M-19: a 53 a?os del surgimiento de la primera guerrilla que firm¨® la paz en Colombia
Despu¨¦s de 16 a?os en armas, el M-19 pas¨® de ser una guerrilla urbana a configurar un movimiento pol¨ªtico gracias a un acuerdo de paz pionero en Latinoam¨¦rica. Entre sus militantes estaba Gustavo Petro
El antecedente directo a la aparici¨®n del M-19 en la vida p¨²blica de Colombia fueron las pol¨¦micas elecciones presidenciales del 19 de abril de 1970, que enfrentaron al conservador Misael Pastrana Borrero con el general Gustavo Rojas Pinilla, entonces l¨ªder de la Alianza Nacional Popular (Anapo), partido que plant¨® cara al Frente Nacional, el pacto pol¨ªtico entre liberales y conservadores para mantenerse en el poder. El sorpresivo triunfo de Pastrana, se?alado por la amplia base social de Rojas como un fraude, motiv¨® unos a?os despu¨¦s la formaci¨®n de la guerrilla ¡°Movimiento 19 de abril¡± o M-19. La radicalizaci¨®n del movimiento estudiantil y acad¨¦mico contra el fraude provoc¨® que Jaime Bateman, ?lvaro Fayad, Iv¨¢n Mario Ospina, Carlos Pizarro Leong¨®mez y Luis Otero Cifuentes, entre otros, formaran el primer n¨²cleo de la guerrilla.
El M-19 a escena: el robo de la espada de Bol¨ªvar
Tres d¨ªas antes de su escandalosa irrupci¨®n, el grupo guerrillero lanz¨® una campa?a publicitaria a trav¨¦s de mensajes aparentemente publicitarios en los principales peri¨®dicos bogotanos. Con un fondo negro con un par de tri¨¢ngulos encontrados por el medio, inclu¨ªan frases cr¨ªpticas como ¡°Decaimiento¡falta de memoria?¡± o ¡°Falta de energ¨ªa¡ inactividad?¡± que siempre remataban con una soluci¨®n: ¡°espere M-19¡å. La tarde del 17 de enero de 1974, el mismo d¨ªa que un ¨²ltimo mensaje lanzaba un escueto ¡°ya viene M-19¡å, una c¨¦lula armada entr¨® a la Casa Museo Quinta de Bol¨ªvar, en el coraz¨®n de Bogot¨¢, y rob¨® la espada de Sim¨®n Bol¨ªvar, un acto lleno de simbolismo que no solo anunci¨® la aparici¨®n del nuevo grupo insurgente, sino que tambi¨¦n present¨® sus ideales pol¨ªticos.
A trav¨¦s de un comunicado que parafrase¨® al poeta Nelson Osorio ¡°Bol¨ªvar, hoy tu espada vuelve a la lucha¡±, el M-19 anunciaba el inicio de una lucha armada que habr¨ªa de alargarse durante los siguiente 16 a?os entre asesinatos, secuestros de pol¨ªticos e industriales y acciones medi¨¢ticas que marcaban distancia respecto a otras guerrillas convencionales que ya exist¨ªan en Colombia. Autodefinido como ¡°una organizaci¨®n pol¨ªtico-militar, patri¨®tica, antiolig¨¢rquica y antiimperialista¡±, la primera acci¨®n sangrienta del grupo insurgente ocurri¨® en 1976 con el secuestro y asesinato de Jos¨¦ Raquel Mercado, entonces presidente de la Confederaci¨®n de Trabajadores de Colombia.
Despu¨¦s de planear la acci¨®n durante tres a?os, otro golpe notorio del M-19 lleg¨® la noche del 31 de diciembre de 1978, cuando a trav¨¦s de un t¨²nel construido desde una vivienda ale?ada, un comando penetr¨® en el Cant¨®n Norte, el principal dep¨®sito del Ej¨¦rcito en Bogot¨¢, para robar m¨¢s de 5.000 armas a las Fuerzas Militares de Colombia. Los guerrilleros presumieron el logro con un desplegado publicado el 1 de enero de 1979 que provoc¨® cr¨ªticas y la ridiculizaci¨®n del Ej¨¦rcito, que respondi¨® capturando a distintos l¨ªderes insurgentes en un episodio que profundiz¨® la represi¨®n del Gobierno de Julio C¨¦sar Turbay contra sus integrantes.
