Rodolfo Hern¨¢ndez, el millonario impredecible
El exalcalde de Bucaramanga, de 77 a?os, un ¡®outsider¡¯ malhablado, millonario y desconocido para la mayor¨ªa, acaricia la presidencia con su discurso anticorrupci¨®n. Concibe a Colombia como una de sus empresas
Rodolfo Hern¨¢ndez busca la presidencia de Colombia como lo hizo cuando lleg¨® a la alcald¨ªa de Bucaramanga: como si estuviera vendiendo un proyecto inmobiliario. Es un hombre con cemento en la cabeza, como lo describe Rubby Morales Sierra, una mujer que trabaj¨® con ¨¦l y luego lo denunci¨® por acoso laboral. Lo afirma implacable, con ese tono recio con que hablan las personas que, como Hern¨¢ndez, nacieron en Santander, en el nororiente del pa¨ªs. Es algo que repiten, de otras formas, sus amigos. Hern¨¢ndez, de 77 a?os, es un pragm¨¢tico, ¡°un hacedor¡±, alguien que piensa en obras, en tejas y ladrillos.
Con ese pragmatismo ha manejado los esc¨¢ndalos que han marcado las ¨²ltimas semanas de su campa?a a la Presidencia. Se mantuvo en su estrategia de esconderse del debate p¨²blico y no enfrentarse cara con Gustavo Petro; recurri¨® al humor para responder a los pol¨¦micos videos que lo muestran bailando en una fiesta en un yate en Miami, en octubre de 2021, cuando ya era candidato. Tambi¨¦n decidi¨® encarar uno de los episodios m¨¢s misteriosos de su vida personal: la desaparici¨®n de su hija Juliana Hern¨¢ndez. Ella, la ¨²nica mujer de sus cuatro hijos, fue secuestrada en el a?o 2004 por la guerrilla, seg¨²n Hern¨¢ndez. Sin embargo, su relato, que ha cambiado en diversas oportunidades, ha causado desconfianza. Hern¨¢ndez ha dicho que fueron las FARC, luego culp¨® al ELN... En los ¨²ltimos d¨ªas dijo que fue asesinada -nunca han encontrado su cuerpo- y que empezar¨ªa un proceso legal de desaparici¨®n jur¨ªdica de su hija. Es un tema al que a veces responde con llanto y otras con risa, como en la entrevista que concedi¨® en Miami al periodista Jaime Bayly.
Rodrigo Fern¨¢ndez conoci¨® a Rodolfo Hern¨¢ndez a finales de los a?os setenta. Ambos coincidieron en la Sociedad Santandereana de Ingenieros. Cuando recuerda esa ¨¦poca no se sorprende de ver ahora a su colega como uno de los dos candidatos para llegar a la Presidencia. Si le fue tan bien en su profesi¨®n y es un magnate de la construcci¨®n, c¨®mo no le iba a ir bien con su meta de hacer su nombre presidenciable. Hern¨¢ndez, cuenta su amigo, todo lo calcula como si fuera una obra que quiere vender. Se pone una meta, planea, convence, vende, ejecuta y da resultados. En su objetivo de ser el pr¨®ximo mandatario va en la mitad del camino y le falta lo m¨¢s importante: convencer. Eso solo se sabr¨¢ este 19 de junio. ¡°En lo p¨²blico hace lo mismo que en la construcci¨®n: planea proyectos y los vende al mercado. Sabe c¨®mo hacerlo a plazos y con los costos previstos. Y eso, aplicado a la administraci¨®n p¨²blica, funciona¡±, se?ala Fern¨¢ndez.
Las pruebas est¨¢n en las calles de Piedecuesta, donde naci¨® el 26 de marzo de 1945, y en las m¨¢s de 18.000 casas que llevan su marca en Santander. ¡°Esta es la primera que construy¨®, as¨ª era el prototipo, que luego fue modificando¡±, cuenta con orgullo Antonio Ortiz, mientras se?ala unas casas bajas en una calle rebautizada Pasaje G¨®mez y enumera los barrios con nombres de ciudades argentinas. Palermo, Buenos Aires, Bariloche, Jun¨ªn, La Rioja se esparcen por toda la ciudad que Hern¨¢ndez ha ido amasando con su particular estilo.
A su edad y, despu¨¦s de forjarse una fortuna como constructor, decidi¨® lanzarse a la presidencia. Ni su madre se explica por qu¨¦.
