Los indios americanos adoptaron caballos espa?oles antes de ser colonizados
Nuevas evidencias arqueol¨®gicas apuntan a que los ind¨ªgenas del oeste norteamericano ya cabalgaban ¨¦quidos ib¨¦ricos en 1600, previo a la colonizaci¨®n del resto de potencias europeas
La primera vez que los ind¨ªgenas mesoamericanos contemplaron un soldado espa?ol montando sobre su caballo no supieron procesarlo ni entender qu¨¦ estaban viendo. A pesar de ser pocas monturas, las cr¨®nicas hist¨®ricas hablan de una primera misi¨®n con un par de decenas de equinos y algunas yeguas, los comentarios de los pueblos primigenios mencionan c¨®mo las tropas a caballo del conquistador espa?ol Hern¨¢n Cort¨¦s en 1519 parec¨ªan centauros, como si el hombre y el caballo se hubieran fusionado. As¨ª qued¨® registrado que entendieron que el caballo y su jinete eran un solo ente. Una unidad.
Ahora, una investigaci¨®n multidisciplinar, que involucra a casi un centenar de cient¨ªficos de todo el mundo y 66 centros e instituciones, detalla c¨®mo la relaci¨®n de simbiosis humano-caballo fue una constante entre las tribus indoamericanas en las llanuras de EE UU durante la primera mitad del siglo XVII, antes de que llegaran el resto de los colonizadores europeos.
Al menos, desde la conquista de los espa?oles de Am¨¦rica por el sur durante el virreinato de la Nueva Espa?a, los caballos ya se hab¨ªan extendido hacia el norte desde los asentamientos fronterizos en Nuevo M¨¦xico. Esta nueva dataci¨®n del registro f¨®sil adelanta en 200 a?os la presencia equina domesticada registrada hasta ahora, al hallar una ¡°fuerte afinidad gen¨¦tica¡± entre las manadas de caballos contempor¨¢neos y la poblaci¨®n ecuestre espa?ola de hace siglos.
El caballo moderno salvaje hab¨ªa recorrido el continente americano miles de a?os antes durante el Pleistoceno, por lo que resulta innegable para los autores del trabajo, que se publica hoy en la revista cient¨ªfica Science, que hubo contacto constante entre los dos animales. Una de las inc¨®gnitas que las nuevas evidencias resuelven es que, tras la desaparici¨®n del registro de caballos hace 13.000 a?os durante la era glacial, los ¨¦quidos encontrados en el oeste norteamericano son indudablemente ¨ªberos, venidos desde Eurasia a trav¨¦s del Atl¨¢ntico y que desembarcaron en el Caribe con las tropas del Imperio espa?ol hacia inicios del siglo XVII.
Esta investigaci¨®n nace de una colaboraci¨®n pionera y, en apariencia contra natura, entre la ciencia institucionalizada y el conocimiento de las tribus de las grandes llanuras estadounidenses, con cient¨ªficos de origen comanche, pawnee y lakota, entre otros pueblos ind¨ªgenas. La investigadora Yvette Collins, del Centro de Antropobiolog¨ªa y Gen¨®mica de Toulouse (CAGT) en Francia, es tambi¨¦n conocida como ¡°caballo corredor¡± (running horse, ta?unke iyanke wi?) de la tribu lakota en la reserva india de Pine Ridge en Dakota del Sur (EE UU). La cient¨ªfica explica que era ¡°el momento unirse a otras comunidades ind¨ªgenas y dar la bienvenida a la investigaci¨®n cient¨ªfica¡±. Una prospecci¨®n novel, detalla Collins, para analizar el pasado de los caballos, una especie que juega un papel clave en la cosmogon¨ªa y la cultura de los nativos americanos. El propio grupo lakota, de los siux, se autodenomina sungwaka?: naci¨®n equina.
Era el momento unirse a otras comunidades ind¨ªgenas y dar la bienvenida a la investigaci¨®n cient¨ªfica para analizar el origen de los caballos, una especie clave en nuestra culturaYvette Collins, Centro de Antropobiolog¨ªa y Gen¨®mica de Toulouse
¡°Desde el punto de vista lakota, los caballos entran en la misma categor¨ªa que una persona, incluso m¨¢s; nuestra experiencia con ellos es diferente¡±, narra Collins. Por este motivo, como integrante de la tribu y por su experiencia como investigadora en Par¨ªs, desarrolla: ¡°No utilizamos vallas ni corrales con los caballos, presentamos a los animales como una parte m¨¢s del clan y son sagrados¡±. Su inter¨¦s por el conocimiento cient¨ªfico y la historia de los mam¨ªferos de la familia equus es la que ha motivado este estudio interdisciplinar, as¨ª como que su sociedad haya sido una de las primeras reservas ind¨ªgenas que ha abierto la puerta a los investigadores externos.
