Las dos vidas de Ziline: de un orfanato de Hait¨ª a la selecci¨®n nacional argentina de volteo

Es oto?o en Buenos Aires. Ziline Pierre Pe?a Arias sonr¨ªe. Sus dientes blanqu¨ªsimos brillan tanto como sus perlas al sol. Lleva una vincha que combina a la perfecci¨®n con su pelo. En una serie m¨¢gica y continuada de acrobacias, cabalga sobre ¡®Olavi¡¯, gira delicadamente sobre s¨ª misma, despliega sus piernas como alas al cielo y se eleva. Guiada por una conductora y un lazo, tiene un minuto para hacer una coreograf¨ªa de por lo menos nueve movimientos para despu¨¦s saltar al llano. Se mueve en c¨ªrculo. No se detiene. All¨ª est¨¢n su coraz¨®n y su alma. Parece volar.

En tierra, su agenda del 2023 marca muchos torneos nacionales e internacionales y quiere darle lo mejor al Equipo Argentino de Volteo (Vaulting) al que pertenece. Con solo 14 a?os, comparte largu¨ªsimas horas de entrenamiento con los mejores deportistas de la disciplina, tanto en Buenos Aires como en su provincia: La Rioja. ?nica afrodescendiente del seleccionado, est¨¢ orgullosa de representar a la regi¨®n de las monta?as espejo de la cordillera de Los Andes. Son su hogar.

Desde 2018, Ziline ha ganado medallas y trofeos por un deporte no tradicional que consiste en hacer acrobacias coordinadas sobre un caballo al galope. Agradece los reconocimientos, pero su mayor triunfo, sostiene, fue encontrar entre vuelta y vuelta un movimiento que la emociona y la hace feliz. Le cuesta explicarlo en palabras. Lo celebra.

En su historia, el movimiento naci¨® signado por la muerte. Ella ten¨ªa apenas un a?o cuando el 12 de enero de 2010 un terremoto de los peores en la historia del mundo dinamit¨® Hait¨ª y castig¨® a su gente. Ziline viv¨ªa en el orfanato Rose Mina de Diegue de Puerto Pr¨ªncipe. All¨ª, junto a otras ni?as y ni?os muy peque?os, sinti¨® el suelo moverse con la violencia de los finales irreversibles. Milagro o destino, el lugar fue uno de los pocos que resisti¨® los eternos segundos que dur¨® el temblor. El resto del barrio desapareci¨®.

Contracara de aquel infierno, la moneda de su vida gir¨® en el aire y todo cambi¨® para siempre. En Argentina, Patricia Arias (59) y Gustavo Pe?a (67), se conmovieron y solidarizaron con el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica y dieron con Osvaldo Fern¨¢ndez, un argentino que estaba al frente del orfanato donde viv¨ªa Ziline. Quer¨ªan adoptar. Entonces, les lleg¨® la foto de Ziline. Apenas caminaba y ten¨ªa una mirada atravesada por la tristeza y el abandono. Supieron que ¡°era ella¡±, la hija con la que siempre hab¨ªan so?ado y no hab¨ªan podido concebir naturalmente.

¡°Nos enamoramos ni bien la vimos. A¨²n usaba pa?ales. Imposible olvidar su pelo rizado y sus enormes ojos marrones. Tan chiquita, tan hermosa y tan desvalida¡±, describe sobre el primer encuentro virtual Gustavo, el pap¨¢ de Ziline. ¡°En el momento del sismo, ten¨ªamos unos 70 chicos a cargo. ¡®Zili¡¯ ya era una nena con car¨¢cter dominante y liderazgo¡±, recuerda por su parte Osvaldo Fern¨¢ndez desde Puerto Pr¨ªncipe.

El rescate lleg¨® a tiempo. Ziline tendr¨ªa una familia. El proceso de adopci¨®n dur¨® un a?o y medio. Hubo que validar su partida de nacimiento sin firma y tener el consentimiento de su abuelo paterno Pedro Pierre, el ¨²nico familiar que se hab¨ªa hecho cargo de ella al nacer en Belle-Anse, un humilde pueblo pesquero sobre el mar Caribe. Fue ¨¦l quien la llev¨® a sus ocho meses desde su casa cerca del mar hasta el orfanato de la capital de Hait¨ª. No tuvo opci¨®n: ni ¨¦l ni sus padres, ambos pescadores, pod¨ªan criarla ni mantenerla.

