Amar o temer a Trump

M¨¢s all¨¢ del contundente triunfo de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos y a pesar de que en el mundo entero eran muchos quienes hac¨ªan votos para que ¨¦l no ganara la competencia por la Casa Blanca, la realidad y sobre todo las urgencias econ¨®micas de los estadounidenses eligieron al nuevo viejo mandatario. Sin embargo, lo m¨¢s llamativo de la jornada posterior a la elecci¨®n fue la cascada de mensajes de saludo y felicitaci¨®n al presidente reci¨¦n electo.

No importa si 48 horas antes se andaba despotricando de ¨¦l y se?al¨¢ndolo como si fuera un monstruo, el debido mensaje de felicitaci¨®n lleg¨® desde los rincones m¨¢s inesperados del planeta, demostrando no solo la absoluta vigencia del poder¨ªo estadounidense, as¨ª a China y a Rusia les parezca que Estados Unidos est¨¢n de capa ca¨ªda, sino sobre todo el terror absoluto que genera Donald Trump, motivo por el cual parece que muchos han decidido llevarlo por la buena.

No hay que ir muy lejos: el presidente de Colombia dici¨¦ndole a Trump que quiere trabajar con ¨¦l por la paz; el venezolano lanzando mensajes de reconciliaci¨®n; China hablando de una relaci¨®n de cooperaci¨®n y no de confrontaci¨®n; la Uni¨®n Europea atemorizada, pero igual con sus voceros en plan conquista de Trump; Ir¨¢n, que desestim¨® en un primer momento a los dos candidatos, le tiende la mano al nuevo presidente para mirar hacia el futuro; y hasta la presidenta de M¨¦xico, quien quiso aplicarle el tratamiento venezolano a Trump exigiendo la presentaci¨®n de las actas electorales, le toc¨® echar para atr¨¢s su descabellada exigencia y celebrar el triunfo del nuevo mandatario.

S¨ª, Trump ha triunfado. Pero no por los millones y millones de votos que consigui¨® el martes, ni por los delegados que tendr¨¢ en el Colegio Electoral para garantizar su regreso a la Casa Blanca. Trump ha triunfado porque logr¨® aquello que Biden hab¨ªa perdido y que Obama nunca represent¨®: Trump es un l¨ªder que asusta, que genera temor y angustia, tanto que ante ¨¦l todos se muestran d¨®ciles.

?Que eso no tiene nada de bueno, sino que, por el contrario, resulta nefasto para el planeta? Seguramente. ?Que ese mismo miedo ser¨¢ el que permitir¨¢ a Trump hacer lo que le venga en gana en muchos escenarios? Tambi¨¦n. En un par de meses empezaremos a degustar este Trump recargado, que ahora s¨ª sabe bien como manejar todos los hilos invisibles desde Washington. En un par de meses empezar¨¢ la larga cuenta regresiva hacia el final de su Gobierno, con un elemento que mientras haya planeta y democracia no deben olvidar ni los presidentes que hoy pasan por el besamanos, ni los progresistas del planeta: Trump marcar¨¢ un hito en estrategias que pueden hacer mucho da?o. As¨ª que ya tienen a nuevo jefe de campa?a. Porque entre m¨¢s errores cometa, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ que en el futuro pocos quieran repetir la aventura de poner a gobernar a un narcisista ¨¢vido de controlarlo todo.