El largo camino a la paz y la desmovilizaci¨®n
Los primeros di¨¢logos para alcanzar la paz iniciaron en 1984, un a?o despu¨¦s de que el Gobierno del conservador Belisario Betancur creara una comisi¨®n de paz, en los departamentos de Cauca y Huila. El 24 de agosto de 1984, el M-19 y el Estado colombiano acordaron un alto al fuego, cuya entrada en vigor una semana m¨¢s tarde, el 30 de agosto, parec¨ªa abrir una posibilidad in¨¦dita hacia la desmovilizaci¨®n de los guerrilleros. No obstante, la negativa del Ej¨¦rcito para alcanzar un acuerdo rompi¨® temporalmente con los di¨¢logos tras una ofensiva militar sobre el campamento de Carlos Pizarro en Cauca en diciembre del mismo a?o.
Aunque las mesas de paz se retomaron en 1985 en M¨¦xico, donde Betancur se reuni¨® con Iv¨¢n Marino Ospina y ?lvaro Fayad, ese mismo a?o un comando de 35 integrantes del M-19 tom¨® por asalto el Palacio de Justicia de Bogot¨¢, en una operaci¨®n que pretend¨ªa controlar el recinto para enjuiciar al presidente Betancur por incumplir con el cese al fuego. Tras 28 horas de combate en pleno coraz¨®n de Bogot¨¢ y despu¨¦s de una feroz represi¨®n del Ej¨¦rcito durante la retoma del edificio, el episodio, uno de los m¨¢s tr¨¢gicos durante el conflicto armado, se sald¨® con la muerte de 98 personas y al menos once personas desaparecidas, un hecho cuyos m¨®viles a¨²n no han sido esclarecidos totalmente en aras de verdad y justicia.
En noviembre de 1988, la liberaci¨®n del l¨ªder conservador ?lvaro G¨®mez Hurtado, secuestrado por el M-19 seis meses atr¨¢s en un intento de presionar al Gobierno para retomar las mesas de di¨¢logo, impuls¨® un nuevo proceso de conciliaci¨®n con el Gobierno de Virgilio Barco. Un a?o despu¨¦s, el 9 de marzo de 1990, el M-19 firm¨® la paz tras 16 a?os de lucha armada. En un acto celebrado en Cauca, el ¨²ltimo contingente armado de la guerrilla encabezada por Carlos Pizarro rompi¨® filas definitivamente y coloc¨® los rifles sobre una mesa cubierta con la bandera de Colombia. Se trat¨® del primer acuerdo de paz entre un grupo guerrillero y el Estado colombiano, un hecho in¨¦dito en Latinoam¨¦rica. Con la ley 177 de 1989 los insurgentes obtuvieron el indulto.
La desmovilizaci¨®n signific¨® el tr¨¢nsito del M-19 de la lucha armada a la pol¨ªtica, una acci¨®n impulsada por el compromiso del Estado durante las negociaciones para instalar una Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de ampliar el espectro partidista en la pol¨ªtica colombiana y otorgar m¨¢s espacios de representaci¨®n a las minor¨ªas. Tras una negativa gubernamental de promover una consulta popular, la propuesta de la Constituyente tom¨® fuerza en las universidades, donde surgi¨® un amplio movimiento estudiantil que exig¨ªa agregar una papeleta adicional en la jornada electoral ordinaria, en la que se ped¨ªa conformar una Constituyente para reemplazar el texto vigente, de 1886. El movimiento, conocido como s¨¦ptima papeleta, tuvo una amplia aceptaci¨®n popular y durante la jornada electoral millones de personas incluyeron la papeleta extra en las urnas de manera extraoficial. La presi¨®n provoc¨® que el presidente Virgilio Barco promulgara un decreto para convocar formalmente a la Constituyente. El M-19, un grupo guerrillero devenido actor pol¨ªtico, influy¨® de forma decisiva no solo en la proclamaci¨®n de la Constituci¨®n de 1991 y la pol¨ªtica contempor¨¢nea de Colombia, tambi¨¦n sent¨® un precedente in¨¦dito en el proceso de construcci¨®n de la paz.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.