El dilema del mercurio, el metal que da de comer y envenena a la Amazonia boliviana

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Pueblos ind¨ªgenas como los Esse Ejja, Lecos, Mosetenes Chimanes, Tacanas y los Uchupiamona viven desde hace siglos en la Amazonia boliviana, pero se han visto amenazados por la contaminaci¨®n por mercurio especialmente en los r¨ªos Beni y Madre de Dios, de donde sacan los peces que son la base de la dieta alimenticia de las comunidades amaz¨®nicas. Preocupados, los pueblos ind¨ªgenas adheridos a la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Ind¨ªgenas Originarios Campesinos y ?reas Protegidas (Contiocap) pidieron ayuda al Centro de Documentaci¨®n e Informaci¨®n de Bolivia (Cedib) para saber qu¨¦ estaba pasando.

Las entidades contactaron a la Facultad de Toxicolog¨ªa de la Universidad de Cartagena en Colombia que hizo 350 ex¨¢menes de cabello a miembros de diversas comunidades que arrojaron en promedio la presencia de siete partes por mill¨®n (ppm) de mercurio, siete veces m¨¢s de lo saludable, seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS).

El cient¨ªfico colombiano Jes¨²s Olivero, quien tom¨® las muestras, present¨® los resultados del estudio el a?o pasado ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). En su informe cont¨® que realizaron evaluaciones del estado de salud de los ind¨ªgenas a trav¨¦s de encuestas y ¡°fue notable el reporte de la p¨¦rdida de memoria, temblor en las manos y problemas sensoriales para un buen n¨²mero de personas, sobre todo en aquellas con elevada contaminaci¨®n por mercurio¡±, afirm¨®.

El mercurio es un metal sumamente peligroso, pues su exposici¨®n genera discapacidades graves y puede ser particularmente letal en ni?os y embarazadas. ¡°Me siento molesta, invadida. En Bolivia, ignor¨¢bamos por completo c¨®mo se estaba usando el mercurio. Las comunidades denunciaron que comenzaron a presentarse problemas de salud propios de la contaminaci¨®n como da?os en la piel, ni?os con diarrea, mujeres abortando, s¨ªntomas y efectos que aseguran no hab¨ªan visto antes¡±, afirm¨® Ruth Alipaz, dirigente de Contiocap y defensora de territorios ind¨ªgenas y derechos del medio ambiente en la Amazonia boliviana.

Alipaz, quien naci¨® en la comunidad de San Jos¨¦ de Uchupiamonas,en el norte del departamento de La Paz, donde viven unas 80 familias que en su mayor¨ªa habitan casas de barro y techos de jatata, una especie de palmera tradicional de la zona, tuvo el doble del nivel tolerable de mercurio en el cuerpo cuando se hizo un examen en 2019.

¡°Me he realizado nuevos estudios que indicaron que mis niveles de mercurio siguen subiendo. Desde 2019 tengo un cuadro diarreico cr¨®nico¡±, sostiene Alipaz.

Investigadores alertan que la contaminaci¨®n estar¨ªa extendida a todas las comunidades de la cuenca del Amazonas que conviven con mineros cooperativistas que utilizan el mercurio en la zona para separar y extraer el oro de las rocas o piedras de los r¨ªos. Despu¨¦s de utilizarlo, los mineros tiran el mercurio a los r¨ªos contaminando a los peces, desatendiendo normas locales que los obliga a reciclar este t¨®xico metal.

¡°Lo que ya se ha identificado con evidencia cient¨ªfica es el impacto que tiene el mercurio sobre los peces en los r¨ªos de la Cuenca de la Amazon¨ªa boliviana. El minero bota el mercurio al r¨ªo hasta que eso llega a las personas a trav¨¦s de los pescados que consumen¡±, manifiesta Oscar Campanini, director del Cedib e investigador en temas de medio ambiente, agua, extractivismo y derechos humanos.

El a?o pasado, las comunidades amaz¨®nicas presentaron ante la CIDH una denuncia de afectaci¨®n a la vida y salud de los pueblos ind¨ªgenas por la contaminaci¨®n de mercurio. La instituci¨®n de la OEA conmin¨® al Estado boliviano a presentar un plan de acci¨®n para reducir el uso y comercializaci¨®n del mercurio.

Bolivia fue uno de los 140 pa¨ªses que se adhirieron al Convenio de Minamata sobre el mercurio que, entre otras disposiciones, reduce, controla y elimina el uso de mercurio, tanto en la miner¨ªa como en la industria.

