Trata de personas, complicidad estatal y feminicidios: un documental retrata el horror oculto tras la web de Zona Divas
¡®El Portal¡¯, una miniserie de Netflix, da voz a las supervivientes y a las familias de las v¨ªctimas de esta red en l¨ªnea que captaba a mujeres de Sudam¨¦rica para llevarlas a M¨¦xico, donde eran explotadas sexualmente
Kenni Finol, de 23 a?os, abandon¨® Venezuela con un objetivo: no ver morir a su madre. Esta padec¨ªa una condici¨®n del coraz¨®n y debido a la crisis econ¨®mica, social y pol¨ªtica que persiste en ese pa¨ªs desde hace m¨¢s de dos d¨¦cadas, era dif¨ªcil conseguirle los medicamentos que la ayudaban con su padecimiento. Parti¨® hacia M¨¦xico con un fin que tratar¨ªa de cumplir a pesar de todo. Sus hermanas recuerdan que crecieron entre mucha pobreza y ¡°malandraje¡± en el barrio 1 de mayo, en el Estado de Zulia. Uno de los m¨¢ximos deseos de Kenni era comprarle una casa a su progenitora, porque la hab¨ªa agobiado mucho tener que mudarse constantemente durante su infancia. ¡°Con lo poco que ten¨ªa, era muy inquieta con esa actitud que ten¨ªa y sex appeal¡±, recuerda Massiel, su hermana mayor.
Finol fue captada por personas a cargo de una web que ofrec¨ªa servicios de escorts a trav¨¦s de internet. La web zonadivas.com, en funcionamiento a trav¨¦s de distintas URL¡¯s desde 2001, se presentaba como un cat¨¢logo en l¨ªnea que ofrec¨ªa servicios de compa?¨ªa y le daba un contrato, refrendado por un notario, que indicaba que el trabajo lo realizaba de forma libre y voluntaria y que su ¨²nico convenio entre ambas partes era de publicidad. Con el tiempo, la joven venezolana se convirti¨® en la imagen de este negocio. ¡°Era la mu?eca m¨¢s cara de la vitrina. Extrovertida, alegre, bell¨ªsima¡±, la recuerda un amigo, quien adem¨¢s era su estilista.
Por fuera parec¨ªa una historia en la que Finol, bajo sus propios t¨¦rminos, hab¨ªa encontrado la forma de sacar a su familia adelante. Sin embargo, el trasfondo ocultaba una experiencia de horror. ¡°Kenni lloraba mucho. Dec¨ªa que el cuerpo le dol¨ªa demasiado. No nos contaba todo tan cruel como fue en realidad. Entrar a esa vida es f¨¢cil, pero que dif¨ªcil es salir¡±, recuerda su hermana. Su cad¨¢ver, con se?as de tortura y el rostro completamente desfigurado, apareci¨® el 25 de febrero de 2018 en la colonia Jardines de Santa Clara, en Ecatepec. Su muerte form¨® parte de una ola de feminicidios en la capital, todas mujeres que se encontraban dentro del cat¨¢logo de zonadivas.com, una organizaci¨®n criminal dedicada a la explotaci¨®n sexual de mujeres extranjeras.
Cinco a?os despu¨¦s de los sucesos, El Portal, la historia oculta de Zona Divas, una miniserie documental de Netflix ¡ªdisponible desde el 5 de septiembre¡ª, da voz a las supervivientes y a las familias de las v¨ªctimas de esta red de explotaci¨®n sexual. ¡°Algo que creo que es muy importante de la serie es que mucho de este caso se ha abordado desde la investigaci¨®n de la Fiscal¨ªa, desde los documentos del caso, lo que se sab¨ªa del modus operandi de captaci¨®n para todo lo que se ve en respecto a la trata, al trabajo sexual forzado, pero creo que hasta ahora no se hab¨ªa recuperado las voces de las sobrevivientes¡±, recalca Fernanda Valadez, quien junto a Astrid Rondero estuvieron a cargo de la realizaci¨®n de la producci¨®n documental.
