William Ospina: ¡°Respaldo a Hern¨¢ndez sin satanizar a Petro¡±
El escritor colombiano apoya la campa?a de Rodolfo Hern¨¢ndez a la presidencia, pero considera que los dos proyectos de cambio son buenas noticias para el pa¨ªs
El escritor colombiano William Ospina es, quiz¨¢s, una de las personas m¨¢s optimistas frente a los resultados de las elecciones presidenciales del domingo pasado. Cuando ganaron la primera vuelta presidencial los dos candidatos antiestablecimiento, Gustavo Petro y Rodolfo Hern¨¢ndez, este poeta y novelista ¨Cque tambi¨¦n ha publicado varios ensayos hist¨®ricos en los que critica la corrupci¨®n e indiferencia de las ¨¦lites¨C vio llegar la transformaci¨®n pol¨ªtica que esperaba. ¡°Lo que tiene la ciudadan¨ªa al frente son dos posibilidades de cambio¡±, dice.
¡°Uno no puede afirmar que una sola manera de entender el cambio es posible. Yo creo que hay maneras distintas de entender lo que est¨¢ pasando, la encrucijada hist¨®rica a la que nos enfrentamos, y que esas dos maneras de entender el cambio compitan me parece sano y me parece saludable¡±. Ganador del premio R¨®mulo Gallegos en 2009 por su novela El Pa¨ªs de la Canela, Ospina (Padua, 68 a?os) sorprendi¨® a sus lectores cuando anunci¨® su apoyo a favor de la campa?a de Rodolfo Hern¨¢ndez, candidato que le ofreci¨® el Ministerio de Cultura si gana las elecciones. El escritor ¨Cque en el pasado ha defendido a Petro y ha sido criticado por apoyar al chavismo¨C habl¨® con El PA?S sobre su decisi¨®n.
Pregunta. ?Le sorprendieron los resultados del domingo?
Respuesta. Aunque yo esperaba que ocurriera lo que ocurri¨®, no dej¨® de sorprenderme, porque es algo nuevo en Colombia, que de manera mayoritaria el viejo establecimiento corrupto haya sido rechazado por las dos fuerzas ganadoras. Yo creo que eso es un avance muy grande para Colombia. El pa¨ªs lleva mucho tiempo atenazado por unas fuerzas demasiado insensibles, y demasiado ineptas, que tienen al pa¨ªs verdaderamente al borde de la cat¨¢strofe. Creo que lo que estamos viviendo es una reacci¨®n de la ciudadan¨ªa. Ambas campa?as triunfadoras, la de Gustavo Petro y la del ingeniero Rodolfo Hern¨¢ndez, se alzan contra la corrupci¨®n, contra ese pasado de maquinarias, y de manipulaci¨®n, y de exclusi¨®n de la ciudadan¨ªa.
P. ?Y por qu¨¦ decidi¨® darle su apoyo a Rodolfo Hern¨¢ndez y no a Gustavo Petro?
R. Porque el pa¨ªs ha estado desde hace mucho tiempo enfrentado en facciones casi irreconciliables, y eso ha sido nefasto. Yo crec¨ª en Colombia durante la violencia de los a?os 50, cuando el Partido Liberal y el Partido Conservador predicaban que medio medio pa¨ªs ten¨ªa que odiar para siempre al otro medio. Me pareci¨® que en este momento ¨Caunque muchas de las cosas que dice la campa?a de Petro me parecen v¨¢lidas, y aunque no dudo ni un instante que hay una voluntad sincera de cambio¨C la propuesta de Petro desata muchas resistencias, provoca mucha oposici¨®n en un sector de la sociedad. Pienso que le ser¨ªa muy dif¨ªcil abrir camino a su proyecto, por la resistencia que despierta. Y me parece que el ingeniero Hern¨¢ndez tiene una posici¨®n que no despierta tantas resistencias y que igualmente quiere hacer transformaciones. ?l no piensa que pueda cambiarlo todo pero tiene un sentido de las prioridades. He decidido respaldarlo sin que eso signifique para nada satanizar una propuesta tan respetable como la de Petro.