¡°Esto es algo hist¨®rico¡±, expone exultante el genetista franc¨¦s Ludovic Orlando, tambi¨¦n de la CAGT y coautor del trabajo. Este profesional lleva estudiando la evoluci¨®n de los caballos desde hace m¨¢s de 15 a?os: ¡°Por supuesto, lo que hemos descubierto sobre la reaparici¨®n de estos animales en EE UU es importante, pero que los ind¨ªgenas trabajen con genetistas es ¨²nico¡±. El director del laboratorio de arqueolog¨ªa molecular considera que, independientemente de las ideas que expone la publicaci¨®n, lo vital es que ¡°es la primera vez en la que son las propias sociedades de amerindios quienes han realizado los an¨¢lisis¡±.
Esto es algo hist¨®rico, que ind¨ªgenas trabajen con genetistas es ¨²nico: es la primera vez en que son los propios amerindios quienes realizan los an¨¢lisisLudovic Orlando, genetista y director CAGT
Entre los resultados del estudio, el an¨¢lisis aprovecha los restos arqueol¨®gicos de los primeros ejemplares hist¨®ricos de caballos, en lugar de basarse en los ¡°registros con omisiones, imprecisiones y fuerte sesgo anti-ind¨ªgena¡± de los conquistadores europeos, detallan los autores ¡°como hab¨ªan hecho muchos estudios anteriores¡± de los siglos XVIII y XIX. El caballo es fundamental para muchas culturas ind¨ªgenas del suroeste norteamericano para poder desplazarse por las Grandes Llanuras, una superficie de 2,8 millones de km? que cruza todo el medio oeste del continente, de norte a sur y que conecta M¨¦xico, EE UU y Canad¨¢. El haber localizado un f¨®sil ecuestre con marcas de torsi¨®n en el hocico, explica el arque¨®logo William Taylor, de la Universidad de Colorado en Montana y coautor de este estudio, apunta a que la montura fue cabalgada por amerindios y, adem¨¢s, que fue curado, ya que la reliquia presenta heridas cicatrizadas en su registro ¨®seo.
Taylor es un investigador especializado en Mongolia: ¡°El registro asi¨¢tico de la relaci¨®n con los caballos es completamente diferente al que nos encontramos en el oeste ind¨ªgena¡±. Entre los detalles, al analizar los 30 restos ¨®seos con pruebas osteol¨®gicas, gen¨®micas, isot¨®picas, radiocarb¨®nicas y paleopatol¨®gicas, el cient¨ªfico describe que las se?ales encontradas en el cr¨¢neo indican que hubo una coordinaci¨®n experta entre el jinete y el caballo.
El especialista en estudios mesoamericanos Federico Navarrete, de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, y no relacionado con este trabajo, describe c¨®mo el caballo form¨® una relaci¨®n mayor con las tribus del norte del R¨ªo Bravo debido al ¡°car¨¢cter cazador-recolector y de nomadismo de los amerindios¡± por las praderas estadounidenses. Mientras, en M¨¦xico central, se?ala el historiador: ¡°Para los pueblos ind¨ªgenas mesoamericanos no eran tan ¨²til ni un elemento de intercambio significativo¡±. Otro animal domesticado en Oriente medio y transportado transatl¨¢nticamente por Col¨®n en 1492, jug¨® un papel m¨¢s relevante para los mexicas: la oveja. ¡°En nuestra Am¨¦rica, les gustaron m¨¢s las ovejas, daban lana r¨¢pido, se pod¨ªan comer y crec¨ªan en cualquier lugar, y se convirti¨® en muy importante¡±, enumera Navarrete.
De ser una pieza clave en el mundo del siglo XIX y principios del XX, Orlando lamenta la desaparici¨®n de los caballos: ¡°Una p¨¦rdida en vidas animales, pero tambi¨¦n en cultura¡±. Y comenta ir¨®nico c¨®mo ¡°en estos momentos hay m¨¢s franceses, unos 70 millones, que caballos en el mundo occidental; hace 100 a?os esto mismo ser¨ªa impensable, cuando en Par¨ªs o Nueva York hab¨ªa hasta problemas con la bosta, la posibilidad de una gran crisis con las bo?igas de caballo¡±.
Para el cient¨ªfico, un acierto de su investigaci¨®n es c¨®mo se aproximaron al sujeto de estudio: ¡°Lo peor que podr¨ªamos haber hecho es ciencia helic¨®ptero: ir a estas comunidades, hacer nuestros estudios y marcharnos sin relacionarnos con ellos¡±. De ah¨ª que Collins, que recalca c¨®mo en la ciencia de los lakota destaca la preservaci¨®n de la naturaleza y el trato en igualdad con el caballo, se muestre optimista de cara a m¨¢s trabajos con las comunidades ind¨ªgenas: ¡°Es la primera investigaci¨®n de muchas¡±.
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