Respuesta a los medios hegem¨®nicos
El contenido de RTVC suele ser catalogado de propagand¨ªstico, pero quienes nos critican no mencionan que somos los ¨²nicos en reportar desde territorios apartados de Colombia, que invitamos a opositores del Gobierno y que hemos cubierto situaciones tan lejanas como la de N¨ªger, Sud¨¢n o Bangladesh
Se ha dedicado un n¨²mero significativo de notas en algunos medios hegem¨®nicos sobre el papel de RTVC al que se suele catalogar como propagand¨ªstico. En varios he dado mi testimonio en calidad de analista pol¨ªtico para los programas Noches de Opini¨®n y El Calentao. En la pieza de EL PA?S de Camila Osorio por primera vez fui citado de manera acertada y respetuosa. Aun as¨ª, me siento en el deber de responder de forma m¨¢s amplia a se?alamientos sin fundamento sobre la citada vocaci¨®n de propaganda.
Es extra?o que, salvo en pocos casos como el de La Silla Vac¨ªa, s¨®lo se ejerza ¡°periodismo al periodismo¡± al sistema de medios p¨²blicos y se hagan someras alusiones a los abusos de las mesas de trabajo que incluyen maltrato a invitados, censura, autocensura y afirmaciones clasistas. Solamente comentarios escandalosos como los de Luis Carlos V¨¦lez sobre la COP 16 o N¨¦stor Morales sobre Buenaventura activan las cr¨ªticas, pero sin estas grotescas declaraciones poco o nada se controvierte. Informaci¨®n parcial, titulares enga?osos, informaciones sin contexto y hasta noticias falsas est¨¢n en el manual de algunos medios que avanzan en rating a expensas de la ¨¦tica. ?Cu¨¢ntos art¨ªculos dedica esta prensa a la posici¨®n abusiva de ciertos medios corporativos?
En los espacios en que participo en RTVC reivindico una l¨ªnea editorial (no ideol¨®gica) liberal- progresista, esto es: la presunci¨®n que la violencia colombiana tiene causas estructurales y no es simplemente consecuencia de la falta de autoridad; la defensa de la ampliaci¨®n del cat¨¢logo de derechos humanos; el desarrollo sostenible en los t¨¦rminos en que la ONU lo ha planteado desde el informe Bruntland; el rechazo a los discursos antiderechos tan de moda en el mundo; y el an¨¢lisis reposado de la actualidad internacional vetando cualquier asomo de estereotipos, entre otros. Claro est¨¢, en un pa¨ªs de marcada tendencia conservadora el abordaje de temas desde esta ¨®ptica es f¨¢cilmente catalogable como propaganda.
En buena parte de las piezas que circulan con esta descabellada tesis se omite que ¨¦ste ha sido el ¨²nico medio que todos los d¨ªas reporta desde territorios donde no llegan los medios hegem¨®nicos, Algeciras, Convenci¨®n, El Tambo, Fonseca, Fundaci¨®n, Mesetas, San Jacinto, San Andr¨¦s, San Vicente del Cagu¨¢n y Tumaco, entre otros. En El Calentao, emisi¨®n en la que llevo 4 meses, todas las ma?anas se hacen extensas rondas con noticias de las regiones que dan cuenta de din¨¢micas comunitarias ligadas a los problemas, preguntas y dudas de la gente que no fueron retomadas por ninguna de las notas en Cambio, La Silla Vac¨ªa y EL PA?S, y en donde categ¨®ricamente se reduce nuestro papel a la propaganda. Debo expresar mi extra?eza porque solicit¨¦ a la revista Cambio un espacio para dar mi testimonio porque me sent¨ª muy mal citado por parte del periodista. Jam¨¢s recib¨ª respuesta. Parece que no existe la posibilidad de confrontaci¨®n, solo la difusi¨®n de una de las versiones.
Estos art¨ªculos que sugieren la propaganda pasan por alto que, en Noches de Opini¨®n, espacio en el que completo un a?o, he tenido a figuras alejadas de la l¨ªnea progresista actual como Marcos Peckel, Gaby Arellano, Alejandro Gaviria o Andr¨¦s Forero, entre otros. En cada informe que publicamos en redes sobre Gaza o L¨ªbano nos reclaman ignorar al Cauca o el severo autoritarismo que padece Venezuela. ?Saben esos medios que nos critican que todos los d¨ªas reportamos desde El Tambo, Cauca? ?Est¨¢n al tanto que dedicamos tres emisiones al tema venezolano con voces de la oposici¨®n? Me veo en la obligaci¨®n de recordar -asumiendo cierto tono de inmodestia- que hemos sido el ¨²nico medio que ha realizado al menos una hora de emisi¨®n al golpe de Estado en N¨ªger (un pa¨ªs que buena parte del periodismo hegem¨®nico ni sabe que existe), varias secciones explicativas sobre la violencia en la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, la guerra civil en Sud¨¢n, el genocidio rohiny¨¢ en Birmania, la ca¨ªda de Sheik Hasina en Bangladesh o el giro autoritario de Narenda Modi en India, entre otros.
A esos medios hegem¨®nicos de radio y televisi¨®n que nos rotulan de gobiernistas les pregunto: ?cu¨¢ntos an¨¢lisis han dedicado a estos temas internacionales pensando en el inter¨¦s creciente de los colombianos por el mundo? ?por qu¨¦ siguen etiquetando a quienes califican la situaci¨®n en Gaza de genocidio como idiotas ¨²tiles del gobierno? ?Por qu¨¦ omiten los informes de oeneg¨¦s y de agencias de Naciones Unidas que dan cuenta del exterminio sistem¨¢tico y una estructura de limpieza ¨¦tnica y apartheid? Coincidir con la postura de Petro no nos convierte en su agencia de noticias.
La l¨ªnea editorial que defiendo en nombre propio, pues no ejerzo la vocer¨ªa de RTVC, apunta a llenar un vac¨ªo dejado por desidia e inter¨¦s lucrativo de los medios hegem¨®nicos. Pasan por alto la importancia de las regiones de las que diariamente obtengo lecciones valiosas de democracia local y que trato de poner en perspectiva nacional, desde lo regional hacia el nivel central, y no al contrario como hasta ahora ha sucedido. Los colombianos tienen derecho a un orden medi¨¢tico alternativo con informaci¨®n y an¨¢lisis nacional e internacional a la altura de las dif¨ªciles circunstancias. Bienvenido el debate en esos t¨¦rminos y rechazo a la descalificaci¨®n sistem¨¢tica e infundada.
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