El grafiti colombiano se planta ante la derecha m¨¢s militarista
Los artistas urbanos denuncian un aumento en la censura a los murales que tocan los cr¨ªmenes cometidos por la fuerza p¨²blica e investigados por la justicia transicional, como los falsos positivos o los desaparecidos. La derecha les critica la ausencia de un muralismo igual de fuerte en memoria de las v¨ªctimas de las guerrillas
Las cuchas ten¨ªan raz¨®n, y la calle se las dio primero. Esta semana, esa frase apareci¨® en un grafiti pol¨¦mico que se pint¨® en varias avenidas de Colombia, y que luego ha sido borrado y repintado en Barranquilla, Bogot¨¢ o Cali. Hace referencia a un grupo de madres de la comuna 13 de Medell¨ªn que lleva dos d¨¦cadas buscando a sus hijos desaparecidos. Ellas, ¡®las cuchas¡¯, aseguran que fueron asesinados por paramilitares y militares en la llamada Operaci¨®n Ori¨®n, y que sus restos fueron ocultados en una ladera que fue un vertedero de basuras hasta el 2019, conocida como La escombrera. Durante a?os la justicia no busc¨® all¨ª, luego no encontr¨® nada. Pero el pasado diciembre, el tribunal de justicia transicional de la Jurisdicci¨®n Especial para la Paz, o JEP, encontr¨® los restos ¨®seos de cuatro personas. El jueves pasado, adem¨¢s, confirm¨® que esos restos son de personas fallecidas entre 2002 y 2003, cuando ocurri¨® Ori¨®n. Los restos muestran que fueron asesinados con tiros de gracia. En suma, la JEP dice en lenguaje jur¨ªdico que las cuchas ten¨ªan raz¨®n, que el grafiti ten¨ªa raz¨®n. El repintado mural abre un nuevo cap¨ªtulo en la batalla que lleva la derecha m¨¢s militarista para poner en duda los cr¨ªmenes cometidos por la fuerza p¨²blica¡ªuna batalla que se libra entre c¨®digos y jurisprudencias, pero tambi¨¦n entre el est¨¦ncil y la brocha.
¡°Que borraran el mural era algo inevitable, iba a pasar, porque la calle siempre es un espacio contra- hegem¨®nico, donde tambi¨¦n es f¨¢cil encontrarse con el negacionismo¡± dice el grafitero que se identifica como Corrosivo Carsal, del colectivo Pirot¨¦cnica. ?l se hizo conocido hace unos a?os por otro mural, ?Qui¨¦n dio la orden? Ese hac¨ªa referencia a otros cr¨ªmenes de la fuerza p¨²blica, sobre todo a los cometidos por los militares que asesinaron durante a?os, en la presidencia de ?lvaro Uribe, a m¨¢s de 6.000 j¨®venes inocentes para presentarlos como guerrilleros muertos en combate¡ªlos mal llamados ¡°falsos positivos¡±. Fueron por lo menos 6.402 v¨ªctimas, de acuerdo con la JEP. Corrosivo cuenta que en los ¨²ltimos meses desconocidos le borraron dos murales, ?D¨®nde est¨¢n los desaparecidos?, y otro sobre el Caso Colectivo 82, que hace referencia a 13 personas desaparecidas en 1982.
¡°Hay un ¡®boom¡¯ de borrados, porque hay gente a la que le afecta mucho que se hable de responsables como [el expresidente ?lvaro Uribe] o las Fuerzas Armadas¡±, dice. Uribe fue quien orden¨® la Operaci¨®n Ori¨®n cuando arranc¨® su presidencia, en 2002. La JEP, que investiga los casos m¨¢s graves de falsos positivos y desapariciones imputadas a miembros de la fuerza p¨²blica, est¨¢ investigando esa verdad contra-hegem¨®nica que durante muchos a?os abordaron los grafitis.
Corrosivo y dos grafiteros m¨¢s consultados por EL PA?S creen que detr¨¢s del ¡°boom de borrados¡± est¨¢n viejos enemigos, como lo son grupos neonazis que salen en la noche con una brocha a tapar los murales. Tambi¨¦n hay otros, pol¨ªticos o aspirantes a serlo, que ven una opci¨®n para hacerse visibles a un a?o de las elecciones legislativas de 2026. El primer mural de Las cuchas tienen raz¨®n, en Medell¨ªn, fue borrado por orden de un concejal, Andr¨¦s Gury Rodr¨ªguez, del Centro Democr¨¢tico, el partido que fund¨® y lidera Uribe. En Bogot¨¢, se borr¨® por iniciativa de un fallido concejal del mismo partido en 2023, Jos¨ªas Fiesco.