¡°Mi mam¨¢ dice que estoy loco¡±, cont¨® ¨¦l mismo en una entrevista sobre Cecilia Su¨¢rez, a quien le atribuyen el car¨¢cter impulsivo y col¨¦rico del candidato que promueve la lucha anticorrupci¨®n, ha dicho admirar a Hitler (aunque luego afirmara que fue un lapsus), que las mujeres deben permanecer en la casa y que una vez se posesione decretar¨¢ un estado de conmoci¨®n interior.
No hay nadie en Piedecuesta que no sepa la historia de ¡°la se?ora Cecilia¡±, como todos le dicen, cuando correte¨® a su marido con un rev¨®lver en la mano. Todav¨ªa tiene uno en su caj¨®n. Tampoco nadie que no tenga una an¨¦cdota con HG, la firma constructora de Hern¨¢ndez. Pero pocos hablan de ¨¦l antes de convertirse en el empresario multimillonario que es hoy. Su fortuna es de 100 millones de d¨®lares y la ha amasado, seg¨²n ¨¦l mismo, gracias a prestar dinero para viviendas como si fuera un banco. ¡°El mejor negocio de la vida es prestar plata, as¨ª sea a tasa bajitica¡±.
Hern¨¢ndez disfruta decir que es un millonario y que la clave de su fortuna han sido los pobres. ¡°Mi abuela Lola, que era analfabeta y fue quien me crio, me dijo una cosa que nunca se me olvida: ¡®Si quieres ser rico, trabaja con el pobre. Porque pobres hay muchos. H¨¢gales productos de alta calidad, al precio justo, g¨¢neles poquitico y la sumatoria de todos esos poquiticos, lo vuelve rico¡¯. La verdad, le hice caso. Y estos 52 a?os me he dedicado a eso¡±, ha dicho el candidato, que tiene seis empresas y m¨¢s de 370 propiedades entre lotes, apartamentos y locales, as¨ª como una sociedad en La Florida (Estados Unidos).
Hern¨¢ndez es hijo de una mujer due?a de un trapiche panelero y del sastre del pueblo. Estudi¨® ingenier¨ªa civil en Bogot¨¢ y su historia como constructor comienza en los a?os 70 en la esquina del aire, en pleno parque principal de Piedecuesta. Ah¨ª tambi¨¦n est¨¢ la evidencia de que ¨¦l piensa a Colombia como un enorme proyecto inmobiliario todav¨ªa por construir. Uno que es preciso tumbar porque ha estado erigido sobre ¡°la robadera de los corruptos¡±, como suele decir.
Una casa prefabricada blanca de 60 metros cuadrados, parecida a un container, es la entrada a la propuesta de Hern¨¢ndez para los m¨¢s pobres del pa¨ªs. El espacio es una construcci¨®n modesta, que visitan personas como si fueran futuros compradores. Adentro, un se?or entrega tres papeles y explica: ¡°Casa, mi fortuna es esta vivienda que Rodolfo propone para que la gente se quede en el campo. ?pera es donde habr¨¢ un centro de servicios de salud y culturales, y Ciudad Justicia, (una granja de 5.000 metros cuadrados) donde planea trasladar a los presos¡±.
A quince minutos de all¨ª, en una zona opulenta y rodeada de ¨¢rboles, est¨¢ la finca de descanso del candidato. Una enorme escultura de un perro y un mural con el rostro de una mujer adornan la fachada de la propiedad que es custodiada por la Polic¨ªa. Desde que Hern¨¢ndez dijo, sin presentar pruebas, que su vida est¨¢ riesgo y que ser¨ªa ¡°apu?alado¡±, un grupo de agentes fueron destinados a cuidar la propiedad. Adentro, est¨¢ la cocina desde donde ofreci¨® un discurso cuando obtuvo su pase a la segunda vuelta. A Rodolfo Hern¨¢ndez le gusta lo virtual antes de ponerse moda con la pandemia. Sus extrabajadores coinciden en decir que, con tal de evitar cualquier gasto, para ¨¦l innecesario, como viajes o vi¨¢ticos, ped¨ªa a sus trabajadores hacerlo todo por Internet.
Junto a uno de sus hermanos, fund¨® el movimiento pol¨ªtico Liga de Gobernantes Anticorrupci¨®n, cuya simbolog¨ªa y principios no se parecen al estilo que Hern¨¢ndez ha mostrado al pa¨ªs. El n¨²mero ¦Ð (Pi) y el eslogan ¡°L¨®gica, ?tica y Est¨¦tica¡± est¨¢n presentes en toda la publicidad del candidato.