En enero pasado, el Gobierno del presidente Luis Arce present¨® dos proyectos. El primero, denominado Plan de Acci¨®n Nacional (PAN), ser¨¢ ejecutado en dos a?os con una inversi¨®n de 500.000 d¨®lares para la elaboraci¨®n de estrategias y mecanismos con el fin de reducir gradualmente el uso del mercurio en la miner¨ªa.

La segunda iniciativa es el proyecto PlanetGOLD Bolivia durar¨¢ cinco a?os con un presupuesto de unos 6,5 millones de d¨®lares con el fin de aumentar el acceso al financiamiento que conduzca a la adopci¨®n de tecnolog¨ªas sostenibles sin mercurio.

Ambos planes buscan ¡°mitigar los impactos ambientales fundamentalmente en actividades mineras que utilizan el mercurio¡± y ¡°evitar que la explotaci¨®n de este recurso afecte las condiciones de vida de las comunidades bolivianas¡±, dijo durante la presentaci¨®n Juan Santos Cruz, ministro de Medio Ambiente y Agua.

El mercurio contamina calles bolivianas

La actividad aur¨ªfera ha crecido exponencialmente en los ¨²ltimos a?os. En 2020, se exportaron 25 toneladas de oro met¨¢lico con un valor de 1.276 millones de d¨®lares, mientras que en 2022 alcanz¨® a 64 toneladas con un valor de 3.003 millones, seg¨²n cifras del Instituto Nacional de Estad¨ªsticas (INE) (https://www.ine.gob.bo/index.php/estadisticas-economicas/comercio-exterior/cuadros-estadisticos-exportaciones/)

El gobierno del expresidente Evo Morales impuls¨® el crecimiento de las mineras cooperativistas de cerca de 800 en el inicio de su mandato en 2006 a unas 1.900 al concluir su presidencia en 2019. Las cooperativas, responsables del 94% de la producci¨®n de oro en Bolivia, se convirtieron en aliadas de Morales y fueron favorecidas con leyes como en el 2016 cuando Morales decret¨® la flexibilizaci¨®n de las regulaciones ambientales para este sector, o la reducci¨®n del pago de regal¨ªas al Estado del 7% al 2,5% por la explotaci¨®n.

El boom de la extracci¨®n de oro gener¨® tambi¨¦n m¨¢s demanda de mercurio. Para producir una tonelada de oro, se emplean entre tres y cuatro toneladas de este metal t¨®xico.

Los mineros obtienen el mercurio en las ciudades de La Paz y El Alto donde se almacena y comercializa sin una regulaci¨®n clara y exponiendo a la contaminaci¨®n a los m¨¢s de dos millones de habitantes que suman ambas urbes.

¡°Estamos siendo envenenados por caminar por las calles. La aduana no tiene un procedimiento especial para regular la importaci¨®n de mercurio. Tampoco hay un control efectivo para el uso del mercurio para extraer oro¡±, afirma Cecilia Requena una reconocida ecologista y senadora de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.

El mercurio se consigue en la populosa zona de la Buenos Aires, en el oeste de La Paz, caracterizada por la congesti¨®n vehicular, los gritos de los comerciantes y las casas de ladrillo y de colores pastel. Subiendo por unas gradas angostas, se abre la calle Tarapac¨¢, donde el silencio contrasta con el bullicio del resto del lugar.

All¨ª decenas de joyer¨ªas muy bien resguardadas por c¨¢maras de seguridad ofrecen el mercurio en peque?as botellas de un kilo. Los envases de color blanco llevan pegada una etiqueta con la marca ¡®El Espa?ol¡¯, la m¨¢s conocida entre quienes compran la sustancia.

En la entrada de las joyer¨ªas, se ven peque?os hornos, tubos de ox¨ªgeno y chimeneas que dan a la calle. ¡°En estos hornos, fundimos mercurio. Sale un vapor que sacamos por las chimeneas, as¨ª trabajamos¡±, dice con desconfianza Mar¨ªa Rojas.

¡°El mercurio se lo llevan los mineros que sacan oro en el norte de La Paz. El kilo puede costar hasta 2.000 bolivianos (unos 286 d¨®lares). Ha subido mucho, es que hay m¨¢s control¡±, sostiene, por su parte, Jorge Aruquipa, mientras sujeta dos peque?os lingotes de oro fuera de su joyer¨ªa en una oscura galer¨ªa comercial.

Bolivia, gran importador de mercurio

¡°La importaci¨®n de mercurio se realiza en recipientes de 44 kilogramos, pero comercializarlos en botellas peque?as de un kilo significa que se vuelve a envasar una porci¨®n significativa y, si esta actividad no se realiza de forma adecuada, la zona donde se comercializa se transforma en zona de alto riesgo de contaminaci¨®n¡±, sostiene Campanini.

