El saber ancestral gu¨ªa a las ambientalistas ind¨ªgenas brasile?as: ¡°Nuestros mayores ya dec¨ªan que el sol se pondr¨ªa m¨¢s caliente¡±
Las lideresas Francisca Arara y Shirley Krenak, que act¨²an en la gesti¨®n p¨²blica y la sociedad civil organizada, cuentan en un documental c¨®mo su concepci¨®n de la biodiversidad atraviesa su pensamiento pol¨ªtico
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Francisca Arara (45 a?os) tiene dos nombres y vive en dos mundos. En su lengua materna, se llama Yaka Shaw?dawa, del pueblo ind¨ªgena Shaw?dawa. Desde 2023, Arara es la autoridad m¨¢xima de la Secretar¨ªa de Pueblos Ind¨ªgenas del Estado de Acre (norte del Brasil), gracias a una trayectoria como profesora y lideresa en organizaciones sobre temas de cambio clim¨¢tico. Habla a la c¨¢mara de manera pausada y en el fondo se escucha y ve el r¨ªo Acre, que atraviesa la ciudad de R¨ªo Branco. ¡°Nuestros mayores ya dec¨ªan que el cambio clim¨¢tico suceder¨ªa, que el sol se pondr¨ªa m¨¢s caliente, que ya no ver¨ªamos las estrellas con tanta claridad y que las frutas se secar¨ªan. Sin m¨¢s, mira: el mam?o (papaya) se asa al sol. ?D¨®nde est¨¢n las mariposas que sobrevolaban nuestros r¨ªos de anta?o? Nuestros mayores con sus conocimientos del mundo espiritual ya observaban todo esto¡±, explica la lideresa en el documental Kunha Kara¨ª e las Narrativas da Terra, realizado en siete estados brasile?os y dirigido por la antrop¨®loga Paola Mallmann. El filme fue lanzado este a?o en Am¨¦rica del Sur.
En el Estado de Acre hay 18 pueblos originarios, 31.000 ind¨ªgenas y 246 aldeas. ¡°Nac¨ª en la tierra Arara do Igarap¨¦ Humaita, aldea Foz do Nilo, en Porto Walter¡±, cuenta Arara a Am¨¦rica Futura. Acre no tiene salida al mar y fue disputado por conflictos lim¨ªtrofes de Brasil con Bolivia y Per¨² entre fines del siglo XIX e inicios del XX. Las razones: la riqueza de ¨¢rboles de caucho, sus casta?as del par¨¢ y una red h¨ªdrica de m¨¢s de ocho r¨ªos. ¡°Mi pueblo Shaw?dawa Arara fue uno de los m¨¢s perseguidos durante las llamadas correr¨ªas de las distintas etnias del siglo XIX durante la ¨¦poca del auge del caucho destinado a la industria del transporte. Nosotros y otras etnias fuimos devastadas¡±, dice.
Arara se hizo una promesa desde muy joven. Crecer, florecer y trabajar con el legado de su abuela, Juditi Pereira, otra lideresa ind¨ªgena. ¡°Ella luch¨® por el reconocimiento y demarcaci¨®n de nuestras tierras. Lideraba tanto a hombres como a mujeres. Nos ense?aba con consejos y trabajaba en plantaciones. Organizaba y daba ¨®rdenes a todo el mundo. Ella estaba entre dos mundos y yo quise seguir sus pasos¡±, cuenta. Pereira cruzaba los r¨ªos, iba al municipio y navegaba entre la cosmovisi¨®n ind¨ªgena y las estructuras convencionales de la sociedad. Conoc¨ªa las instituciones sin separarse nunca de sus valores y percepci¨®n del mundo ind¨ªgena.
Es as¨ª como Arara tambi¨¦n transita entre esos dos mundos y los enlaza. Pasa sus d¨ªas visitando aldeas, registrando las necesidades, trabajando en la Secretar¨ªa y en discusiones regionales e internacionales sobre cambio clim¨¢tico. Antes de asumir su actual cargo, perteneci¨® a la Organizaci¨®n de Profesores Ind¨ªgenas de Acre y a la Secretar¨ªa Extraordinaria de los Pueblos Ind¨ªgenas de ese mismo estado (SEPI), donde trabajaba en pol¨ªticas p¨²blicas destinadas a proteger los derechos de estas comunidades. ¡°Ahora, en mi actual funci¨®n de secretaria, nos centramos en garantizar los derechos de nuestros pueblos para que les lleguen todos los recursos: seguridad alimentaria, formaci¨®n educativa e informaci¨®n, agua potable y demarcaci¨®n de sus tierras. Mantener a los pueblos ind¨ªgenas en sus territorios es mantener en pie a las bosques y respetar a la naturaleza¡±, explica.