P. ?C¨®mo conoci¨® a Rodolfo Hern¨¢ndez?
R. La verdad es que yo b¨¢sicamente he escuchado las propuestas que ¨¦l ha hecho, y la manera como las hace, y ambas me han interesado mucho. A finales del a?o pasado escuch¨¦ algunas entrevistas que le hicieron, y sent¨ª que coincid¨ªa mucho con lo que yo pensaba del pa¨ªs, con lo que yo he pensado durante a?os del pa¨ªs, desde cuando escrib¨ª un ensayo que se llama Donde est¨¢ la franja amarilla hace como 25 a?os, y despu¨¦s un libro que se llama Pa que se acabe la vaina, que publiqu¨¦ en el 2013. Eso me llev¨® a interesarme por su discurso, por sus propuestas. Me parece que es una persona con la que el com¨²n de los ciudadanos puede identificarse.
P. ?Pero se han conocido?
R. S¨ª, hemos conversado algunas veces, no demasiadas veces, no mucho. Yo conozco su proyecto por las cosas que le he o¨ªdo decir, y la verdad es que he escuchado casi todo lo que ¨¦l ha dicho.
P. Hern¨¢ndez ha dicho que, si gana, le ofrecer¨ªa a usted el Ministerio de Cultura. ?Le interesa ser ministro?
R. La verdad es que yo he sentido siempre mucho rechazo por las parafernalias del poder. Si aceptara una funci¨®n como esa, eso me alejar¨ªa de mis preocupaciones, que son las que tienen que ver con la literatura. Pero yo estoy comprometido hace mucho tiempo con la necesidad de un cambio profundo en el pa¨ªs y no podr¨ªa negarme a cumplir una tarea si siento que esa tarea puede ser ¨²til.
P. Entonces s¨ª le parece interesante la propuesta.
R. Estoy casado con ella en t¨¦rminos intelectuales. Me causa un poco m¨¢s de resistencia en t¨¦rminos formales, porque yo no soy una persona ni de oficina, ni de burocracia. Creo que en caso de aceptar, entender¨ªa esa funci¨®n m¨¢s como una manera de recorrer el territorio y de acompa?ar procesos en el territorio, m¨¢s que de estar ah¨ª como simplemente manejando papeles y decretos.
P. ?Qu¨¦ le parece la propuesta de Hern¨¢ndez de fusionar el Ministerio de Cultura con el de Medio Ambiente?
R. Eso genera mucho debate y yo creo que es un debate saludable. Hay quien piensa que esas dos cosas no tienen nada que ver, la cultura y la lucha contra el cambio clim¨¢tico. Yo, en cambio, veo que est¨¢n ¨ªntimamente relacionadas. Tal vez uno de los males que padece hoy la lucha por el medio ambiente es que no se la asume fundamentalmente como una tarea cultural. Lo que est¨¢ produciendo el cambio clim¨¢tico es el consumo de combustibles f¨®siles, una manera nuestra de consumir, un tipo de relaci¨®n de la industria con la naturaleza, el saqueo de los recursos planetarios para la satisfacci¨®n de la especie humana, el convertir todo en una mercanc¨ªa, en un negocio. Yo creo que lo que se va a necesitar es un cambio profundo de costumbres, un cambio que tiene que ser cultural. Eso no tiene que significar un abandono de todas las tareas que el Ministerio de Cultura cumple en tantos campos distintos ¨C en el campo del arte, de la danza, de la m¨²sica, de los museos, del teatro. Esas cosas son fundamentales y no pueden ser abandonadas.
P. Hern¨¢ndez es una persona que puede insultar o incluso abofetear a quien lo ha criticado. ?Qu¨¦ opina de ese estilo?
R. Dif¨ªcilmente podr¨ªa convertir uno o dos hechos en un estilo, ?no? Claro, yo entiendo que la ¨¦poca es as¨ª, la viralidad que caracteriza nuestra ¨¦poca hace que una sola cosa que t¨² digas va a ser repetida un mill¨®n de veces. Entonces una bofetada se convierte en un mill¨®n de bofetadas. Si alguien se lo propone, har¨¢ que la gente solo vea de ti ese momento de tu vida y borre todo el resto de lo que ha sido tu existencia. Es uno de los grandes peligros de la ¨¦poca y uno de los grandes fen¨®menos de la ¨¦poca. Yo creo que en la vida de toda persona existe ese momento en que las personas se exasperan, y m¨¢s cuando alguien est¨¢ provoc¨¢ndolas. Rodolfo Hern¨¢ndez ha dicho que fue un error y que no debi¨® hacer eso de dejarse provocar de esa manera. Pero el que lo mire bien, comprender¨¢ que alguien prepar¨® el tinglado, el escenario, y trabaj¨® juiciosamente en t¨¦rminos psicol¨®gicos hasta lograr el estallido.
