Valeria Hinojosa: ¡°??Le dimos un poder a las compa?¨ªas que tenemos que ped¨ªrselo de regreso¡±
Las redes sociales se han convertido en un poderoso lugar para cuestionar las maneras en las que nos relacionamos con el medio ambiente y el consumo. Una exbanquera latina las ha usado para alentar a los consumidores a reclamar su poder
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Valeria Hinojosa era una exitosa banquera en Miami. A pesar de sus r¨¢pidos ascensos, de poder disfrutar de primeras filas en los abiertos de tenis y de tener a sus 27 a?os un apartamento y un carro que hac¨ªan que su familia pensara que hab¨ªa conseguido el ¨¦xito, cuando se asomaba por el gran ventanal de su oficina que daba al mar, se confrontaba a s¨ª misma, sent¨ªa un vac¨ªo inexplicable y pensaba: ¡°Es que ni siquiera puedo disfrutar el mar¡±.
Si la vida para la que la hab¨ªan entrenado y que le hab¨ªan prometido que le har¨ªa feliz no lo hac¨ªa, ?qu¨¦ otra vida era posible para ella? El d¨ªa que le ofrecieron un ascenso para ser vicepresidenta de su divisi¨®n en el banco, no la invadi¨® el entusiasmo, m¨¢s bien tuvo un ba?o de ansiedad en su cuerpo, un campanazo suficiente para enfrentar la verdad: ten¨ªa que dejar esa vida y ese trabajo. En esos tiempos de desaz¨®n, Hinojosa empez¨® a escribir en una plataforma que bautiz¨® ¡®Water thru skin¡¯ en donde consign¨® una de las mayores preocupaciones que la agobiaba: c¨®mo ser un mejor ser humano y ser m¨¢s respetuosa con la naturaleza.
Renunci¨®, se tuvo que declarar en bancarrota, volver al sof¨¢ de su madre, devolver el carro y el apartamento y se concentr¨® en informarse sobre cosas que para ella parec¨ªan imposibles de seguir desconociendo: ¡°Veganismo, moda consciente, slow living eran conceptos que no hab¨ªa escuchado, ?por qu¨¦ la universidad no me habl¨® de esto?, ?por qu¨¦ en mi familia nadie entend¨ªa mis preocupaciones por tener una vida m¨¢s coherente? Empec¨¦ a educarme y mientras m¨¢s estudiaba por mi cuenta para entender c¨®mo ser un mejor ser con la naturaleza, el sentimiento de que ten¨ªa que compartir esto y hac¨¦rselo digerible a muchas personas fue innegable¡±, sentencia Hinojosa.
Siguiendo los pasos de otras mujeres latinas que estaban usando sus redes sociales y su poder de convocatoria para amplificar mensajes de conciencia medioambiental como la modelo Toya Montoya con las comunidades ancestrales de la Guajira, o el fen¨®meno viral de ¡®Marce la Recicladora¡¯, Hinojosa se ha convertido durante los ¨²ltimos ocho a?os en una influencer y activista, con lo que se gana la vida y con lo que ha conseguido que sus sus afrentas al consumo y sus apuestas por una vida lenta y de menor impacto ambiental logren resonar con m¨¢s de 200,000 seguidores en las redes.
¡°El activismo m¨¢s grande y poderoso es actuar en casa, empezar con pasos chicos, eso es muy contagioso, eso inspira. A pesar de tener cientos de seguidores, mi impacto m¨¢s grande es en mi c¨ªrculo m¨¢s cercano, cuando me ven llegar con mis reutilizables a cualquier paseo, con mis pocos productos de maquillaje org¨¢nicos, cuando los aliento a probar mi comida vegana, es ah¨ª en donde m¨¢s transformaciones podemos hacer todos. Veo ambientalistas que hablan en las Naciones Unidas y est¨¢n hablando del cuidado del planeta en todos lados, pero no empiezan el cambio en su d¨ªa a d¨ªa. No lo ven como algo personal, pero para m¨ª ah¨ª es donde se logra el cambio¡±.
