El paro de camioneros por el alza del di¨¦sel enfrenta a Petro con su pasado
El presidente de Colombia incentiv¨® la movilizaci¨®n social como gran estrategia de oposici¨®n a su antecesor, el conservador Iv¨¢n Duque
En 2018, Gustavo Petro encar¨® su derrota en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales como una oportunidad. En su recordado discurso la noche electoral, al reconocer la victoria del conservador Iv¨¢n Duque, explic¨® que asumir¨ªa la curul en el Senado que se reserva al segundo m¨¢s votado como una oportunidad para hacer oposici¨®n no desde el Capitolio, sino desde la calle. Dijo que regresaba al Congreso, donde hab¨ªa ocupado un asiento entre 1998 y 2010, ¡°a dirigir un pueblo que debe ser movilizado¡±. Y agreg¨®: ¡°Volvemos al Senado no a ver c¨®mo se negocian los articulitos, sino para recorrer las plazas p¨²blicas¡±. En los a?os siguientes, los paros y movilizaciones paralizaron al pa¨ªs y golpearon fuertemente al Gobierno de Duque, y Petro siempre los apoy¨®. Ahora, tras dos a?os como presidente, su decisi¨®n de aumentar el precio del combustible di¨¦sel lo lleva a la orilla opuesta, a la del mandatario que enfrenta una movilizaci¨®n social.
En las primeras horas del paro, el Gobierno no ha ordenado a la Polic¨ªa desmontar los bloqueos que se vienen multiplicando por un n¨²mero creciente de zonas del pa¨ªs. No hay informaciones de choques violentos, lo que ya es un logro frente a las im¨¢genes de la violencia desatada durante los paros de 2019 y 2021 y una marca de diferencia entre el primer presidente de izquierda de la Colombia contempor¨¢nea y su antecesor. Sin embargo, las movilizaciones sociales de esos a?os ten¨ªan motivaciones mucho m¨¢s amplias y diversas, un sabor opositor mucho m¨¢s neto y, en general, no son comprables con el actual y creciente paro camionero, por lo menos hasta este punto. Adem¨¢s, los paros camioneros no han tenido una historia de particular violencia, y tampoco de soluci¨®n f¨¢cil. El sector, escindido en varios gremios y miles de propietarios de diferentes capacidades econ¨®micas, tama?os y regiones, ya ha sido protagonista de fuertes movilizaciones que han puesto en estado de crisis a otros Gobiernos. En 2016, la huelga dur¨® un mes y medio, sum¨® a m¨¢s de 30.000 transportistas y se sald¨® con una victoria de los transportadores.
En esta ocasi¨®n, el paro ha nacido en c¨¢mara lenta. Desde la llegada de Petro al poder, en agosto de 2022, el Gobierno anunci¨® su disposici¨®n a mantener los aumentos del precio de la gasolina, que Duque mantuvo congelada por meses pese a que produc¨ªa un d¨¦ficit millonario y que solo empez¨® a aumentar una vez Petro hab¨ªa sido elegido. En septiembre, Petro y sus primeros ministros de Minas, Transporte y Hacienda definieron la senda y aclararon que el aumento excluir¨ªa por el momento al ACPM, el nombre colombiano para el combustible del di¨¦sel, por cuenta de sus impactos econ¨®micos y sociales: casi la totalidad de la carga se mueve por camiones con motor di¨¦sel, y un aumento repercutir¨ªa en una mayor inflaci¨®n justo cuando esta se disparaba. En paralelo, el Gobierno cre¨® una mesa t¨¦cnica con representantes de los transportadores, justamente para resolver el problema antes de que escalara.
La mesa, que tard¨® en constituirse, se ha reunido 13 veces. En ella, los transportadores han llevado esencialmente una solicitud y un argumento. La solicitud era que el Gobierno modificara la f¨®rmula que determina el precio del ACPM, de tal manera que no se atara al precio internacional de un producto que Colombia no importa (en contraste con el 40% de la gasolina que es refinada en otros pa¨ªses). Un argumento, relacionado con esa demanda, es que ese combustible no es realmente subsidiado por el Estado, pues en sus c¨¢lculos el precio que se mantuvo estable desde 2019 ya le deja una utilidad a la mayoritariamente estatal Ecopetrol, que lo produce, e ingresos al fisco a trav¨¦s de los varios impuestos que paga quien la consume. Lo que ocurre, explican, es que la f¨®rmula lleva a que el Estado le reconozca a la petrolera la diferencia entre lo que recibir¨ªa de exportar el combustible y lo que pagan los consumidores, un costo para el fisco que se compensa, dicen, con los dividendos que luego distribuye Ecopetrol. ¡°Es sacar de un bolsillo de un pantal¨®n para meter a otro, del mismo pantal¨®n¡±, resume por tel¨¦fono la directora de la Federaci¨®n Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar), Nidia Hern¨¢ndez.
