¡°S?o Paulo no est¨¢ en venta¡±: la pol¨¦mica reforma del plan que regula el suelo en la mayor ciudad de Brasil
La C¨¢mara Municipal ha aprobado una revisi¨®n del plan en medio de cr¨ªticas y protestas de urbanistas, movimientos sociales y sociedad civil que alegan que favorece la especulaci¨®n
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El Plan Director Estrat¨¦gico (PDE) es la ley urban¨ªstica m¨¢s importante de S?o Paulo. Regula el uso del suelo y determina d¨®nde y c¨®mo se va a transformar o conservar la ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs, con 12 millones de habitantes. Su objetivo es dirigir las acciones de los productores de espacio urbano para mejorar la calidad de vida en la capital econ¨®mica de Brasil, que ha crecido de manera ca¨®tica y desigual desde su fundaci¨®n en 1554.
El primer plan urban¨ªstico general de S?o Paulo es de 1971 y se desarroll¨® sin apenas participaci¨®n popular, en el periodo m¨¢s duro de la dictadura militar. Desde la Constituci¨®n de 1988 se han redactado varios textos antes del Plan Director vigente, aprobado en 2014 durante el Gobierno de Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), y que durar¨¢ hasta 2029. Est¨¢ prevista una revisi¨®n intermedia y es ahora, durante el mandato del alcalde Ricardo Nunes, Movimento Democr¨¢tico Brasileiro (MDB), cuando se ha propuesto el texto sustitutivo que ha desatado una batalla con numerosas protestas, debates p¨²blicos y opiniones de arquitectos urbanistas, pol¨ªticos y periodistas en los principales medios de comunicaci¨®n del pa¨ªs. ¡°S?o Paulo no est¨¢ en venta¡± es el lema de quienes luchan contra la revisi¨®n, aprobada el 26 de junio y que, seg¨²n movimientos populares de defensa de la vivienda, asociaciones de vecinos y urbanistas es ¡°El Plan Director de la especulaci¨®n¡±, que favorece a las constructoras y a la especulaci¨®n inmobiliaria.
¡°El pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido¡±, corea una muchedumbre a las puertas del Palacio Anchieta, la C¨¢mara Municipal de S?o Paulo, en el centro de la ciudad. Son las diez de la ma?ana del lunes 26 de junio y la fachada de vidrio del edificio racionalista de 13 pisos refleja un cielo azul impoluto. Hace meses que aqu¨ª se debate la revisi¨®n del Plan Director y a las nueve ha empezado la ¨²ltima audiencia p¨²blica antes de la votaci¨®n del texto definitivo, que ser¨¢ por la tarde. Los 150 asientos del auditorio exterior est¨¢n ocupados por ciudadanos que siguen desde una pantalla la audiencia que se celebra en el Sal¨®n Noble del Legislativo paulistano. Arriba, la sala est¨¢ abarrotada. Es la ¨²ltima oportunidad para pedir que se atrase la votaci¨®n. ¡°?Apl¨¢zenlo!¡±, claman los asistentes, sentados bajo las l¨¢mparas enormes que cuelgan del techo. ¡°?Por qu¨¦ tanta prisa?¡±, se lee en un cartel que sostiene una se?ora de unos 60 a?os. Un joven levanta una pancarta con la foto de quienes ¡°quieren vender S?o Paulo¡±. Son los 42 concejales que dieron luz verde en la primera votaci¨®n, en la que hubo 12 votos en contra y una abstenci¨®n. Desde entonces, se han celebrado varias protestas. A las once acaba la ¨²ltima audiencia p¨²blica y los concejales bajan a la segunda planta, donde est¨¢ el Pleno. Durante ocho horas, los 55 concejales participar¨¢n de la sesi¨®n para decidir el futuro de la ciudad.