Una de las primeras revelaciones para esta activista en su camino por perseguir una vida m¨¢s sostenible y m¨¢s llena de sentido es cuando se dio cuenta de c¨®mo le hab¨ªamos otorgado un poder absoluto a las compa?¨ªas, un poder que ¡°ten¨ªamos que ped¨ªrselo de regreso¡±. ¡°Vamos al supermercado y ponemos todo en el carrito sin leer etiquetas, sin entender siquiera lo que traen los productos, no sabemos c¨®mo tratan esas empresas a sus empleados, ni cu¨¢nta agua desperdician en la fabricaci¨®n. Todas estas compa?¨ªas que tienen equipos de marketing incre¨ªbles y que tienen productos espectaculares que todos deseamos, realmente nos est¨¢n envenenando y lo estamos aprobando¡±.
Esa especie de adormecimiento que nos ha separado a los consumidores de lo que nos llevamos a la boca, nos ponemos en el cuerpo o la piel, o nos viste es algo que Valeria lleva desafiando haciendo una apuesta por algo sencillo: la informaci¨®n. Atravesando el velo de las im¨¢genes publicitarias y de su propio deseo, esta mujer nacida en Bolivia se ha comprometido en conocer a profundidad de cada una de las marcas que consume.
No ha sido un trabajo f¨¢cil. Ha empezado por algo esencial, consumir menos. ¡°Una de mis grandes preocupaciones como activista es desmantelar esa relaci¨®n que creamos entre la sustentabilidad y el consumo. Te dicen: ¡®?Quieres ser sustentable?: compra esto, cambia todo tu cl¨®set, cambia toda tu cocina¡¯. Esto no solo crea una gran ansiedad porque parece que se necesita mucho dinero para ser sustentable, sino que adem¨¢s est¨¢ haciendo una cosa terrible: reemplazar consumo por m¨¢s consumo¡±.
Hinojosa tambi¨¦n ha empezado a acotar las marcas que compra. Se ha acercado a las compa?¨ªas que tienen certificaciones como la etiqueta Fair Trade Certified, que certifica que al menos el 95% de los ingredientes de un producto proviene del comercio justo, o que tienen el Rainforest Alliance Certified, que declara su respeto por los bosques. A¨²n con estos certificados, comprar se ha convertido en una verdadera tarea de investigaci¨®n para la que ha encontrado algunos otros aliados.
¡°Hay algunas aplicaciones que te ayudan a ver qu¨¦ tan t¨®xicos o da?inos con tu cuerpo son los productos que compras. Una que es ideal para los productos de higiene y de belleza es ¡®Think dirty¡¯, una aplicaci¨®n con la que escaneas el c¨®digo de barras o pones el nombre del producto y te dice el nivel de toxicidad que tiene en una escala de 1 a 10. Tambi¨¦n est¨¢ la p¨¢gina ewg.org que busca empoderar a los consumidores con datos e investigaciones de vanguardia sobre millones de marcas para tomar las decisiones m¨¢s informadas¡±.
A pesar de todos estos esfuerzos, es su apuesta m¨¢s reciente la que m¨¢s resultados y satisfacciones le ha tra¨ªdo: vivir m¨¢s lento. Alineado con movimientos como el slow food o el slow fashion, que invocan un menor consumo y sobre todo un consumo de lo local, el slow living, como se le ha conocido como movimiento, reclama una desaceleraci¨®n radical de todo, de la vida misma.
Dejar Miami y apostar por seguir trabajando de forma digital pero desde un peque?o pueblo mexicano le ha permitido a Valeria una especie de regreso al tiempo de las abuelas, ¡°ellas que siempre hac¨ªan milagros con las cosas que hab¨ªa en casa y que se permit¨ªan ser creativas y no desperdiciar nada. La sostenibilidad es, justamente, el lugar de la creatividad, es hacer m¨¢s con menos, es reusar, reparar, darle nueva vida a lo que tenemos¡±.
Tener menos prisa y liberarse de la culpa de no ir al ritmo del consumo y de la sociedad, darse el permiso de que no todo tenga que ser y parecer perfecto, tener una composta, recoger en baldes el agua lluvia para usarla para lavar ropa, reusar el agua cuando cocinan pasta o fr¨ªjoles para echarla a las plantas, cultivar su propias hierbas y comida, ba?arse con agua fr¨ªa para no desperdiciar mientras la ducha se calienta o ser creativa con los recursos que hay son principios que han permitido que Valeria Hinojosa y muchos que se inspiran con sus apuestas puedan saber que su vida tiene un poco m¨¢s de sentido.
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