Carlos Ariel Garc¨ªa: la apuesta por un turismo de naturaleza para pasar de ¡°un pueblo en armas a uno de ramas y remos¡±

A Carlos Ariel Garc¨ªa (Bucaramanga, 1985) la vida le empez¨® a cambiar el d¨ªa en que vio con otros ojos al r¨ªo Pato, en el departamento de Caquet¨¢, tan imponente como furioso. Es un caudal por el que navegaron durante a?os las armas y los hombres de una guerra que parec¨ªa haber terminado.

Garc¨ªa lidera Cagu¨¢n Expeditions, una empresa de ecoturismo que conforman excombatientes de las antiguas FARC y campesinos, y cuyo coraz¨®n es el rafting en el Pato, una apuesta que, como dice ¨¦l, busca ¡°pasar de un pueblo en armas a uno de ramas y remos¡±. Tras siete a?os, la iniciativa lucha por no desaparecer en medio de la confrontaci¨®n entre los grupos armados afiliados a las disidencias de la Segunda Marquetalia y al Estado Mayor Central, que ha generado el desplazamiento masivo de los habitantes del Espacio Territorial de Capacitaci¨®n y Reincorporaci¨®n (ETCR) de la vereda Miravalle, en San Vicente del Cagu¨¢n.

En 2017, Garc¨ªa, un tipo inquieto, graduado en Ciencias Pol¨ªticas y con una maestr¨ªa en Geograf¨ªa, mochilero, caminante, lleg¨® a ese ETCR como enlace de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Su misi¨®n era acompa?ar la fase de dejaci¨®n de armas y el tr¨¢nsito hacia la legalidad de los firmantes del proceso de paz, lo que le permiti¨® cierta cercan¨ªa con los excombatientes. En una de sus largas conversaciones les pregunt¨® a varios qu¨¦ quer¨ªan hacer cuando se entregaran las ¨²ltimas armas. Todos sus planes pasaban por proyectos agr¨ªcolas, por la tierra ¨Ccon sus r¨ªos y monta?as, con sus valles y selvas¨C, como forma de sustento.

En una ocasi¨®n, Garc¨ªa ven¨ªa de probar la experiencia del rafting en el r¨ªo Fragua, que suele ser sereno y predecible, menos apto para esa actividad. En el camino de retorno se maravill¨® con los torbellinos del r¨ªo Pato, con su majestuosidad, con su br¨ªo. ¡°Este lugar es perfecto para hacer ecoturismo¡±, pens¨®. Y se le ocurri¨® plantearles a excombatientes y campesinos la posibilidad de un proyecto com¨²n.

No pas¨® mucho tiempo antes de que le dijeran que s¨ª, pero con dos condiciones: que la mayor¨ªa de la futura empresa fuera de ellos, y que ¨¦l tambi¨¦n hiciera parte. La propuesta lo tom¨® por sorpresa, pero acept¨®. Entonces dej¨® su cargo y comenz¨® a estructurar el proyecto. En septiembre de 2017 naci¨® Cagu¨¢n Expeditions con 22 personas entre firmantes y campesinos. Empezaron a formar gu¨ªas en rafting, a crear senderos naturales, un museo y una oferta tur¨ªstica que recibi¨® los aplausos del pa¨ªs: fue una de las primeras muestras de lo que iba a traer la paz.

En octubre de 2018 comenzaron a operar y desde entonces han recibido a 3.600 turistas nacionales e internacionales en busca de aventuras en el Cagu¨¢n. Y no solo eso: crearon un festival de rafting y de la empresa surgi¨® el club Remando por la Paz, que ha llevado a sus miembros a representar a Colombia en eventos en varios pa¨ªses. En julio pasado, el prestigioso diario The Guardian la describi¨® como una de las historias m¨¢s inspiradoras que surgieron luego del Acuerdo de Paz.

No es un secreto que la nueva situaci¨®n de guerra los ha golpeado. El desplazamiento sac¨® al grupo de la zona y poco queda de la oferta tur¨ªstica inicial. Pero Garc¨ªa y su equipo est¨¢n tratando de reorientar la empresa porque de ninguna manera piensan claudicar. ¡°El camino es a punta de remo. No nos vamos, nuestro proyecto contin¨²a porque el Cagu¨¢n es nuestra casa¡±, dice.

Por ahora est¨¢n creando una escuela infantil de remo y ofrecen pasad¨ªas en el bajo Pato, en los llamados Cajones, cuevas como rec¨¢maras incrustadas en las paredes de las rocas en medio de un paisaje colorido, salvaje y encantador. ¡°Sigo creyendo en un pa¨ªs en el que la paz est¨¢ m¨¢s vigente en un contexto de naturaleza¡±, concluye Garc¨ªa.

*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.