Daniel Bejarano: sanar con cine comunitario
cofundador del Festival Internacional de Cine y Video Alternativo y Comunitario Ojo al Sancocho, en la localidad de Ciudad Bol¨ªvar, en Bogot¨¢, una de las zonas m¨¢s castigadas y doloridas de la capital
A Daniel Bejarano (Bogot¨¢, 1980) el cine le salv¨® la vida. No una, sino muchas veces. Le pas¨® con 6 o 7 a?os, cuando estaba en misa e irrumpi¨® un grupo del M-19 que mantuvo retenidos a los feligreses durante varias horas, y ¨¦l se qued¨® tranquilo, pensando que estaba en una pel¨ªcula. Ese refugio le fue revelado por su mam¨¢, que lo llevaba al matin¨¦ desde que estaba en brazos para ver las pel¨ªculas de Vicente Fern¨¢ndez, Cantinflas y el Gordo Benjumea. ¡°El cine te da la posibilidad de entrar en muchos mundos m¨¢s all¨¢ de lo que ven tus ojos¡±, dice.
Bejarano es cofundador del Festival internacional de cine y video alternativo y comunitario Ojo al Sancocho, en la localidad de Ciudad Bol¨ªvar, en Bogot¨¢, una de las zonas m¨¢s castigadas y doloridas de la capital, una peque?a Colombia ¨Cun sancocho¨C con gente venida de todos los rincones del pa¨ªs, a menudo expulsada de sus regiones por la violencia. El festival naci¨® en 2008 y se ha convertido en un referente nacional e internacional, con muestras en 15 ciudades de Europa y r¨¦plicas en Ecuador y Chile. El ¨²ltimo pa¨ªs en sumarse ha sido Alemania, donde Daniel ha pasado un a?o largo montando Ojo al Sancocho en su versi¨®n berlinesa.
La historia del festival se remonta a 1999 y 2000, cuando Daniel estudiaba cine en una academia que ya no existe. A ¨¦l y a sus compa?eros les preocupaban los enormes presupuestos con muchos ceros a la derecha que implicaba hacer una pel¨ªcula. ¡°Si no tenemos para el pasaje del bus, y a veces ni para comer, ?qu¨¦ hacemos estudiando esto?¡±, se preguntaban. El mismo grupo inquieto fue encontrando las respuestas. Comenzaron a indagar en c¨®mo se financia el cine y en si era posible un rodaje con la gente de los barrios, y se dieron cuenta de que el escenario m¨¢s propicio era Ciudad Bol¨ªvar.
Daniel no conoc¨ªa la localidad. Fue porque lo invit¨® un amigo que dictaba talleres. ¡°Vi Ciudad Bol¨ªvar y me enamor¨¦¡±, cuenta. Entonces abandon¨® la comodidad de Chapinero y se fue a vivir all¨ª. Hoy est¨¢ en Potos¨ª, que es el coraz¨®n donde late el festival. Primero comenz¨® a hacer cortometrajes en los que los ni?os denunciaban la violencia intrafamiliar que padec¨ªan, los presentaron en canales comunitarios y vieron que esas pel¨ªculas pod¨ªan aliviar su drama. Despu¨¦s, hizo una serie de ficci¨®n y un documental que mostraba que hab¨ªa algo m¨¢s de lo que los medios contaban sobre Ciudad Bol¨ªvar. Y as¨ª, poco a poco, la idea de organizar un festival de cine y video comunitario fue cogiendo fuerza.
Hoy, al colectivo lo integran 30 personas, el equipo base es de Ciudad Bol¨ªvar y el 98% son j¨®venes entre 17 y 21 a?os. Daniel calcula que por este festival han pasado entre 900.000 y 1 mill¨®n de personas. Cada a?o, en octubre, acuden de 5.000 a 10.000 invitados de todo el mundo, que se alojan en las casas de los residentes del barrio durante una semana. Ojo al Sancocho es un ¡°organismo vivo¡±. Todo el a?o el festival organiza talleres, impulsa la participaci¨®n comunitaria en la toma de decisiones de pol¨ªticas p¨²blicas, tiene escuela y hasta logr¨® edificar el ¨²nico teatro de la localidad, Potocine, que presenta cine comunitario del mundo y del que se hace all¨ª, con actores naturales.
Ojo al Sancocho, dice Daniel, es un evento no solo cr¨ªtico, sino que genera confianza para construir desde la diferencia. Es una experiencia de resistencia ¡°donde se conversa sin convencer¡±, concluye.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundaci¨®n Corona.
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