Amazonia en emergencia: un mandato de acci¨®n desde los pueblos ind¨ªgenas
Tras participar en la COP sobre crimen organizado transnacional en Viena, y mientras se celebra la cumbre de la biodiversidad en Cali, dos l¨ªderes del Per¨² muestran c¨®mo las econom¨ªas criminales son la principal amenaza de la selva y los pueblos que la cuidan
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Las amenazas llegaron primero como rumores; personas extra?as comentaron que nos iban a matar. Luego mensajes de texto. Empezaron a llegar im¨¢genes de cuerpos mutilados, diciendo que esto nos podr¨ªa pasar si seguimos denunciando los impactos del narcotr¨¢fico y los monocultivos en nuestros territorios. Al comienzo, no lo tomamos tan en serio. Pero todo cambi¨® el 12 de abril del 2020, cuando sucedi¨® el primer asesinato de un l¨ªder Kakataibo.
Arbildo Mel¨¦ndez fue un l¨ªder muy fuerte en la comunidad de Unipakayaku, una comunidad invadida por cocaleros, que sigue reclamando su t¨ªtulo de propiedad del territorio comunal. Hab¨ªa denunciado las amenazas que recib¨ªa del narcotr¨¢fico ante el relator de derechos humanos de las Naciones Unidas. Dos semanas despu¨¦s fue asesinado en su chacra. All¨ª sab¨ªamos que todo pod¨ªa pasar. Ya desde 2021 nos ha tocado desplazarnos de nuestras comunidades.
Tuvimos que dejar nuestras chacras. En Flor de Ucayali, Miguel cultiva pi?a, pl¨¢tano y cacao. Su comunidad apuesta por una agricultura ancestral, en equilibrio con la naturaleza. Ahora vivimos en ciudades contaminadas, ruidosas y con comida poco sana. Pero lo peor es que se siente como si perdi¨¦ramos los ra¨ªces de nuestra lucha. En la comunidad luchamos como colectivo. Ahora, estando fuera, debemos incidir como individuos.
A¨²n as¨ª, decidimos insistir en nuestra denuncia. Pues nuestra casa com¨²n est¨¢ en emergencia. Aparte de los incendios m¨¢s fuertes que hemos vivido, vemos un crecimiento y convergencia de la miner¨ªa ilegal, la producci¨®n de coca¨ªna, la tala ilegal y otras actividades il¨ªcitas alrededor de la Amazonia. Las econom¨ªas criminales deforestan la selva, contaminan nuestros r¨ªos, despojan nuestros territorios ancestrales, reclutan a nuestros ni?os, y da?an nuestra salud. Inclusive, ponen en peligro la vida de nuestros hermanos que viven en aislamiento, como es el caso de parte del pueblo Kakataibo, cuyas reservas destinadas a protegerlos han sido usadas para instalar pistas de aterrizaje, laboratorios y caminos clandestinos.
La selva tropical m¨¢s grande y biodiversa del mundo se ha convertido en la m¨¢s peligrosa para quienes la protegemos. La organizaci¨®n nacional de pueblos ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa del Per¨², Aidesep, ha registrado el asesinato de 36 l¨ªderes ind¨ªgenas amaz¨®nicos en el Per¨² desde 2014. Ochenta por ciento de estos sucedieron en los ¨²ltimos cuatro a?os, lo que evidencia el escalamiento de la violencia. En cada caso, hubo meses o hasta a?os previos de amenazas y de denuncias. Sin embargo, no hubo acci¨®n estatal para prevenir la violencia. A su vez, hay m¨¢s de 200 dirigentes amaz¨®nicos amenazados en la actualidad, y cientos de comunidades invadidas o asediadas por econom¨ªas criminales.
A pesar de nuestras denuncias, vemos que las pol¨ªticas p¨²blicas no logran proteger nuestros derechos y territorios. Hay impunidad y falta de acceso a la justicia. Vemos que la corrupci¨®n permite a los grupos criminales apoderarse incluso de las estructuras locales de gobierno. De esta manera, hoy en d¨ªa las econom¨ªas criminales se han convertido en una de las principales amenazas para nuestra capacidad de responder a la crisis clim¨¢tica, al afectar exactamente los territorios de mayor biodiversidad y autodeterminaci¨®n ind¨ªgena.
Ante la falta de intervenci¨®n estatal y de una acci¨®n internacional limitada, las comunidades ind¨ªgenas no tenemos m¨¢s remedio que recurrir a formas de autodefensa cada vez m¨¢s peligrosas. Guardias ind¨ªgenas Kakataibo, Ashaninka y Shipibo-Konibo se han enfrentado al narcotr¨¢fico, monitorean su territorio y han denunciado el tr¨¢fico de tierras. La guardia del Gobierno Territorial Aut¨®nomo Wampis patrulla sus r¨ªos, expulsa a los mineros ilegales, desarma las explotaciones ilegales de oro e incluso ha detenido a polic¨ªas implicados en el negocio del oro, entreg¨¢ndolos a funcionarios del Estado.
Proteger la Amazonia y sus territorios ind¨ªgenas requiere fortalecer la gobernanza territorial a trav¨¦s de la titulaci¨®n colectiva, el apoyo estatal y sistemas de autoprotecci¨®n. Los Estados deben garantizar nuestros derechos sobre tierras ancestrales, proteger a los defensores de la tierra y promover salud, educaci¨®n y econom¨ªas sostenibles. A nivel internacional, es clave una mayor cooperaci¨®n para enfrentar los delitos ambientales, con la participaci¨®n de los pueblos ind¨ªgenas, como lo determina el Convenio 169 de la OIT y la Declaraci¨®n de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos ind¨ªgenas. Adem¨¢s, se necesitan medidas contra sustancias t¨®xicas y contaminantes asociadas a actividades ilegales como la miner¨ªa y el narcotr¨¢fico, y estrategias de seguridad regional basadas en la cooperaci¨®n y la lucha contra la corrupci¨®n.
Ya no nos queda tiempo. Es hora de actuar para nuestra supervivencia colectiva, como lo estamos haciendo los pueblos ind¨ªgenas. Nos vemos en Cali pachanguero.
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