Uno de los puntos que genera m¨¢s controversia es la expansi¨®n de las zonas de edificios altos. El ¨¢rea donde se podr¨¢n construir torres aumentar¨¢ de 300 a 400 metros alrededor de los carriles de autob¨²s, y de 600 a 700 metros de radio desde las estaciones de metro y tren. Y el texto tiene letra peque?a: la distancia es ampliable si alcanza una manzana a medias. ¡°Eso significa que pueden construir torres en radios de hasta un kil¨®metro desde las estaciones de metro. Hacen truquitos para conseguir abarcar m¨¢s¡±, se queja la concejala Silvia Ferraro del Partido Socialismo e Liberdade (PSOL), de izquierdas.
El texto de 2014 prev¨¦ una mayor verticalizaci¨®n cerca de las estaciones de metro y corredores de autob¨²s, en los llamados Ejes de Estructuraci¨®n y Transformaci¨®n Urbana (EETU). El objetivo es concentrar la ciudad y favorecer el acceso a vivienda bien localizada y a transporte p¨²blico a m¨¢s personas para evitar el uso de veh¨ªculo privado, que congestiona y contamina la megal¨®polis, pero en la pr¨¢ctica no siempre es as¨ª. Los edificios esbeltos que crecen como setas son condominios de lujo, con varias plazas de garaje privado y a precios inalcanzables para la mayor¨ªa.
¡°Est¨¢ bien la idea de traer al centro a la poblaci¨®n de la periferia para que est¨¦ m¨¢s cerca del trabajo, pero los apartamentos que est¨¢n construyendo en los ejes c¨¦ntricos son muy caros¡±, explica Bia Nowicki, profesora de historia de 29 a?os que vive en Graja¨², en el extremo sur de la ciudad y que se ha acercado a ver la votaci¨®n en la C¨¢mara Municipal. Hace siete a?os que forma parte del MTST, Movimento dos Trabalhadores Sem-Teto, uno de los movimientos sociales m¨¢s activos en la defensa del derecho a la vivienda. Sigue la votaci¨®n junto a D¨¦bora Lima, la lideresa del movimiento en S?o Paulo. ¡°Despu¨¦s de mucha lucha, hemos conseguido algunos avances respecto a la versi¨®n propuesta en la primera votaci¨®n, pero el texto no se ha redactado con la participaci¨®n y el debate que esper¨¢bamos¡±, dice.
M¨®nica es una abogada de 42 a?os que ha asistido a varias audiencias p¨²blicas sobre el Plan Director, pero nunca ha conseguido hablar. ¡°Mucha gente quiere participar, pero poca lo consigue. Los concejales hablan mucho y escuchan poco¡±, piensa. Mientras, bajo el gran crucifijo que preside la sala, Fernando Holiday, del partido conservador Republicanos, lee el nuevo texto r¨¢pida y mon¨®tonamente en lo que parece una mera formalidad porque nadie parece entender ni atender a lo que dice. Tras acabar cada secci¨®n del escrito farragoso, una sarta de s¨ªes aplastante lo aprueba. Hacia las 19:30 de la tarde, tras ocho horas de sesi¨®n, la revisi¨®n del Plan Director sale adelante, con 44 votos a favor y 11 en contra.
¡°Dudo que haya m¨¢s de diez concejales que hayan le¨ªdo el texto y mucho menos que lo hayan entendido. Es enorme y est¨¢ escrito con un lenguaje complicado, cifrado, lleno de detallitos, lo que dificulta debatir el contenido con la sociedad y en la propia c¨¢mara. Muchos votos dependen m¨¢s de intercambios e intereses partidarios¡±, explica la conocida arquitecta y urbanista Raquel Rolnik en entrevista con Am¨¦rica Futura. Para ella, el lenguaje de los planes urban¨ªsticos est¨¢ hist¨®ricamente hecho por y para el sector inmobiliario y no es accesible al resto de la poblaci¨®n.
