Colombia busca los restos de sus desaparecidos en el oc¨¦ano Pac¨ªfico
Las autoridades han llevado a cabo su primera b¨²squeda sobre el mar de la mano de pescadores, piang¨¹eras, antrop¨®logos, biof¨ªsicos y buzos. De la misi¨®n se rescataron dos cuerpos que ya fueron entregados a Medicina Legal para su identificaci¨®n
La isla calavera, un diminuto islote en el mar pac¨ªfico colombiano, est¨¢ rodeada por un cintur¨®n de fosas comunes en el fondo del agua. El cayo, ubicado a un kil¨®metro del puerto de Buenaventura, adopt¨® ese nombre hace tres d¨¦cadas, cuando la gente dej¨® de llamarla isla p¨¢jaro por los cerca de 190 desaparecidos que los grupos armados ilegales arrojaron a ese manglar. Est¨¢ ubicada dentro del estero de San Antonio, sobre el que la Unidad de B¨²squeda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y la Jurisdicci¨®n Especial de Paz (JEP) han reportado hallazgos en la primera b¨²squeda de desaparecidos sobre el mar que se ha hecho en Colombia. Las autoridades trabajaron de la mano de pescadores, piang¨¹eras, antrop¨®logos, biof¨ªsicos y buzos.
Es como buscar una aguja en un pajar. Durante la primera fase de rastreo se utiliza tecnolog¨ªa como la ecolocalizaci¨®n, una t¨¦cnica que consiste en emitir ondas sonoras sobre el mar para identificar los ecos que rebotan en los objetos. Pedro Albarrac¨ªn, el buzo y arque¨®logo mar¨ªtimo que particip¨® de la misi¨®n, explica que es una t¨¦cnica de la biof¨ªsica que les permite identificar si en las profundidades hay alg¨²n objeto. ¡°Los sonidos en la marea son distintos cuando la onda rebota sobre un objeto blando que sobre un objeto s¨®lido¡±. En los puntos donde el sensor identificaba alg¨²n rastro de inter¨¦s, se iba marcando una coordenada. Fueron 50 kil¨®metros de aguas abiertas en las que biof¨ªsicos y forenses buscaron, con tecnolog¨ªa nunca antes usada en Colombia para este fin, alguna posible anomal¨ªa.
Los primeros indicios que tuvieron los investigadores era rastrear contenedores o barriles. ¡°Sabemos que a mucha gente la arrojaron dentro de canecas llenas de cemento¡±, cuenta Daniela Correa, investigadora social de Buenaventura de la UBPD. Con ese indicio y con varias cartograf¨ªas en mano, que han construido por d¨¦cadas las familias buscadoras, comenz¨® la b¨²squeda. La misi¨®n ocurri¨® discretamente en agosto de 2023 y diciembre de 2024.
Durante 17 d¨ªas, en el ¨²ltimo mes, se intervinieron siete pol¨ªgonos en Buenaventura donde, seg¨²n investigaciones previas, pod¨ªa haber ¡°anomal¨ªas forenses¡±. Una parte de la b¨²squeda se hizo con buzos que se sumerg¨ªan en el Pac¨ªfico para identificar posibles cuerpos que no pertenecieran al mar. La profundidad m¨¢xima que alcanzaron en ese peque?o cuerpo de agua fue de nueve metros, hasta donde bajaban con linternas y una vara de punci¨®n para picar el suelo. En la superficie, sobre las lanchas, los esperaban y guiaban los pescadores ancestrales de las comunidades afro, conocedores del territorio, y quienes se encargaban de advertir de alg¨²n cambio repentino en la marea, del clima y de las particularidades de las aguas.
En isla calavera la b¨²squeda la lideraron las piang¨¹eras, que son las mujeres que se adentran en los manglares con experticia para sacar del lodo, manualmente, un molusco que crece en las ra¨ªces. De eso se alimentan sus comunidades. Pero esta vez hurgaron manualmente sobre la tierra para buscar alg¨²n hallazgo de inter¨¦s forense. Antes de salir a terreno, calculaban el momento en que la marea del Pac¨ªfico bajaba para abrirse paso entre la tierra. Su habilidad ancestral les permite caminar sobre el lodo sin hundirse, y recuperar desde los insectos m¨¢s peque?os hasta los elementos m¨¢s grandes de la tierra. Por sus saberes, lideraron al equipo institucional de antrop¨®logos que las acompa?¨® en la b¨²squeda, en medio de un corredor humanitario que los actores armados dispusieron durante la misi¨®n.
