Ejecutivo, emiti¨® un concepto donde se?ala que la uni¨®n no rebasar¨ªa la cuota de mercado establecida en ninguna de las divisiones del sector, como lo son Internet fijo, Internet m¨®vil y telefon¨ªa m¨®vil.

La idea, adem¨¢s, supone especial inter¨¦s para el Gobierno Nacional y para la Alcald¨ªa de Medell¨ªn, dos actores p¨²blicos con participaci¨®n accionaria en las empresas en juego. El Estado colombiano cuenta con el 32,49% en Colombia Telecomunicaciones (ColTel), la antigua Telecom, hoy filial de la espa?ola Telef¨®nica, que opera en el pa¨ªs bajo la conocida marca Movistar.

Millicom destinar¨ªa 400 millones de d¨®lares para hacerse con las acciones de propiedad de la empresa espa?ola, y un poco menos de 200 para comprarle al Estado colombiano. Una transacci¨®n que proseguir¨ªa adem¨¢s con el plan de desinversi¨®n trazado por Telef¨®nica en 2019 para reducir su presencia en Am¨¦rica Latina y amortiguar sus deudas.

Por otra parte, Millicom busca hacerse tambi¨¦n con el 50% de las acciones de Tigo UNE que est¨¢n a nombre de las Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn y lo dejar¨ªan en control total de la compa?¨ªa. Sandra Urrutia, la primera ministra de Tecnolog¨ªas de este Gobierno, afirma que la operaci¨®n ser¨ªa beneficiosa para enfrentar los riesgos de sostenibilidad: ¡°El problema radica en que los ingresos de las empresas son en pesos colombianos y vienen cayendo, mientras que sus necesidades en inversi¨®n suben aceleradamente en euros y d¨®lares¡±.

Por eso, concluye que los dos negocios constituyen una salida atractiva para entidades p¨²blicas con evidentes necesidades de caja. Las ¨²ltimas dos Administraciones de Medell¨ªn han manifestado su inter¨¦s en vender sus acciones. Un asunto que no constituye mayor sorpresa tras haber atravesado un arduo proceso de reestructuraci¨®n con Tigo UNE a finales del a?o pasado. Por su parte, el Ministerio de las Tecnolog¨ªas y las Comunicaciones evalu¨® la propuesta de compra como positiva la semana pasada.

El eventual traspaso de esas acciones servir¨ªa para redireccionar el capital p¨²blico hacia sectores m¨¢s rentables e incluso al prepago de deudas, para reducir sus costos financieros y d¨¦ficits: ¡°Ser¨ªa positivo porque le garantiza al Estado colombiano un flujo permanente de pagos a las contraprestaciones. El caso de Colombia es muy at¨ªpico en el mundo, ac¨¢ todav¨ªa existen operadores p¨²blicos de gran tama?o en negocios tan riesgosos como los de telecomunicaciones¡±, detalla Mart¨ªnez.

Pero el inter¨¦s de diversos sectores en moderar el predominio de Claro, la ¨²nica compa?¨ªa que report¨® utilidades en 2023 y que llega al 52,8% de participaci¨®n en el mercado de Internet m¨®vil, no oculta las inquietudes de otros expertos. Andr¨¦s Navarro, acad¨¦mico de la Universidad ICESI de Cali y experto en tecnolog¨ªa, recuerda que la pol¨¦mica en el sector ha sido agitada: ¡°En Colombia existen topes a los espectros que est¨¢n definidos por bandas. En este momento, todos los operadores est¨¢n muy muy cerca del tope. Con las fusiones, con seguridad se estar¨ªan violando en el caso de las bandas bajas¡±.

El acad¨¦mico vallecaucano se refiere a las avenidas digitales por donde transitan las comunicaciones inal¨¢mbricas. Las compa?¨ªas participan en una subasta p¨²blica peri¨®dica en la que se puja por los denominados bloques del espectro, un bien p¨²blico. Y de ese remate depende su capacidad de prestar los servicios de Internet y telefon¨ªa m¨®vil. ¡°Es un tema que amerita un an¨¢lisis de monopolio, que no ser¨ªa complicado porque en Colombia tenemos varios operadores cuya porci¨®n en el mercado es peque?a¡±, se cuestiona Navarro.

Mientras las negociaciones avanzan y se conocen m¨¢s detalles, los interesados han ido poniendo sus movimientos sobre el tablero. Por eso el abogado experto en temas de competencia Emilio Archila, que ha sido representante de Claro, aboga para que la CRC desmonte una serie de normas impuestas en su contra para equilibrar el panorama: ¡°Deber¨ªa suspender todas las decisiones para hacer una valoraci¨®n del mercado y ver si algunas medidas deben revisarse¡±. A su juicio, la concreci¨®n del negocio cambiar¨ªa por completo las condiciones de asignaci¨®n del espectro e implicar¨ªa la necesidad de un eventual retorno al Estado de los bloques que superen el tope.

Archila y Mart¨ªnez coinciden, en todo caso, en que el inter¨¦s de Millicom es una noticia positiva y una muestra de la solidez institucional del pa¨ªs. Y Fabi¨¢n Hern¨¢ndez, CEO de Telef¨®nica Colombia, se muestra satisfecho con el posible nuevo escenario labrado por la empresa de ra¨ªz sueca: ¡°La operaci¨®n es una respuesta adecuada para corregir una falla de mercado que la regulaci¨®n no logr¨®. Esta integraci¨®n forma parte de un movimiento de la industria que genera una din¨¢mica de estabilidad y competitividad de los operadores y mayor bienestar para los usuarios¡±.

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