En 2015 Bolivia import¨® 151,5 toneladas de mercurio mientras que un a?o despu¨¦s alcanz¨® la cifra r¨¦cord 238,3 toneladas. En 2020 import¨® 165,2 toneladas, superando a pa¨ªses como India (113 toneladas) o Emiratos ?rabes Unidos (104), seg¨²n, convirti¨¦ndose en uno de los principales importadores del mundo seg¨²n un comunicado del Viceministerio de Comercio Interior. Sus principales proveedores son Rusia y M¨¦xico (https://siip.produccion.gob.bo/noticias/files/2021-7213d-Boletin-Import-Mercurio.pdf.)

Mientras el gobierno boliviano avanza en los proyectos para reducir el uso del mercurio en la miner¨ªa, la senadora Requena estima que esto va a demorar varios meses y su avance depender¨¢ de la burocracia estatal. ¡°Las autoridades podr¨ªan ya establecer un reglamento de aduanas y control de la comercializaci¨®n¡±, sostiene.

En tanto, los ind¨ªgenas se sienten ¡°desamparados¡± dice Ruth Alipaz, quien pide al gobierno eliminar por completo el mercurio para que m¨¢s gente no se vaya a intoxicar ¡°porque a los que ya estamos contaminados no nos lo van a quitar de nuestro cuerpo y vamos a tener que convivir con los efectos¡±.

¡°Nos est¨¢n envenenando¡±, ind¨ªgenas bolivianos sufren por contaminaci¨®n de mercurio

Ruth Alipaz es una de los m¨¢s de 300 ind¨ªgenas de la Amazon¨ªa boliviana que han sido contaminados por mercurio. Investigadores y ecologistas afirman que la miner¨ªa utiliza este t¨®xico metal para extraer oro de los r¨ªos que abastecen de agua y comida a las comunidades. Los mineros compran el mercurio en ciudades como La Paz y El Alto casi sin regulaciones.

¡°?Por qu¨¦ estoy intoxicada con estos niveles de mercurio?¡±, se pregunta incr¨¦dula Ruth Alipaz. En 2019, se realiz¨® un examen de cabello que dio como resultado que ten¨ªa el doble del nivel tolerable de mercurio en el cuerpo que es de una parte por mill¨®n (1 ppm), seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. La muestra fue tomada durante un taller en La Paz sobre el uso irracional y poco regulado del mercurio en la extracci¨®n de oro en r¨ªos en las regiones de La Paz y el Beni, en el norte de Bolivia.

¡°Me he realizado nuevos estudios que indicaron que mis niveles de mercurio siguen subiendo. Desde 2019 tengo un cuadro diarreico cr¨®nico¡±, sostiene Alipaz, quien es defensora de territorios ind¨ªgenas y derechos del medio ambiente en la Amazon¨ªa boliviana. Ella naci¨® en la comunidad de San Jos¨¦ de Uchupiamonas, donde viven unas 80 familias que en su mayor¨ªa habitan casas de barro y techos de jatata, una especie de palmera tradicional de la zona.

Alipaz alert¨® a otras comunidades ind¨ªgenas adheridas a la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Ind¨ªgenas Originarios Campesinos y ?reas Protegidas (Contiocap) ante la posibilidad de que la contaminaci¨®n afecte a m¨¢s personas de la zona.

Con la ayuda del Centro de Documentaci¨®n e Informaci¨®n de Bolivia (Cedib), contactaron a la Facultad de Toxicolog¨ªa de la Universidad de Cartagena en Colombia que realiz¨® 350 ex¨¢menes de cabello a ind¨ªgenas de diversas comunidades que arrojaron en promedio la presencia de siee partes por mill¨®n (ppm) de mercurio, siete veces m¨¢s de lo saludable.

¡°Me siento molesta, invadida. En Bolivia, ignor¨¢bamos por completo c¨®mo se estaba usando el mercurio. Las comunidades denunciaron que comenzaron a presentarse problemas de salud propios de la contaminaci¨®n como da?os en la piel, ni?os con diarrea, mujeres abortando, s¨ªntomas y efectos que aseguran no hab¨ªan visto antes¡±, asever¨® Alipaz.

El a?o pasado, las comunidades amaz¨®nicas presentaron ante la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una denuncia de afectaci¨®n a la vida y salud de los pueblos ind¨ªgenas por la contaminaci¨®n de mercurio.

La CIDH conmin¨® al Estado boliviano a presentar un plan de acci¨®n para reducir el uso y comercializaci¨®n del mercurio. En enero pasado, el Gobierno del presidente Luis Arce present¨® un proyecto para la elaboraci¨®n de estrategias y mecanismos con el fin de reducir gradualmente el uso del mercurio en la miner¨ªa del pa¨ªs.