Pese al trabajo de concertaci¨®n, a mediados de este a?o el Gobierno le inform¨® a los gremios que desechaba la posibilidad de modificar la f¨®rmula y, poco despu¨¦s, que iniciar¨ªa con el aumento de los precios al p¨²blico, algo que es su potestad. En pocas palabras, que les aumentar¨ªa el insumo que los transportadores han dicho que equivale al 40% de sus costos. En los meses pasados, hab¨ªa cambiado notoriamente el panorama. No solo se trataba de nuevos ministros, sino que la inflaci¨®n hab¨ªa descendido de un pico de 13,34% en marzo de 2023, a un m¨¢s manejable 6,86% en julio de este a?o. Adem¨¢s, desde diciembre de 2023 hab¨ªa finalizado los aumentos del precio de la gasolina. Encima de todo, el ACPM ha dejado un vac¨ªo en las cuentas de la Naci¨®n que el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, calcula en 12 billones de pesos al a?o, justamente el monto faltante en el ambicioso presupuesto para 2025 que el Gobierno ha presentado al Congreso. En suma, varios factores se alineaban para dar el paso siguiente en una de las pocas pol¨ªticas econ¨®micas de Petro que han aplaudido pr¨¢cticamente todos los economistas.
El anuncio llev¨® a una manifestaci¨®n pac¨ªfica, organizada por varios de los nueve gremios agrupados en la C¨¢mara Intergremial del Transporte, Unidos, el viernes pasado en Bogot¨¢. Ese mismo d¨ªa, Bonilla anunci¨® el monto exacto del aumento (1.904 pesos, unos 48 centavos de d¨®lar o el 20%), la fecha en que se llevar¨ªa a la pr¨¢ctica (el s¨¢bado pasado, 31 de agosto) y su c¨¢lculo del ahorro para el Gobierno, de 1,6 billones de pesos en lo que queda de 2024. Al d¨ªa siguiente, los primeros grupos de transportadores se empezaron a organizar en Santander y Caldas, dos departamentos del centro-oriente y el centro-occidente del pa¨ªs. Desde entonces los camioneros que han repostado han pagado su combustible m¨¢s caro, y han surgido cada vez m¨¢s focos de bloqueos y movilizaci¨®n. Este martes impactaron fuertemente a grandes ciudades, incluyendo una Bogot¨¢ que decret¨® el teletrabajo para los empleados del Distrito, o C¨²cuta, en la frontera con Venezuela. Para este martes, se anuncia que se suman otras como Cali, epicentro de las protestas de 2021.
Ese creciente movimiento ha suscitado una respuesta del Gobierno en dos niveles. En lo concreto, la ministra de Transporte, Mar¨ªa Constanza Garc¨ªa, llam¨® al di¨¢logo y convoc¨® a una reuni¨®n virtual, y junto con su colega del Interior, Juan Fernando Cristo, anunci¨® que se suspenden temporalmente las alzas restantes ¡ªque en todo caso no ten¨ªan fecha y se hab¨ªa mencionado que se har¨ªan en 2025¨D. A esos anuncios conciliadores, sumaron una solicitud: que se levanten los bloqueos. ¡°Les solicitamos a todos estos protestantes en el pa¨ªs que levanten esos bloqueos, que el Gobierno tiene un compromiso de seguir dialogando y que, sobre todo, no puede haber bloqueos permanentes en ninguna parte¡±. Poco despu¨¦s los camioneros respondieron con una cortante negativa.
Adem¨¢s de esas decisiones, en lo simb¨®lico el Gobierno ha buscado alinearse con los camioneros de base. ¡°Esta es una decisi¨®n inevitable, dolorosa, que este Gobierno no hubiera querido tomar, pero que es absolutamente necesaria en la actual situaci¨®n fiscal¡±, dijo el ministro Cristo. Hizo, eso s¨ª, una diferenciaci¨®n, al explicar que entiende que ¡°los peque?os camioneros, al sentir afectada la econom¨ªa de sus hogares en todas las regiones, rechacen la decisi¨®n del Gobierno¡±. Se trata del eco de una visi¨®n que ha defendido el presidente, quien en la ma?ana del mi¨¦rcoles argument¨® que se enfrentaban a ¡°un lock out: un paro empresarial¡±. Hern¨¢ndez responde que el paro es m¨¢s, bien, una medusa de mil cabezas, organizado de forma espont¨¢nea por todo tipo de camioneros. ¡°Al link que envi¨® la ministra para dialogar entraron 740 personas¡±, resume para explicar que, aunque sea sectorial el paro, no transversal, se trata de un paro desconcentrado, sin cabeza visible con la cual negociar.
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