Finol, Wendy, G¨¦nesis, Andre¨ªna y Karen, quienes fueron asesinadas entre 2017 y 2018, ¡°ninguna se fue por llenar su ego y darse una vida de lujo¡±, seg¨²n recuerda uno de sus allegados en la serie. Estas abandonaron sus pa¨ªses por la situaci¨®n precaria en la que se encontraban o por ayudar a un miembro de su familia. Brenda Stewart, una de las mujeres que logr¨® separarse de Zona Divas, contaba ante la c¨¢mara para la serie: ¡°Todos los d¨ªas se iba muriendo alguna o era una por semana. La percepci¨®n era que iban a morir todas. Era una especie de El juego del miedo¡±.
No fue el caso de todas, pero una gran mayor¨ªa de las mujeres que fueron captadas por el portal, fueron convencidas con condiciones que al momento de su llegada a M¨¦xico no eran las que hab¨ªan acordado. A muchas de ellas las despojaron de su documentaci¨®n y otras fueron forzadas a prostituirse a pesar de que se les hab¨ªan ofrecido trabajos de limpieza y de tareas del hogar. Las obligaban a cumplir jornadas extenuantes con hasta 10 servicios al d¨ªa para cubrir la deuda por los pasajes de avi¨®n, por el servicio de vivienda, transporte, sesiones fotogr¨¢ficas y el espacio publicitario que se les otorgaba dentro de la p¨¢gina de zonadivas.com.
Candice Miller, otra de las mujeres que logr¨® escapar de la red de trata, recuerda que si cobraban 2.500 pesos por servicio, les descontaban 400 por el taxi, 700 por la comida y los administradores de la p¨¢gina se quedaban con 1.000 de comisi¨®n. Posteriormente descubrieron que en el departamento donde dorm¨ªan en literas, una encima de la otra, la renta costaba 10.000 pesos, sin embargo a cada una le cobraban 7.500. La web zonadivas.com, administrada y creada por Ignacio Santoyo El Soni y Jos¨¦ Antonio Villeda El Toni, contaba con al menos 25 pesta?as dentro de la p¨¢gina en las que se ofrec¨ªa los servicios de 35 mujeres en cada una.
Una amiga de Wendy, que mantiene el anonimato en la serie, revela que tras tres meses y haber cubierto la deuda que hab¨ªan asumido por ser llevadas hasta M¨¦xico, les segu¨ªan cobrando por cosas no estipuladas. Decidieron irse a Puebla, pero las bloquearon de la p¨¢gina. Comenzaron las amenazas, dici¨¦ndoles que si no iban a trabajar con ellos era preferible que dejaran el pa¨ªs.
¡°Quer¨ªamos volver a Venezuela, pero no pod¨ªamos trabajar. No ten¨ªamos dinero para los vuelos. La ¨²nica forma de trabajar era con Soni. Siempre que pasaba algo con cualquier chica o cualquier problema con la agencia, te bloqueaba y el requisito que pon¨ªa para volver a la p¨¢gina era una fiesta con drogas, hacer tr¨ªos, estar mujer con mujer para satisfacer sus deseos sexuales. Wendy y yo lo hicimos. Fuimos a una fiesta con Soni y ese d¨ªa tuvimos que tener sexo con ¨¦l sin protecci¨®n. Era la ¨²nica forma que ten¨ªamos de trabajar¡±, recuerda.
La investigaci¨®n, que comenz¨® hace tres a?os y se refleja en cuatro episodios, cuenta con un material de archivo que permite al p¨²blico adentrarse en el proceso de trata en distintos pa¨ªses y el rastro de ese viaje en el que es ¡°muy dif¨ªcil de juntar las piezas¡±, explica Rondero. ¡°La serie nos muestra c¨®mo son enganchadas y c¨®mo ellas, despu¨¦s dentro de esa misma vor¨¢gine que es la trata, terminan ellas un poco en algunos casos replicando o siendo parte de esa cadena que, al final, eso no las hace menos v¨ªctimas. La Fiscal¨ªa aqu¨ª en M¨¦xico deber¨ªa reflexionar para que este delito realmente persiga las cabezas y no a las mujeres que han sido tratadas. Si uno analiza hist¨®ricamente las personas que se encuentran presas, la mayor parte de ellas son mujeres¡±, afirma la codirectora.