El cerebro detr¨¢s de la campa?a fue su hermano y fil¨®sofo Gabriel Hern¨¢ndez. Con ese ideario, Rodolfo conquist¨® la alcald¨ªa de Bucaramanga en 2015. Pero a los pocos meses, su hermano se distanci¨®. Todav¨ªa hoy es un misterio la raz¨®n. ¡°Desde hace seis a?os tom¨¦ la decisi¨®n de mantenerme en el total y absoluto anonimato para poder tener la hybris bajo control y as¨ª avanzar en mis an¨¢lisis filos¨®ficos¡±, respondi¨® por correo electr¨®nico a la petici¨®n de una entrevista.
La periodista Rubby Morales, que particip¨® de esa campa?a, dice que escribi¨® el plan de gobierno y ahora se arrepiente. ¡°Rodolfo es como Jekyll y Mr. Hyde. Una persona en campa?a y otra en la administraci¨®n. Un hombre voluble y err¨¢tico¡±, dice la mujer cuya voz se ha hecho conocida en Colombia tras filtrarse un audio en el que el entonces alcalde la grita y amenaza con despedirla. ¡°Me limpio el culo con la ley¡±, se le escucha decir a Hern¨¢ndez.
El ingeniero, como le gusta que lo llamen, ha sido cuestionado por repartir unas ¡°cartas cheque¡± entre las personas m¨¢s pobres de la ciudad y prometerles que si llegaba a la Alcald¨ªa har¨ªa 20.000 casas. Su compromiso era beneficiar con una opci¨®n de vivienda a personas de bajos recursos y hacerlo con buenos dise?os porque, como le gusta decir, ¡°los pobres se merecen lo mejor¡±, pero no fue as¨ª. Y como ocurri¨® con un proyecto de a?os atr¨¢s, tambi¨¦n para los ¡°pobres¡±, no cumpli¨® exactamente con lo que prometi¨®. Aunque los beneficiarios s¨ª tuvieron facilidades para comprarlas porque la misma constructora de Hern¨¢ndez, HG, les prestaba el dinero para adquirirlas, lo que les entregaban estaba terminado por fuera, pero por dentro en obra negra, sin piso y con ladrillos a la vista.
La lucha contra la corrupci¨®n, su mantra
Con esa visi¨®n de empresa y de ajuste actu¨® en la Alcald¨ªa, que la mayor¨ªa de sus exfuncionarios califican como buena. ¡°Sane¨® las finanzas y dej¨® dinero de super¨¢vit en el banco¡±, recuerda Ciro Gamboa. Esa es su principal carta para llegar a la presidencia y por eso repite el mantra de ¡°no robar, no mentir y no traicionar¡±. Aunque esa apuesta tiene un enorme lunar. Mientras enarbola la causa anticorrupci¨®n, Hern¨¢ndez est¨¢ acusado de presunta participaci¨®n en la adjudicaci¨®n ilegal de un contrato. Pero este caso, que lleva la Fiscal¨ªa, es solo una peque?a fracci¨®n de un esc¨¢ndalo m¨¢s grande llamado Vitalogic, que involucra a su hijo en el cobro de una comisi¨®n millonaria.
Un periodista local, que prefiere no dar su nombre, asegura que con ¨¦l ¡°Bucaramanga ha tenido hasta ahora la alcald¨ªa m¨¢s desastrosa¡±. La relaci¨®n con la prensa es tensa. Aunque le gusta aparecer en los medios, prefiere hablar ¨²nicamente con los que le aplauden. ¡°Su gesti¨®n fue nula, exclusivamente aprobada por periodistas que le manejaban la imagen de viejo frentero¡±, dice el comunicador, que resume su gobierno en la capital de Santander como una seguidilla de esc¨¢ndalos medi¨¢ticos, de situaciones virales, groser¨ªas y populismo, sumergido en escenas que solo buscaban despertar emociones.
Los audios que se han conocido en la etapa final de la contienda en la que busca llegar a la Casa de Nari?o le dan la raz¨®n al periodista. Hern¨¢ndez ha aparecido m¨¢s en las p¨¢ginas de los diarios por sus episodios de ira que por su labor en la jefatura de Bucaramanga. Un audio filtrado a medios de comunicaci¨®n es la foto de su temperamento. Hern¨¢ndez le dice a un subalterno que reciba un documento dentro de un proyecto, aunque la norma exige otros. ¡°La norma puede decir lo que quiera. La ley no importa¡±, grita el candidato.
