?M¨¢s universidades o mejor uso de la capacidad existente?
La disminuci¨®n en el n¨²mero de nacimientos representa un reto para las universidades privadas a futuro, al igual que la pol¨ªtica del Gobierno de crear 26 nuevas p¨²blicas, en lugar de buscar alianzas y utilizar la infraestructura y experiencia ya existente
Colombia se encuentra en medio de una transici¨®n demogr¨¢fica que est¨¢ transformando la demanda por educaci¨®n. Actualmente, la matr¨ªcula universitaria alcanza aproximadamente 2,5 millones de estudiantes, pero las proyecciones muestran una disminuci¨®n significativa en las pr¨®ximas d¨¦cadas debido a la reducci¨®n en el tama?o de las cohortes j¨®venes. Seg¨²n datos del DANE, los nacimientos en Colombia han ca¨ªdo de manera sostenida d...
Colombia se encuentra en medio de una transici¨®n demogr¨¢fica que est¨¢ transformando la demanda por educaci¨®n. Actualmente, la matr¨ªcula universitaria alcanza aproximadamente 2,5 millones de estudiantes, pero las proyecciones muestran una disminuci¨®n significativa en las pr¨®ximas d¨¦cadas debido a la reducci¨®n en el tama?o de las cohortes j¨®venes. Seg¨²n datos del DANE, los nacimientos en Colombia han ca¨ªdo de manera sostenida durante los ¨²ltimos a?os, y Bogot¨¢ ha experimentado una reducci¨®n a¨²n m¨¢s pronunciada. Cuando los ni?os que hoy tienen entre 0 y 4 a?os lleguen a la edad universitaria, habr¨¢ un mill¨®n menos de j¨®venes en comparaci¨®n con las generaciones actuales.
Este cambio demogr¨¢fico ya est¨¢ impactando los niveles educativos previos. De acuerdo con un informe del Laboratorio de Econom¨ªa de la Educaci¨®n de la Universidad Javeriana, en 2023 la matr¨ªcula en educaci¨®n preescolar, b¨¢sica y media descendi¨® a 9,5 millones de estudiantes, el nivel m¨¢s bajo en a?os. Esto representa una ca¨ªda del 1,9% respecto a 2022. Este descenso est¨¢ estrechamente ligado a la dr¨¢stica disminuci¨®n en el n¨²mero de nacimientos, que en 2023 alcanzaron un m¨ªnimo hist¨®rico de 510.748, un 11% menos que en 2022 y un 24,5% menos en comparaci¨®n con 2012.
El impacto sobre las instituciones educativas es alarmante. Desde 2018, cerca del 12% de las instituciones educativas del pa¨ªs, tanto p¨²blicas como privadas, han cerrado. Esto equivale a 6.263 colegios inactivos: 3.817 p¨²blicos y 2.446 privados. Este fen¨®meno refleja una crisis en la oferta educativa que, si no se aborda con prontitud, podr¨ªa agravar la deserci¨®n escolar y limitar a¨²n m¨¢s el acceso a una educaci¨®n de calidad.
A esta problem¨¢tica se suman decisiones recientes en pol¨ªtica p¨²blica que han agravado la situaci¨®n. Durante los a?os en que se expandieron los programas de becas p¨²blicas, muchas universidades invirtieron en infraestructura, contrataron m¨¢s docentes y desarrollaron plataformas digitales. Sin embargo, la eliminaci¨®n de estos programas ha generado una contracci¨®n abrupta. Adem¨¢s, la decisi¨®n del Gobierno de ¡°marchitar¡± el Icetex ha golpeado especialmente a las universidades privadas, que dependen de estos cr¨¦ditos para atraer estudiantes de estratos medios y bajos.