El abuelito, como lo llaman los Pe?a Arias, fue tambi¨¦n el que la despidi¨® en el aeropuerto Toussaint Louverture en mayo de 2012, dos a?os despu¨¦s del terremoto y tras numerosas gestiones con abogados y viajes de sus padres adoptivos. Ziline ten¨ªa tres a?os y ocho meses y ya no tiene recuerdos de ¨¦l. Ese d¨ªa puso rumbo a m¨¢s de 6.000 kil¨®metros en el extremo sur de Am¨¦rica para seguir construyendo su identidad.

Pasados los obst¨¢culos iniciales, la adaptaci¨®n de Ziline fue muy r¨¢pida. Su idioma natal, el creole haitiano, una mezcla de franc¨¦s con lenguas africanas, fue reemplazado en poco tiempo por un espa?ol con la ¡®r¡¯ marcada, la tonada t¨ªpica de esa zona del noroeste de Argentina. Su estilo carism¨¢tico, dulce y audaz fue ganando el afecto de conocidos y desconocidos.

Inscrita en un jard¨ªn con distintos deportes, eligi¨® hacer equitaci¨®n, perdi¨® el miedo a los caballos y empez¨® a hacer piruetas que desembocaron en su pasi¨®n por el volteo. Como complemento, sum¨® gimnasia art¨ªstica para robustecer m¨²sculos y mejorar posturas. ¡°A los 4 a?os se subi¨® a su caballo preferido, Tambo Tibur¨®n, y no se baj¨® m¨¢s. En un abrir y cerrar de ojos ya estaba compitiendo¡±, cuenta Patricia.

Con ¡®El Tibu¡¯ lograron lo impensado para una nena que no sab¨ªa cabalgar. Destreza y fortaleza innata, Ziline se destac¨® r¨¢pidamente y empez¨® a ganar torneos locales y nacionales. En poco tiempo, fue convocada al Equipo Argentino de Volteo. Imposible no detenerse en aquella ni?a con estrella.

En 2017 y con solo nueve a?os, Ziline vol¨® con sus coreograf¨ªas a los Juegos Sudamericanos de Sao Paulo para participar en su primera competencia internacional. Gan¨® el primer puesto en la categor¨ªa dupla y el segundo puesto en la competencia individual. Dos a?os despu¨¦s, cruz¨® el oc¨¦ano y dej¨® su marca en otros torneos de alta competencia en Eslovaquia y en Rep¨²blica Checa. Tambi¨¦n en Ciudad de Le¨®n, M¨¦xico. Tanto ella como el equipo obtuvieron lugares destacados en esos lugares.

Campeona argentina en la categor¨ªa ¡®Children 1 Estrella¡¯ en 2018, 2019 y 2021, a mediados de ese a?o viaj¨® a los Juegos Mundiales Juniors de Volteo en Le Mans, Francia. ¡°Fue una experiencia incre¨ªble¡±, agradece Ziline. El seleccionado argentino fue uno de los pocos competidores latinoamericanos. Ella volvi¨® llena de vivencias y amigos. ¡°Nos cuesta pagar su entrenamiento y sus viajes, pero hacemos lo imposible para que compita y sea feliz. Es noble, humilde y luchadora. Est¨¢ siempre dispuesta a ayudar y pelea contra el racismo y la discriminaci¨®n. Valora mucho las oportunidades que la vida y el deporte le est¨¢n dando¡±, se enorgullecen sus padres.

Con una amplia experiencia en volteo, Yanina ?lvarez (48) actual entrenadora del seleccionado define a Ziline como una deportista con enormes capacidades y talento. ¡°Se esfuerza, se concentra y se preocupa. Tiene car¨¢cter ante situaciones l¨ªmite y de estr¨¦s. Puede llegar adonde quiera. Ojal¨¢ alg¨²n d¨ªa este deporte sea ol¨ªmpico y ella est¨¦ ah¨ª¡±, dice. ?lvarez descubri¨® a Ziline en un taller que dio en La Rioja y se encarg¨® de que Argentina y el mundo la conocieran.

