La ruidosa salida de Ricardo Bonilla golpea el coraz¨®n del proyecto pol¨ªtico de Petro

Ricardo Bonilla no era un economista cualquiera para Gustavo Petro: era una figura central de su proyecto pol¨ªtico. El acad¨¦mico de 75 a?os, al que el presidente le ha pedido este mi¨¦rcoles la renuncia como su ministro de Hacienda, era de los pocos funcionarios en los que Petro confiaba plenamente. Fue su secretario de Hacienda como alcalde de Bogot¨¢, con quien comparte la visi¨®n sobre el manejo de las finanzas p¨²blicas. En su despedida¡ªconocida horas despu¨¦s de que se revelara que Bonilla denunci¨® ante la Fiscal¨ªa a un hijo de Petro y al gerente de la campa?a presidencial¡ª Petro no ha tenido sino elogios: ¡°lo respeto much¨ªsimo por su profundidad intelectual como economista de verdad¡±, ¡°sirvi¨® a sus alumnos y a su pueblo con humildad¡±, ¡°la labor del ministro de Hacienda ha sido buena en momentos dif¨ªciles¡±. Hace meses se refiri¨® a ¨¦l como ¡°un hombre serio y honesto¡±. Aun as¨ª, le pidi¨® que se hiciera al costado. ¡°Espero su renuncia, no porque crea que es culpable, sino porque lo quieren despedazar por ser leal al programa de gobierno¡±, ha escrito en un mensaje de X.

Esta es una renuncia dif¨ªcil para el Gobierno cuando Bonilla actualmente intentaba conseguir los recursos para financiar un presupuesto nacional deficitario el pr¨®ximo a?o. Pero sobre todo es una salida dura pol¨ªticamente para una izquierda que, cuando fue oposici¨®n fue implacable contra la corrupci¨®n, y ahora pierde un alfil clave de su proyecto pol¨ªtico por un esc¨¢ndalo judicial parecido al de otros gobiernos. Otros funcionarios investigados por las autoridades, y menos claves hist¨®ricamente para la izquierda, tienen en cambio el apoyo incondicional de Petro.

Bonilla ha salido por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que ya ha golpeado duramente al Gobierno: el de la Unidad Nacional de Gesti¨®n de Riesgos (UNGRD). Tres exfuncionarios, dos de la UNGRD y una de Hacienda, han se?alado al ahora exministro de buscar redirigir contratos de la Unidad con motivaciones pol¨ªticas: asignarlos a aliados de congresistas en sus regiones, a cambio de que los legisladores avalaran propuestas de cr¨¦dito al Ejecutivo. Petro ha dicho que conf¨ªa en la inocencia de Bonilla. ¡°El ministro no entreg¨® cupos indicativos a parlamentario alguno¡±, dice, en referencia a una cuestionada movida pol¨ªtica en la que los congresistas se?alen hacia qu¨¦ proyectos se deben destinar partidas del presupuesto. Pero tambi¨¦n ha dejado entrever que algo ocurri¨® entre los legisladores y el ministro. ¡°Confunden hoy el extorsionado con el extorsionador para confundir al pueblo¡±, ha a?adido. Seg¨²n esa visi¨®n, Bonilla ser¨ªa una v¨ªctima de pol¨ªticos extorsionistas y tambi¨¦n de una asesora que lleg¨® al ministerio en la administraci¨®n presidencial anterior, quien ahora lo se?ala ante la justicia. ¡°El error de Bonilla es la ingenuidad acad¨¦mica, pensar que todos tienen la misma altura intelectual. Por eso desobedeci¨® mi indicaci¨®n de no confiar en los funcionarios uribistas de Minhacienda¡±, ha dicho el presidente.

Bonilla es el tercer alto funcionario golpeado por el esc¨¢ndalo de la UNGRD que sale del Gobierno. El primero fue Olmedo L¨®pez, miembro del Polo Democr¨¢tico Alternativo, quien fue director de la Unidad y ahora colabora con la justicia. En su discurso del pasado 20 de julio, el presidente pidi¨® perd¨®n a los ciudadanos por haber nombrado a L¨®pez en ese cargo, y esta semana volvi¨® a mencionarlo: ¡°Olmedo que viene de la misma izquierda y de Colombia Humana, y quien no se hizo respetar por deshonesto¡±. Luego fue Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez, compa?ero de Petro en la extinta guerrilla del M-19 y cabeza de la inteligencia hasta julio, cuando el presidente anunci¨® su retiro. ¡°Su cargo como responsable de inteligencia civil es incompatible con cualquier investigaci¨®n judicial¡±, dijo entonces Petro. Olmedo L¨®pez era del coraz¨®n de la izquierda. Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez del coraz¨®n del antiguo M-19. Ricardo Bonilla del coraz¨®n de Petro.

