Las deudas acumuladas sacuden con fuerza a las electrificadoras p¨²blicas de Colombia
Departamentos como Choc¨®, Meta o Sucre cargan con el mayor lastre debido a viejas falencias y falta de liquidez
Puerto Carre?o (Vichada), capital fronteriza con Venezuela, qued¨® sumida en la oscuridad durante 20 horas el pasado 2 de enero. La situaci¨®n no suscit¨® mayor sorpresa. Electrovichada, la energ¨¦tica p¨²blico-privada local, ya tiene habituados a sus casi 20 mil habitantes a las ca¨ªdas del servicio. Basta revisar las quejas en la red para cotejar los l¨ªos del caluroso y h¨²medo municipio de la Orinoqu¨ªa. Tras el corte masivo se hallar¨ªa el retraso del Gobierno de Gustavo Petro en el giro de los subsidios oficiales que le corresponden a la compa?¨ªa el¨¦ctrica. Por esto, la Procuradur¨ªa abri¨® una indagaci¨®n el viernes contra funcionarios del Ministerio de Minas y Energ¨ªa.
Las deudas acumuladas desde la crisis del Covid-19 agobian a la mayor¨ªa de empresas energ¨¦ticas en Colombia. Un quebradero de cabeza. Primero, para miles de usuarios que padecen desde entonces los estragos de un mal servicio y el encarecimiento de las facturas. Pero tambi¨¦n para un pu?ado de energ¨¦ticas que prestan el suministro con las u?as, casi todas p¨²blicas y en la Colombia perif¨¦rica o rural. La crisis, caben pocas dudas, est¨¢ estratificada. ¡°El 45% del d¨¦ficit total de los subsidios se genera en la costa Caribe¡±, asegura Jos¨¦ Camilo Manzur, presidente de la Asociaci¨®n Colombiana de Distribuidores de Energ¨ªa El¨¦ctrica (ASOCODIS).
Se trata de una regi¨®n con una bomba de tiempo entre las manos. La privada Air-e, una de las dos operadoras caribe?as, est¨¢ en proceso de intervenci¨®n estatal. La decisi¨®n sobre su futura liquidaci¨®n, o salvamento financiero, hoy se halla en poder del Gobierno. Por su parte Afinia, que es p¨²blica y complementa la cobertura en los dem¨¢s departamentos costeros, absorbe buena parte de los impagos de los usuarios y del Estado: ¡°El riesgo es mayor en la regi¨®n Caribe porque concentra casi la mitad de las deudas. Y el caso m¨¢s cr¨ªtico es el de Afinia, que ya se ha mencionado p¨²blicamente¡±, detalla Manzur sobre una compa?¨ªa del grupo Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn.
La deuda total con las energ¨¦ticas cerr¨® 2024 en una cifra cercana a los 7 billones. De ellos, el 60% es d¨¦ficit p¨²blico. A saber: 3,3 provienen de la denominada ¡®opci¨®n tarifaria¡¯, un subsidio decretado por el Gobierno de Iv¨¢n Duque durante la pandemia para aliviar el bolsillo de los usuarios. Otros 2,7 se concentran en subsidios represados por la actual Administraci¨®n. Organismos y entidades oficiales adeudan el bill¨®n restante. Un escenario que ha desnudado viejas fragilidades de las m¨¢s peque?as energ¨¦ticas de gesti¨®n departamental, como es el caso de la Empresa de Energ¨ªa del Amazonas, la Empresa de Energ¨ªa del Putumayo, Electrohuila o DISPAC, en el Choc¨®. ¡°Cuando uno mira, las distribuidoras o comercializadoras p¨²blicas est¨¢n ubicadas en su mayor¨ªa en las regiones donde la prestaci¨®n del servicio es mucho m¨¢s compleja. O el nivel socioecon¨®mico de los usuarios de estratos bajos es m¨¢s extendido¡±, explica Julio C¨¦sar Vera, presidente de la fundaci¨®n Xua Energy.
Todas las empresas gestionadas por la Naci¨®n est¨¢n en vilo, sugiere Jorge Valencia, asesor en proyectos de energ¨ªa. ¡°No est¨¢ entrando la plata suficiente a la caja de las compa?¨ªas para que puedan funcionar. Pero el problema de las empresas p¨²blicas no es de esta crisis. La raz¨®n fundamental es que sus condiciones comerciales, de contratos de largo plazo, o de cr¨¦dito, las deja en una situaci¨®n delicada¡±, dice. Su discurso reincide en las caracter¨ªsticas de mercados que dificultan la gesti¨®n financiera. Las limitaciones en poblaciones vulnerables, como en una espiral, inciden sobre la prestaci¨®n del servicio. Las tarifas suben para tapar las deudas. Y el proceso de compra de energ¨ªa se vuelve m¨¢s engorroso porque los precios son muy altos.
El problema, recuerda m¨¢s de un analista, es que se trata de distorsiones dentro de un mercado a cargo del suministro de un servicio b¨¢sico fundamental. ¡°Lo cual implica que el Estado tiene mayor compromiso de cumplir con los subsidios. Porque los problemas de ilicitud, de falta de pago y cartera de las entidades locales y regionales son mayores¡±, precisa Vera. Un punto que ha dado pie para que el presidente, Gustavo Petro, dispare todo tipo de cr¨ªticas. El pasado 12 de diciembre, de hecho, anunci¨® un decreto que limitar¨¢ el mercado en la Bolsa de Valores de Colombia del 20% que se transa hoy al 5% ¨Cel resto se negocia a trav¨¦s de contratos bilaterales¨C.
Una receta para atajar, en teor¨ªa, los caprichos de la ruleta burs¨¢til. Un universo que se rige por imprevistos como las sequ¨ªas. ¡°Lo que estoy se?alando es que el margen para manejar tarifas elevadas, que actualmente es del 20%, afecta principalmente a la poblaci¨®n del Caribe, ya que las distribuidoras, como Air-e, no venden en contrato, sino en bolsa, a trav¨¦s de una cadena de intermediarios, conocidos como comercializadores, que yo creo que muchos est¨¢n vinculados a pol¨ªticos que votaron en contra de la reducci¨®n de las tarifas el¨¦ctricas¡±, denunci¨® el mandatario de izquierdas.
Y si bien las reservas del presidente hacia las compa?¨ªas privadas son conocidas, por lo pronto no ha aportado ninguna f¨®rmula para sacar del precipicio a las energ¨¦ticas p¨²blicas. ¡°Sus problemas de acceso al mercado en Bolsa las deja en una posici¨®n cr¨ªtica. Y la situaci¨®n es peor a¨²n en zonas que no est¨¢n interconectadas. Muchas empresas no son de la Naci¨®n, sino de entidades de car¨¢cter regional cuya debilidad financiera es m¨¢s profunda¡±, abunda Vera. ?Qu¨¦ soluciones hay a la vista? ¡°A corto plazo hay que fondear la caja de las empresas, pero no a costa de los usuarios ni del sector¡±, concluye Jorge Valencia, ¡°tambi¨¦n habr¨ªa que encontrar soluciones de largo plazo, dando mayor cobertura a los contratos. Para que las tarifas bajen, y la gesti¨®n sea eficiente, es fundamental que los operadores recuperen las perdidas¡±.
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