¡°Un antiplan que entrega la ciudad a las constructoras¡±
Rolnik cree que el texto de es tan absurdo que tiene algo positivo: ¡°La pol¨¦mica que ha generado lo ha acercado a la ciudadan¨ªa porque antes nadie se preocupaba por el tema¡±, dice. Estas semanas la profesora de la Universidad de S?o Paulo (USP) participa en numerosos debates, protestas y actos relacionados con la aprobaci¨®n del Plan Director, que le parece un ¡°antiplan¡± que entrega la ciudad a las constructoras, seg¨²n cree, siguiendo el discurso neoliberal de acabar con el control estatal de los bienes p¨²blicos. ¡°Se puede criticar el plan de 2014, pero es un plan; tiene un objetivo, una estrategia y varios instrumentos en esa direcci¨®n. Es una propuesta. Esto no tiene propuesta, la propuesta es que se permite todo¡±, concluye.
Rolnik considera que es muy importante revisar el texto de 2014 porque algunos de sus objetivos no se est¨¢n alcanzando. ¡°Al aplicar la ley, se produjo un enorme boom inmobiliario cerca de los ejes de transporte colectivo, especialmente en los mejor localizados, pero los productos ofertados all¨ª no corresponden a las expectativas del plan¡±, explica. Otro de los ejemplos que cita es la falsa vivienda de protecci¨®n oficial, que tiene muchos incentivos, como ventajas fiscales o aumento de potencial constructivo. ¡°Algunos de los proyectos que presentan como vivienda social no lo son, son apartamentos min¨²sculos destinados a Airbnb o apartamentos de clase media con dos o tres plazas de garaje¡±.
La urbanista tambi¨¦n cree que hay que revisar lo que est¨¢ sucediendo en algunas zonas. ¡°Al implantar un mismo modelo de ciudad, se destruyen barrios enteros; sus caracter¨ªsticas especiales y su paisaje. Se deber¨ªan hacer estudios para evitar esa homogeneidad que no tiene en cuenta la topograf¨ªa, el paisaje, el drenaje, la historia o la memoria. El Plan de 2014 necesita revisi¨®n, pero la del sustitutivo aprobado no lo corrige, lo empeora¡±, zanja Rolnik.
En defensa del barrio
Pinheiros es uno de esos barrios de clase media, bien localizados y conectados, que cambian a toda velocidad. Pasear por el Eje de la Avenida Rebou?as es como estar dentro de una obra. El polvo, el ruido, las gr¨²as y las interminables vallas de obra acompa?an muchas de las aceras. En los solares donde antes hab¨ªa edificios bajos, ahora crecen torres corporativas o viviendas de lujo, con carteles que prometen estilos de vida diferenciados y ¨²nicos en condominios privados con todo tipo de facilidades: gimnasio, piscina, bares, salones de belleza, coworking y comercio, sin salir de casa.
¡°Durante la pandemia nos dimos cuenta de que estaban derruyendo manzanas enteras de nuestro barrio y creamos el grupo vecinal Pro-Pinheiros para protestar¡±, cuenta Rosanne Brancatelli, productora audiovisual de 60 a?os, coordinadora y activista de la plataforma. Ense?a indignada las zonas verdes min¨²sculas que aportan a la ciudad las torres inmensas. ¡°Son rid¨ªculas en comparaci¨®n con la mole que tienen al lado. Construyen jardines en altura, pero no sirven de nada para el drenaje de la zona. Por aqu¨ª pasan muchos arroyos¡±, denuncia la activista, que resiste en su barrio y continuar¨¢ luchando para protegerlo.
Pero la descaracterizaci¨®n de la zona ha empujado a Lara Rojas a mudarse. Vive hace 27 a?os en un edificio de tres plantas a pocos metros de la Avenida Rebou?as. ¡°La familia de mi marido vive aqu¨ª desde los a?os cincuenta. Cuando construyeron las primeras torres se desnivel¨® la parcela y se fisuraron las paredes, despu¨¦s vinieron muchas m¨¢s hasta que ha cambiado todo. Hay m¨¢s tr¨¢fico y ruido de las obras d¨ªa y noche¡±, cuenta a las puertas de la casa que van a dejar. El edificio tiene un acuerdo de preventa con una constructora que planea derruirlo.