P. Hern¨¢ndez es un candidato anticorrupci¨®n que est¨¢ siendo investigado por la Fiscal¨ªa por corrupci¨®n.
R. Yo no me siento en condiciones de absolverlo porque ni formo parte del proceso ni lo conozco en t¨¦rminos espec¨ªficos. Solo digo que no es el primer caso de una persona que es acusada. Y en nuestra ¨¦poca tambi¨¦n tiende a confundirse acusado como condenado. Yo creo que la justicia es la que tiene que decidir eso. Lo que ¨¦l dice es que su lucha contra la corrupci¨®n despert¨®, como era perfectamente previsible que ocurriera, la reacci¨®n furiosa de un mont¨®n de personas que se sintieron excluidas del poder y que le pusieron 200 demandas. Quedan unas pendientes, y por supuesto que ¨¦l tiene que presentarse ante la justicia y responder a todo eso. Tambi¨¦n otros candidatos han sido alguna vez acusados y eso no significa que sean culpables y que hayan sido condenados. Cuando el candidato Petro era alcalde de Bogot¨¢ le llovieron las denuncias de toda ¨ªndole y yo mismo recuerdo haber formado parte de un comit¨¦ de defensa del alcalde en ese momento. Me pareci¨® que era una injusticia y que muchos de los ¨®rganos de control, la Procuradur¨ªa misma, estaba utilizando su poder para invalidar la decisi¨®n popular.
P. ?En qu¨¦ est¨¢ en desacuerdo con Rodolfo Hern¨¢ndez?
R. Yo no soy tan impulsivo como ¨¦l. Tal vez porque soy escritor, yo soy muy vigilante de las palabras y de la manera como se utilizan. A veces lo lamento. A veces quisiera ser un poco m¨¢s espont¨¢neo. Mi timidez no me permite a veces toda la expresividad que quisiera. Si alguien le ha dado una bofetada a alguien, a m¨ª me parece que eso no est¨¢ bien, no se debe hacer. Pero entiendo que los grandes cr¨ªmenes que ocurren en Colombia no los cometen personas con esa impulsividad espont¨¢nea, son mucho m¨¢s calculados, m¨¢s fr¨ªos, m¨¢s pensados. No se hacen con mano propia. Colombia es un pa¨ªs donde se cometen masacres terribles de personas que todo lo tienen bajo control, pero que patrocinan hechos de violencia terribles. Y entonces no deja de ser parad¨®jico que en un pa¨ªs donde se perdonan masacres, y donde se crean justicias especiales para procesar cr¨ªmenes terribles, una bofetada termina siendo algo imperdonable.
P. ?Qu¨¦ opina de Petro? Mucha gente imaginaba que, con su posici¨®n pol¨ªtica en el pasado, estar¨ªa con el candidato de la izquierda.
R. Petro me parece una persona muy inteligente, muy estudiosa, muy persistente y me parece que tiene un proyecto muy respetable en t¨¦rminos de transformaci¨®n del pa¨ªs. Algunas cosas no las comparto, pero s¨ª siento un respeto muy profundo por ¨¦l. Lo que m¨¢s respeto del proyecto petrista es que encarna la esperanza hoy de ocho millones de personas, que podr¨¢n ser muchas m¨¢s en los d¨ªas que siguen, y que forma parte de una voluntad seria y sincera de transformar a Colombia. Si yo no formo parte de sus huestes y no formo parte de su electorado, eso no significa que yo vaya a participar de ninguna manera en las calumnias o las descalificaciones.
P. Da la impresi¨®n de que a usted le gustar¨¢ que gane cualquiera de los dos.
R. Lo digo con toda sinceridad: yo prefiero el triunfo de Rodolfo Hern¨¢ndez, porque me parece que le va a ser m¨¢s f¨¢cil hacer unos cambios fundamentales que requiere Colombia.
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