David Escobar: motor de un modelo de cambio social en Antioquia

David Escobar Arango es un ingeniero y un empresario inusual. Recita de memoria fragmentos de libros, escribe poes¨ªa y lee cuanto libro cae en sus manos. Parece m¨¢s un soci¨®logo o fil¨®sofo que un exitoso empresario, cabeza de la Comfama, la caja de compensaci¨®n familiar m¨¢s importante de Antioquia. Ese perfil humanista le ha proporcionado las herramientas para revolucionar el mundo de la asistencia social. Durante sus ocho a?os como director de la caja de compensaci¨®n, le ha apostado al arte, la cultura y la educaci¨®n como motores de transformaci¨®n social.

No ser¨ªa exagerado decir que Comfama, bajo la direcci¨®n de este ingeniero de producci¨®n de EAFIT y mag¨ªster en Administraci¨®n P¨²blica de Harvard, se ha vuelto una de las principales auspiciadoras de eventos culturales de gran importancia en Medell¨ªn y Antioquia, como la Fiesta del Libro, el Hay Festival de Jeric¨® o el Festival de Puerto Berrio. Para ¨¦l, las artes y letras son un medio para fomentar la democracia, la inclusi¨®n, la libertad y, sobre todo, la felicidad. ¡°Construir cultura es una forma de vivir¡±, dice.

Y no solo le apuesta a la cultura, tambi¨¦n ha hecho esfuerzos por poner a la educaci¨®n como una de las banderas de Comfama. Una educaci¨®n distinta, basada en la experimentaci¨®n, el juego y la curiosidad. Esta filosof¨ªa se ha materializado en Cosmo Schools, una red de colegios que cuenta con 3.500 estudiantes y que combina mente, cuerpo y esp¨ªritu, adem¨¢s de arte, tecnolog¨ªa e ingl¨¦s. All¨ª, ni?os y j¨®venes no tienen clases de c¨¢tedra, sino laboratorios de aprendizaje, por medio de proyectos.

La visi¨®n de Escobar tambi¨¦n ha repercutido en la educaci¨®n t¨¦cnica, pues tras la compra de Cesde, instituci¨®n de educaci¨®n para el trabajo y desarrollo humano, se han generado oportunidades para j¨®venes en 33 ¨¢reas diferentes. La instituci¨®n pas¨® de tener 8.000 estudiantes en 2019 a 71.000 en 2022. Hoy, es considerada la de mayor empleabilidad de toda Antioquia, pues 8 de cada 10 estudiantes consiguen trabajo a los seis meses de haber salido.

Pese a la agitada y ocupada vida, Escobar busca al menos una hora al d¨ªa para poder estar consigo mismo: medita, practica la respiraci¨®n consciente o busca espacios para hacer chi kung, una pr¨¢ctica de la medicina china. Y tambi¨¦n dedica unas cuantas horas semanales a escribir su afamada columna de opini¨®n en El Colombiano, que siempre comienza con la frase ¡°Querido Gabriel¡±, su padre, al que perdi¨® cuando ten¨ªa 16 a?os.

Estas cartas, en las que reflexiona sobre temas que afectan la realidad del pa¨ªs, son conversaciones con su padre asesinado. Para ¨¦l, las conversaciones son los momentos m¨¢s potentes que podemos tener como seres humanos ¨Cuno de sus fil¨®sofos de cabecera, el chileno Humberto Maturana, dec¨ªa ¡°somos lo que conversamos¡±¨C.

La muerte de su padre ha sido su dolor m¨¢s grande. Despu¨¦s de esa vivencia entendi¨® que el mundo necesitaba una sociedad m¨¢s compasiva. Cree firmemente que, ante un hecho traum¨¢tico, el camino no es el odio o el resentimiento, sino el amor hacia la vida. Quiz¨¢s por eso encuentra valor en la dificultad y la adversidad. Citando al psiquiatra Phil Stuntz repite que ¡°hay tres cosas seguras en la vida: el dolor, la incertidumbre y el trabajo constante¡±.

En ese trabajo constante, Escobar Arango ha configurado un nuevo modelo de empresario, aquel que los n¨²meros, los balances, los rendimientos, las ganancias, la competitividad y dem¨¢s mantras del mundo de los negocios deben ir acompa?adas de humanismo, sensibilidad social, cultura, arte, educaci¨®n y de mucha conversaci¨®n.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar y Fundaci¨®n Corona.