La biodiversidad es femenina
Shirley Krenak (44 a?os) toma el micr¨®fono y abre los brazos frente al p¨²blico de mujeres ind¨ªgenas de todas las partes de Brasil que la escuchan. Es una escena de la Primera Marcha de las Mujeres Ind¨ªgenas en Brasilia (2019) que marc¨® para siempre al movimiento ind¨ªgena brasile?o y latinoamericano. ¡°Nuestros territorios son nuestros cuerpos y esp¨ªritus. Nuestra madre tierra nos llama a nosotras, mujeres ind¨ªgenas empoderadas. Somos tierra, agua, sol, sangre. Nosotras somos quienes gestamos¡±, dice. Krenak es una lideresa ind¨ªgena del estado de Minas Gerais, oriunda del pueblo Krenak, en la regi¨®n del R¨ªo Doce, que sufri¨® en 2015 una de las mayores tragedias mineras del mundo. Ocurrido en Mariana, en noviembre de ese a?o se derrumb¨® una represa de Fund?o, propiedad de la empresa Samarco Miner¨ªa, vertiendo residuos t¨®xicos hasta alcanzar la cuenca del r¨ªo. ¡°Contamin¨® y, por lo tanto, mat¨® al R¨ªo Doce (nuestro Watu), 850 kil¨®metros que para el pueblo Krenak eran sagrados. Y pasaron nueve a?os sin hacerse justicia.¡± Esa espera se convirti¨®, adem¨¢s, en una injusticia. Hace pocos d¨ªas, en noviembre de 2024, se dio a conocer la absoluci¨®n a las empresas Samarco, Vale y BHP por parte de las autoridades brasile?as. Parece un contrasentido para el planeta y para todos los esfuerzos realizados por movimientos sociales, organizaciones de la sociedad civil y gobiernos para que sobreviva el medio ambiente, la biodiversidad y los pueblos originarios. ¡°La impunidad de este pa¨ªs no puede creerse. El lucro no puede estar por encima de nuestras vidas. La miner¨ªa corroe nuestras monta?as y quita nuestras vidas¡±, dijo sus redes sociales Krenak hace unos d¨ªas.
En la reciente Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad que se celebr¨® en Colombia (COP16), Krenak llev¨® su bandera de lucha: ¡°Amazonia Libre del Extractivismo para combatir la crisis clim¨¢tica¡±. Reflexiona y repite, una y otra vez: ¡°Las conferencias no existir¨ªan si antes hubi¨¦semos solucionado los problemas causados al medio ambiente. La biodiversidad es de la humanidad, somos todos uno y es responsabilidad de todos¡±. A trav¨¦s del Instituto Shirley Krenak, esta defensora incansable de los derechos de los pueblos ind¨ªgenas lleva adelante una misi¨®n que impregna cada una de sus acciones: promover iniciativas educativas que enaltecen la ancestralidad ind¨ªgena y celebran el profundo v¨ªnculo con la madre tierra. Y ese compromiso est¨¢ intr¨ªnsecamente ligado a una visi¨®n femenina que ella y otras activistas llevan al campo de la pol¨ªtica. Basta observar las acciones de la Articulaci¨®n Nacional das Mujeres Ind¨ªgenas Guerreras de la Ancestralidad (Anmiga) de la que Krenak forma parte. En 2022, este movimiento realiz¨® la Caravana de las Originarias de las Tierras. Atravesaron 27 territorios brasile?os y con eso los diferentes biomas de ese pa¨ªs (Amazonia, Caatinga, Cerrado, Mata Atl¨¢ntica, Pantanal y Pampa). Todo est¨¢ relacionado. ¡°En Anmiga las integrantes somos mujeres-semillas, mujeres-ra¨ªces, mujeres-agua, mujeres-tierra, mujeres-lluvia, mujeres-viento. Somos una biodiversidad de lideresas, cada una est¨¢ en su espacio, pero en el mismo ¨¢rbol sagrado¡±, explica.
La primera organizaci¨®n de mujeres ind¨ªgenas naci¨® en 1884, con la Asociaci¨®n de Mujeres Ind¨ªgenas del Alto R¨ªo Negro. El recorrido natural de los r¨ªos, de las ra¨ªces de ¨¢rboles, de los brotes de hojas y ramas fueron entrando al campo pol¨ªtico con representantes como la primera ministra ind¨ªgena del Brasil, Sonia Guajajara y la diputada federal, educadora y activista ind¨ªgena C¨¦lia Xakriab¨¢. En las elecciones municipales de 2024 hubo un aumento del 130% de candidatas ind¨ªgenas con relaci¨®n a las elecciones de 2016. Aun as¨ª, siguen existiendo en todos los ¨¢mbitos pol¨ªticos m¨¢s opciones masculinas.
En una de las escenas finales del documental Kunha Kara¨ª y las narrativas de la tierra, Krenak, a orillas del R¨ªo Doce evoca un canto. Lo contempla en silencio por un tiempo. El silencio se hace eterno. ¡°Para nosotros no es solo agua, es un ser vivo, que ahora no est¨¢ m¨¢s vivo. Toda esta agua est¨¢ contaminada de residuos y mercurio. La lucha del pueblo ind¨ªgena es decirle a la gente que vamos a quedarnos sin m¨¢s agua en el planeta para beber. Nosotros luchamos para que la sociedad entera vea que tambi¨¦n puede hacer algo. Pero la comodidad de la sociedad es mayor que la fuerza de la lucha. Somos todos parte de un universo. Y precisamos fortalecernos m¨¢s¡±.
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