Una historia hecha pel¨ªcula

En su pa¨ªs, la historia de resiliencia de la deportista lleg¨® a los o¨ªdos del director de cine Fernando Berm¨²dez y el productor Diego D¨ªaz. En plena pandemia, se contactaron con los Pe?a Arias y les propusieron filmar el documental Ziline, entre el mar y la monta?a, que alude a los paisajes que vieron a su hija nacer y crecer. Con el apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales Argentino (INCAA), la pel¨ªcula de 70 minutos es una realidad y est¨¢ previsto que se estrene este a?o.

Sus contrastes emocionan. Las im¨¢genes muestran a Ziline creciendo y arm¨¢ndose, familiar y deportivamente. ¡°Es la historia del ¨¢rbol trasplantado en una tierra diferente y dis¨ªmil, del crecer superando climas adversos para un d¨ªa florecer y saber o descubrir que todo es posible desde el amor. Tambi¨¦n es hablar de las oportunidades que, en un mundo m¨¢s justo, todos deber¨ªamos tener¡±, sintetiza el director Berm¨²dez el coraz¨®n del documental.

Ziline sue?a ahora con tocar la cima con el volteo. Tambi¨¦n con que su documental viaje y brille en Hait¨ª, un pa¨ªs sumido en una profunda crisis pol¨ªtica, de seguridad y humanitaria. No descarta volver all¨ª en algunos a?os para recorrer los lugares que la vieron nacer y partir. En Puerto Pr¨ªncipe sigue funcionando el orfanato de Osvaldo y en distintos pueblos viven su abuelo, sus pap¨¢s biol¨®gicos y dos hermanos: uno mayor y otro menor. De ellos conservar¨¢ para siempre su apellido: Pierre. Fue una de las primeras decisiones que tomaron Patricia y Gustavo.

¡°De peque?a, me ped¨ªa que le hable de Hait¨ª para dormirse y le transformaba su historia en un cuento en el que ella era la princesa¡¯ Ahora, m¨¢s grande, reflexiona sobre el por qu¨¦ de tanta pobreza. Le duele saber c¨®mo vive la ni?ez haitiana. Hace poco me dijo que le gustar¨ªa conocera la mam¨¢ que la tuvo en la panza¡±, comparte Patricia. A veces, a?ade Gustavo, lagrimea a escondidas cuando escucha noticias de temblores que le despiertan fantasmas. Pero prefiere no tocar el tema. ¡°Por ahora no hablamos del terremoto porque le hace mal. Lo encararemos cuando sea el momento¡±, asegura.

¡°Vivo el presente¡±, sostiene Ziline con vehemencia. En ese presente, este junio se medir¨¢ con su coreograf¨ªa en competiciones en Italia y Eslovaquia. El calendario cierra en diciembre en Sao Paulo, Brasil. Por eso, entrenar es absoluta prioridad.

Es ah¨ª cuando el coraz¨®n late y la adrenalina aumenta. Desaparece la tristeza. Ziline sonr¨ªe e ilumina. Se acerca a Olavi, dispuesta a un nuevo desaf¨ªo. Lleva puesta una malla con los colores de la bandera argentina. Como un mantra, suena en versi¨®n ac¨²stica Hijo de la Luna del grupo espa?ol Mecano. El reloj se activa y comienza su coreograf¨ªa. Tiene que hacer como m¨ªnimo nueve movimientos para lograr una buena performance. Es el minuto exacto en el que sus dos vidas se entrecruzan y equilibran.

Primer movimiento: su nacimiento en Belle-Anse. Segundo movimiento: el orfanato. Tercer movimiento: el temblor y el infierno. Cuarto movimiento: Patricia, Gustavo y su amor incondicional. Quinto movimiento: las monta?as de La Rioja como gu¨ªa. Sexto movimiento: Tambo Tibur¨®n, su futuro primer tatuaje, y la posibilidad de volar sobre la tierra. S¨¦ptimo movimiento: sus logros en Argentina y el mundo. Octavo movimiento: su historia hecha pel¨ªcula. Noveno movimiento: el presente y el futuro que se abren a sus pies, esta vez sin temor, con la fuerza primitiva de aquel primer mar.

60 segundos. Ziline lo logr¨®. Tiempo.