Con algo de humor, los periodistas locales dicen que cuando lograban una entrevista con ¨¦l prefer¨ªan no sentarse tan cerca, de pronto le daba un arrebato y terminaban volando lapiceros sobre sus cabezas. Sin la misma gracia, Jhon Claro, el concejal que recibi¨® la famosa cachetada del alcalde, cuenta el episodio. Se hab¨ªan reunido para hablar de un tema local, pero cuando Claro tuvo la osad¨ªa de mencionarle el l¨ªo en el que lo meti¨® su hijo, y que lo tiene a la puerta de un juicio que empieza el 21 de julio, Rodolfo se sali¨® de casillas, estall¨® en c¨®lera y lo golpe¨®, en una escena que qued¨® grabada porque el mismo Hern¨¢ndez llev¨® c¨¢maras.
Otro periodista explica que hay tres razones para el ¨¦xito que tiene a Hern¨¢ndez a las puertas de la presidencia. Dice lo que la gente quiere escuchar, promete cosas que sabe que no puede cumplir, pero que convencen a la gente, y tiene un excelente manejo de redes sociales. Similar a lo que se ha visto desde que lanz¨® su candidatura presidencial: ha dicho que va a acabar con la corrupci¨®n, que los colombianos que no conocen el mar lo har¨¢n bajo su Gobierno y es el rey de TikTok.
La creaci¨®n de un producto
Rodolfo Hern¨¢ndez est¨¢ convencido de que ser¨¢ presidente y que lo conseguir¨¢ con 15 millones de votos. Su sede de campa?a se llama Casa Nari?o, igual al nombre del palacio presidencial de Colombia. En esa casa colonial ubicada en Bucaramanga, lo venden como un producto. Sus simpatizantes llegan a buscar gorras, camisetas y otros tantos art¨ªculos de publicidad. Pero tienen que pagar. Los votantes sacan de su bolsillo por participar de esa marca que es Rodolfo Hern¨¢ndez. ¡°Rodolfo Hern¨¢ndez es un muy buen producto y nosotros lo vendemos¡±, ha dicho Luisa Fernanda Olejua Pico, la jefe de prensa.
¡°Ha sabido ganarse la simpat¨ªa de sus paisanos¡±, cuenta Isabel Ortiz, que no sab¨ªa mucho de ¨¦l hasta que recibi¨® la invitaci¨®n para ser su asesora en temas de g¨¦nero en la alcald¨ªa. ¡°No piensa para hablar¡±, dice ella, que tuvo que salir al paso a las metidas de pata del alcalde. ¡°Si hay algo negativo que se?alar de Rodolfo es su lenguaje, que se exalta r¨¢pidamente y que habla sin pensar. Algunas veces tuve que decirle: se?or alcalde, usted no puede hablar as¨ª de las mujeres, de las trabajadoras sexuales. Han pasado los a?os y se le vuelven a salir ese tipo de comentarios¡±, reconoce Ortiz, que aclara que jam¨¢s tuvo un altercado ni recibi¨® un insulto.
De la vida ¨ªntima de Rodolfo Hern¨¢ndez se sabe lo que ¨¦l ha querido contar. Est¨¢ casado con Socorro Oliveros desde hace d¨¦cadas, tiene cuatro hijos. Dos de ellos (Mauricio y Juliana) adoptados al inicio del matrimonio cuando no sab¨ªan si pod¨ªan ser padres. Los otros dos, Rodolfo Jos¨¦ y Luis Carlos son los que viajan con el candidato y manejan las empresas. Y son, al mismo tiempo, su tal¨®n de Aquiles. Luis Carlos es quien lo involucra en el caso de corrupci¨®n que se conoce como Vitalogic. Seg¨²n la Procuradur¨ªa, el exalcalde incurri¨® en el delito de ¡°inter¨¦s indebido en contrataci¨®n a favor de un tercero. En este caso, su hijo Luis Carlos Oliveros, quien recibir¨ªa una comisi¨®n¡± si el contrato se cerraba. Y el pr¨®ximo 21 de julio se enfrenta a juicio.
Rodolfo Hern¨¢ndez se posicion¨® como un producto, como el candidato que lleg¨® para llenar un vac¨ªo en el mercado pol¨ªtico, y reunir en su voz el hartazgo de los colombianos con la clase dirigente tradicional de la que Hern¨¢ndez se presenta como outsider, pero que su trayectoria lo muestra m¨¢s como un constructor con ganas de hacer de Colombia su proyecto empresarial.
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