Daniela Correa asegura que el reto m¨¢s grande fue lograr la articulaci¨®n del equipo t¨¦cnico con los saberes de las comunidades negras del Pac¨ªfico. ¡°Ten¨ªamos un equipo t¨¦cnico comunitario, que eran los pescadores, las matronas, las piang¨¹eras y l¨ªderes espirituales afro; y un equipo t¨¦cnico territorial, que estaba conformado por forenses, antrop¨®logos, buzos, biof¨ªsicos y fiscales¡±. Eran 15 personas, que iniciaban la b¨²squeda con una armonizaci¨®n del territorio. Se llevan velas, tejidos de fique, flores, frutas y sahumerios como ofrenda antes de intervenir la tierra y el agua.
Todo el proceso comenz¨® en 2021, cuando varias organizaciones comunitarias elevaron una petici¨®n formal para que se buscaran a sus familiares desaparecidos en medio de la guerra, y posiblemente arrojados al mar. No ten¨ªan dudas de que all¨ª estaban, en medio del mar. A mediados de los 90, los pescadores de la zona ve¨ªan cuerpos flotando sobre el agua. Luego, en 2004, exparamilitares como ?ver Veloza, conocido como alias HH, reconocieron ante la justicia que varias de sus v¨ªctimas hab¨ªan sido amarradas a los manglares de isla calavera, o arrojadas al mar amarradas a estructuras de cemento. La guerra en Buenaventura, desde entonces, ha dejado al menos a 940 personas desaparecidas, seg¨²n datos de la Unidad de B¨²squeda, de quienes sus familiares todav¨ªa no tienen el m¨¢s m¨ªnimo rastro.
En di¨¢logo con Luz Janeth Forero Mart¨ªnez, directora general de la UBPD, dice que la desaparici¨®n forzada es ¡°el delito m¨¢s atroz que se ha cometido en el conflicto armado, por la zozobra que implica no tener un cuerpo qu¨¦ llorar¡±. Los retos de buscar en el agua llevaron a que la entidad consultara con expertos internacionales sobre b¨²squedas acu¨¢ticas, y qu¨¦ desaf¨ªos representaban para el pa¨ªs. ¡°Nos encontramos con muchas recomendaciones t¨¦cnicas que, en t¨¦rminos generales, nos arrojaba la misma conclusi¨®n: la b¨²squeda en cuerpos de agua no arroja grandes resultados, pero debe hacerse porque dignifica el proceso, y porque esto es decirle a la gente que ellos ya no buscan solos, sino que nosotros buscamos a sus familiares¡±. Lo dice con certeza y prudencia, porque aunque se recuperaron algunas estructuras ¨®seas del mar, est¨¢n en proceso de identificaci¨®n. ¡°Para nosotros es m¨¢s importante el proceso que el resultado¡±, reitera.
Una de las complejidades del proceso es que la UBPD y la JEP solo tienen competencia para buscar a los desaparecidos en el marco del conflicto armado en unas fechas determinadas: es decir, las v¨ªctimas antes del 1 de diciembre de 2016. Los cuerpos que se puedan encontrar en el mar y que arrojen, en los cotejos forenses, que su desaparici¨®n fue posterior a esa fecha, pasan a manos de la Fiscal¨ªa. ¡°Tuvimos un primer hallazgo en 2021, cuando encontramos un cr¨¢neo. Pero en la identificaci¨®n nos dimos cuenta que era de una desaparici¨®n reciente, de un a?o atr¨¢s¡±, explica Forero. Ella, una forense especializada en b¨²squedas complejas, dice que Buenaventura es uno de los retos m¨¢s grandes de su mandato. ¡°El Valle del Cauca es el tercer departamento con m¨¢s desapariciones forzadas, aproximadamente unas 5.000. Pero solo Buenaventura tiene m¨¢s de 900. Y en el mar, buscamos 190¡å.
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