La serie documental pone tambi¨¦n el foco sobre el involucramiento del Estado, a trav¨¦s de la Fiscal¨ªa y el Instituto Nacional de Migraci¨®n, para que estos grupos criminales hayan podido operar de manera impune. Asimismo, El Portal recurre a material de archivo de las conversaciones entre las v¨ªctimas y sus familias, as¨ª como testimonios de hombres que fueron clientes de zonadivas.com.
¡°Lo importante del documental es poner estos temas en la mesa, en el di¨¢logo social para que visibilice la cadena completa. Luego pasa que son temas tab¨² que no se hablan, y entonces est¨¢n pasando al lado de ti o en tu colonia, en tu cuadra, con tu vecino, tu primo y como que nadie se da cuenta y nadie lo quiere ver. Creemos que al exponer la cadena completa, incluso gente que lo consume, o que conoce gente que consume, va a ser un poco m¨¢s consciente tambi¨¦n de todo lo que implica esto que tienen en frente¡±, explica Ivonne Guti¨¦rrez, una de las productoras.
Una de las dificultades, cuenta Valadez, fue la restricci¨®n por parte de la Fiscal¨ªa a la informaci¨®n de varios de los casos, lo que ocasion¨® que el trabajo de investigaci¨®n se empantane en distintos momentos del proceso. Esto tambi¨¦n, en parte, porque las mujeres que fueron forzadas por esta organizaci¨®n criminal no ten¨ªan la libertad ni la confianza de acudir o pedir ayuda a las autoridades porque estos eran ¡°un enemigo¡±, ya que la polic¨ªa y las autoridades migratorias las extorsionaban. ¡°El riesgo que corr¨ªan por la corrupci¨®n de las autoridades era muy grande¡±, complementa la codirectora.
¡°Es una estructura que no fue vulnerada, m¨¢s al contrario fue atomizada. Eso fue una de las cosas importantes que fuimos entendiendo en el equipo. No es una estructura piramidal o una estructura criminal de una sola cabeza, sino son m¨²ltiples c¨¦lulas operando paralelamente, lo cual lo hace muy complejo, que aunque Zona Divas fue desmantelada, no as¨ª esta red criminal de muchas cabezas que sigue operando en M¨¦xico¡±, afirma Rondero.
Tanto las directoras, como el equipo de producci¨®n e investigaci¨®n se tomaron con mucha responsabilidad abordar esta producci¨®n desde el g¨¦nero de True Crime, un formato que se ha vuelto popular en los ¨²ltimos a?os para reactivar o profundizar en sucesos o investigaciones criminales que conmocionaron a la sociedad o que no tuvieron una resoluci¨®n definitoria.
¡°La investigaci¨®n fue muy rigurosa y cuidadosa de c¨®mo se presentaron estos cr¨ªmenes. Al final de cuentas, es importante tener mucho cuidado de no romantizar al criminal y el crimen. Era bien importante para nosotras mantener un rigor period¨ªstico, la ¨¦tica. Cuidar mucho el no revictimizar y todas las cuestiones en las cuales se puede caer al hacer un True Crime¡±, precisa Guti¨¦rrez.
M¨¦xico es un pa¨ªs de origen, de tr¨¢nsito y de destino de v¨ªctimas de trata con fines de explotaci¨®n sexual. De 2015 a 2023, en el pa¨ªs se ha registrado 4.633 mujeres v¨ªctimas, seg¨²n el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica. El 41% de las v¨ªctimas consiguen escapar y ponerse en contacto con las autoridades por iniciativa propia a medida que las respuestas institucionales son insuficientes, seg¨²n el Informe Mundial sobre Trata de Personas 2022. ¡°Creo que es un formato [el True Crime] que particularmente en Latinoam¨¦rica y en M¨¦xico podr¨ªa poner en la discusi¨®n la impartici¨®n de justicia, que sabemos que est¨¢ en el 98% de impunidad. Por eso un caso como el de Zona Divas es un bot¨®n de muestra de la situaci¨®n tan vulnerable en la que se encuentran las mujeres particularmente v¨ªctimas de trata¡±, finaliza Rondero.
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