Human Rights Watch denuncia abusos laborales y sexuales en la industria de las ¡®webcammers¡¯ en Colombia
La organizaci¨®n de derechos humanos investig¨® durante 18 meses c¨®mo funcionan los estudios de la industria en Bogot¨¢, Cali, Medell¨ªn y Palmira


Junto con Ruman¨ªa, Colombia es considerado uno de los pa¨ªses del mundo con m¨¢s ¡®webcammers¡¯. Estas modelos er¨®ticas digitales ejercen el trabajo sexual en plataformas web en las que un usuario paga por una interacci¨®n en video y en vivo. Se estima que entre 40.000 y 50.000 personas trabajan en el pa¨ªs sudamericano en esta industrial digital. Y, tambi¨¦n como en Ruman¨ªa, los miles de modelos tienen pocos, cuando no nulos, derechos laborales. As¨ª lo cuenta un reporte que ha publicado este lunes la organizaci¨®n defensora de los derechos humanos, Human Rights Watch (HRW), despu¨¦s de llevar a cabo una investigaci¨®n durante 18 meses en las ciudades de Bogot¨¢, Medell¨ªn, Cali y Palmira, enfocada en estudios de cuatro de las plataformas digitales m¨¢s utilizadas: BongaCams, Chaturbate, LiveJasmin y Stripchat. ¡°La explotaci¨®n sexual no es inherente al modelaje webcam, pero nuestra investigaci¨®n indica que el riesgo de explotaci¨®n en los estudios colombianos es muy alto¡±, dice Erin Kilbride, autora del informe. HRW entrevist¨® a 55 personas que trabajan como webcamers, adem¨¢s de autoridades colombianas e investigadores que han hecho seguimiento al tema. Las y los modelos webcamers ¡ªsi bien la mayor¨ªa son mujeres, hay hombres, tanto transg¨¦nero como cisg¨¦nero¡ª fueron contactados a trav¨¦s de La Liga de Salud Trans y la Corporaci¨®n Calle 7 Colombia.
El informe inicia por narrar los abusos laborales. De acuerdo con HRW, la gran mayor¨ªa de las personas entrevistadas se?ala que las condiciones laborales que tienen y los ingresos que reciben son diferentes a lo que cre¨ªan antes de iniciar en esa labor. Indica que las plataformas suelen retener entre 50% y 65% de los ingresos generados por cada modelo. Luego, cuenta el reporte, las mujeres que suelen emplearse en estas plataformas no tienen acceso a computadores, c¨¢maras digitales ni WiFi, y por eso alquilan un cub¨ªculo en los estudios que ofrecen las p¨¢ginas web. All¨ª, sin embargo, las plataformas no solo cobran por usar sus herramientas de trabajo, como el computador, sino que lo hacen por un jab¨®n o detergente que les permita estar en condiciones de salubridad ¨®ptimas.
¡°Muchas modelos de webcam dijeron a Human Rights Watch que hab¨ªan desarrollado infecciones y erupciones cut¨¢neas tras trabajar largas horas en estudios con condiciones antihigi¨¦nicas e instalaciones de aseo limitadas o inexistentes¡±, dice el informe. ¡°Una vez toqu¨¦ el teclado y estaba lleno de esperma o de otro l¨ªquido. Estaba obsesionada con cubrirlo todo con alcohol¡±, cita a una de ellas. El texto explica que varias personas empiezan sus turnos intentando limpiar el espacio de pelos, cenizas de cigarrillo o fluidos varios. ¡°Hab¨ªa una epidemia de sarpullidos en nuestras manos y dedos a causa de los teclados sucios y no paraba de extenderse¡±, cont¨® otra modelo.
Tambi¨¦n est¨¢ el horario laboral. Algunas modelos declararon a HRW que los estudios las han obligado a transmitir durante 18 horas, sin descansos de m¨¢s de 15 o 20 minutos, para mantener su acceso en la plataforma. Una de ellas dijo a los investigadores que ¡°escond¨ªa bocadillos detr¨¢s del escritorio y de la c¨¢mara porque eran 10 horas sin descanso para comer y nos daba mucha hambre¡±. Estar fuera de la pantalla unos minutos es estar fuera del mercado, por lo que los due?os o administradores de los estudios ejercen una vigilancia constante, no solo al trabajo de las modelos webcam sino incluso a sus conversaciones con los usuarios. ¡°Mar¨ªa (un nombre falso) cont¨® a Human Rights Watch que, adem¨¢s de su c¨¢mara de transmisi¨®n, la direcci¨®n tambi¨¦n instal¨® c¨¢maras de vigilancia en los ba?os, en los vestidores donde las modelos se cambian de ropa y en la escalera¡±, dice el informe.
Ese abuso laboral se convierte en varias ocasiones en abuso sexual. Las modelos t¨¦cnicamente tienen derecho a cerrar una sesi¨®n si un usuario le est¨¢ exigiendo ver actos sexuales a los que ellas no est¨¢n dispuestas, pero en la pr¨¢ctica los due?os de las plataformas vigilan lo que piden los usuarios y las presionan u obligan a practicar esos actos. ¡°Entre los ejemplos de tipos de fuerza y coacci¨®n se inclu¨ªan que los administradores y monitores abrieran la puerta del cub¨ªculo de una modelo y la agredieran sexualmente ante la c¨¢mara despu¨¦s de ver que un cliente le ped¨ªa que introdujera a otra persona en transmisi¨®n¡±, cuenta el informe. Una de las webcammers dijo a los investigadores que temi¨® por su vida cuando los administradores le presionaron a llevar a cabo una penetraci¨®n con un objeto de vidrio que pod¨ªa romperse.
¡°Algunos tambi¨¦n quieren que haga coca¨ªna, y el estudio la tiene disponible [as¨ª que el due?o la trae a mi cub¨ªculo]. Otros me piden que haga cosas con heces y que me corte las venas. Otros quieren verme sangrar durante mi periodo y ver mis toallas higi¨¦nicas. Los propietarios me acosaban constantemente y entraban en mi habitaci¨®n para intimidarme y obligarme a hacer estas cosas. Me quej¨¦ y me dijeron que todos los estudios son as¨ª¡±, cuenta una de las modelos. Otros administradores presionaban a las webcamers para que se presentaran como menores de edad ante los usuarios que lo pidan, a pesar de que ellas no quer¨ªan y esto va contra las reglas de las plataformas. Aunque todas las personas entrevistadas por HRW son adultas, algunas contaron que los estudios les permitieron empezar a trabajar cuando eran menores de edad, lo que tambi¨¦n viola esas normas.
Justamente por eso, una de las grandes conclusiones del informe es que nadie conoce ni respeta las reglas de las plataformas. La enorme mayor¨ªa de las trabajadoras entrevistadas por HRW no conoc¨ªan los t¨¦rminos de servicio de las p¨¢ginas web para las que trabajan. BongaCams, Chaturbate, y Stripchat respondieron a HRW que tienen pol¨ªticas para prevenir el abuso infantil, y negaron que haya abusos laborales en sus estudios. LiveJasmin no quiso dar una respuesta oficial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
