Hacia una Constituci¨®n Ambiental Unificada para Am¨¦rica Latina y el Caribe en el marco de la COP 16

Am¨¦rica Latina se enfrenta a m¨²ltiples desaf¨ªos ambientales que requieren una respuesta coordinada por parte de los Estados y actores de la regi¨®n. A pesar de contar con instrumentos jur¨ªdicos en materia ambiental, no todos nuestros Estados son parte de ellos ni comparten una gu¨ªa com¨²n en este ¨¢mbito. Por lo tanto, surge la necesidad de adoptar un documento unificador ecol¨®gico de derecho blando para toda la comarca: la Constituci¨®n Ambiental Latinoamericana y del Caribe. En el marco de la COP16 con sede en Cali (Colombia), que aborda los compromisos globales en materia ecol¨®gica, se alza esta propuesta como un instrumento que permitir¨ªa armonizar la legislaci¨®n ambiental, garantizar la protecci¨®n de los ecosistemas y crear una hoja de ruta com¨²n hacia la sostenibilidad.

Lo anterior, tanto m¨¢s cuando, la regi¨®n enfrenta problemas ambientales comunes que trascienden las fronteras nacionales, tales como la deforestaci¨®n masiva, la p¨¦rdida de biodiversidad, la contaminaci¨®n de cuerpos de agua, la necesidad de proteger a l¨ªderes ambientales, la miner¨ªa extractiva no regulada y la expansi¨®n de la agricultura industrial. A esto se suma una gran disparidad y atomizaci¨®n en los marcos regulatorios y las capacidades de los Estados para implementar pol¨ªticas ambientales efectivas.

La iniciativa proveer¨ªa de coherencia, unidad y completitud al derecho internacional ambiental en la regi¨®n, mediante la creaci¨®n de un marco legal com¨²n que asegure que todos los pa¨ªses act¨²en de manera coordinada.

?Qu¨¦ es una Constituci¨®n Ambiental Unificada?

El marco jur¨ªdico ser¨ªa un instrumento de soft law refrendado con la adopci¨®n de una Ley Modelo expedida por el Parlatino, con asiento en Panam¨¢, dise?ado para establecer principios, derechos y obligaciones comunes. Servir¨ªa para:

• Establecer derechos ambientales fundamentales: Entre ellos, el derecho a un ambiente sano, el derecho de las generaciones futuras a disfrutar de los recursos naturales, y el derecho de los pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales a participar en la gesti¨®n de sus territorios y recursos.
• Definir obligaciones comunes: Establecer¨ªa objetivos ecol¨®gicos comunes, como la reducci¨®n de emisiones de carbono, la conservaci¨®n de ecosistemas estrat¨¦gicos, principalmente los fronterizos, la protecci¨®n de la biodiversidad, la gesti¨®n sostenible del agua y la restauraci¨®n de tierras degradadas.
• Fortalecer la cooperaci¨®n regional: Fomentar¨ªa la creaci¨®n de mecanismos de financiamiento, cooperaci¨®n t¨¦cnica y monitoreo ambiental, promoviendo la transferencia de tecnolog¨ªas sostenibles entre los pa¨ªses.
• Armonizar la legislaci¨®n ambiental: Unificar¨ªa principios regulatorios y est¨¢ndares en ¨¢reas clave como la energ¨ªa, el manejo de desechos, la agricultura sostenible y el desarrollo urbano.
• Garantizar la justicia ambiental: Incluir¨ªa mecanismos para proteger a las comunidades vulnerables y asegurar que la carga de los impactos ambientales no recaiga de manera desproporcionada en los sectores m¨¢s marginados.

En el coraz¨®n de esta propuesta est¨¢ la idea de que la protecci¨®n del medio ambiente es inseparable de los derechos humanos. Al efecto, recu¨¦rdese que la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 2022, lo reconoci¨® como garant¨ªa humana universal. Am¨¦rica Latina y el Caribe son una de las regiones m¨¢s diversas cultural y biol¨®gicamente del mundo y tambi¨¦n una de las m¨¢s desiguales en t¨¦rminos socioecon¨®micos. Un marco jur¨ªdico unificado debe asegurar que cualquier pol¨ªtica ambiental respete los derechos de las comunidades m¨¢s vulnerables, incluidos los pueblos ind¨ªgenas y afrodescendientes, y que priorice la equidad en la distribuci¨®n de los beneficios y los costos de la acci¨®n ambiental.

El Papel de los pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales

La regi¨®n alberga algunos de los ecosistemas m¨¢s importantes del mundo, como la Amazon¨ªa, los Andes y los arrecifes del Caribe, muchos de los cuales han sido preservados por las pr¨¢cticas sostenibles de los pueblos ind¨ªgenas y comunidades locales. La Constituci¨®n Ambiental Unificada debe reconocer expl¨ªcitamente el rol fundamental de estos pueblos en la conservaci¨®n de los recursos naturales y sus derechos sobre los territorios ancestrales.

Asimismo, ser¨ªa crucial garantizar arm¨®nicamente mecanismos de participaci¨®n efectiva de estas comunidades en la toma de decisiones, asegurando que las pol¨ªticas ambientales no se impongan verticalmente, sino que se construyan en di¨¢logo con quienes hist¨®ricamente han gestionado estos territorios.

Implementaci¨®n y mecanismos de monitoreo

Para que la apuesta de Constituci¨®n Ambiental Unificada Americana tenga un impacto real, es necesario crear mecanismos efectivos de implementaci¨®n y monitoreo. Esto podr¨ªa incluir la creaci¨®n de un Consejo Ambiental Regional, encargado de supervisar el cumplimiento de los compromisos asumidos por los Estados y de reportar de manera peri¨®dica los avances y desaf¨ªos. Tambi¨¦n se sugerir¨ªa el establecimiento de tribunales ambientales para que con elementos t¨¦cnicos y no solo jur¨ªdicos se resuelvan disputas de linaje ecol¨®gico.

Adem¨¢s, la Ley Modelo a impulsar en el seno del Parlatino habr¨¢ de incluir, incentivos para promover el acceso a financiamiento verde, asistencia t¨¦cnica o la participaci¨®n en acuerdos comerciales preferenciales con est¨¢ndares ambientales elevados.

Hacia la COP16: Oportunidades para el Futuro

Que en el marco de la COP16, ojal¨¢ se aproveche esta oportunidad para impulsar la Constituci¨®n Ambiental Unificada Latinoamericana como una propuesta innovadora y visionaria, de esas que transforman sociedades enteras, pues no solo ser¨ªa un paso hacia la cohesi¨®n regional ecol¨®gica, sino tambi¨¦n una se?al al mundo de que la comarca est¨¢ comprometida en custodiar su valioso activo natural.

Al avanzar hacia este proyecto de unificaci¨®n, no solo se proteger¨ªa la biodiversidad y ecosistemas cr¨ªticos continentales, sino que tambi¨¦n crear¨ªan un futuro m¨¢s justo y sostenible. El desaf¨ªo es grande, pero el momento para actuar es ahora. Una regi¨®n unida en su defensa del medio ambiente puede convertirse en un basti¨®n global en la lucha contra el cambio clim¨¢tico y en la promoci¨®n de un desarrollo verdaderamente sustentable.

Auguro que las bases sentadas por este proyecto, sumadas a los desarrollos jurisprudenciales de los Estados, constituir¨¢n un di¨¢logo vivo que, a m¨¢s de legitimarlo, colocar¨¢n al patrimonio ecol¨®gico regional en el sitial de honor que la historia reclama con justicia.