Claudia Quintero, la sobreviviente de explotaci¨®n sexual que se hizo activista
Antes de acompa?ar y formar a unas 500 mujeres cada a?o, fue una v¨ªctima. Atraves¨® un camino de espinas para sanarse y llegar a crear la Fundaci¨®n Empod¨¦rame para promover la abolici¨®n de la explotaci¨®n sexual y luchar contra la trata de personas
En la fotograf¨ªa que env¨ªa a trav¨¦s de WhatsApp, Claudia Yurley Quintero (C¨²cuta, 44 a?os) aparece con una acompa?ante. Ambas le sonr¨ªen a la c¨¢mara. ¡°Ella es Ver¨®nica, migrante argentina. Acab¨¢bamos de ganar en la Corte su derecho al asilo. Fue explotada sexualmente y tiene discapacidad cognitiva¡±, escribe. La siguiente foto que comparte es de Ver¨®nica con su pasaporte: ¡°Ya es refugiada en Colombia¡±. Despu¨¦s de un a?o de ires y venires, dos tutelas y un gran desgaste emocional, Quintero sum¨® por fin otro logro a su lucha: le salv¨® la vida a una mujer condenada a un prost¨ªbulo.
Sabe lo que eso significa, porque ella tambi¨¦n tuvo esa pistola simb¨®lica en la sien: abuso sexual, pobreza, migraci¨®n forzada, racismo, falta de educaci¨®n y de amor propio. Todo la empuj¨® a explotar su cuerpo para sobrevivir. Por eso, su mayor orgullo es que alguna de las mujeres remitidas a Empod¨¦rame, la fundaci¨®n que ella cre¨® en 2018, le diga que no quiere volver a la prostituci¨®n.
Quintero vivi¨® la ¨¦poca m¨¢s dura del conflicto armado en Colombia. Siendo una l¨ªder social que trabajaba con ni?os, fue desplazada y abusada por quienes ejerc¨ªan la ley en la zona en la que viv¨ªa: el Frente Fronteras del Bloque Catatumbo de las Autodefensas Unidas de Colombia, al mando de Jorge Iv¨¢n Laverde. Se vio obligada a abandonar C¨²cuta para instalarse en Bogot¨¢, donde fue v¨ªctima de explotaci¨®n sexual por parte de su marido, quien, adem¨¢s, la obligaba a consumir drogas y alcohol. En medio de su situaci¨®n personal, Quintero segu¨ªa ejerciendo su liderazgo, al frente de manifestaciones a favor de los desplazados y las v¨ªctimas del conflicto.
Finalmente, decidi¨® irse a Argentina. ¡°Me declar¨¦ sobreviviente de explotaci¨®n sexual y trata de personas. Me dieron refugio humanitario¡±, afirma. Solo entonces empez¨® a entender cu¨¢les eran sus derechos, pues en el contexto de violencia de donde ven¨ªa estaba normalizado el abuso sexual. En ese pa¨ªs, conoci¨® el movimiento que lucha contra la trata de personas.
Como activista ha puesto el foco en demostrar que la explotaci¨®n sexual no es ni un trabajo ni una profesi¨®n: ¡°Si fuera un trabajo, ?el feminicidio ser¨ªa un riesgo laboral? Si una mujer quiere prostituirse, no debe ser perseguida por nadie, pero casi siempre la prostituci¨®n est¨¢ relacionada con redes de trata de personas y, en la mayor¨ªa de los casos, son abusadas f¨ªsica y sexualmente¡±.
Pero no son las ¨²nicas preguntas que Quintero les hace a la Procuradur¨ªa y al Ministerio del Trabajo: ¡°?Cu¨¢l ser¨ªa la causa de despido en el trabajo sexual? Como en cualquier trabajo, ?el cliente manda? Siendo el grupo humano con m¨¢s riesgo de ser asesinado, ?nos van a pensionar a los 35 a?os? ?El sistema de salud est¨¢ dispuesto a considerar el VIH, el VPH y otras ETS como enfermedades laborales, y pensionar a quienes las contraen? ?Qui¨¦nes compran sexo recibir¨¢n factura?¡±.
Su lucha consiste en cuestionar la demanda de los hombres y perseguir la trata, hasta que la prostituci¨®n deje de considerarse un trabajo. Lo hizo desde la Corporaci¨®n Anne Frank, que funcion¨® hasta 2019 y reivindicaba los derechos de las v¨ªctimas del conflicto, y lo hace ahora por medio de la Fundaci¨®n Empod¨¦rame, en la que cada a?o apoya, educa y acompa?a a unas 500 mujeres sobrevivientes de trata de personas o de abuso sexual.
¡°Empod¨¦rame resume un camino: el de una l¨ªder social que comparte con otras mujeres las herramientas que us¨® para sanar. Es el resultado de la feminista, la abolicionista, la mujer que ama sus or¨ªgenes afros¡±, revela Quintero, abuela de un ni?o de 4 a?os.
Habla con propiedad de t¨¦rminos legales, conoce al dedillo los vericuetos jur¨ªdicos. Cualquiera pensar¨ªa que es abogada. Pero no, estudi¨® psicolog¨ªa, motivada por el poder que tiene la intervenci¨®n psicosocial, la herramienta m¨¢s valiosa para superar sufrimientos y adicciones. ¡°Sin eso no hubiera podido salir¡±. Su tesis de grado tambi¨¦n dej¨® constancia de su compromiso y prop¨®sito: Resiliencia activa: programa de intervenci¨®n psicosocial para mujeres sobrevivientes de trata de personas.
Luego de tantas batallas perdidas y frustraciones, ?por qu¨¦ seguir?: ¡°Soy muy optimista y con el Acuerdo de Paz la gente sabe que existimos, que tenemos derechos, ya no nos pueden silenciar y ese es el gran paso que se ha dado. Todo lo que hagamos en favor de la paz siempre va a dar resultados, quiz¨¢s no se ven tan r¨¢pido, pero de que sirven, sirven. Creo que estamos en otro momento de la historia. Soy una convencida de que toda acci¨®n de paz deja una semilla¡±, dice Quintero, quien dio su testimonio ante la Corte Constitucional, en 2018, en favor de las mujeres migrantes explotadas sexualmente, convirti¨¦ndose en la primera sobreviviente del conflicto y explotaci¨®n sexual que hablaba ante la sala plena.
Adem¨¢s de su determinaci¨®n, tiene un motor que la impulsa casi por encima de su voluntad: ¡°Soy humana y tengo ca¨ªdas emocionales ¨Creconoce¨C, pero pienso en las ni?as que hay en la fundaci¨®n, que me siguen. Lo hago por ellas, para que no vivan lo que yo viv¨ª¡±.
*Apoyan Ecopetrol, Movistar, Fundaci¨®n Corona, Indra, Bavaria y Colsubsidio.
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