Entre el miedo y la incertidumbre

Los resultados de la primera vuelta presidencial dejaron a Colombia en la disyuntiva de escoger entre el candidato que produzca menos miedo o aquel que genere menos incertidumbre. El senador izquierdista Gustavo Petro despierta los miedos asociados al castro-chavismo, mientras el exalcalde Rodolfo Hern¨¢ndez genera profunda incertidumbre derivada de su poca experiencia y su desconocimiento de los asuntos del Estado.

El triunfo de un candidato que fue guerrillero, Petro, que obtuvo el 40% de los votos, y de un constructor millonario abiertamente contrario a la pol¨ªtica tradicional, produce un primer resultado: habr¨¢ que identificar un nuevo tema central que determinar¨¢ el ganador final porque la sed de cambio ha quedado suficientemente satisfecha, al reducir la competencia a dos opciones que no tienen que ver con los partidos que han gobernado hist¨®ricamente a Colombia.

El comportamiento de los electores que no votaron ni por el uno ni por el otro, que representan casi el 30% de los votantes, es impredecible. Es cierto que un porcentaje de ellos son voto duro de los partidos que hace solo tres meses ganaron la mayor¨ªa en el legislativo, y que ese sector se ir¨¢ mayoritariamente por el ingeniero Hern¨¢ndez. Pero otra porci¨®n de votantes no ejerce la fidelidad partidaria y estar¨¢ atento al desempe?o de los dos candidatos en las tres semanas que separan una votaci¨®n de la otra.

Federico Guti¨¦rrez, el candidato oficialista, tercero en la contienda con el 23% de los votos, se anticip¨® a anunciar que ¨¦l votar¨¢ por Hern¨¢ndez porque su principal motivaci¨®n es derrotar a Petro, que para ¨¦l personifica una ¡°amenaza¡± socialista para Colombia. Es un vocero del miedo que comparte un porcentaje de los electores, que se medir¨¢ finalmente el pr¨®ximo 19 de Junio cuando se realiza la segunda y definitiva vuelta.

Las cuentas iniciales le dar¨ªan una ventaja a Hern¨¢ndez, pero la campa?a de la segunda vuelta subrayar¨¢ sus debilidades y lo convertir¨¢ en centro de ataques de los que hasta ahora se ha liberado dado que la confrontaci¨®n estaba centrada entre Petro y Guti¨¦rrez.

La mayor debilidad de Hern¨¢ndez es el vac¨ªo de su programa, que pr¨¢cticamente no se conoce y que en la fase definitiva de la campa?a tendr¨¢ que exponer. El propio candidato admite que desconoce sobre los temas esenciales del Estado y el Gobierno. Conf¨ªa en que un equipo de Gobierno conformado por personas sin v¨ªnculos pol¨ªticos le permitir¨¢ hacer una buena gesti¨®n, por lo que probablemente una de sus t¨¢cticas de campa?a ser¨¢ mencionar algunos nombres de profesionales reconocidos que ayuden a disminuir la incertidumbre que ¨¦l genera.

Petro tiene ventaja en el conocimiento, tambi¨¦n en la ret¨®rica, y representaba hasta ayer el antiestablecimiento y especialmente el antiuribismo, integrado por el rechazo de un importante sector de la poblaci¨®n al expresidente ?lvaro Uribe y su sector pol¨ªtico, al cual le cuestionan ¨C especialmente los j¨®venes¨C las violaciones de derechos humanos ocurridas durante su Gobierno con la justificaci¨®n de derrotar militarmente a la guerrilla de las FARC, as¨ª como su oposici¨®n al acuerdo que permiti¨® la desmovilizaci¨®n de ese grupo hace cinco a?os.

Hern¨¢ndez ha sido cr¨ªtico de Uribe y especialmente del Gobierno de Iv¨¢n Duque, ambos del partido Centro Democr¨¢tico, a pesar de lo cual el ¡°uribismo¡± se volc¨® desde ayer mismo a apoyarlo. ¡®El ingeniero¡¯, como se le conoce, no responde todav¨ªa a ese apoyo temprano y sin condiciones de ese sector pol¨ªtico, pero seguramente dir¨¢ que todo el que quiera votar por ¨¦l, que lo haga, pero que no har¨¢ acuerdos con nadie. Buena parte de su viabilidad depender¨¢ de mantenerse alejado de ese grupo, que gobern¨® buena parte de los ¨²ltimos veinte a?os y ahora es rechazado por la mayor¨ªa de los ciudadanos, seg¨²n lo registran todos los estudios de opini¨®n.

La misma disyuntiva la tiene en relaci¨®n con los partidos tradicionales Conservador, Liberal, Cambio Radical, y de la U. Probablemente sus directivas querr¨¢n apoyar a Hern¨¢ndez.

Gustavo Petro probablemente repetir¨¢ la f¨®rmula de los candidatos de izquierda, que es matizar sus posturas para una segunda vuelta tratando de atraer votantes del centro del espectro pol¨ªtico. Pero lo m¨¢s importante no ser¨¢ el posicionamiento ideol¨®gico, sino la moderaci¨®n de propuestas que atizan el miedo que sus contradictores se dedican a propagar.

No es seguro que Petro opte por esa opci¨®n, porque suele ser terco y no atender las recomendaciones de sus personas cercanas. De eso depender¨¢n sus posibilidades de triunfo.

Lo que s¨ª es seguro es que el pr¨®ximo Gobierno significar¨¢ un rompimiento de esa cierta estabilidad y previsibilidad de las pol¨ªticas p¨²blicas y de las relaciones entre los poderes, en especial entre el Legislativo y el Ejecutivo.

El desaf¨ªo de Petro es disminuir el miedo matizando sus propuestas, el de Rodolfo Hern¨¢ndez es doble: recibir los apoyos pol¨ªticos sin ¡®contaminarse¡¯ y reducir la incertidumbre de un conductor que parece avanzar sin mirar la br¨²jula.

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