¡°No podemos hacer una transformaci¨®n importante en la ciudad sin ning¨²n inconveniente. Es muy dif¨ªcil acercar a las personas a vivir donde hay infraestructura sin molestar a nadie¡±, explica Claudio Bernardes en una llamada telef¨®nica. El ingeniero civil es columnista del diario Folha de S?o Paulo y vicepresidente de Secovi-SP, el sindicato que congrega todas las actividades inmobiliarias de S?o Paulo, y que define como el mayor de Am¨¦rica Latina.
¡°S?o Paulo tiene una zona central bien equipada, el centro ampliado, donde se concentra el 90% de la infraestructura de la ciudad en un ¨¢rea de 270 kil¨®metros cuadrados¡å, recuerda Bernardes. ¡°S¨®lo el 26% de la poblaci¨®n vive en esa zona. El resto dedica unas tres o cuatro horas al d¨ªa a desplazarse en transporte p¨²blico. Quienes viven en el centro no quieren que vaya m¨¢s gente porque prefieren defender su tranquilidad. Pero hay que solucionar la habitabilidad y movilidad de esta ciudad, porque es muy compleja aunque haya da?os colaterales¡±, sostiene.
Le parece que el Plan Director de 2014 est¨¢ bien en general y que, con esta revisi¨®n, se ajustar¨¢n algunas cosas que no funcionan. ¡°El foco principal es concentrar la ciudad alrededor de los Ejes de transporte y eso es muy positivo. Para atraer a las personas de bajo nivel adquisitivo al centro, hay que aumentar la oferta de terreno con mayor potencial constructivo y crear incentivos para vivienda social¡±, dice. Y recuerda el Mapa de Desigualdad de la Ciudad de S?o Paulo, publicado en 2022 por el Instituto Cidades Sustent¨¢veis y Rede Nossa S?o Paulo que demuestra que las personas que viven en la zona central de la ciudad tienen una expectativa de vida 11 a?os mayor que las que viven en la periferia.
Al preguntarle por las cr¨ªticas que hacen especialistas como Raquel Rolnik al plan aprobado, el vicepresidente de Secovi responde: ¡°Desgraciadamente, en S?o Paulo hay urbanistas que tienen un sesgo ideol¨®gico fuerte y que siempre van a estar en contra del mercado inmobiliario y la iniciativa privada¡±. Adem¨¢s, Bernardes no coincide con la falta de vivienda social en el texto sustitutivo que denuncian los cr¨ªticos: ¡°En el texto hay incentivos para producir vivienda de inter¨¦s social, desde la iniciativa privada, porque el poder p¨²blico tiene una eficiencia baj¨ªsima¡±, sostiene.
Pero los concejales del PSOL han adelantado que impugnar¨¢n el plan aprobado. ¡°Es un proyecto de Secovi y de la especulaci¨®n inmobiliaria. En S?o Paulo viven 50.000 personas en la calle y el alcalde quiere permitir m¨¢s apartamentos de lujo, dando la espalda a quienes m¨¢s lo necesitan¡±, declaraba Juliano Medeiros, presidente nacional del PSOL, durante la votaci¨®n en la c¨¢mara.
¡°No atiende a los grandes problemas de la ciudad de S?o Paulo¡±, a?ad¨ªa poco despu¨¦s la concejala Luna Zarattini a la prensa. El suyo es uno de los tres votos en contra del PT, que est¨¢ dividido, con otros cinco votos a favor. ¡°Esperamos que sea sancionado ¨ªntegramente y que salga adelante¡±, defend¨ªa el concejal Rubinho Nunes, presidente de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica Urbana de la C¨¢mara de S?o Paulo y del partido conservador Uni?o Brasil. Aprobada la revisi¨®n del Plan Director falta que el alcalde, Ricardo Nunes, lo sancione. A partir de entonces y hasta 2029 se ver¨¢ si cumple su objetivo principal y mejora el d¨ªa a d¨ªa de la mayor¨ªa de los habitantes de S?o Paulo.
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