Su salida contrasta con el regreso de Armando Benedetti a la Presidencia. El pol¨ªtico tradicional, que apoy¨® al derechista ?lvaro Uribe y luego al centrista Juan Manuel Santos, aterriz¨® como jefe de la campa?a presidencial de Petro cuando vio que sus probabilidades de ganar eran altas. Luego pas¨® por la embajada de Caracas y la que cre¨® Petro en Roma ante la FAO, pero Benedetti regres¨® la semana pasada al tercer piso de la Casa de Nari?o a pesar de estar metido en varios esc¨¢ndalos de corrupci¨®n. El m¨¢s sonoro, que pasa por una conversaci¨®n filtrada a la revista Semana entre ¨¦l y su antigua secretaria Laura Sarabia (ahora la directora del DAPRE), sugiere que el dinero que se movi¨® en la campa?a presidencial super¨® con creces los l¨ªmites establecidos. Benedetti adem¨¢s fue se?alado de violencia dom¨¦stica por su pareja, y entre la izquierda hubo mucho malestar por su regreso. Petro, aun as¨ª, le abri¨® una oficina a pasos de su despacho.

La salida de Bonilla, en otras palabras, resalta qui¨¦nes son para el presidente los inamovibles: su primer c¨ªrculo en la campa?a, a quienes Petro ha sostenido pese a distintos esc¨¢ndalos. Adem¨¢s de Benedetti est¨¢, por ejemplo, Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y quien fue gerente de la campa?a electoral: hoy es investigado por presuntamente violar los topes de campa?a permitidos, y m¨¢s recientemente ha sido se?alado de nepotismo por presuntamente dirigir contratos del Estado a su pareja. Est¨¢ tambi¨¦n Laura Sarabia, central en la campa?a junto a Benedetti, quien fue se?alada por su exni?era de ordenar que se le hiciera una prueba de pol¨ªgrafo cuando se perdieron miles de d¨®lares, en efectivo, de su casa. Otro inamovible es Andr¨¦s Hern¨¢ndez, jefe de prensa de presidente en la campa?a y en su paso por el Legislativo. Hoy es c¨®nsul en M¨¦xico gracias a Petro, y se mantiene all¨ª aunque ha sido se?alado por trabajadores de esa misi¨®n de estafa, acoso laboral, acoso sexual y mal manejo del dinero p¨²blico.

En el caso de Bonilla, el presidente ha dicho que el problema de fondo no es una persona sino la estructura del Estado que promueve un chantaje de los congresistas a los ministros de Hacienda que necesitan un aval para los cr¨¦ditos necesarios. Ha dicho el presidente que, sin esos avales de los legisladores, Colombia puede caer en un default o cesaci¨®n de pagos. ¡°Todo ministro de hacienda ha sido chantajeado y extorsionado, desde el congreso. El congresista tambi¨¦n cree que es normal, que es obvio pues as¨ª se ha hecho siempre la pol¨ªtica, dicen¡±. En esa postura coincide parcialmente con su exministro de Educaci¨®n y ahora cr¨ªtico, Alejandro Gaviria. ¡°Hay que eliminar la Comisi¨®n Interparlamentaria de Cr¨¦dito P¨²blico. Solo cumple una funci¨®n, la funci¨®n extorsiva por parte de congresistas¡±, ha argumentado en X, a la vez que ha se?alado al Gobierno de tolerar y ver crecer el clientelismo que tambi¨¦n usaron los presidentes anteriores.

Si la culpa es del Estado, para Petro es mejor que Bonilla se vaya. ¡°Yo prefiero que el doctor en econom¨ªa, ingenuo por no tener pr¨¢ctica pol¨ªtica coja el camino digno de Varoufakis [exministro de Hacienda de Grecia] y renuncie¡±, escribi¨® Petro. Otros funcionarios, aparentemente m¨¢s h¨¢biles en la pr¨¢ctica pol¨ªtica, como Armando Benedetti, s¨ª se quedan.