La tendencia demogr¨¢fica y las decisiones de pol¨ªtica p¨²blica est¨¢n afectando directamente la demanda de educaci¨®n postmedia, incluyendo la universitaria, t¨¦cnica y tecnol¨®gica. En las universidades no oficiales, el n¨²mero de estudiantes de primer semestre en programas de pregrado se redujo un 27% entre 2016 y 2020. Aunque despu¨¦s de la pandemia se observ¨® una ligera recuperaci¨®n, la disminuci¨®n acumulada entre 2016 y 2022 fue del 16%.
Frente a estas circunstancias, muchas instituciones privadas han tenido que reducir personal y cerrar o fusionar facultades, lo que ha llevado a una significativa subutilizaci¨®n de su capacidad instalada. Este panorama plantea retos financieros y organizacionales sin precedentes para un sector que hasta hace pocos a?os se encontraba en expansi¨®n.
En este contexto, la estrategia del Gobierno del presidente Gustavo Petro, delineada en el Plan Nacional de Desarrollo, genera preocupaci¨®n. Propone la creaci¨®n de 26 nuevas universidades que ofrecer¨ªan 500.000 cupos adicionales. Aunque la meta parece loable, plantea serias dudas sobre su eficiencia y sostenibilidad. ?Es sensato construir nuevas instituciones cuando existe un exceso de capacidad instalada en las universidades privadas? La respuesta parece ser un rotundo no. La construcci¨®n de nuevas universidades implicar¨¢ elevados costos en infraestructura, operaci¨®n y mantenimiento, adem¨¢s de la contrataci¨®n de personal docente y administrativo, recursos que podr¨ªan utilizarse de manera m¨¢s efectiva.
En lugar de construir nuevas universidades, el Gobierno podr¨ªa implementar programas de becas que aprovechen la capacidad existente en las instituciones privadas. Esto no solo ser¨ªa una soluci¨®n inmediata, sino tambi¨¦n una estrategia rentable que beneficiar¨ªa tanto a los estudiantes como a las universidades. Si el Gobierno tiene reservas sobre la idea de subsidiar la demanda mediante becas, una opci¨®n viable ser¨ªa establecer alianzas estrat¨¦gicas con las instituciones privadas. Estas colaboraciones permitir¨ªan canalizar recursos p¨²blicos hacia el uso de los cupos ya disponibles, optimizando la infraestructura existente y ampliando las oportunidades educativas para los j¨®venes colombianos.
Por ¨²ltimo, si bien las decisiones del Gobierno, sumadas a la transici¨®n demogr¨¢fica, conducir¨¢n a una oferta laboral reducida y con menos calificaci¨®n en el futuro cercano, el sector privado puede desempe?ar un papel clave proporcionando becas y cr¨¦ditos universitarios a estudiantes de menores recursos. Al invertir en la capacitaci¨®n de los j¨®venes, el sector privado no solo contribuir¨ªa al aumento de la utilizaci¨®n de la capacidad instalada en las universidades, sino que tambi¨¦n fortalecer¨ªa las competencias de la futura fuerza laboral. Esto, a su vez, generar¨ªa un impacto positivo en la productividad y competitividad del pa¨ªs.
El sistema de educaci¨®n superior en Colombia enfrenta un futuro incierto. La combinaci¨®n de factores demogr¨¢ficos y pol¨ªticas p¨²blicas poco alineadas amenaza con reducir el acceso a la educaci¨®n universitaria para las nuevas generaciones, al tiempo que la capacidad instalada de las universidades privadas permanece infrautilizada. Por esto, es urgente replantear las estrategias de inversi¨®n en educaci¨®n superior. En lugar de dispersar recursos en la creaci¨®n de nuevas instituciones, el pa¨ªs deber¨ªa enfocarse en fortalecer las existentes, fomentar la calidad educativa y promover la colaboraci¨®n entre el sector p¨²blico y privado. Solo a trav¨¦s de una colaboraci¨®n m¨¢s efectiva y del uso ¨®ptimo de la infraestructura existente, Colombia podr¨¢ enfrentar con ¨¦xito los desaf¨ªos que plantea la transici¨®n demogr¨¢fica y garantizar a sus j¨®venes un futuro con mayores oportunidades educativas y laborales.