¡°Cuando llegan esos concejales, o aspirantes a concejales, a los murales, es porque hay otro tipo de intereses, porque empez¨® la campa?a¡±, dice una grafitera conocida como Ana Renata, del Colectivo Dexpierte. Entre sus murales borrados por desconocidos cita el que toca otro caso judicial contra miembros de la fuerza p¨²blica: un homenaje a Jaime Garz¨®n, humorista asesinado en 1999 por paramilitares en con complicidad del Estado. ¡°Llevamos 14 a?os pintando en Colombia con un mensaje puntual: reivindicar las memorias que sufren en la impunidad, y esas suelen ser las de la desaparici¨®n forzada y los cr¨ªmenes de Estado¡±, dice Ana Renata.
La censura del borrado, en lugar de hacer callar al mural Las cuchas tienen raz¨®n, lo que hizo fue amplificarlo: se reprodujo en Bogot¨¢, Cali, Popay¨¢n, Villavicencio, Barranquilla, Pasto, Ibagu¨¦ y Bucaramanga. Pero en Cali un hombre armado intimid¨® a los artistas que pintaron el mural. En Barranquilla un grupo, liderado por un estudiante universitario, borr¨® el de la mayor ciudad del Caribe colombiano. ¡°Lo interesante es que ya la polic¨ªa y el ej¨¦rcito no son los que se ponen a censurar murales, son casi siempre civiles los que vienen a borrar¡±, dice otro grafitero, conocido como DJlu, o juegasiempre.
DJlu recuerda que Bogot¨¢ lleva varios a?os d¨¢ndole un espacio y respeto al grafiti y al muralismo, especialmente desde que un polic¨ªa asesin¨® al joven Diego Becerra cuando pintaba un grafiti, en 2012. ¡°Ese momento nos sac¨® del oscurantismo. Me he dado cuenta de que incluso a muchos polic¨ªas les gusta el muralismo, los grafitis. Uno me reconoci¨® una vez, cuando me cogi¨® pintando un ¡®medall¨®n¡¯, que su instituci¨®n no siempre ha actuado bien¡±, cuenta DJlu sobre una pintada en la que buscaba hacer un homenaje a un joven asesinado por la fuerza p¨²blica. ¡°Ya son unos extremistas los que tienen problemas con lo que dice el mural, los que se dicen aliados [de la fuerza p¨²blica].¡±, a?ade.
La derecha ha se?alado que los graffitis rara vez reivindican a las v¨ªctimas de las guerrillas, especialmente las de las FARC, el grupo armado cuyos cr¨ªmenes tambi¨¦n investiga la JEP. Entre 1996 y 2006, de acuerdo al tribunal, las FARC reclutaron a 18.677 menores, por lo que encima del mural Las Cuchas Tienen Raz¨®n algunos pintaron la cifra 18.000. ¡°Creo que tiene que ver con que la derecha ha tenido otro repertorio para reivindicar su memoria, como la movilizaci¨®n social en marchas que organizan los domingos¡±, dice Ana Renata. ¡°Creo que la violencia policial nos toca m¨¢s cerca a los del arte urbano¡±, opina Corrosivo.
¡°Pues creo que si hay gente que quiere hacer homenajes a los muertos del Eme, de las FARC, de cualquier guerrilla, es muy v¨¢lido¡±, dice DjLu. ¡°Mi invitaci¨®n ser¨ªa a que se empoderen, se pongan el overol: la calle es de todos y el mural es un pretexto una berraquera para que digan lo que quieren decir. Pero no me vengan a tapar. Este viernes pintamos un grafiti del Catatumbo en Bogot¨¢, una respuesta a los que dicen que no somos emp¨¢ticos con el otro. Denos una semana, por todas las v¨ªctimas del Catatumbo¡±. Se refiere a la regi¨®n en la que se enfrentan la guerrilla del ELN y un grupo disidente de las extintas FARC, que ya deja por lo menos 60 muertos y 40.000 personas desplazadas.
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